¿Hay diferentes grados de castigo en el infierno? Artículo escrito por: PleaseConvinceMe.com
¿No son todos los pecados iguales? Al prepararnos para examinar si hay o no grados diferentes de castigo en el infierno, de verdad tenemos que empezar con una pregunta sobre el pecado, porque los cristianos en todo el mundo basan a menudo lo que creen acerca del cielo en lo que creen acerca del pecado. Déjeme explicar. Muchos cristianos creen que todo pecado es lo mismo. Creen que la mentira es igual de mala como el asesinato cuando se trata de la perfección que se requiere para estar en la presencia de Dios. Aunque esto es cierto, no significa que todos los pecados son igualmente repulsivos a Dios. Sí, incluso nuestros pecados relativamente menores nos excluyen del cielo. Sí, incluso el más leve pecado demostrará nuestra imperfección y nuestra necesidad de un Salvador. Pero no se equivoquen sobre esto; algunos pecados son claramente más odiosos que otros a los ojos de Dios. ¿No me cree? Entonces veamos lo que Jesús tenía que decir mientras estaba de pie delante de Poncio Pilato: Juan 19:11-12. 11: Respondió Jesús: Ninguna potestad tendrías contra mí, si no te fuese dado de arriba: por tanto, el que á ti me ha entregado, mayor pecado tiene. 12: Desde entonces procuraba Pilato soltarle; mas los Judíos daban voces, diciendo: Si á éste sueltas, no eres amigo de César: cualquiera que se hace rey, á César contradice. Incluso Jesús reconocería que algunos pecados son mayores que otros. Y esto es consistente con la manera en que Dios siempre ha tratado con el pecado desde el principio de los tiempos ... ¿Existen grados de castigo en la Tierra? Cuando Dios dio la ley mosaica a Moisés, demostró el hecho de que algunos pecados son más desagradables a Dios que otros. Si esto no fuera así, Dios hubiera prescrito la misma pena por todos los diferentes tipos de pecados. Pero, por supuesto, no es lo que hizo. Dios asignó diferentes penas a los pecados diferentes, basado en el carácter ofensivo o infame del pecado mismo. La Ley de Moisés está lleno de respuestas mesuradas al pecado. La Palabra de Dios prescribe castigos que corresponden precisamente al delito: Éxodo 21:23-25. 23: Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24: Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25: Quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe. De hecho, la Ley de Moisés era muy preciso para asegurarse de que cada delincuente sea castigado ", según su culpa" y nada más: Deuteronomio 25:2-3. 2: Será que, si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez lo hará echar en tierra, y harále azotar delante de sí, según su delito, por cuenta. 3: Harále dar cuarenta azotes, no más: no sea que, si lo hiriere con muchos azotes a más de éstos, se envilezca tu hermano delante de tus ojos.
La ley mosaica da evidencia de dos cosas. En primer lugar, es evidente que, aunque cualquier pecado nos separe de la perfección de Dios, algunos pecados son claramente más ofensivos que otros. En segundo lugar, también queda claro que Dios establece castigos diferentes castigos por delitos diferentes basado sobre la gravedad de cada crimen. ¿Existen grados de castigo en el infierno? Por lo tanto, no nos debe sorprender que Dios aplicara este principio a la vida venidera. Si esto es cierto, entonces Dios prescibiría una variedad de castigos en la otra vida que correspondieran a los delitos que se cometen en ésta. La Biblia parece hacer este procedimiento: Apocalipsis 20:12-13. 12: Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13: Y el mar dió los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fué hecho juicio de cada uno según sus obras. Y tal vez el argumento más convincente de que se aplican diferentes grados de castigo en el infierno proviene de la parábola del siervo malvado: Lucas 12:42-48. 42: Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente, al cual el señor pondrá sobre su familia, para que á tiempo les dé su ración? 43: Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando el señor viniere, hallare haciendo así. 44: En verdad os digo, que él le pondrá sobre todos sus bienes. 45: Mas si el tal siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir: y comenzare á herir á los siervos y á las criadas, y á comer y á beber y á embriagarse; 46: Vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera, y á la hora que no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los infieles. 47: Porque el siervo que entendió la voluntad de su señor, y no se apercibió, ni hizo conforme á su voluntad, será azotado mucho. 48: Mas el que no entendió, é hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco: porque á cualquiera que fué dado mucho, mucho será vuelto á demandar de él; y al que encomendaron mucho, más le será pedido. Esta parábola termina con una verdad acerca del Reino de Dios que es difícil negar. Los malos serán castigados, eso es cierto. Pero se ha dado cuenta que algunos reciben más castigo que otros? Es evidente que hay grados de castigo. En una interpretación sencilla de esta parábola, es evidente que los que rechazan la enseñanza y la llamada de Dios serán sancionados con severidad, pero los que tienen menos claridad sobre lo que puede conocerse acerca de Dios ("el que no lo sabía" ), también recibirán castigado, aunque con menos severidad. La Biblia es clara acerca de esta realidad. Lo que quizá es más interesante que el hecho de que hay grados de castigo en el infierno, es la realidad que el conocimiento de la verdad es la condición fundamental para estos niveles de castigo. Son juzgados con más dureza los que deben de saber mejor? A los que saben más se les aplique un grado más alto de responsabilidad Si usted conoce la verdad sobre Dios y la rechaza, serás castigado más que alguien que no la conoce. Esto viene claramente de la Escritura. Considere estas tres declaraciones
hechas por Jesús, todo tomadas del Evangelio de Juan: Juan 9: 41. Díjoles Jesús: Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado: mas ahora porque decís, Vemos, por tanto vuestro pecado permanence. Juan 15:22. Si no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado, mas ahora no tienen excusa de su pecado. Juan 15:24. Si no hubiese hecho entre ellos obras cuales ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora, y las han visto, y me aborrecen á mí y á mi Padre. Una y otra vez, Jesús nos dice que el conocimiento de la verdad es importante, y que es sobre este conocimiento que el pecado es juzgado. Cuanto más sepa, más responsabilidad tiene! Jesús dijo que aquellos que tienen mayor conocimiento de la naturaleza moral de Dios y el plan de salvación (basado en su familiaridad con las enseñanzas de Jesús y sus seguidores) serán más responsables, y, por consecuencia, que su rechazo de esta verdad provocará un mayor castigo que lo de los que simplemente no entienden. Jesús afirmó esto en muchos otros sitios en los evangelios. Veamos otro ejemplo en el evangelio de Mateo. Vamos a ver lo que Jesús dijo a sus discípulos mientrás contemplaba de arrriba a Betsaida, Capernaúm y Corazín y lamentó el hecho de que habían rechazado la verdad que Jesús y sus seguidores habían compartido con ellos: Mateo 11:20-24. 20: Entonces comenzó á reconvenir á las ciudades en las cuales habían sido hechas muy muchas de sus maravillas, porque no se habían arrepentido, diciendo: 21: ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Bethsaida! porque si en Tiro y en Sidón fueran hechas las maravillas que han sido hechas en vosotras, en otro tiempo se hubieran arrepentido en saco y en ceniza. 22: Por tanto os digo, que á Tiro y á Sidón será más tolerable el castigo en el día del juicio, que á vosotras. Jesús afirma aquí dos realidades. Una vez más afirma el hecho de que hay diferentes grados de castigo en la más allá. Pero aún más importante, es nuestro nivel de conocimiento y comprensión que es la base de este castigo! Estas ciudades judías habían sido expuestas a las enseñanzas de Jesús y habían visto los milagros. Tuvieron más posibilidades que casi todos para comprender y aceptar la verdad. Sin embargo, no lo hicieron. Como resultado, iban a ser castigados más que otros. Una vez más, cuanto más sepa, más responsabilidad tiene. Incluso el escritor de Hebreos hace la siguiente observación: Hebreos 10:28-29. 28: El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos ó de tres testigos muere sin ninguna misericordia: 29: ¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento, en la cual fué santificado, é hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Una vez más, los que han oído la verdad sobre Jesús pero rechazan esta verdad (pisoteando "el Hijo de Dios bajo el pie") se han expuesto a aún más juicio que los que nunca han oído hablar de esta verdad. Mire cómo Pedro lo expresa: 2 Pedro 2:20-22. 20: Ciertamente, si habiéndose ellos apartado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, y otra vez envolviéndose en ellas, son vencidos, sus postrimerías les son hechas
peores que los principios. 21: Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo mandamiento que les fué dado. 22: Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro se volvió á su vómito, y la puerca lavada á revolcarse en el cieno. El castigo para aquellos que nunca conocieron la verdad en primer lugar sólo es ‘mejor’ porque es de alguna manera 'menor'. Una vez más, Pedro describe grados de castigo sobre la base del conocimiento que uno tiene de la verdad. Por último, veamos lo que Santiago dice sobre un tema muy semejante: Santiago 3:1-2. 1: Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. 2: Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo. Santiago está de acuerdo con Jesús, con el escritor de Hebreos, y con Pedro. Entiende que hay grados de castigo en la más allá y que estos grados se aplicarán según el conocimiento. ¿Y quién, de todos modos, debe tener más conocimiento que los que se llaman maestros? Ahora, el hecho de que tenemos ejemplos bíblicos de la aplicación de varios grados de castigo basado en los grados de entendimiento y conocimiento de la verdad, no debe hacernos concluir que este es el único factor que Dios considera al determinar cómo, y hasta qué punto, un individual será castigado. Así como la ley mosaica castiga a los malhechores basado en la odiosidad de sus crímenes, no hay razón para no creer que la Ley de Dios en la eternidad aplicara el mismo principio. A fin de todo, nadie en la tierra tiene excusa total, como alguien que no entienda nada de la existencia de Dios y la verdad moral de su naturaleza: Romanos 1:18-20.18: Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad é injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia: 19. Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó. 20: Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables: Romanos 2:14-15. 14: Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos: 15: Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros; Aún los que nunca han oído el Evangelio tienen conocimiento suficiente para entender. Deben saber del mundo que les rodea que Dios existe, y deben saber de sus propias conciencias que la ley moral de Dios prevalece. Dada esta realidad, ¿cuán inocente puede ser alguno de nosotros? Así que mientras que el conocimiento es sin duda un factor que Dios toma en consideración, El no considera que ninguno de nosotros sea completamente sin conocimiento. Por esta razón, es justo que El mire también al nivel de seriedad de cada pecado, así como lo hace en la ley mosaica. Una cosa que sí sabemos con certeza, sin embargo, es que la naturaleza de Dios prevalecerá cuando Él decide qué
hacer con nosotros, y esto es una buena noticia ... La Buena Nueva Sí, en medio de toda esta plática sobre el castigo en el infierno, hay algunas buenas noticias. En primer lugar, podemos tener la confianza de saber que Dios es amoroso y justo, tal y como es descrito en otras partes en la Biblia: Salmo 25:8. Bueno y recto es Jehová: Por tanto él enseñará á los pecadores el camino. Salmo 100:5. Porque Jehová es bueno: para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las generaciones. Salmo 89:14. 14 Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro. Podríamos esperar que un Dios que es a la vez amoroso y justo exigiera la justicia, pero de una manera equitativa. Y esto es exactamente lo que la Biblia enseña acerca de la naturaleza del infierno. Es un sitio en donde se aplica la justicia, pero también en donde la justicia se aplica de una manera equitativa. Por lo tanto, hay estar preparado para cuando alguien dice: "No es justo que mi abuela, que no sabe mucho acerca de Jesús, y que ha pecados "menores" en su vida, reciba el mismo ser castigo que un tipo como Hitler (que rechazó la verdad del cristianismo y tuvo pecados ”mayores” en su vida)! "Hay que estar preparado para decirle que esto no es la afirmación del cristianismo en primer lugar. Ambas de estas personas estarán separadas de Dios, pero Hitler se enfrentará a una experiencia en el infierno que es muy diferente que la de alguien como la abuela. Pero hay noticias aún mejores que cualquiera de lo que ya hemos descrito. Esta es la verdad del punto de vista cristiano de mundo, Nadie tiene que escoger el infierno en primer lugar. Las "buenas noticias" del cristianismo, (también conocido como el "Evangelio") es que la oferta de Dios de la salvación es un regalo gratuito que puede ser recibido por cualquier persona que esté dispuesta a aceptar a Jesús como Señor. Nadie tiene que ir al infierno. Jesús pagó el precio por nuestro pecado e hizo posible para nosotros ser perdonados y justos a los ojos de Dios, no por algo "bueno" que pudieramos haber hecho, pero basado en lo que Jesús hizo en la cruz. La verdad sobre el infierno debe despertarnos a la realidad de que sin el don gratuito de Dios, el don de su Hijo, todos nos encontraríamos en un estado de juicio. Pero hoy, como cristianos liberados de las garras del pecado por la obra de Jesús en la cruz, podemos anticipar la recompensa de los cielos en lugar de los castigos del infierno. ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.