Estaba segura de que moriría

17 sept. 2007 - PHUKET, Tailandia.– Por lo menos. 88 personas, muchas de ellas turistas de origen europeo, murieron ayer cuando un avión tailandés se ...
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Exterior

Lunes 17 de septiembre de 2007

LA NACION/Página 3

Accidente en la paradisíaca isla de Phuket

Una tragedia aérea en Tailandia dejó 88 muertos El avión estaba repleto de turistas PHUKET, Tailandia.– Por lo menos 88 personas, muchas de ellas turistas de origen europeo, murieron ayer cuando un avión tailandés se estrelló mientras intentaba aterrizar bajo una torrencial lluvia en el aeropuerto de la isla de Phuket, en el sur de Tailandia. Las restantes 42 personas, de un total de 130 que viajaban en el avión comercial de bajo costo One-To-Go Airlines, fueron hospitalizadas con heridas de distinta gravedad en los hospitales locales. “Cinco personas están en condiciones críticas. Algunos tienen quemaduras en el 60 por ciento del cuerpo”, informó el coordinador del hospital Bangkok Phuket, Piyannooch Anantakdee. Según relataron testigos y sobrevivientes del accidente, el avión, un McDonnell Douglas MD-82 con número de vuelo OG269, aterrizó a las 15.40 (hora local) en medio de una intensa lluvia, pero se deslizó hasta

El lugar de la tragedia Bangkok

McDonnell Douglas MD-82

El vuelo OG 269 partió desde Bangkok

MYANMAR

Golfo de Tailandia TAHILANDIA Phuket 100 km

El avión se estrelló durante el aterrizaje debido al mal tiempo

CHINA

MALASIA Fuente: Reuters LA NACION

salirse de la pista y estrellarse contra un grupo de árboles y muros. Tras el impacto, se produjeron varias explosiones que hicieron que la nave se partiera en dos, y que produjeron un incendio que se extendió velozmente, mientras los sobrevivientes intentaban escapar por las ventanas y las puertas de emergencia. El presidente de la compañía OneTo-Go, Udom Tantiprasongchai, señaló ayer que tomará una semana analizar los datos de la caja negra del avión para determinar cuál fue la causa del accidente. “Ahora –señaló el presidente de la aerolínea– es necesario concentrarse en atender a los heridos y a los familiares de las víctimas mortales.” Pese a desconocer el contenido de la caja negra, autoridades locales afirmaron que el mal tiempo y la poca visibilidad habrían sido las causas del accidente. “La visibilidad era muy limitada cuando el piloto intentó llevar a cabo la maniobra de aterrizaje. Quiso girar, pero el avión se desequilibró y se estrelló”, explicó

a la prensa Chaisak Angsuwan, director general del departamento de Transporte Aéreo del país. Según informó Monrudee Gettuphan, vicepresidenta de comunicaciones de la Autoridad de Transporte Aéreo de Tailandia, el avión transportaba a 123 pasajeros –78 de los cuales eran extranjeros–, y a siete tripulantes en un vuelo interno desde Bangkok hasta Phuket, uno de los principales destinos turísticos del país. EFE

Las nacionalidades El viceministro de Transportes, Sansern Wongchaum, indicó que, según un primer examen de la lista de pasajeros, en el avión siniestrado viajaban ciudadanos de Australia, Austria, Holanda, Francia, Irán, Italia, Suecia y Gran Bretaña. “Estamos todavía verificando las identidades y nacionalidades de todos los pasajeros fallecidos y de los sobrevivientes”, dijo el funcionario en una conferencia de prensa. El gobernador adjunto de la provincia, Worapot Ratthaseema, declaró que los servicios de rescate hallaron a muchas de las víctimas mortales carbonizadas y sujetas a sus asientos por el cinturón de seguridad, mientras que otras murieron al salir despedidas del avión. La mayoría de los sobrevivientes logró salvarse saltando por las puertas de emergencia de la parte trasera del avión (ver aparte). Tras el accidente, el aeropuerto de Phuket, a 30 kilómetros de la capital de la isla, fue clausurado y todos los vuelos del día fueron cancelados. En el aeropuerto Don Muang, de Bangkok, en tanto, las autoridades instalaron un centro de información para familiares y amigos de las víctimas, que acudían a ese punto visiblemente afectados y emocionados. “He venido a pedir información sobre mi hijo, que formaba parte de la tripulación. Acababa de conseguir el título”, decía ayer una mujer con la voz temblorosa, mientras otros familiares de los pasajeros se quejaban por la falta de información. La aerolínea One-Two-Go, filial de la compañía Orient Thai Airlines, fue creada en 2003 y es considerada la primera línea de transporte de bajo costo de Tailandia. Incluyendo la nave accidentada, su flota está compuesta de siete aviones MD-82, que utiliza en su mayoría para la conexión entre Bangkok y Phuket. La tragedia, sin duda, abrirá nuevos interrogantes sobre la seguridad del creciente número de aerolíneas de bajo costo en la región. El de ayer fue el peor accidente de aviación en Tailandia desde el que ocurrió el 11 de diciembre de 1998. Ese día, 101 personas murieron cuando un avión de Thai Airways se estrelló al intentar aterrizar bajo una intensa lluvia en Surat Thani, 530 kilómetros al sur de Bangkok. Unas 45 personas sobrevivieron. La isla de Phuket es muy popular entre turistas europeos por sus paradisíacas playas, que estuvieron entre las más castigadas por el tsunami que azotó al sudeste asiático en diciembre de 2004. Agencias AP, AFP, DPA, EFE y Reuters

Las tareas de rescate, ayer, en el aeropuerto de Phuket

“Estaba segura de que moriría” Varios sobrevivientes de la tragedia relataron su dramático escape del horror BANGKOK.– El vuelo a Phuket suele tener por destino la playa, el sol y la diversión. Pero para más de 80 turistas, en su mayoría europeos, a bordo del vuelo OG269 de la aerolínea tailandesa One-Two-Go, fue un viaje dominical hacia la muerte. La aeronave falló en el intento de aterrizaje y terminó partida al medio y en llamas. Una trampa sin salida para la mayoría de sus 130 ocupantes. Sólo los que ocupaban las últimas filas del avión lograron salir por sus propios medios. Quienes no habían caído desmayados o gravemente heridos por el impacto abrieron las puertas de atrás y se lanzaron al suelo desde una altura que causó heridas a varios de ellos. “Fue horrible. Tuve que pasar por entre pasajeros envueltos en llamas para salir del avión”, contó Parinwit Chusaeng, una sobreviviente de la tragedia, que sufrió quemaduras menores. También a Millie Furlong, una moza británica de 23 años, aún le cuesta creer que esté con vida. “En cuanto el

avión tocó tierra, se apagaron todas las luces. Estaba segura de que moriría en ese avión. Pero una persona detrás de mí comenzó a patear una ventana y siguió pateándola y pateándola hasta que logró aflojarla. Si no la hubiese abierto, habríamos muerto”, relató la joven desde el hospital donde está internada. Furlong recordó que detrás de ella una pasajera con la cara cubierta de sangre gritaba “mi novio, mi novio” mientras un hombre en llamas intentaba escapar del avión. “Nunca había vivido algo tan intenso”, afirmó. Uno de los pocos sobrevivientes tailandeses fue Nong Khaonual, que logró salvar a su esposa antes de que las llamas la alcanzaran. “Justo antes de tocar la pista sentimos que el avión intentaba elevarse, y entonces se salió de la pista”, dijo. “Mi esposa estaba semiconsciente y la arrastré por la salida de emergencia. Detrás nuestro había un hombre en llamas.” Khaonual también contó que lo sorprendió la velocidad con la que

AP

El dolor de los familiares

el avión aterrizó: “La nave intentó aterrizar en medio de una fuerte lluvia y, según recuerdo, aterrizó demasiado rápido. Suelo viajar muy seguido en avión y nunca he visto nada como eso. Descendió muy rápido”, insistió Khaonual ante las cámaras de Nation Television en el hospital.

Por su parte, un sobreviviente irlandés, que se identificó como Sean, contó a la cadena tailandesa TITV que cuando la nave aterrizaba presintió que algo estaba mal. “En el aterrizaje ya se percibía que el avión estaba en problemas. Hacía ruidos extraños”, dijo el hombre, que sufrió quemaduras graves en los brazos, las piernas y la espalda. Pese a las declaraciones en sentido contrario, otro sobreviviente tailandés, Thanawat Fongsirin, dijo que “en ningún momento la tripulación dio aviso de problemas en el aterrizaje”. Algunos sobrevivientes contaron que, tras lograr escapar del avión, permanecieron durante 45 minutos en la pista aguardando la llegada de las ambulancias. Unos pocos lloraban por la pérdida de algún ser querido, pero la mayoría permaneció en silencio, tratando de comprender lo incomprensible. Agencias DPA, AP y Reuters