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LUNES 24 Y 10 Y 2011
RUGBY: NUEVA ZELANDA 2011
“Es difícil de describir, estoy absolutamente feliz. Pusimos todo, tuvimos que ir más lejos que nunca y eso es algo difícil de lograr”
“Ganar lo es todo. Fuimos el mejor equipo del mundo por mucho tiempo, llevamos esperando esto mucho tiempo”
“Estoy temblando. Es increíble. Me siento a punto de caer, como si me fallaran las piernas”
“Todavía no caigo. Probablemente lo haré en los próximos días. Fue una auténtica batalla, pero ahora tengo una sensación agradable”
“Tuvimos que conservarr la disciplina. Nuestro lema fue: «Hacelo porr el compañero». Los franceses se merecen toodo el reconocimiento”
“Estuvimos muy cerca. Estamos decepcionados, pero orgullosos porque dejamos todo. No tenemos remordimientos”
Richie MCCAW (capitán de los All Blacks)
Graham HENRY (entrenador de Nueva Zelanda)
Kieran READ (octavo de Nueva Zelanda)
Conrad SMITH (centro de Nueva Zelanda)
Ma’a NONU (centro de Nueva Zelanda)
Dimitri YACHVILI (medio-srum de Francia)
SANTIAGO DAPELO ENVIADO ESPECIAL
A
UCKLAND.– Explota el Eden Park. La fiesta que esperaron 24 años llegó. Llora de emoción el capitán Richie McCaw, se abrazan los más jóvenes del plantel, la algarabía es absoluta. Los All Blacks, el mejor equipo del mundo, lograron lo que se le negaba desde 1987: ser campeones del mundo, al vencer en una ajustada final a Francia por 8 a 7. Así, Nueva Zelanda reconquistó invicto el trofeo Webb Ellis –ganó los siete partidos–, y con un comportamiento brillante desde la estrategia. Los dirigidos por Graham Henry desplegaron toda su fuerza y poder en los partidos que disputaron; sólo fallaron una vez, fue ayer frente a Les Blues. Siempre resolvieron cada compromiso como mejor les convino. Resaltó durante toda la competencia lo compacto que resultó el equipo. La lesión de Dan Carter, el apertura y estratego de los Hombres de Negro, no modificó la estructura de juego. Incluso Nueva Zelanda terminó jugando con su cuarto apertura, ya que Colin Slade –desafectado por un traumatismo frente a los Pumas en los cuartos de final– y la salida ayer de Aaron Cruden le abrieron la puerta a Stephen Donald, que asumió la responsabilidad con gran maestría. No fue una tarea sencilla ni fue la final soñada por las 60.000 almas que los acompañaron en el mítico estadio. Se jugó mal y con dientes apretados. Desde antes de que comenzará el partido Francia puso en claro que no sería un convidado de piedra en una fiesta ajena. Ante la representación del Haka, los galos armaron una V (de victoria) y avanzaron sobre el terreno ajeno. Francia daba así un mensaje inequívoco: cuidado, acá está tu verdugo. Como ocurrió en todos los partidos, los All Blacks marcaron el ritmo. Los forwards locales se impusieron en la batalla y dominaron el line y el scrum. Francia, en tanto, liderados por el enorme Thierry Dusautoir, se convirtió en una máquina de tacklear. Tanto fue Nueva Zelanda que provocó algunas infracciones que le permitían sumar puntos, pero a diferencia de lo que ocurrió frente a la Argentina y Australia, el líder espiritual del equipo, su medio-scrum y pateador, Piri Weepu, no tuvo una buena noche. El N° 9 falló las tres oportunidades de que dispuso. La fórmula para quebrar la férrea defensa de los galos fue un ensayo de laboratorio a los 15 minutos. Fue a partir de un line en las cinco yardas de Francia que Keven Mealamu le lanzó a Jerome Kaino y éste se la bajó al pilar Tony Woodcock, que en velocidad se zambulló en el in-goal. A partir de ese momento todo fue para los All Blacks. Parecía que era imposible contener el despliegue de juego que proponía, pero Francia pudo. El orden fue la base para lograrlo. El 5-0 del primer tiempo dejó un sabor amargo
y preocupación en los All Blacks y una esperanza en Les Blues. Pero Nueva Zelanda pegó de entrada. A los seis minutos, Donald se hizo cargo de un penal en lugar del errático Weepu y puso el marcador 8 a 0. En ese momento algo cambió en los franceses, que modificaron la actitud y salieron a buscar el partido. Los dirigidos por Marc Lievremont comenzaron a presionar la salida de la pelota en las formaciones fijas. Así provocaron un error de Weepu que terminó con el merecido try del capitán galo, de gran Mundial. La conversión de Trinh-Duc silenció al Eden Park. El final fue dramático. Francia tuvo una oportunidad más para pasar al frente, pero Trinh-Duc falló esta vez. Nueva Zelanda cerró las marcas, pero también dejó de atacar. Así se consumieron los minutos. Así llegó el final. No hubo grandes cuotas de rugby, pero ganó el que hizo mejor las cosas durante todo el certamen. Teniendo en cuenta que hace un mes vapulearon a este mismo rival, los All Blacks sufrieron más de la cuenta. Fue, en definitiva, el final perfecto para un Mundial hecho a su medida. En su casa, ante su público, los nuevos héroes kiwis levantaron el trofeo que se les negó durante 24 años. ¡Salud, campeón!
ISRAEL DAGG CORY JANE CONRAD SMITH MA’A NONU RICHARD KAHUI AARON CRUDEN PIRI WEEPU RICHIE MCCAW (C) KIERAN READ JEROME KAINO SAM WHITELOCK BRAD THORN OWEN FRANKS KEVEN MEALAMU TONY WOODCOCK
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FRANCIA
MAXIME MEDARD VINCENT CLERC AURELIEN ROUGERIE MAXIME MERMOZ ALEXIS PALISSON MORGAN PARRA DIMITRI YACHVILI JULIEN BONNAIRE IMANOL HARINORDOQUY THIERRY DUSAUTOIR (C) LIONEL NALLET PASCAL PAPE NICOLAS MAS WILLIAM SERVAT JEAN-BAPTISTE POUX
Entrenador: Graham Henry Entrenador: Marc Lievremont. Cambios, PT: 33m, Stephen Donald por Cruden. ST: 9m, Andy Ellis por Weepu, Andrew Hore por Mealamu y Ali Williams por Whitelock, y 35, Sonny Bill Williams por Nonu.
Cambios, PT: 22m, François Trinh-Duc por Parra. ST: 6m, Damien Traille por Clerc; 25, Dimitri Szarzewski por Servat y Fabien Barcella por Poux; 30, Julien Pierre por Papé, y 35, Jean-Marc Doussain por Yachvili.
PRIMER TIEMPO 15 minutos, try de Tony Woodcock (NZ). SEGUNDO TIEMPO 5 minutos, penal de Stephen Donald (NZ), y 7, gol de François Trinh-Duc por try de Thierry Dusautoir (F). ARBITRO CANCHA Craig Joubert (Sudáfrica) Eden Park, de Auckland
ENVIADO ESPECIAL
AUCKLAND.– Celebran los All Blacks; festejan las 60.000 almas presentes en el Eden Park, cancha en la que no caen derrotados desde hace 17 años. Hay fiesta en Nueva Zelanda. Fue un Mundial a su medida y no lo desaprovecharon. Lo ganaron de punta a punta, con un juego vistoso y convincente; sólo en el último partido el equipo mostró dudas, pero fue mérito de su rival, Francia. En definitiva, la Justicia estuvo del lado del mejor. Atrás quedó el mes y medio de competencia. Atrás también quedaron 24 años añorando la gloria. Los All Blacks son un digno campeón. Festeja junto a los rugbiers Graham Henry, el entrenador de los Hombres de Negro. Hace cuatro años quedó fuera de competencia en cuartos de final –fue justamente ante Francia– y pocos confiaron en él. Los dirigentes kiwis le dieron una oportunidad más y no la desaprovechó. Él
CAMPEÓN 8
SANTIAGO DAPELO
FINAL PARA EL ÚLTIMO MUNDIAL ROMÁNTICO
El trofeo Webb Ellis en las manos del capitán McCaw y la celebración de todos los All Blacks, enmarcada en la colorida
ESE GRITO QUE SE DEMORÓ 24 AÑOS
NUEVA ZELANDA
OPINIÓN
LOS ALL BLACKS VENCIERON 8 A 7 A FRANCIA; EL SUEÑO DE RECONQUISTAR EL TROFEO WEBB ELLIS SE LES NEGABA DESDE 1987, CUANDO TAMBIÉN GANARON EN CASA EL PRIMER JUGADOR EN DEBUTAR EN UNA FINAL DE UN MUNDIAL
ELLOS SE REPARTEN LA HISTORIA Las siete finales de la Copa del Mundo de rugby se reparten entre cuatro selecciones. Nueva Zelanda (1987 y 2011); Australia (1991 y 1999); Sudáfrica (1995 y 2007), e Inglaterra (2003). La próxima Copa Webb Ellis se disputará en Inglaterra, en 2015.
DONALD, OTRO HÉROE INESPERADO AUCKLAND (De un enviado especial).– Primero fue Piri Weepu. Cuando la presión se hizo casi insoportable para los Hombres de Negro, apareció el medio-scrum para cargarse el equipo y llevarlo a la gran final. Pero ayer el carismático jugador no tuvo un buen partido. Encima, los All Blacks sufrieron la lesión de Aaron Cruden; fue el tercer apertura que perdía el head-coach Graham Henry. Allí apareció Stephen Donald, el primer jugador en debutar en un Mundial en una final. Y vaya si tuvo responsabilidad el apertura de 27 años para que Nueva Zelanda se quedara con su segunda Copa Webb Ellis. Por la errática noche de Weepu, tuvo la misión de patear el único penal del segundo tiempo. Y no falló. “No había pateado una pelota en seis semanas. En ese momento no pensé que iba a ser tan importante”, dijo el apertura de los Chiefs de Waikato. Este fue un desquite. Fue el héroe inesperado, aunque hace dos semanas veía el torneo desde
su casa, y unos meses atrás casi se queda sin equipo para la temporada que viene. Con pocas posibilidades de jugar con su seleccionado y lejos de la titularidad en los Chiefs, probó suerte en Bath, de Inglaterra. Una decisión difícil para cualquier neozelandés ya que, por las reglas de la Unión, eso supone renunciar a los All Blacks. Pero la suerte tampoco lo acompañó en la aventura europea. La federación inglesa le negó el permiso de trabajo porque no cumplía los requisitos deportivos. “Soy un afortunado por ser parte de este equipo. Había gente que subestimaba mi lugar en los All Blacks. Fue lindo demostrar que soy un All Black. No me parece nada mal empezar en la final del Mundial”, dijo Donald. En agosto pasado, Bath desbloqueó la situación y lo oficializó como jugador de su plantel. Por la desgracia de algunos de sus compañeros volvió a ser All Black; lo que siempre fue. Así, la pesadilla llegó a su fin.
fiesta que desataron los neozelandeses en el mítico Eden Park
// A P
y su staff también merecen el fantástico reconocimiento que les otorgan los presentes en el Eden Park. Es, junto con Richie McCaw, Piri Weepu y Dan Carter, el más ovacionado. Ya pasaron los 48 partidos de la Copa del Mundo. Cinco de los cuales tuvieron como protagonistas a los Pumas. Como ocurrió en 1999 y 2007, los argentinos volvieron a demostrar por qué forman parte de la elite. El debut, aunque con derrota frente a Inglaterra, fue la base sobre la que construyeron. Y Escocia, una verdadera batalla bajo la lluvia en Wellington, el lugar donde se terminó de construir la identidad de un equipo que fue, por sobre todo, corazón, solidaridad y entrega. La despedida contra los campeones del mundo fue digna y sirvió de medida para ver cómo está la Argentina para enfrentar lo que viene: el Rugby Championship, torneo que también integrarán Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia. Se terminó el último Mundial romántico para los argentinos. Fueron siete participaciones en las que su destino siempre dependió de los jugadores. La falta de estructura, competencia internacional y la poca disponibilidad de tiempo para trabajar son cosa del pasado. A partir de la próxima temporada, los argentinos estarán en igualdad de condiciones
que el resto de los equipos del Tier 1 (los 10 mejores del ranking mundial), por lo menos en lo que se refiera a partidos internacionales, no en materia económica. Pero ya no habrá lugar para las excusas. Además del crecimiento colectivo e individual, será tiempo de evaluar resultados. “Ganar lo es todo”, dijo ayer tras la consagración el head-coach del campeón del mundo. Los Pumas entran de lleno en el mundo del profesionalismo, donde triunfar es lo único que importa. Aún resta saber qué será del futuro de Santiago Phelan, quien sin dudas merece una nueva oportunidad. El desafío que comienza será enorme y el head-coach demostró que con tiempo y una organización seria y eficiente detrás, como respaldo, la Argentina tiene todo lo necesario para ser una potencia en el mundo ovalado. La fiesta en Eden Park fue completa. Fue el adiós a Nueva Zelanda y la bienvenida para Inglaterra 2015, sede de la próxima Copa del Mundo. Pero antes, durante los cuatro años previos, comenzará la nueva etapa, el nuevo gran objetivo Puma.
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Una elección clave para el futuro del rugby argentino. (VER PÁGINA 12)