Los ecos del grito que anunció una época

10 abr. 2010 - artísticas de comienzos del siglo XX. Allí, Marinetti ... Un automóvil de carreras con su capó adornado ... automóvil rugiente, que parece correr.
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GENTILEZA FUNDACIÓN PROA

Los ecos del grito que anunció una época POR ADRIANA ROSENBERG Para La Nacion - Buenos Aires, 2010

C

TULLIO CRALI. Vestido desmontable, 1932, témpera s/papel

FILIPPO TOMMASO MARINETTI. El futurismo, 1909, París, Le Figaro, 20 de febrero de 1909

La exposición más completa sobre futurismo ancló en La Boca después de viajar por el mundo tras los pasos que dio hace décadas el fundador de ese

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or algún motivo difícil de precisar, la historia del arte nos ha legado una versión simplificada del futurismo, el movimiento artístico creado por Filippo Tommaso Marinetti en 1909. Los libros suelen datar su origen en los años previos a la Primera Guerra Mundial, e identificarlo con las producciones de poetas, pintores y escultores como el mismo Marinetti, Umberto Boccioni, Carlo Carrà o Giacomo Balla. Pero ésa es sólo una parte de la historia, como lo demuestra El universo futurista: 1909-1936, la exposición curada por Gabriella Belli, directora del Museo de Arte Moderno de Trento y Rovereto (MART), que se presenta en la Fundación Proa. El futurismo nació con un manifiesto, como la mayoría de las vanguardias

artísticas de comienzos del siglo XX. Allí, Marinetti arremetía contra las academias y los museos que ensalzaban el glorioso pasado italiano y paralizaban a los jóvenes creadores. Con prosa combativa, abogaba por la destrucción de la tradición y la celebración de la vida moderna, las máquinas, la velocidad y el dinamismo urbano. En una frase, hoy famosa, resumía esta postura estética: “Declaramos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un automóvil de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... un automóvil rugiente, que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia”. El futurismo tuvo diferentes etapas y protagonistas. Tras la publicación del manifiesto en París, cinco pintores se

uando un pintor, en los años 30 o 40, quería ser actual, revolucionario, audaz, decía: “Soy futurista”, o le decían: “Es futurista”. Los pintores modernos se llamaban futuristas, las acciones artísticas novedosas se llamaban futurismo. La palabra no definía un movimiento ni un tiempo histórico, ni remitía a ciertos artistas. Futurismo era el “gesto del nuevo mundo”, del porvenir, del deseo de libertad, con la ideología del progreso, del amor a la máquina y la devoción al industrialismo. Se cumplieron 100 años del grito de Marinetti, que traspasó mares y que diseñó una época, una ilusión, un universo, y que los más prestigiosos museos conmemoraron con las pompas propias de un gran aniversario. Fundación Proa decidió sumarse a esos festejos y por eso presentamos El universo futurista. 1909-1936, en colaboración con el Museo de Arte Moderno de Trento y Rovereto (MART), con la curaduría de su directora, Gabriella Belli. El MART es la referencia obligada al hablar de futurismo italiano, ya que tiene en su acervo la más variada, numerosa y lograda colección de piezas de ese movimiento en el mundo. Proa exhibe más de 240 obras que integran ese universo, entre las que se destacan los manifiestos, los ruidos que fundaron la música del siglo XX (los Intonarumori), publicaciones de Marinetti, la revolución tipográfica, la escultura y la pintura, en la que se aprecian los estudios sobre el movimiento, hasta llegar a ese género propio que fue la “Aeropintura”. El futurismo superó los límites del arte e invadió la vida cotidiana. Los artistas produjeron manifiestos sobre arquitectura, moda, teatro, cine, cocina. Consideraron la guerra como acción y gesto para la concreción de una nueva era. En 1926, trece años después del nacimiento del futurismo, y en un mundo convulsionado por los conflictos bélicos, Marinetti llegó a la Argentina. La intelectualidad local conocía el manifiesto futurista. Su segundo viaje, en ocasión del Congreso Mundial del PEN Club, fue más controvertido, a la luz de sus posturas políticas ligadas al fascismo. Es un orgullo para Fundación Proa presentar El universo futurista, una exhibición histórica. Gracias a la colaboración de un grupo extraordinario de personas superamos las adversidades con inteligencia y humor, sabiendo que cada exhibición que presentamos es un aporte fundamental en la construcción de nuestra cultura. La exposición, el catálogo, el proyecto educativo y las numerosas actividades que organizaremos durante los meses de presentación son posibles gracias al aporte permanente de Tenaris, Organización Techint. © LA NACION La autora es presidenta de la Fundación Proa

Sábado 10 de abril de 2010 | adn | 5