El taller del alfarero - Recursos Escuela Sabática

3 ene. 2015 - Este programa es dramatizado. Se necesita una mesa con varios tarros de barro. Un letrero que diga: «Taller de alfarería». El alfarero es una ...
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Primer Trimestre —Tercer sábado—

17 de enero

El taller del alfarero ( E s p ir it u al i dad , v i d a cr i s t i an a ) Propósito del programa Tratar el tema de la transformación que el Espíritu Santo hace en nosotros y cómo esto va de la mano con ser útil para la causa de Dios.

Al director Este programa es dramatizado. Se necesita una mesa con varios tarros de barro. Un letrero que diga: «Taller de alfarería». El alfarero es una voz en o f f . Es importante que cada personaje pueda memorizar su parte para lograr que el mensaje sea transmitido con claridad. Los dos personajes que llegan al taller deben llevar pedazos de barros o cerámicas, simulando vasijas rotas. Los cuatro participantes de la apertura están sentados alrededor de la mesa de las vasijas y otros instrumentos del taller. Ellos se quedan durante todo el programa y salen cuando inicia el misionero. Algunos participantes están marcados por las letras A, B, C y D.

Recomendaciones  Elegir una canción relacionada con el tema.  Usar el propósito del programa para promocionarlo durante los anuncios de la semana.  Elaborar un detalle especial para regalar este día, a fin de que los hermanos recuerden la programación.

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El taller del alfarero 17

Introducción y bienvenida ¡Feliz sábado! a todos los miembros y visitas que hoy han decidido venir a la casa de Dios. Este programa nos trae una gran enseñanza acerca de la transformación que el Espíritu Santo realiza en nosotros. Esperamos que sea de edificación para todos. Sean todos y todas bienvenidos.

Himno A: El taller está abierto, pero no veo al alfarero. He venido a buscar mi vasija. Él la hizo a partir de simple barro. (Toma una de las vasijas que están en la mesa). Lo especial de esta vasija es que no es un adorno, es para ser utilizada llenándose constantemente y llevando agua viva. Cantemos el himno 192, Llena mi ser (solo en el himnario nuevo).

Lectura B: Todas estas vasijas representan a cada uno de nosotros. Somos polvo de la tierra hasta que venimos a este taller de alfarería. El alfarero se toma el tiempo para pensar qué vasija seremos; nos moldea hasta lograr una obra de arte. Leamos Isaías 64: 8.

Oración» C: Son muchos los que no vienen a este taller, y permanecen toda su vida siendo solo barro, a pesar de que este lugar nunca está cerrado y el alfarero nunca tiene demasiado trabajo como para no atenderlos. Otros vienen aquí, pero cuando inicia el proceso de transformación, deciden irse y nunca podrán ver la obra terminada. Debemos orar para que haya en nosotros la necesidad de ser transformados y la humildad para resistirlo.

Música especial D: La mejor parte de ser una vasija es estar siempre llena, ya que esto nos convierte en vasijas útiles. Eso es algo que llena de satisfacción y alegría al alfarero, pues él tiene un propósito con cada una, y por eso la coloca estratégicamente en diferentes lugares donde será bendición, llevando agua al sediento. Escuchemos a continuación una música especial.

Parte central: (Llega una nueva participante). Vasija inútil: Buenos días. Quisiera ver al alfarero. Tengo un pequeño problema. Voz en off: Dime, vasija, ¿cómo puedo ayudarte? Vasija inútil: Sabes que cuando estaba en el horno, no pude resistir y tuve que salir antes. Desde ese tiempo me he quebrado en algunas partes. Eso no es un problema porque he utilizado algunos pegamentos y un poco de yeso. El problema está en que no puedo llenarme porque tengo algunos derrames y por lo general estoy siempre seca. El agua que consigo es poca y no me dura nada. Me dicen vasija inútil y quiero tu ayuda. Voz en off: ¿Para qué quieres llenarte, vasija?

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18 PROGRAMAS PARA LA ESCUELA SABÁTICA Vasija inútil: Para no estar seca. Es muy incómodo estar seca por las inclemencias del clima. Voz en off: Antes de que pueda ayudarte, debes saber que todas las vasijas que moldeo son obras de arte. No trabajo haciendo reparaciones a vasijas. Yo las desmenuzo y las hago nuevas. Es muy doloroso para las vasijas, pero tiene su recompensa el que puedan aguantar. Vasija inútil: Está bien. Me propongo ser fuerte ahora y no saldré corriendo cuando empieces a trabajarme. Voz en off: Algo más que debes saber. Después que las trabajo, ellas se convierten en vasijas que necesito para un trabajo especial. El agua viva que ellas llevan, ha de rebozar y estar siempre fresca. No tengo vasijas para estar llenas de agua estancada. Tampoco trabajo con vasijas para adornar espacios. Vasija inútil: En ese caso, creo que no puedo comprometerme. Solo necesito que me ayudes, pero no dedicarme a transportar agua viva. Me gusta estar en un lugar y ser vista. Seguiré reparándome poco a poco (sale). A: ¡Qué pena con esa vasija! Ella cree que puede repararse a sí misma y hacer una obra de arte. B: Ella no sabe que este es el único taller y el único alfarero que puede hacerla nueva y útil. (Entra un nuevo participante). Vasija rota: Buenos días. Necesito hablar con el alfarero. Voz en off: Aquí estoy para ti. Vasija rota: Caí al suelo y me he despedazado. Ahora no soy más que un montón de tiestos. Vine a ti, porque solo tú puedes hacer el trabajo que hiciste al principio conmigo. Ayúdame, por favor. Voz en off: Quisiera saber si trajiste todos los pedazos. Muchos traen solo algunas partes de la vasija, pero lo ideal es que puedan traerla completa. Vasija rota: Sí, la he traído completa. Se me rompió por descuidado. Sé que hiciste una vasija hermosa y con su utilidad, pero creo que no la cuidé. Voz en off: Se ha roto porque después de ser una vasija útil, se quedó seca en un rincón. El sol abrazador la sobrecalentó y se quebró. De haber estado llena y rebosante, no le habría ocurrido. Vasija rota: Es cierto. Quise ser ornamental, pero la verdad es que me sentía vacía. Quiero volver al principio, quiero volver a ser vasija útil. Voz en off: Eso necesitaba oír. No te preocupes, voy a trabajar contigo nuevamente. C: Qué hermosa lección nos ha dado esta vasija. Nosotros debemos venir con corazón contrito y humillado a este lugar. Reconocer nuestra condición y entregarnos en manos del alfarero. D: ¿Sabes quién es el alfarero? ¿De qué están llenas las vasijas? Lo veremos en la conclusión del programa, después de estas intervenciones (salen).

Rumbo Relato misionero

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Informe secretarial y división en clases (Entra la persona que leerá el informe secretarial y después anuncia la división en clases).

Conclusión «El alfarero toma arcilla, y la modela según su voluntad. La amasa y la trabaja. La despedaza y la vuelve a amasar. La humedece y luego la seca. La deja después descansar por algún tiempo sin tocarla. Cuando ya está bien maleable, reanuda su trabajo para hacer de ella una vasija. Le da forma, la compone y la alisa en el torno. La pone a secar al sol y la cuece en el horno. Así llega a ser una vasija útil. Así también el gran Artífice desea moldearnos y formarnos. Y así como la arcilla está en manos del alfarero, nosotros también estamos en las manos divinas. No debemos intentar hacer la obra del alfarero. Solo nos corresponde someternos a que el divino Artífice nos forme». (El ministerio de curación, cap. 40, p. 339). El alfarero responsable de nuestra transformación, y quien nos llena cada día con su presencia y santidad, es el Espíritu Santo; el que nos recrea, a partir de lo que somos, y nos convierte en quienes él ha determinado que seamos. Morris Venden nos dice en su libro 95 tesis acerca de la justificación por la fe, p. 85: «La conversión es la obra del Espíritu Santo, quien produce en el ser humano un cambio de actitud hacia Dios y crea en él una nueva capacidad para conocer al Señor. La conversión conduce a una vida transformada». Cantemos el himno 203, Santo Espíritu llena mi vida (solo en el himnario nuevo).

Oración final

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