Como orientar el recien convertido - Puerta de Salvación Atlanta

Mt. 6:9-11. “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” Ef. 6:18.
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CÓMO ORIENTAR AL RECIÉN CONVERTIDO Por Dr. Gerardo Laursen Usado con permiso

Cuando alguien recibe a Cristo, debemos animarle inmediatamente a hacer cuatro cosas. 1. Orar a diario. “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.” Mt. 6:9-11 “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” Ef. 6:18 “Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” 1 Ts. 5:17-18 “La oración eficaz del justo puede mucho.” Stg. 5:16 Inicialmente es recomendable enfocarse no tanto en necesidades personales, sino más bien en otros, por la salvación de sus familiares y por la voluntad de Dios y su adoración. Con más tiempo, el tema de la oración puede ser desarrollado. 2. Leer la Biblia todos los días. “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” 2 Ti. 2:15 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” 2 Ti. 3:16-17 “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.” 1 P. 2:2 Como comida diaria nos da fuerza y vida, la lectura bíblica diaria nos da fuerza, orientación y preparación espiritual. Con más tiempo, se puede explicar principios de cómo estudiarla con provecho. El creyente que no quiere leer la Biblia es como el bebé que no quiere leche: está enfermo. 3. Asistir a una iglesia local. “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Jn. 4:24 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” Hch. 2:42 “Además el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.” 1 Co. 12:14 Este capítulo explica el rol y la importancia de cada creyente en la iglesia, y el defecto si no asiste. “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” He. 10:25

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Consejos prácticos: Dígale al nuevo creyente: “Yo voy el domingo. ¿Quiere ir conmigo?” Para aliviar sus inseguridades, explique con anticipación el estilo de servicio, cómo uno debe vestirse, etc. Si él dice que vendrá a propia cuenta, ofrezca reunirse en el parque, para entrar y sentarse juntos. Para los que no viven en su pueblo, invítele a asistir a una iglesia que predique a Cristo. Es una expresión indirecta y sin ofensa de decirle que abandone una iglesia que sólo tiene ritos vacíos. 4. Compartir su decisión con otros. “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Mr. 16:15 “Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” Lc. 24:46-47 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hch. 1:8 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo...” 2 Co. 5:17-20 Oí una vez a un predicador sincero decir que puesto que corderos no pueden reproducir ovejas, un recién convertido no puede guiar a alguien para Cristo; le falta crecimiento y orientación. Afortunadamente, el mundo espiritual es muy diferente que el mundo físico. Además, ilustraciones no son evidencias. El nuevo creyente sabe lo que ha entendido y cómo ha respondido. ¡Cinco minutos después de recibir a Cristo, él puede entrar en su casa y explicar el plan de salvación a sus familiares! Al compartir su fe inmediatamente, remacha su decisión, informa a su familia de su entrega a Cristo, y comienza su nueva vida como evangelista. Estos cuatro puntos deben ser explicados a nuevos creyentes. Si es alguien que vimos brevemente en un autobús, o un paciente en un hospital que no vive en nuestra ciudad, por ejemplo, podemos ser breves, pero es urgente compartir la información. (Si es posible, vale intercambiar direcciones postales, para algo de seguimiento). El Espíritu Santo puede guiar a esta persona de allí en adelante. Pero si es alguien de nuestra vecindad, nuestro deseo es que sea incorporado en nuestra congregación. ¡Que crezcan nuestras iglesias en número y fuerza! Esta orientación consiste en un discipulado informal o inicial. Basta con no cargarle con ideas que pueden esperar, como el papel de bautismo, expresión de gratitud por ofrendas y doctrinas más profundas. Déjele absorber la grandeza de la salvación primero.

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