EXTERIOR
Jueves 9 de diciembre de 2010
CONMOCION EN CHILE s COLAPSO DEL SISTEMA PENITENCIARIO
Cárceles hacinadas, un denominador común en la región Marcado por la sobrepoblación, el sistema de prisiones está en crisis en toda América latina GAËL FAVENNEC AGENCIA AFP MONTEVIDEO.– La sobrepoblación, la influencia excesiva de bandas criminales y la falta de inversiones convierten a las cárceles de América latina en lugares violentos y peligrosos que propician tragedias como el incendio que ayer le costó la vida a más de 80 presos en Chile. La cárcel San Miguel, en Santiago, en donde se produjo el incendio tras una pelea entre internos, tenía una capacidad para 900 reos, pero albergaba a 1900. “La situación carcelaria en nuestro país no resiste más”, afirmó ayer el presidente chileno, Sebastián Piñera. “En Chile tenemos 53.000 reclusos que están internos. El grado
REUTERS
El dolor de los familiares de hacinamiento supera el 70% y en algunas como San Miguel, el 90%”, añadió el mandatario. La situación carcelaria en Chile comenzó a agravarse en 2005, cuando empezó a funcionar la Reforma Procesal Penal y las sentencias aumentaron la cantidad de presos de 35.000 a 55.000, superando en un 160% la sobrepoblación, según datos oficiales. Todo empeoró tras el terremoto del 27 de febrero pasado. La cifra de hacinamiento aumentó, ya que ocho recintos penitenciarios ubicados en
el Sur quedaron destruidos, lo que significó el traslado de unos 1700 reclusos. Antes de esa tragedia, el nivel de sobrepoblación era del 62%. “Esta tragedia refleja la precariedad del sistema carcelario chileno”, dijo el director nacional de la Gendarmería chilena, Luis Masferrer, para quien el “porcentaje de sobrepoblación y hacinamiento” es uno de los factores por estudiar para esclarecer el incendio.
Regla en la región La sobrepoblación carcelaria no es sólo un problema de Chile, sino que es la regla en toda la región. En El Salvador, por ejemplo, se albergan 24.000 prisioneros en cárceles diseñadas para 8000 reclusos. En México, “los hombres de los cárteles son los reyes de sus cárceles”, denunció el abogado penalista José Antonio Ortega. “Los gánsteres operan desde adentro, hacen extorsiones y chantajes. Vimos una prisión en donde los detenidos de día se transformaban en sicarios a la noche”, aseguró Ortega. El mes pasado, una prisión del norte de Brasil vivió una rebelión que terminó con tres muertos. La cárcel, como en el caso de Chile, albergaba a 828 detenidos y estaba diseñada para poco más de 200. “El sistema está en crisis en prácticamente todos los países de América latina”, analizó Lucía Dammert, coautora de un informe titulado “La prisión: problemas y desafíos para las Américas”. Una de las razones es la falta de dinero: “La inversión pública en el tema carcelario es mínima”, subrayó. La prioridad debería ser reducir la población carcelaria, estiman los expertos. Dammert sugiere la adopción de “medidas alternativas para los delincuentes no violentos, que van desde trabajos comunitarios al brazalete electrónico, para descongestionar el mundo carcelario y evitar el contagio criminal”.
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