IMPULSO ARGENTINO | Número 4 | Junio 2015

BANCOS ÉTICOS FINANZAS Y CONCIENCIA SOCIAL Por oposición a la banca tradicional, en Europa crecen los “bancos éticos”. Mientras el sistema económico imperante en el mundo destina un gran porcentaje del dinero a la especulación financiera, estas nuevas entidades apuestan a la economía productiva, invierten en proyectos para el medioambiente o la cultura y exhiben un registro transparente de todas sus acciones. Por Daniela Hourcade Disponible en: http://impulsoargentino.com.ar/descarga/revistas/Impulso_Argentino_Nro_4.pdf

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os pilares de la Banca Ética armonizan con los de la Economía Social y Solidaria, que promueve el trabajo sobre el capital priorizando la satisfacción de necesidades antes que la maximización y acumulación del beneficio.

“Todos tenemos más o menos dinero, todos hablamos del dinero pero en realidad no sabemos muy bien qué es ni cómo funciona”, expresó a El Diario Vasco el italiano Ugo Biggeri, banquero florentino dedicado a la producción agrícola y presidente de Banca Ética, una entidad de ahorro que empezó siendo una cooperativa de crédito. La transparencia es una característica central de esta nueva filosofía de los bancos que comienza a conocerse en Latinoamérica a través de diferentes experiencias europeas como la de Triodos de origen holandés en España, la Banca Popolare Ética y la

institución que preside Biggeri, ambas italianas. Hablar de transparencia implica simplemente que todos puedan ver qué hace el banco con la plata: “en nuestro caso, si se mira la web se pueden ver todo lo que financia Banca Ética” confiesa el banquero italiano, y acerca de la transparencia agrega que tampoco es algo que la gente pida: “los bancos no son transparentes porque no hay una cultura de que así sea.” Por su parte, Triodos Bank solo financia proyectos que mejoren el medio ambiente como el reciclaje o la agricultura; además elige invertir en actividades de investigación, sociales o culturales. Es el caso de la película argentina Metegol, de Juan José Campanella, cuyo guión fue revisado por el banco antes de decidir sobre su financiación. Tanto la Banca Popolare Ética como Triodos forman parte de la Alianza Global para una Banca con Valores, que integra 25 entidades

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de todo el mundo. En Latinoamérica, cuenta con representantes en Perú, Bolivia o

Paraguay, pero aún ninguno en nuestro país.

Joan Melé en Argentina El año pasado, el subdirector de Triodos España, Joan Melé, dio una conferencia en Mendoza invitado por la periodista Norma Pimienta. Además de esta iniciativa de la coordinadora del sitio web Yosoypuntocero, en la Argentina existe otra entidad que está abordando el tema de la banca ética; se trata del grupo para la Promoción de Finanzas Alternativas para la Economía Social y Solidaria (Profaess). Joan Melé trabajó muchos años en un banco, hasta que empezó a mirar qué sentido le da el ser humano a la vida si la lógica de la conciencia dominante es la de la ganancia. Dinero y conciencia ¿A quién sirve mi dinero? fue el libro con el que dio respuesta. Para Melé, el dinero no genera economía real sino especulación financiera que beneficia a unos pocos mientras aumenta la pobreza. Durante la conferencia en Mendoza, el banquero español dijo que actualmente las personas no quieren hablar de economía por creer que es para expertos: “No es difícil, todos debemos interesarnos por la economía porque los seres humanos tenemos que transformar la tierra y relacionarnos unos con otros, entonces lo primero que tenemos que cambiar son esas

relaciones de trabajo, que no es solo el salario.” Por último, según Melé, tiene que aparecer es la conciencia del dinero en tanto cada cosa que se compra es producto del esfuerzo de muchos hombres y mujeres. “Uno tiene que preguntarse qué compro, por qué lo compro y dónde; esto significa preguntarnos por ejemplo si se ha hecho respetando el medio ambiente”. En este sentido dijo que hoy se destruyen 800 mil hectáreas de bosques por día para hacer determinados productos. La banca ética es una tendencia que crece en el mundo inspirada en la necesidad de concientizar sobre la actividad de los bancos tradicionales, algunas veces acusados de financiar proyectos bélicos, dictaduras y narcotráfico; y otras vinculados a la especulación que termina perjudicando los precios de los productos y la economía familiar.