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Página 14/LA NACION
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Miércoles 28 de marzo de 2007
Crece la inseguridad en el conurbano
Desvalijaron dos casas en un country Continuación de la Pág. 1, Col. 5
Otros robos en barrios cerrados
detrás de esto”. Consideró que hay “complicidad” en los propios barrios cerrados, “no sólo de la custodia”, sino también de “gente que vive adentro que está buscando hacer ruido”. Los delincuentes lograron introducirse cerca de las 2.35 en el barrio cerrado y se dirigieron a una de las casas, en donde vive el periodista Antonio Laje, situada a unos 300 metros del lugar por donde habrían entrado, según confiaron fuentes de la investigación.
Suerte que no estaban mis hijos; dieron vuelta toda la casa. Habrán estado unos 15 o 20 minutos
Antonio Laje, del country Los Tacos
Mientras dormía El hombre de prensa fue despertado por los dos malhechores, ambos jóvenes, de unos 20 años. Estaban armados y tenían los rostros cubiertos con pañuelos, según relató el conductor radial. Laje dijo ayer a la prensa que se despertó con dos armas apuntándole a la cabeza y que los dos jóvenes ladrones, siempre muy tranquilos, le preguntaron dónde guardaba el dinero y los objetos de valor y quiénes vivían en la casa. “Me ataron de pies y manos, me
colocaron una mordaza y se dedicaron a robar todo lo que quisieron, lo cual me produjo una total impotencia, Suerte que no estaban mis hijos”, agregó Laje. Los jóvenes malhechores no se conformaron con robar en la vivienda de Laje: de allí cruzaron a la casa de enfrente, propiedad de José María Martínez Vivot. De allí se llevaron, en una bolsa plástica, dinero y alhajas. Pero arro-
■ Village Country
■ Haras del Pilar
■ Olivos Golf Club
El 16 de marzo pasado, una banda integrada por unos cuatro ladrones burló la seguridad del Village Country Club de Pilar y, después de ingresar en tres casas, robó dinero, joyas y hasta una computadora. Escaparon después de saltar un muro que rodea el barrio privado.
El 23 de febrero pasado, dos delincuentes armados asaltaron dos casas del barrio cerrado La Pradera, situado en el complejo Haras del Pilar. Los ladrones se apoderaron de 2150 pesos, teléfonos celulares, joyas, alhajas y un reproductor de DVD.
El 20 de febrero pasado, una banda de varios ladrones robó al contador público Matías Brea 10.000 dólares, 3000 pesos, una laptop y una agenda electrónica. Los delincuentes fueron muy violentos con la familia del contador público. Estaban fuertemente armados.
jaron el botín al patio cuando oyeron arrancar el automóvil del periodista, que se había liberado de sus ataduras. La alarma sonó por segunda vez, cerca de las 4.45. cuando los ladrones huyeron, al parecer, por el lugar por el que habían ingresado. Cuando la policía llegó al country, ya no había rastros de los ladrones. Según una fuente de la investigación, los vigiladores explicaron que la segunda vez que sonó la alarma no
pudieron revisar el sector afectado porque el cerco perimetral queda dentro de una de las propiedades particulares. Tampoco habrían llamado al dueño de casa para pedirle permiso, agregó la fuente de la investigación.
Más robos que en 2006 Hasta anoche no se sabía exactamente cuánto pudieron robar los dos delincuentes en la vivienda del pe-
El juicio oral por el crimen en el country
riodista: el conductor aún no había hecho un recuento del dinero y los objetos faltantes, según se explicó. Entre asaltos, robos y hurtos, las autoridades bonaerenses de seguridad cuentan, con el de ayer, que ya son 34 los hechos delictivos en barrios privados y countries de la provincia que fueron denunciados en lo que va del año. Una cantidad comparable a la de todos los hechos denunciados durante todo
2006, según admitió el propio subsecretario de Seguridad, Martín Arias Duval. “Los hechos denunciados este año superan ampliamente a los de años anteriores; pueden que estén ocurriendo más robos o que se denuncien más”, dijo el funcionario a LA NACION. Sin embargo, agregó que “hubo sólo seis o siete asaltos de las características del que sufrió Laje”, agregó Arias Duval. Señaló el secretario de Seguridad que con la seguidilla de estos delitos “están quedando en evidencia algunas debilidades del sistema de seguridad en los countries, que están en manos de empresas privadas”. De todas maneras, Arias Duval dijo que el año último se reforzó el patrullaje en las zonas aledañas a los barrios cerrados y countries. También agregó que anteayer, en una reunión con la Federación Argentina de Clubes de Campo, se planteó la “necesidad de generar conciencia” entre los propios socios de los countries para reforzar las medidas de seguridad.
Accidente en Recoleta
García Belsunce: al día siguiente de la muerte ya había sospechas Lo sostuvo una empleada administrativa de Carmel; las causas del deceso Por Gustavo Carabajal De la Redacción de LA NACION Al día siguiente del hallazgo del cuerpo de María Marta García Belsunce tirado en la bañera de su casa, en el country Carmel, de Pilar, los vecinos ya comentaban que la vicepresidente de Missing Children Argentina no había muerto en un accidente doméstico sino que le habían pegado un mazazo en la cabeza. “Un día después de que murió la señora María Marta, el country era un manicomio. La gente estaba aterrada y había desconfianza entre los vecinos. Todos desconfiaban de todos. En Carmel, se comentaba que había algo raro y que no fue una muerte por causas naturales. Se decía que hubo mazazos”, relató Sandra Cecilia Fabiani, quien el 27 de octubre de 2002, cuando ocurrió el homicidio, trabajaba como empleada administrativa en el country. Fabiani fue uno de los siete testigos que declararon ayer en el juicio oral que se impulsa en los tribunales de San Isidro contra el marido de la
víctima, Carlos Carrascosa, acusado de ser el presunto coautor del homicidio de su esposa. No se trató de una testigo más. Fabiani se desempeñaba en una oficina en la que se concentraba mucha información sobre lo que ocurría en Carmel. Allí, los socios iban a pagar las expensas, llevaban sus quejas y también dejaban al descubierto sus miedos. La declaración de la empleada también reveló que en el pequeño universo del country Carmel los rumores y noticias sobre la suerte corrida por María Marta iban más rápido que la investigación judicial. En principio, los familiares de María Marta dijeron que murió por un golpe sufrido al caerse en la bañera. Pero, el testimonio de Fabiani reveló que el mismo día del velatorio ya existían sospechas de que María Marta había sido asesinada. Esas dudas se convirtieron en certezas un mes y medio después, cuando la autopsia confirmó que la habían matado de cinco tiros. “El oficio en el que se comunicaba el cambio de carátula de la causa llegó al country el 5 de diciembre de 2002,
tres días después de que se realizara la autopsia. Pero, una semana antes de que se confirmara que María Marta había sido asesinada, en el country se comentaba que le habían pegado unos balazos”, expresó la testigo ante los jueces María Angélica Etcheverry, Luis Rizzi y Hernán San Martín.
Entre rumores y sospechas La empleada también reveló que, dos días después de la muerte de María Marta ya se había instalado la hipótesis de que la vicepresidenta de Missing Children Argentina habría sido asesinada durante un robo. “¿No habrá sido que entró alguien en la casa a robar y María Marta reconoció al ladrón y la mató? Era una hipótesis que muchos manejaban”, sostuvo Fabiani. La testigo también se refirió a Nicolás Pachelo, el vecino del country acusado por Carrascosa de estar vinculado con el asesino de su esposa. Relató un hecho curioso: que Pachelo pasó por la administración para preguntarle si era verdad que había muerto “el señor Carrascosa”, cuando en realidad
había fallecido la esposa. También agregó que Pachelo se marchó del country dos meses después del crimen, cuando lo involucraron con el asesinato. Los operadores de OSDE, la empresa de medicina prepaga a la que llamó Carrascosa cuando encontró el cuerpo de su esposa tirado en la bañera y, de Emernort, la empresa de ambulancias que respondió la llamada del marido de la víctima, también tuvieron dudas sobre las causas de la muerte de María Marta. Ante el tribunal, los testigos sostuvieron, sin dudar, que no creían que María Marta hubiera muerto por causas naturales y abonaban sus sospechas en la pérdida de masa encefálica que tuvo al víctima. Explicaron que, generalmente, cuando alguna persona muere por un golpe en la cabeza al caerse no se produce una lesión tan grande. Por tal motivo, el médico que atendió en un primer momento a María Marta debía haber llamado a la policía. Estos testimonios complicaron a Juan Gauvry Gordon, el primer médico en llegar a la escena del crimen.
En pleno centro de Adrogué
Está grave un policía que fue baleado durante un asalto oculta bajo la campera, es que tres policías de la comisaría de Adrogué acudieron de inmediato e intentaron abordarlo para requerirle su identificación, pero el desconocido comenzó a correr. A los pocos metros, el sujeto giró y empezó a dispararles con una pistola. Una de las balas alcanzó en el pecho al sargento Fabio Díaz, que se desplomó gravemente herido, mientras sus compañeros se tiroteaban con el delincuente, según agregaron fuentes policiales.
Tiros, heridos y fuga Al oír los disparos, los delincuentes que habían entrado en la sede del registro decidieron huir. Dos de ellos lo hicieron por la parte del fondo y los restantes –por lo menos dos– por
el frente. En total se llevaron alrededor de 12.000 pesos, según informaron las mismas fuentes. Uno de ellos, que llevaba unos 5000 pesos, fue detenido, y otro, herido por un disparo policial, logró escapar. Al cierre de esta edición, el sargento Díaz permanecía internado en el Instituto Médico Adrogué, tras una intervención quirúrgica a la que fue sometido. Su estado era delicado, pues la bala le había interesado un pulmón. El hecho se produjo apenas dos días después del asesinato del sargento Gastón Stichi, atacado a tiros el domingo último en la localidad de Munro, partido de Vicente López, por un delincuente que acababa de participar en un asalto. El ladrón disparó, sin mediar palabra, contra el policía, que viajaba junto a un compañero, que resultó ileso.
El caso de un prestigioso oftalmólogo en Bariloche
Asesinó a su esposa y se suicidó Por Gilda Santarsiero Para LA NACION Hace aproximadamente dos semanas, Bernardo Weil, un prestigioso oftalmólogo de esta ciudad, descolocó a sus colegas cuando avisó que cerraba su consultorio y que vendería todo su instrumental a otro profesional de Bariloche. “Ahora no te puedo decir por qué dejo el trabajo; ya te vas a enterar”, le había dicho a uno de sus compañeros. Anteayer, su cuerpo fue encontrado junto al de su esposa –identificada como Emilse Tavelli, psiquiatra de 72 años y segunda mujer del médico– en la habitación del departamento que compartían en la calle Villegas al 300, en el centro barilochense. Ambos presentaban impac-
tos de bala. Se estima que el hombre habría disparado a su esposa y luego se habría suicidado. Una prolongada enfermedad de su compañera habría sido el desencadenante de la decisión. Según trascendió, ella tenía un impacto de arma de fuego en el pecho, mientras que él presentaba otro en la cabeza. Fuentes policiales también confirmaron a LA NACION que en el lugar se encontraron algunos escritos que fueron secuestrados por orden del juez Ricardo Calcagno, titular del Juzgado de Instrucción Nº 4, que interviene ahora en la causa. Según los datos aportados desde la Jefatura de la Unidad Regional III, el hecho, que habría ocurrido el domingo, fue advertido anteayer por la mucama que trabajaba para el matrimonio, quien, al llegar al
departamento y no obtener respuesta al golpear la puerta, dio aviso a los vecinos, quienes llamaron a la policía. La noticia de la muerte de Weil y de su esposa conmovió a esta localidad y, en especial, a los compañeros del oftalmólogo, quien hasta hace 15 días trabajó en el Instituto Médico de Otorrinolaringología (IMO) de esta ciudad, donde, desde hacía más de diez años, alquilaba un consultorio en el que atendía a unos 20 pacientes cada tarde, según expresó en diálogo con LA NACION Carlos Vouk, director de esa institución médica. “Era un tipo alegre, muy buena persona, con modales excelentes, muy correcto. Estaba muy bien físicamente, jugaba al golf… Todo esto fue muy sorpresivo para nosotros”, relató Vouk.
Buscan al conductor que atropelló y mató a una chica Tenía 18 años; convocan a testigos Por Gabriel Di Nicola
Robaron $ 12.000 de una sede del Registro del Automotor LA PLATA.– Un policía bonaerense fue baleado ayer al tirotearse con un delincuente que había participado del asalto a una oficina provincial en la ciudad de Adrogué, en el sur del Gran Buenos Aires. El policía fue trasladado a un hospital, donde anoche permanecía internado, en estado delicado. El hecho ocurrió cerca del mediodía frente a la sede del Registro del Automotor situada a pocos metros de la esquina de las calles Spiro y Somellera, a una cuadra de la estación ferroviaria de Adrogué, donde un grupo de por lo menos cuatro delincuentes había irrumpido y robado alrededor de 12.000 pesos. Alertada la policía por los vecinos, que vieron a un hombre frente al citado registro que tenía un arma
GENTILEZA
Melisa Rivas, la joven atropellada el domingo pasado en Recoleta
De la Redacción de LA NACION
TELAM
Jiménez, ayer, tras el robo
Roban $ 15.000 a “La Mona” Jiménez CORDOBA.– Carlos Jiménez, el cuartetero conocido como “La Mona”, fue víctima de un asalto cometido por tres delincuentes armados que robaron unos 15.000 pesos en sus oficinas, contiguas a su domicilio en el residencial barrio Cerro de las Rosas. El cantante intentó enfrentarlos y los persiguió a pie sin darles alcance, tras lo cual reconoció que, en ese momento de tensión, estuvo expuesto a que lo balearan porque su intención era tomarlos a golpes. “Me siento completamente defraudado y estoy muy triste”, dijo Jiménez, quien, al ocurrir el asalto, se encontraba grabando en su estudio, aledaño a la oficina. “«La Mona» está bien, yo pensé en un momento que le disparaban. Los perseguimos en mi vehículo. Eran tres pibes a cara descubierta”, relató Sergio Delceri, apoderado del artista. El atraco ocurrió alrededor de las 11, cuando los ladrones ingresaron en las oficinas de la avenida Federal 3500 y redujeron a cuatro personas.
Melisa Rivas tenía 18 años y dos hermanos. Iba a comenzar la facultad para estudiar Relaciones Laborales. Pero su vida se desvaneció en un segundo cuando un automovilista, que circulaba por la Avenida del Libertador, a la altura del barrio de Recoleta, la atropelló y no frenó para socorrerla. La joven murió pocos minutos después. El hecho ocurrió a las 2.28 del domingo pasado. Al cierre de esta edición, la familia de la víctima y la Policía Federal buscaban testigos que pudieran colaborar para poder identificar al automovilista que se fugó dejando tirada en la calle a la muchacha. Hasta el momento, según informaron a LA NACION fuentes policiales, se sabe que el automóvil que se llevó por delante a Rivas es un Honda verde. “Estamos a la espera de que esa automotriz nos entregue un listado con informes sobre automóviles verdes”, dijo a LA NACION un jefe policial. En el momento del accidente, la joven víctima estaba acompañada de su mejor amiga, Marina Cheveleva, y de un muchacho de nombre Román. Rivas vivía en Villa del Parque. El año pasado había terminado la escuela secundaria en el Comercial N° 7 de Villa del Parque. Se había inscripto para cursar el Ciclo Básico Común (CBC) de la carrera de Relaciones Laborales. El sábado a la noche, con Marina y Román, Melisa fue a Recoleta para festejar los 18 años de su mejor amiga. Fueron al bar Down Town Matías. “Como yo cumplía 18 años, después del bar, íbamos a ir a bailar”, recordó a LA NACION Cheveleva.
Al salir del bar, los jóvenes se dirigieron hacia la parada del colectivo 110. Tenía que cruzar la Avenida del Libertador, entre Schiaffino y Alvear. “Pasamos por plaza Francia y cuando queríamos cruzar la Avenida del Libertador apretamos el botón que tiene el semáforo para poder tener paso, pero ese mecanismo no andaba. Como no venía ningún auto, cruzamos. De la nada, pasó a toda velocidad un vehículo y con Román comenzamos a correr para adelante. El automovilista se llevó por delante a Melisa. Román escuchó el ruido del golpe”, dijo Cheveleva anoche, aún conmovida por lo sucedido. Según el testimonio de los dos amigos de la víctima y de fuentes de la Policía Federal, el automóvil arrastró a Rivas unos 40 metros. “El automovilista no frenó”, afirmó con mucha indignación la mejor amiga de Melisa.
Peritajes Los peritos de la Policía Federal pudieron recoger del lugar del accidente restos del automóvil que embistió a Rivas. Ese material les permitió saber que se trataba de un vehículo Honda color verde. “El automovilista que atropelló a mi sobrina la dejó tirada en la calle. No se detuvo y continuó su marcha”, comentó a LA NACION Graciela de la Torre, tía de la víctima. Las personas que, circunstancialmente, hayan sido testigos de la muerte de Rivas se pueden comunicar con la comisaría 19a. al 4822-3333 o también enviar un correo electrónico a justiciaparame
[email protected] “Hasta el momento no hay datos o declaraciones de testigos para afirmar que el auto que atropelló a Rivas estuviera corriendo picadas”, agregó el jefe policial consultado.