MODA&BELLEZA
Modelos de Versace por Peter Lindbergh, 1991
Kate Moss por Peter Lindbergh, vestida por Blumarine para Harper’s Bazaar,1994
ALBERTO ARMENDARIZ PARA LA NACION
Desde el New Look, un repaso por la moda y las modelos que mejor la mostraron
NUEVA YORK.– El Museo Metropolitano se vistió de gala la semana última no sólo para celebrar la gala anual benéfica para su Instituto del Vestido, sino también para abrir la exhibición La modelo como musa: personificando la moda. La muestra (hasta el 9 de agosto) explora el rol de las modelos icónicas del siglo pasado, desde las mannequins de cabine de la haute-couture que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial hasta el grunge y el minimalismo de fines de los años 90, con Kate Moss como emblema fashion contemporáneo. Moss es una de las copatrocinadoras de la exposición, junto a Marc Jacobs, la editora de Vogue Anna Wintour, y el cantante Justin Timberlake. Con el respaldo de semejante cuarteto, los curadores Harold Koda y Kohle Yohannan crearon una atractiva cronología de cómo las modelos pasaron de estar recluidas en las casas de diseño a competir en brillo con las grandes estrellas de Hollywood y ser reconocidas como Claudia, Naomi o Gisele. “Una buena modelo puede hacer avanzar la moda diez años”, dijo alguna vez Yves Saint Laurent, y ese es el efecto que pretende destacar la multimediática presentación, montada por John Myhre, director de arte y ganador de dos Oscar (Chicago y Memorias de una geisha), que incluye 80 vestidos de alta costura y prendas prêt-à-porter desde 1947 hasta 1997, diseñados por Armani, Balenciaga, Pierre Cardin, Donna Karan, Karl Lagerfeld, André Courrèges, Christian Dior, John Galliano, Halston, Calvin Klein, Ralph Lauren, Prada, Paco Rabanne, Yves Saint Laurent, entre otros. Con fotos de Irving Penn, Cecil Beaton, Richard Avedon, Peter Lindbergh, Patrick Demarchelier, Steven Meisel, Helmut Newton, Annie Leibovitz y Mario Testino, por ejemplo, además de revistas, publicidades, video de desfiles, clips de películas y canciones, que combinados logran capturar la esencia de cada época.
I FOTOS: THE METROPOLITAN MUSEUM OF ART/THE MODEL AS MUSE: EMBODYING FASHION
MUSAS
Jueves 14 de mayo de 2009
Christian Dior por Loomis Dean/Time Life Pictures/Getty Images, 1957 La muestra comienza con el estilo New Look de Dior en 1947, encuadrado en el resurgimiento de la moda estadounidense y la industria de publicidad, que sentó las bases para la proliferación de las agencias de modelos, como Ford. Las pioneras Marion Morehouse y Lee Miller abrieron las puertas en París para que otras mujeres, como Lisa Fonssagrives, Dovima, Suzy Parker, Sunny Harnett y Dorian Leigh, se coronaran como las reinas de la era dorada de la haute-couture, en los años 50. Al ritmo de My generation, de The Who, y con escenas de la película satírica del mundo de la moda Qui êtes-vous, Polly Magoo?, de William Klein, de fondo, una gran sala ilustra el terremoto que provocó en la cultura popular la década del 60, especialmente encarnada por la cara juvenil de la británica Twiggy, pero acompañada por otras modelos como su compatriota Jean Shrimpton, la alemana Veruschka, la americana Peggy Moffitt y la holandesa Wilhelmina
Twiggy por Bert Stern, vestido de YSL, revista Vogue, 1967
Behmenburg, que, rechazada como muy alta por Eileen Ford, fundó su agencia en 1967. La siguiente galería da paso a los años 70, cuando las atléticas Lisa Taylor, Jerry Hall, Cheryl Tiegs, Gia Carangi y Lauren Hutton dominaron las pasarelas, las tapas de las revistas, impusieron un look más deportivo, y con el mensaje político subyacente de que las mujeres están a la misma altura que los hombres. Fue también la época en la que emergieron bellezas más étnicas como Beverly Johnson, Janice Dickinson e Imán. La canción Freedom, de George Michael, sirve de introducción para la sala de la década del 80 y el fenómeno de las supermodelos, encarnadas por Cindy Crawford, Brooke Shields o Karen Mulder, que llegó a su auge con la trinidad de Naomi Campbell, Linda Evangelista y Christy Turlington. Sus caras se volvieron de dominio global gracias a las campañas publicitarias que disolvieron las fronteras culturales y las convirtieron en diosas adoradas en todo el planeta. El boom de las supermodelos se afianzó con su presencia en videos musicales o películas, y la fascinación del público por estas bellezas, que no sólo eran remarcables por la exclusiva ropa que envolvía sus curvas, sino que se convirtieron en celebridades en sí mismas. Claudia Schiffer, Stephanie Seymour, Niki Taylor, Amber Valetta y Nadja Audermann se beneficiaron de este movimiento cultural que desembocó a mediados de los años 90 en un rechazo a la belleza glamorosa y un retorno a la rebeldía chic, la ropa de calle y el grunge, personificado mejor que nadie por Kate Moss. La música de Nirvana engloba el espíritu más radical de esos tiempos, que da lugar a modelos de cuerpos adolescentes y rostros particulares, como Stella Tennant o Kristen McMenamy, Alek Wek o Guinevere van Seenus, mientras que The beautiful people, de Marilyn Manson, sirve para presentar el regreso a las modelos sexy, con la estoniana Carmen Kass, la rusa Natalia Vodianova, la checa Karolina Kurkova, y la emperatriz brasileña, Gisele Bündchen.
CARA&CECA
En pleno festival de descuentos, otro megaespacio Programas de rebajas, personal shoppers en los locales y un nuevo shopping para mover el mercado / POR CARMEN ACEVEDO DIAZ Si alguien tenía dudas de que los descuentos mueven montañas, vaya el experimento del jueves último en uno de los shoppings porteños. Alcorta Nights, con rebajas y beneficios varios, además de DJ y atractivos extra (vidrieras interactivas, por ejemplo), movió la aguja de las ventas, tanto que ya hay planes de repetir el programa una vez por mes. Es que la fiesta del descuento está a full en todos lados y promete seguir, por más que fuera de micrófono haya marcas que no comulguen con esa política u otras que cuestionen la modalidad de las tarjetas de crédito, cuyos descuentos del 20 o 30% serían absorbidos casi en su totalidad por las firmas comerciales. A lo que sumarían los porcentajes por ventas que cobran los centros de compras y que se realizarían sobre los montos originales y no sobre aquellos que finalmente resultan tras las bonificaciones: es que éstas tienen lugar a posteriori y no en el momento del pago. Contraargumento: sus precios son tan altos que por más que eso sea así ganan igual, dicen otros que también saben. Pero no todo pasa por el bolsillo; en el afán por fidelizar al cliente hay una etiqueta que ahora incluye en sus locales personal shoppers para favorecer la compra inteligente (asesoran en el estilo a quien lo solicite). Más variantes: marcas que durante un tiempo venden el equipo armado a un precio más atractivo que la suma de las partes; instalar la semana del jeans o de otra prenda, al 50%; regalar un básico cuando la compra supera equis cantidad. Y ya pensando en el Día del Padre, la belleza se juega: un instituto promociona en estos días el 30% de descuento para hombres en la aplicación de toxina botulínica. Así, pese a un mercado aquietado, pero también desparejo (algunas firmas aseguran que venden más que antes, otras reconocen que les cuesta mucho y muy pocas confiesan que no pasa nada), el movimiento sigue. Sin ir más lejos, con el nuevo y monumental shopping inaugurado el martes por la noche en General Paz y Panamericana con seis mil invitados, donde todo es mega. Por lo pronto, los locales, en promedio mucho más grandes que los habituales en lugares de este tipo.
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Video. Nuevo shopping y outles con más estilo. www.lanacion.com.ar
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