MODA&BELLEZA
Jueves 9 de junio de 2011
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DE PIES A CABEZA Nació con los zapatos, pero Mishka creció y ocupa todos los espacios del ropero POR MARIA PAULA ZACHARIAS @pzacharias
Exclusivos, atemporales, artesanales, retro, cómodos y con personalidad. Así son los zapatos de Mishka. Y así son también las prendas de la primera colección de ropa, coherente con el espíritu que Marcelo Cantón le imprime a su marca, desde la ambientación de los locales hasta el diseño de las etiquetas. El nuevo local de San Telmo fue diseñado con probador y percheros. Y con esa preocupación estética de arquitecto y restaurador de Cantón se recuperaron vigas de hierro que remiten a la Torre Eiffel, ladrillos añosos tan de San Telmo y se recrearon antiguas repisas de madera en una esquina de tarjeta postal. Con una hilera de butacas de cine y un biombo vintage, la escena está lista para mostrar también carteras, cinturones y accesorios. Y claro, zapatos.
Sucursal en París... La diversificación ya casi no es noticia. “Cuando las marcas tienen una identidad definida la gente pide verla en otros productos”, dice. Por eso, la esencia Mishka pronto llegará también al perfume. Mientras, la ropa alcanza el 50% de facturación en el local ampliado de Palermo y en la flamante tienda de San Telmo. Pronto se sumarán nuevas aperturas en shoppings y el proyecto cada vez más cercano de la sucursal en París. “La mujer parisiense es un referente. Sofisticada, sobria, elegante y un poco clásica”, dice. “Amo esta ciudad, amo la Argentina. San Telmo es lo que queda del viejo Buenos Aires.” De chico veía el antiguo bar que ahora es suyo. Los valores del pasado son su emblema: la calidad, lo artesanal. Adora que sus negocios parezcan tiendas de barrio, que pase una señora con las bolsas de las compras, fiarles a sus clientas como un almacenero. “San Telmo tiene que ver con el origen de Mishka. Fue en
Palermo Viejo, en 2001, cuando no había nada y era un barrio barrio.” Cantón estaba estudiando Arquitectura cuando a los 22 años empezó a hacer vidrieras y diseño gráfico. “Me convertí en asesor de imagen corporativa, y desarrollamos marcas como Daniel Cassin y Tascani. Mishka,
PONCHO 2011 ¿Qué más se puede decir sobre el poncho? Siempre mucho más. Eso es lo que se vio hace unos días en Pasarela Nacional, un desfile en el que se mostró la diversidad de diseño a lo largo del país, con más de 400 propuestas. Participaron Martín Churba, Pablo Ramírez y Vicky Otero, que vistieron a diversas compañías de baile. Todo, parte de la inauguración del Mercado de Industrias Culturales Argentinas, que reunió durante cuatro días a los sectores más pujantes de la industria cultural local. Mucha borla y pompón en piezas de lana realizadas con técnicas ancestrales de tejido. Y
también diseños cancheros de cortes modernos que buscaron mostrar la diversidad creativa del país. Después la pasarela fue una oportunidad para ver diseño de autor del interior: Manuela Rasjido, de Catamarca; Patricia Marazina, de Córdoba; María Emilia Velasco, de Chaco, y Roxana Liendro, de Corrientes. No faltaron los prototipos innovadores de los semilleros de diversas universidades, con complejas figuras volumétricas y planimétricas. El desfile cerró con tono de fiesta, a puro poncho y bombo legüero de La Chilinga
como me decían a mí de chico, lo hice por diversión, para hacer algo mío”, cuenta, sentado en el piso, siempre décontracté. A su alrededor todo fluye con energía lúdica. “El juego está en la marca y se vive desde las postales hasta la fábrica nueva en Florida, donde se produce el 100% de los zapatos, que tiene verde, luz natural, uniformes cómodos y un buen comedor.” Y jugando pensaron ropa para completar una minicolección que irá creciendo con ropa de calidad, urbana, de uso confortable y materiales no sintéticos, en su mayoría. “Primero siempre la comodidad, el concepto masculino de funcionalidad”, dice. Entonces, leggings para usar con remeras de algodón peruano, suéteres tejidos a mano, joggins relajados hasta en sus costuras a la vista, y algo de cuero y lentejuelas para la noche. Los jeans están en desarrollo para la próxima temporada. “Yo no miro para afuera. Miro para adentro”, aclara. Por eso sus creaciones no siguen tendencias masivas. “El proceso de inspiración es una búsqueda interna. El estilo es lo contrario a la copia burda. La ropa sale tan fácil porque sale de una identidad definida”, aclara. Zapatos de otras temporadas se reeditan a pedido. Tanto, que Cantón piensa abrir Déjà vu, un local con productos de todas las colecciones pasadas. Ese concepto atemporal se traslada a la ropa sin las urgencias de los últimos gritos. “Hoy no es el momento de grandes descubrimientos. No soy Chanel ni voy a inventar el corset. Lo único que quiero es hacer ropa buena, que sirva para vestirse. Las grandes revoluciones hoy son tecnológicas o del arte. Yo hago cosas concretas para gente que necesita abrigarse y caminar por veredas rotas”, dice. Casi un manifiesto.
En primer plano, Horacio, un gran creador
HASTA SIEMPRE Despedida al diseñador Horacio de la Cruz De la Cruz es sinónimo de sofisticación y buen gusto. De la Cruz es una firma argentina que nació en 1977 de la mano de dos hermanos: Jorge y Horacio de la Cruz, entrerrianos que con 35 años de carrera han vestido a varias g eneraciones de argentinas paquetísimas. Lo suyo, novias y madrinas. Y, por supuesto, fiesta. Hoy, el homenaje es para Horacio, que se fue a los 63 años. Su vida pasaba por el arte, la pintura, la música, la ópera... “Fue un bon vivant. Un hombre que vivió todo a pleno”, recuerda Jorge. En la dupla, él se ocupaba de los detalles, de dibujar la idea de cada vestido, de estar a fondo en el taller... Era tímido, pero tenía un exquisito sentido del humor y gran charme. En junio de 1990 recibió el Dedal de Oro, entregado por la Fundación de Genética Humana. En los últimos años se dedicó a su línea de accesorios Sanctuary.
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