De París a Boedo, con escalas

9 jul. 2011 - de una historia con presente feliz que comenzó ... vida, justamente a una historia que habla de .... en Gerona, en Santiago de Chile, y volvió a ...
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ESPECTACULOS

I

Sábado 9 de julio de 2011

TEATRO s SE ESTRENA EL VIENTO EN UN VIOLIN

De París a Boedo, con escalas Inda Lavalle y Miriam Odorico, juntas, como en La omisión de la familia Coleman LAURA VENTURA PARA LA NACION Sus manos acunan una bomba. Sienten el vértigo y la adrenalina, pero están ansiosas de que llegue el momento de la explosión. Inda Lavalle y Miriam Odorico hablan de El viento en un violín, escrita y dirigida por Claudio Tolcachir, que ya dinamitó los escenarios de París y Madrid. Hoy se estrena en Buenos Aires este nuevo capítulo de una historia con presente feliz que comenzó en 2005 en Boedo, con La omisión de la familia Coleman, recorrió el mundo y sumó en 2008 a su rueda Tercer cuerpo. Ahora le pone música con El viento en un violín. Lavalle y Odorico tienen la complicidad de haber compartido juntas mil funciones con La omisión… De miércoles a viernes, regresan a sus trajes de hija y madre, respectivamente, para contar ese clásico del teatro independiente, que batió todos los récords (de hecho, ya acumula unos 150.000 espectadores en 20 países). Y los fines de semana le darán vida, justamente a una historia que habla de aquellos que quieren dar vida. “Dos chicas quieren tener un hijo. Es una historia de amor –resume Lavalle, y rechaza la idea de trilogía–. Sí, el autor es el mismo, muchos de los actores de Coleman están acá [excepto Diego Faturos, dedicado también a la dirección de su pieza Vientos que zumban entre ladrillos, y Jorge Castaño], hay un código y un lenguaje en común, pero no se cuenta una misma historia por partes.” Odorico ensaya un punto en común entre las tres obras: “La sole-

dad y la desesperación une a estos personajes”, también interpretados por Araceli Dvoskin, Tamara Kiper, Lautaro Perotti y Gonzalo Ruiz. Y Lavalle especifica: “Casi todas las acciones que realizan para lograr sus objetivos no son ni loables ni aprobables. Hacen lo que pueden, con las armas que tienen, con el estrato social del que vienen, siempre con el motor del amor”.

CHICAS TOLCACHIR

Compañeros de ruta

De Boedo al mundo

Además de haberla dirigido en varias puestas, Tolcachir es padrino de los hijos de Lavalle. Se conocieron hace más de 20 años, cuando estudiaban en Andamio 90, la escuela de Alejandro Boero (ícono de nuestro teatro, junto a quien Lavalle interpretó a su hija en Sopa de pollo). Luego hicieron juntos Lisístrata (que le valió el premio Revelación Florencio Sánchez), Jamón del diablo, y así se consolidó una “sociedad de placer” con La omisión… y ahora con El viento en un violín. “Somos 13 personas las que hacemos Coleman, que convivimos. Hay una comunicación, una comunión, un respeto entre nosotros. Es como el paraíso”. Lavalle, además, fue dirigida por Hugo Urquijo en el San Martín (Platonov), por Boero, por Julio Baccaro, y obtuvo, además, el Trinidad Guevara a la actriz revelación por Angeles en América. Odorico conoció a Tolcachir en 1999, cuando fueron convocados para Long Play. La temporada terminó y se prometieron que algún día trabajarían juntos. En agosto de 2005 empezaron a improvisar, a moldear lo que sería luego los Coleman, pero la actriz no se sentía muy a gusto con esta modalidad. Agradeció y

Luego, Timbre 4 volverá a hacer las valijas porque parte hacia Cádiz, Bayona, Bilbao, Estrasburgo y Burdeos.

La ruta de El viento en un violín La nueva propuesta de Tolcachir se estrenó en noviembre del año pasado, en el marco del Festival de Otoño, de París. Luego, funciones en Gerona, en Santiago de Chile, y volvió a España para una temporada en Madrid.

El viento... y la crítica

“Un gol de volea... Un espectáculo lleno de sorpresas pequeñas, de giros tragicómicos felices y de enigmas que van cayendo hasta mostrar la verdad de cada personaje”, dijo el diario El País, de España. “El nivel de interpretación es de excelencia”, apuntó El Mercurio, de Chile.

PARA AGENDAR El viento en un violín: de Claudio Tolcachir. Teatro: Timbre 4, México 3554. Funciones: sábados, a las 21 y 23.15, y domingos, a las 19 y 21.

se fue de viaje. Tolcachir insistió y cuando tuvo el primer borrador terminado se lo entregó: “«Esto va a ser un golazo», pensé. Enseguida me enamoré del texto”.

Madres presentes Durante casi 5 meses al año, desde hace más de un lustro, Lavalle y Odorico recorren el mundo con los Coleman. Sus agendas están completas hasta el 2013, y en abril del año próximo la presentarán en el Piccolo, de Milán. “Cuando puedo, me llevo a mis hijos conmigo. Están conociendo el mundo. Dejarlos es lo más duro de las giras. El laburo del actor es muy inestable, pero logré una certeza económica que se agradece”, dice Lavalle. “Mis hijos están más grandes, pero igual es difícil. Extraño a mi marido [también actor, Giampaolo Samá, que recrea el unipersonal Lamerica, en Espacio Polonia]. A veces me encuentro de gira comprando cosas que no sé ni para qué Inda Lavalle sirven o, lo peor que me pasó: y Miriam Odorico compré una pila de trapos trabajan juntas por rejilla”, dice Odorico. En El el mundo en viento en un violín también dos obras de interpreta a una madre, de Timbre 4 esas que quieren que su hijo sea feliz, según dice, golpeándose los nudillos contra la palma de la mano: “Creo que a muchas madres se les va a estrujar el corazón con esta mujer”. “¡Qué alegría para la familia!”, “Seguimos sumando”, “¿Qué pasa? No anda el timbre”. Todas estas frases quedaron como muletilla entre los actores de Coleman, mientras los espectadores también se alegran de esta obra que se suma en Timbre 4.

RODRIGO NESPOLO