Críticas de un policía al gobierno de Scioli

27 nov. 2010 - gobernador Daniel Scioli cuando afirmó que, en este intento de asalto, hubo un entregador. “En todo tipo de hechos de esta magnitud, hay un ...
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INFORMACION GENERAL

Sábado 27 de noviembre de 2010

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INSEGURIDAD s ESTREMECEDOR RELATO DE UN CUSTODIO QUE VIAJABA EN EL BLINDADO ATACADO EN LA PANAMERICANA

Críticas de un policía al gobierno de Scioli Continuación de la Pág. 1, Col. 1 dales transcurría con normalidad. Llevaban 19 millones de pesos en el camión que era escoltado por dos móviles de la Jefatura Departamental de esa localidad. “Estaba todo dispuesto de acuerdo con las normas de la seguridad bancaria”, dijo Chávez. El chofer del rodado, Luciano Ciancio, conducía sin percibir nada extraño. Lo hacía según la hoja de ruta que le indicaba el otro empleado del banco, que viajaba atrás en el blindado. Pero, en menos de un segundo, la vida cambió para Chávez y sus acompañantes. La tranquila jornada laboral se transformó en un infierno de balas y sangre. “Un vehículo negro nos pasó por la derecha a más de 100 kilómetros por hora y a través de las ventanillas unas figuras encapuchadas nos comenzaron a disparar con tres fusiles FAL. Los balazos pegaron contra el parabrisas a la altura de la cabeza”, relató a LA NACION el policía, quien dijo que, desde ese día, comenzó a recibir asistencia psicológica. El vidrio estallaba y los balazos eran cada vez más intensos. No paraban de dispararles. “Parecía que nunca se iban a dete-

ner. No nos dieron tiempo a nada”, siguió relatando Chávez. Según el subteniente, los dos empleados del banco, el chofer y el jefe de comisión del blindado, estaban muy nerviosos. Los otros dos ocupantes, efectivos policiales, intentaban mantenerse calmos y pedían ayuda a través de la línea de emergencias 911. “Por suerte, el conductor nunca se paralizó”, aclaró Chávez. Este policía, que cumple funciones en San Nicolás, lugar donde reside, siente impotencia al recordar lo sucedido. “En todo momento estuvimos en inferioridad de condiciones [respecto de los asaltantes]; ni hablar de la calidad y potencia de las armas.” Chávez aseguró que sólo contaba con su pistola reglamentaria y otra de reserva. Pese a que el policía no lo afirmó, compañeros suyos dijeron que en los últimos años en los blindados no pueden llevar armas poderosas como fusiles para defenderse, como lo hacían años atrás, ni tampoco armas de puño de grueso calibre. Se agregó que habría una directiva oficial para que los policías no se defiendan con armas de superior poder a las reglamentarias. A 150 metros de la bajada de la avenida Benavídez, el subteniente

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El blindado, con las marcas de algunos de los 80 balazos que recibió advirtió que los delincuentes que iban en el Ford Focus gris se habían bajado y vio que no dejaban de disparar con FAL. Fue entonces cuando el suboficial le indicó al conductor que se desviara por la colectora. Con el parabrisas astillado, el

EL ESCENARIO

Respuestas que no conforman RICARDO LARRONDO LA NACION La falta de resolución del cruento ataque al blindado en la Panamericana se ha convertido en una piedra en el zapato para los gobernantes bonaerenses, que en las últimas horas se vieron obligados a dar respuestas inmediatas, tal vez más para cuidar su imagen política frente a un año electoral que en referencia a hechos certeros. Por segundo día consecutivo, se dio ayer amplia difusión a los resultados de una decena de allanamientos en el conurbano, con ocho detenciones. El gobernador Scioli no dudó en enfatizar que habría “puntos de contacto” entre las personas que fueron detenidas ayer y los autores del trágico asalto

al blindado, tales como que fueron los que robaron dos autos que luego se usaron en el sangriento hecho. En la Justicia, todo esto fue tomado con cautela. Nadie se atrevió a efectuar afirmaciones. Dudan de que el resultado de estos llamativos operativos policiales puedan convertirse en pruebas contundentes para identificar a los verdaderos culpables. Esa cautela se vio acrecentada por dos resoluciones judiciales que se conocieron en las últimas horas: cinco de los detenidos por el resonante asesinato de tres policías bonaerenses, ocurrido en 2007 en una planta transmisora de esa fuerza de seguridad, fueron liberados ayer, luego de que una muestra de ADN involucró a otro sospechoso en el hecho. En tanto,

recibió falta de mérito un hombre que había sido detenido por su presunta participación en el secuestro del empresario Francisco D’Alessandro, ocurrido hace 22 días en Moreno. Anteayer, ante la prensa, Scioli había afirmado que estaban “reequipando” a la policía ante el gran poder de fuego de la delincuencia. Ayer, entrevistado por LA NACION, el subteniente Juan Carlos Chávez, uno de los custodios que estaban dentro del blindado, en la Panamericana, fue directo: “El Gobierno nos dejó en manos de los delincuentes cuando tuvimos que reducir la potencia balística de nuestras armas”. Es posible que las respuestas “rápidas” calmen los ánimos, pero de ahí a conformar hay un trecho enorme.

chofer salió de la autopista y tomó por la calle que cruza la avenida Benavídez. En ese momento, por la ventanilla izquierda del camión los ocupantes del Ford 4000 adaptado para el transporte de caudales vieron

cómo pasaba la camioneta Toyota que conducía el subteniente Rubén Darío Fangio. El móvil policial, fuera de control porque Fangio ya había sido baleado en la cabeza por los delincuentes, chocó 300 metros más adelante contra el guardrail que separa la mano a Campana de la que va a la Capital. El subteniente coincidió con el gobernador Daniel Scioli cuando afirmó que, en este intento de asalto, hubo un entregador. “En todo tipo de hechos de esta magnitud, hay un entregador. Nadie tiene la bola de cristal para averiguar cuánto dinero llevaba el camión”, sentenció el efectivo policial. “Yo estoy dolido por ellos y por su familia; estoy muy afectado por su muerte. En cambio, el único dolor que tienen los delincuentes es que no pudieron llevarse el botín. Ahí está nuestra diferencia”, dijo, con la voz quebrada. Esos minutos que transcurrieron dentro del blindado le cambiaron la vida a este hombre. “Mi familia se asustó mucho y ya no quiere que vuelva a prestar servicio en un camión de caudales”, dijo Chávez con la voz entrecortada, pero firme en sus críticas hacia el gobierno.

“Sospecharon de mí y duele” Luciano Ciancio, el chofer del camión blindado que sobrevivió al ataque en la Panamericana, se lamentó de que el gobernador Daniel Scioli lo señalara como presunto cómplice de la banda delictiva. “Scioli dijo que fue sospechosa mi maniobra [de doblar por la colectora cuando el camión ya había sido baleado]. Hubiera esperado que me llamara antes de acusarme de alguna complicidad. Fue peor eso que todo lo que viví. Sospecharon de mí y estoy muy dolido de lo que dijo el gobernador. Esperaba algo distinto”, sostuvo Ciancio a Radio 10. Sobre el cruento ataque, Ciancio recordó: “Fueron cuatro minutos de una balacera que no cedió en ningún momento. Se fueron [los delincuentes] porque deben tener determinado que, si no lo logran robar en determinado tiempo, tiene que escapar. Fue como estar en una guerra”. Y agregó: “No duermo de noche y de, a ratos, me pongo a llorar por mis compañeros fallecidos”.