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PREVIEW

SÁBADO

RECUERDO UN INCIDENTE que sucedió en la iglesia un sábado de mañana. Luego de la historia para los niños, se les preguntó qué habían aprendido. En lugar de responder esa pregunta, un niño aprovechó el momento para preguntar cómo era que las personas que mueren pierden la conciencia. Quien dio la historia para niños dirigió la pregunta a los ancianos de iglesia. Un anciano de iglesia trató de suavizar la situación, leyendo Deuteronomio 29:29: "Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley". Si hay algo que Dios nos ha revelado es que dio a su Hijo unigénito para que cualquiera que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna (ver Juan 3:16). ¡Imagínate! ¡Un sacrificio y una promesa al mismo tiempo! Muchas confesiones cristianas debaten y argumentan sobre muchos temas. Oremos, pidiendo a Dios que revele más y más de Cristo, nuestro Sacrificio, a fin de que podamos conocerlo mejor. Al aprender más sobre nuestro Salvador mediante la meditación diaria en su Palabra, quiera Dios que encontremos gran gozo en sus promesas y su amor.

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DOMINGO

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VENDIDO POR NADA: COMPRADO POR UN GRAN PRECIO El sacrificio perfecto (Éxodo 12:5; Hebreos 9; 10:1-22; 12:22-24; 13:11, 12 La muerte de Cristo por la redención de la humanidad estaba representada en los servicios de adoración diarios de los israelitas, a lo largo de su viaje por el desierto. Debían ofrecer continuamente sacrificios de animales para la expiación de sus pecados (Éxodo 12:5). Cuando Cristo se convirtió en nuestro Sacrificio, gritó: "Todo se ha cumplido" (Juan 19:30), y el velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo se rasgó al medio (Mateo 27:51). Esto simbolizaba que, desde entonces, todos los sacrificios de animales debían cesar, porque el tipo (la sangre de los animales) se había encontrado con el antitipo (Cristo y su sangre)

Cristo: nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 2:14-18; 4:15, 16; 7:25, 26) Hoy, gracias al sacrificio de Cristo por nosotros, podemos reclamar la salvación en él. Porque él vivió en la Tierra como humano y porque él es Dios, tenemos un Sumo Sacerdote que puede simpatizar con nuestras debilidades; que fue tentado como nosotros, pero sin pecado (Hebreos 4:15, 16). Nuestra redención se completó en la cruz, cuando tomó nuestro lugar y murió por nuestros pecados. Él vendrá otra vez, para llevar consigo a todos aquellos que hayan aceptado su salvación, a fin de que vivamos con él por la eternidad. Es nuestro privilegio reclamar los méritos del sacrificio de Cristo por nosotros. Y, cuando lo hagamos, estaremos justificados ante el Trono celestial como si nunca hubiéramos pecado.

Biblia en mano

Lee Isaías 53:2 al 12. ¿Qué enseñan estos versículos acerca de lo que Cristo hizo por nosotros?

Lee Lucas 22:37, Hechos 8:32 al 35 y 1 Pedro 2:21 al 25. ¿Cómo interpretaron estos autores del Nuevo Testamento el pasaje de Isaías 53?

Medita en todo lo que dice Isaías 53 que Cristo hizo por nosotros. ¿Cómo puedes hacer que la certeza que hay aquí sea personal, para ti, sabiendo que, sin importar lo que hayas hecho, esta se aplica a ti, si te presentas a Dios con fe y entrega?

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LA SALVACIÓN: COMPLETAMENTE PAGADA, ABUNDANTEMENTE TUYA "La naturaleza y la revelación a una dan testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre celestial es la fuente de vida, sabiduría y gozo. Mirad las maravillas y las bellezas de la naturaleza. Pensad en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad, no solamente del hombre, sino de todos los seres vivientes. El sol y la lluvia que alegran y refrescan la tierra; los montes, los mares y los valles, todos nos hablan del amor del Creador. Dios es el que suple las necesidades diarias de todas sus criaturas. Ya el salmista lo dijo en las bellas palabras siguientes: 'Los ojos de todos miran a ti, y tú les das su alimento a su tiempo. Abres tu mano, y satisfaces el deseo de todo ser viviente' (Salmo 145:15, 16)" (El camino a Cristo, p. 9). Así era el amor de Dios por los seres humanos antes del pecado. Y así es el amor de Dios incluso después del pecado. Cuando ignoramos su misericordia, no podemos avanzar y nos burlamos del sacrificio que hizo por nosotros. "Nadie sino el Hijo de Dios podía efectuar nuestra redención; porque solo él, que estaba en el seno del Padre, podía darlo a conocer. Solo él, que conocía la altura y la profundidad del amor de Dios, podía manifestarlo. Nada que fuese inferior al infinito sacrificio hecho por Cristo en favor del hombre podía expresar el amor del Padre hacia la perdida humanidad" (Ibíd., p. 14). "Pero, este gran sacrificio no fue hecho para crear amor en el corazón del Padre hacia el hombre, ni para moverlo a salvarnos. ¡No! ¡No! 'Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito'. Si el Padre nos ama, no es a causa de la gran Propiciación, sino que él proveyó la Propiciación porque nos ama. Cristo fue el medio por el cual el Padre pudo derramar su amor infinito sobre un mundo caído" (Ibíd., p. 13).

LUNES

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Noviembre

Biblia en mano

Lee Hebreos 2:9. ¿Qué significa que Jesús “gustase la muerte por todos"? Ver también Hebreos 2:17; 9:26-28; 10:12.

Cristo, el Creador del universo, murió como un ser humano por tus pecados. Medita en lo que esto significa. Piensa en la increíble buena noticia que representa. Piensa en la esperanza que te ofrece, personalmente. ¿Cómo puedes hacer que esta verdad asombrosa sea tu principal motivador en todo lo que hagas?

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MARTES

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¿QUÉ MEJOR SACRIFICIO? En las sociedades africanas tradicionales, había comunidades centralizadas. Estas comunidades eran lideradas por un rey, o monarca, y tenían ejércitos. También había algunas comunidades no centralizadas, que no tenían un líder ni un ejército. Cuando había algún peligro en una de estas comunidades, se oía una alarma para llamar a voluntarios que decidieran sacrificarse por el bien común. Dos maneras en que se hacía sonar la alarma eran con tambores o con trompetas. Se esperaba que los miembros de esas sociedades que no acudieran al llamado cooperaran cumpliendo las reglas que gobernaban esas circunstancias peligrosas. Por ejemplo, se les podía pedir que se abstuvieran de tener sexo o de comer ciertas comidas, o que observaran ciertos rituales que se creía que ayudarían al éxito de los voluntarios. Aquellos que no cooperaran eran castigados, por no apreciar el sacrificio de los voluntarios. Cuando el mundo se vio amenazado por el pecado, Jesús se sacrificó y murió por nosotros. La responsabilidad que se nos confiere por este sacrificio es aceptarlo como nuestro Salvador (Juan 3:16), confesar nuestros pecados (Rom. 10:5-10) y desarrollar un carácter similar al de Cristo (Gálatas 5:16-26; 1 Juan 3:11-24). Como cristianos, permitamos que el Espíritu Santo nos dirija a cooperar con nuestro Salvador Jesucristo, aprendiendo cómo vivir vidas ejemplares, basadas en las enseñanzas bíblicas y en el ejemplo que él dejó cuando vivió en esta Tierra. De esta forma, nuestra recompensa será la vida eterna.

Biblia en mano

Lee los siguientes pasajes, en Hebreos, acerca de la sangre de Cristo y de la sangre en los sacrificios del Antiguo Testamento. ¿Qué nos enseñan acerca de la sangre? Hebreos 9:12,14, 18, 22; 10:19; 12:24; 13:12, 20.

¿De qué modo una comprensión de la muerte de Cristo puede ayudarnos a librarnos de la idea de que nuestras propias obras pueden salvarnos?

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MÁS DE LO QUE MERECES... Los regalos más difíciles de rechazar son los que no merecemos. La muerte de Jesús para que nosotros podamos ser salvos es uno de esos regalos. Su gran amor por nosotros fue lo que lo motivó a darnos este obsequio. La mayor revelación del amor de Dios es la cruz, donde él mismo, en la persona de Cristo, fue sacrificado por nuestros pecados. ¿Cómo podemos extender un amor así a otros, cuando no lo merecen? Una forma es aprendiendo a decir las siguientes palabras cuando más se las necesite. Las seis palabras más importantes: "Debo admitir que cometí un error". Para vivir en paz con los demás, debemos admitir cuando nos equivocamos y estar dispuestos a hacer algo para corregir el error. Las cinco palabras más importantes: "Realmente hiciste un buen trabajo". ¡Qué dulces son estas palabras, cuando van dirigidas a ti! Así debe ser como todos se sienten cuando escuchan estas palabras. Las cuatro palabras más importantes: "¿Qué piensas sobre esto?" La vida rara vez se trata de ti solamente. Recordar esto te ayudará a tener en cuenta lo que otros piensan y cómo se sienten. Las tres palabras más importantes: "Si lo deseas". Poner las necesidades de otro por sobre las tuyas refleja, en un pequeño aspecto, el sacrificio de Cristo por nosotros. Sacrificarnos por otros, aunque sea en pequeñas cosas, refleja nuestra relación con Cristo. Las dos palabras más importantes: "Muchas gracias". Ser agradecidos por lo que tenemos nos ayuda a no concentrarnos en lo que no tenemos. La palabra más importante: "Nosotros". Cristo murió para que nosotros tengamos vida. ¿Estás tan preocupado por la salvación de otros como por tu propia salvación? ¿Estás llevando almas a Cristo o alejándolas de él? La palabra menos importante: "Yo". Jesús no murió por él mismo, sino por nosotros. Por esto, servir a los demás es más importante que asegurarte de que tú seas lo más importante. En la cruz, recibiste con seguridad más de lo que mereces. ¿No será el momento de dar a otros más de lo que merecen?

´MIÉRCOLES

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Noviembre

Biblia en mano

¿Qué criterios tenía que cumplir un animal a fin de ser elegido para el sacrificio? Lee Éxodo 12:5; Levítico 3:1; 4:3.

¿De qué modo estos textos describen a Jesús?: Hebreos 4:15; 7:26; 9:14; 1 Pedro 1:18,19. ¿Por qué era vital que Jesús no tuviera pecado?

¿Por qué el concepto de ser "santo y sin mancha” provoca intranquilidad? ¿De qué forma el saber que Cristo es tu Sustituto puede ayudarte a aceptar que tú también eres "santo"? ¿De qué manera nuestra nueva situación ante Dios impactará en la forma en que vivimos?

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JUEVES

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Noviembre

DE SER DUEÑO-ESCLAVO A SER PADRE-HIJO En África, la relación entre un dueño y un esclavo estaba caracterizada por servicio y obediencia estrictos de parte del esclavo. Se solían imponer duros castigos ante pequeños olvidos. Una conocida historia africana cuenta que un esclavo mató a un búfalo en una cacería. Emocionado por su logro, escondió el búfalo en un arbusto y fue a hablar con su dueño sobre la recompensa que se recibe por matar un búfalo. El dueño, sorprendido por la ignorancia del siervo sobre lo que dictaba su estatus social, respondió: "Los esclavos siempre comen la cola, sin importar si ellos mataron al búfalo o no". Al escuchar esto, el siervo dejó que el búfalo su pudriera bajo el arbusto. En ninguna otra situación en la historia de la humanidad vemos algo similar a lo que nuestro Dios y su Hijo hicieron por nosotros. No podemos comenzar a entender cómo un dueño renunciaría a su hijo para salvar a un esclavo. Nunca se ha escuchado que un dueño ame tanto a su esclavo que lo haga su hijo. Ningún tipo de justificación comienza a explicar cómo un dueño lava los pies a sus esclavos. Cuando nosotros, como cristianos, contemplamos el amor de Dios por nosotros, no podemos evitar asombrarnos. No necesitamos esconder búfalos por temor a nuestro Dueño. Al contrario, él desea que nos gocemos en el placer de honrar su sacrificio. Él desea que disfrutemos de todos los beneficios de servirlo: un Dueño que no ve diferencia alguna entre un esclavo y su propio Hijo. Primera de Pedro 2:24 es una evidencia de que nuestro Dueño haría cualquier cosa por asegurar que recibamos la salvación; salvación que está disponible para todos.

Biblia en mano Lee Hebreos 6:4 al 6, y 10:26 al 31. ¿Acerca de qué nos advierte Pablo? ¿Qué clases de actitudes describe él?

¿Qué sucede contigo? ¿Has llegado a estar "acostumbrado" a la asombro¬asombrosa verdad acerca de la cruz? ¿Por qué esto es algo que no debemos hacer? ¿Cómo podemos protegernos del peligro del cual Pablo nos advierte?

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RECUERDA

VIERNES

El sacerdote católico Maximilian Kolbe fue encerrado en Auschwitz por dar asilo a refugiados de Polonia. Cuando un prisionero de su barraca desapareció, la SS eligió a diez prisioneros para que murieran de hambre, en represalia. Uno de esos hombres gritó: "Oh, mi pobre esposa, mis pobres hijos. Nunca más los veré". Al oírlo, Kolbe pidió morir él de hambre, en lugar del padre de familia. Así que, se unió al grupo de condenados, y el hombre sobrevivió. Aunque es una historia conmovedora, el sacrificio de Kolbe es solo una sombra del sacrificio que hizo Jesús por nosotros. El sacrificio de Jesús está simbolizado en el servicio del Santuario.

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Noviembre

CONSIDERA » Lee la historia de la crucifixión de Jesús en, al menos, tres versiones diferentes. ¿Cuál te impacta más y por qué?

» Investiga sobre la práctica de la crucifixión en Internet o en una biblioteca. Nota, especialmente, el dolor físico que causa. Luego, considera el dolor espiritual y mental que Jesús debió haber experimentado en la cruz. ¿De qué manera esta información afecta tus sentimientos y tu respeto por lo que él experimentó por ti? » Estudia varias pinturas de la crucifixión de Jesús de distintos períodos de tiempo y estilos de arte. ¿Qué te enseñan sobre la enormidad de la muerte de Cristo por ti?

» Organiza una Santa Cena con tu Escuela Sabática. Comienza con el lavamiento de pies, seguido por una representación del juicio de Jesús. Termina con el pan y el jugo de uva, y lee la historia de su muerte y resurrección en la Biblia.

» Canta uno o dos cantos sobre el sufrimiento y la muerte de Cristo (ver Himnario Adventista, himnos 93 a 106).

» Escribe tus pensamientos y sentimientos sobre la muerte de Cristo por ti. Intenta contestar las siguientes preguntas: ¿Quién? ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? y ¿Por qué?

AMPLÍA Comentario bíblico adventista del séptimo día, tomo 7-A, pp. 456474; El Deseado de todas las gentes, capítulos 71-81.

Colaboraron esta semana: Kyaminyawandi Benjamin, Bugema, Uganda; Paul D. Kawanguzi, Bracknell, Reino Unido; Moses Balunywa, Kampala, Uganda; Micheal Mukasa, Kampala, Uganda; Leonard Musoke, Nairobi, Kenia; C. K. Japheth, Kampala, Uganda; Lyn Brewer, Washington, D.C., EE.UU.

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