Preguntas y respuestas: Ministerio- enero 2009 ¿Cómo animar a los miembros de la iglesia a ofrendar? Recuerden esto: “El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.” 2 Corintios 9:6-7 Hablar del dinero es un asunto muy delicado. Hay que tener cuidado en hablar de este tema en la iglesia porque es algo muy personal. Pero, la Biblia dice mucho de esto y dice la Biblia que el uso de nuestro dinero dice mucho de nosotros. “Dios ama al que da con alegría.” (2 Cor 9:7). Nosotros normalmente no asociamos la idea de separarnos de una cantidad fuerte de dinero ($$$) como un acto de alegría en participar en el momento de la ofrenda. Algunos prefieren salir al baño es ese momento. Nos cuesta entender que dejar dinero en la iglesia es un verdadero acto de adoración. Pero, la Biblia dice mucho acerca de este tema y usted puede animar a los hermanos para que ellos tengan ese mismo gozo en ofrendar. Manera 1. Usted es el ejemplo Usted como pastor debe servir de ejemplo de uno que da con alegría. Si usted no tiene gozo cuando ofrenda, entonces los demás hermanos no van a querer poner mucho en la ofrenda. Un pastor que yo conozco es el primero en poner su ofrenda en el plato donde reciben las ofrendas. No es un acto de orgullo, sino que el lo hace para que los miembros de la iglesia sepan que él está siempre participando en las ofrendas. Y le da mucho gusto hacerlo. De los hermanos siempre vienen preguntas en cuanto que hay que dar. Vamos a ver lo que dice la Biblia en cuanto a los diezmos y ofrendas. Y esta es la segunda manera de animar a los hermanos a ofrendar al Señor. Manera 2 – Enseñe sobre los diezmos y las ofrendas En el Antiguo Testamento la Biblia establece el principio bíblico en cuanto al diezmo. Vemos en Génesis 14:20 a Abraham dándole un diezmo de lo que tenía a Melquizedec, el rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo. La costumbre de darle al Señor la décima parte tiene su fundamento con Abraham. Después de Abraham, tenemos la Ley de Moisés en Éxodo 20 en adelante. El que venía al Tabernáculo a hacer sacrificio de acción de gracias o por cumplir un voto se apartaba una parte para sí mismo y una parte para el Sacerdote (Levítico 7). Aquí se establece que la parte para los Sacerdotes sería de las ofrendas del mismo pueblo de Dios. En el Nuevo Testamento la enseñanza del Apóstol Pablo se encuentra en 1 Corintios16 y 2 Corintios 9. El no hace mención del diezmo pero lo deja abierto para que uno pueda dar más del diez por ciento. Manera 3 - Recordar siempre a los hermanos de la fidelidad del Señor Una de las grandes promesas del Señor esta en Filipenses 4:19, que dice, “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tienen en Cristo Jesús.” Viendo este versículo en su contexto nos ayuda a observar que Dios es fiel en proveer todo lo que necesitamos después de que ofrendamos para misiones (Filipenses 4:14-20). La carta de Los Filipenses es una carta de un misionero a la iglesia que le ayudaba con

ofrendas. Dios siempre promete proveer para nuestras necesidades siempre y cuando nosotros ofrendemos con alegría para su obra. Unos consejos finales – No acostumbre a anunciar los montos de diezmos y ofrendas por nombre en las sesiones de negocios. Esto puede ocasionar orgullo en algunas personas, o le puede caer mal a otros, incluso puede lastimar a algunos. No regañe a la gente con frecuencia en cuanto al dinero. Se le van a ir a otra iglesia creyendo que el dinero es la única cosa que le preocupa a usted. Seamos fieles predicando con el ejemplo

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