ORANDO POR LA MADUREZ DE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA Filipenses 1:9-11 Por Paco Jiménez Usado con permiso
SIN MADUREZ ESPIRITUAL EN CADA UNO DE LOS MIEMBROS DE UNA IGLESIA, ES IMPOSIBLE LA UNIDAD DE ELLA. ¿Por qué es necesaria la unidad en una iglesia?
Dos razones para la unidad. Que la iglesia sea una casa limpia y confortable para Dios (Ef. 2:21-22; 3:17) Que la iglesia cumpla sus objetivos sin los estorbos de la desunión. (Ef. 4:12-16) ¿Qué es lo que Pablo, específicamente está pidiendo por los filipenses en está oración (1:9-11)? Aunque usa muchas palabras que nos podrían sugerir temas varios como el amor, la ciencia, el conocimiento, la sinceridad, la irreprensibilidad, los frutos del cristiano, la segunda venida de Cristo etc., podemos decir sin temor a equivocarnos que Pablo está orando específicamente por el crecimiento espiritual de los filipenses. ¿Por qué era útil el crecimiento espiritual en esta iglesia? Entre otras cosas, era útil para combatir un problema que se estaba gestando en ella; la desunión entre los miembros, la cual podría hacer que esta iglesia hermosa se dividiera y dañará el testimonio de Cristo en la ciudad de Filipos y en los alrededores (cf. 2:2-5; 4:1-2) En la cita de hoy, Pablo no ora superficialmente por el amor de los filipenses, sino que ora para que abunden en un amor muy especial que los llevará al crecimiento espiritual, para que esta iglesia siga unida y dé mucho fruto. ¡Recordemos que sin madurez no puede haber unidad! De la oración de Pablo por los filipenses aprendamos a abundar en un amor sabio que nos lleva a la madurez y por supuesto a la unidad
I.
Abundemos en el amor sabio (9-10a) A. Amor ágape.- Este es el amor sublime que proviene de Dios, se puede conocer cuando se manifiesta en acciones que buscan el bien de los demás. Por ejemplo: 1. El amor de Dios se ve en su providencia (Sal.104:14) y sobre todo en el mandarnos a su Hijo (1 Jn. 4:9-10) 2. Nosotros mostramos nuestro amor por Dios obedeciendo sus mandamientos (Jn. 14:15, 21, 23) 3. A los hermanos les mostramos el amor más que con sentimientos o impulsos, con la búsqueda de su bien (Ro.1 5:2), y nunca de su mal (Ro.13:8-10). 4. A los no cristianos les podemos mostrar el amor llevándolos al conocimiento de Cristo (Mt. 28:19) B. El amor sabio, por el que se ora aquí, es el que abunda en ciencia y en todo conocimiento. 1. Abunde, periseúe.- hacer abundar, desbordar, aumentar, que sobre. Es como el desbordar un río, o servir agua en un vaso hasta que se derrame. 2.
Ciencia, epignósei.- es conocer, saber, enterarse. “Pablo ora para que las personas en Filipos tengan un conocimiento creciente de Dios y de todo el contenido y la naturaleza de la verdad y la revelación cristianas” [Una Vida de Gozo Y Paz. Martyn Lloyd –Jones. p.50]. También Lloyd-Jones dice: “Las personas que más propenden a desestabilizarse en sus vidas cristianas son aquellas más carentes de conocimiento” (Cf. 2 P. 3:16)
3.
Conocimiento, aisteséi.- comprender, captar el sentido, tiene que ver con percepción, compenetración y discernimiento. Esta característica parece que es la aplicación del conocimiento. Podemos deducir de aquí: que una cosa es ser inteligente o conocedor, pero otra es ser verdaderamente sabio, y la vinculación de estas dos virtudes, en donde debe abundar nuestro amor, son las que nos hacen sabios.
4. Aprobéis lo mejor. La idea aquí es que con este amor sabio sepamos examinar y distinguir lo que es lo mejor. Lloyd-Jones, dice que lo mejor aquí significa: “lo que es vital”, y añade: “Lo que necesitas son fuerzas para concentrarte en lo que es vital, dejar fuera todo lo demás y mantenerte firme en lo que importa” [Ibid, p. 54] C. Reflexión: ¿Has llegado a este tipo de amor sabio? Cuando se llega a este tipo de amor sabio uno hace la pregunta correcta: ¿Qué es lo importante ahora en esta iglesia? Y no deja que sean los impulsos subjetivos los que la respondan. II. Disfrutemos los resultados del amor sabio para la gloria de Dios (10b-11) A. El primer resultado de este tipo de amor es la madurez espiritual, la cual se expresa aquí con dos virtudes de los hermanos crecidos. 1. Sinceros, eilikrineis.-puro, honesto, sincero. Esta palabra viene de sol y de juzgar. El que posee este amor sabio deja que la sinceridad de Dios obre en su vida de tal manera que se ve en nosotros de una manera clara y no hipócrita. 2. Irreprensibles, aposkopoi.- sin causar tropiezo, sin tacha, que no causa ofensa o escándalo. Quizá se refiera a que no tropezamos y a que no ponemos tropiezo a los demás con nuestros tropiezos (1 Co. 10:32) 3. Esta madurez es la que debemos buscar y poseer para cuando se manifieste el “día de Cristo”. Quizá esto se refiera al escrutinio que nos hará Cristo cuando regrese y comparezcamos frente a él en su tribunal. (2 Co. 5:10) B. El segundo resultado es que estemos llenos de los frutos de justicia que produce Jesucristo en los suyos. 1. Frutos de justicia, karpón diakosuneis.- Estos son la cosecha o resultado de este amor sabio en nosotros y se refiere a las acciones u obras que son el producto del nuevo nacimiento (Ef. 2:8-10). Son frutos de justicia, que son rectos o justos, porque se conforman a la voluntad de Dios, y éstos, sólo los pueden producir los que están en una correcta relación con Dios. De hecho, el que confía en Cristo como su salvador y Señor viene a ser “justicia de Dios en él” (2 Co. 5:21) 2. Estos frutos no son el producto del mero esfuerzo humano porque entonces hasta el inconverso los podría producir por sí sólo. Por eso aquí se nos aclara que estos se logran por medio de Jesucristo y también con nuestro esfuerzo. (Cf. Col. 1:28-29). 3. El fin de este amor sabio con todas sus maravillosas repercusiones no es para darnos crédito a nosotros mismos, ni recibir admiración de la gente, de ninguna manera, aclaro, el único fin de esto es darle la gloria y la alabanza a Jesucristo. a. Gloria, doxa.- grandeza, magnificencia, señorío, honra, esplendor, exaltación. b. Alabanza, epainon.-elogio, aprobación, alabanza. Esta es la meta de las oraciones de Pablo y de la madurez de nosotros darle la gloria a él. Así lo dice el Catecismo Menor de Westminster: “El fin principal del hombre es glorificar a Dios, y gozar de él para siempre”. C. Reflexión: Si yo busco este tipo de amor sabio, llego a la madurez, también a producir los frutos e inmediatamente sacrifico mi “yo”. Entonces es así que participo efectivamente en la unidad del cuerpo de Cristo.
CONCLUSIÓN: Sí el amor sabio abunda en cada miembro de la iglesia, habrá crecimiento espiritual verdadero para esperar a Cristo y con esta madurez habrá UNIDAD EN LA IGLESIA. Oremos para que cada miembro de la iglesia poseamos el amor sabio que nos lleva al crecimiento espiritual y a la verdadera unidad en el cuerpo de Cristo, para ser un cuerpo confortable para Cristo y para cumplir libremente nuestros objetivos como iglesia.
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