Cinco Reglas de Oro para Evangelizar en su Trabajo Por Jim Adams

Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Col. 4:5 Para muchos el trabajo constituye un elemento importante de su esfera de influencia evangelística. En el lugar de trabajo, pasamos la mayor parte de la semana. Ahí estamos en contacto contínuo con gente inconversa, quien tiene la oportunidad de vernos de cerca, sin nuestro “disfraz dominical”. Por eso, el trabajo es un lugar repleto de oportunidades de presentar un mensaje vivo del Cristo Vivo. ¿Cómo podemos aumentar nuestro impacto para el Señor en nuestro lugar de trabajo? REGLA #1: SU TRABAJO ES SU LLAMADO A MINISTERIO A TIEMPO COMPLETO. Hemos de ver nuestro trabajo como un lugar que Dios nos ha seleccionado para que colaboremos con él en la cosecha. Algunos cristianos piensan que "si yo tuviera un mayor compromiso con el Señor, hubiera decidido ser pastor o misionero". Piensan mal. Por lo general, Dios no desea que dejemos el trabajo por "el ministerio", sino que veamos nuestro trabajo como “el altar” donde servimos. La pregunta fundamental acerca de lo laboral no es: "¿Quiere Dios que yo cambie de trabajo para dedicarme al ministerio?" sino "¿Estoy dispuesto a ser un discípulo de Cristo en el lugar donde Dios me ha colocado y con la gente que él ha puesto a mi alrededor?"

REGLA #2: SU META PRIMORDIAL EN SU TRABAJO ES "ADORNARLO" CON LA BELLEZA DE CRISTO. A. Si usted es empleado de otro. . . . Tito 2:9-10 dice: “Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos en todo, que sean complacientes, no contradiciendo, no hurtando, sino mostrando toda buena fe para que adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respecto”. La palabra adornar significa "embellecer" o "hacer atractivo". Se usa en la Biblia para describir como el oro y la plata se usaban para "adornar" (embellecer) el templo de Dios. Entonces, ¿cómo "adornamos" el lugar donde trabajamos? Adornamos el trabajo: (1) con la dedicación. Trabaje con todas sus fuerzas, rindiendo un servicio que complazca a su jefe ("que sean complacientes"). Colosenses 
  
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(2) con una lengua bajo control. Guarde su lengua de las críticas, los chismes, la queja, el sarcasmo, y lo vulgar ("no contradiciendo"). Dice Colosenses 4:6: "Que siempre  8vuestra 
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conversación
$/0. # 5sea !:, &;+)4 con gracia, sazonada como c responder a cada persona". (3) con honestidad e integridad. No le robe nada a su empleador, ni el dinero, ni cosas materiales, ni el tiempo ("no hurtando"). Como tantos roban de su empleador, un empleado honesto siempre se destaca. (4) con fidelidad. Sea fiel y digno de confianza ("mostrando toda buena fe"). Si el patrón le asigna a usted, ¡que sepa que esa
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