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CULTURA
I
Domingo 26 de julio de 2009
PATRIMONIO CULTURAL EN RIESGO s HOY SE CUMPLE UN AÑO DEL AUDAZ ASALTO
MIENTRAS TANTO
Aún no aparecen los Berni robados
JUANA
LIBEDINSKY
Hay detenidos, pero no se conoce el autor intelectual del golpe en el que se llevaron 15 obras del artista GABRIEL DI NICOLA LA NACION Una vez que tuvo los datos precisos del traslado de la millonaria carga, el autor intelectual del robo contrató a una banda de piratas del asfalto con experiencia. Los ladrones sólo se enteraron del contenido del camión que debían sustraer cuando tuvieron ante sí las obras de arte de Antonio Berni, de significativo valor cultural y económico. Doce meses después del asalto, las 15 pinturas aún no aparecieron, pero los investigadores están convencidos de que lograron identificar a los ladrones que protagonizaron el golpe comando, que dejó una herida aún no cicatrizada en el patrimonio cultural argentino. Así lo informaron a LA NACION fuentes de la investigación, a cargo de la fiscal Beatriz Molinelli y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, que llevan adelante la causa por el audaz robo cometido hace hoy un año en Carapachay, a 200 metros del depósito en el que salieron en un camión, rumbo a la casa de José Antonio Berni, hijo del artista, en la Capital. Los voceros consultados afirmaron que parte de la banda bajo sospecha de haber robado las 15 obras de arte de Berni estaba presa, pero por otro asalto cometido en la zona del puerto porteño ocurrido tiempo después.
ANTONIO BERNI (1905-1981)
Profesión: pintor y grabador. Su obra: observador y crítico social. Nacido en Rosario, en 1924, ganó una beca para estudiar en Europa. Fue uno de los primeros artistas surrealistas argentinos. Fue, también, expresionista y es el principal exponente del realismo social en el arte. Es una de las figuras argentinas más cotizados en el mundo. Según fuentes con acceso al expediente, la fiscal Molinelli pidió que varios sospechosos fueran apresados, pero las solicitudes fueron rechazadas por la Justicia de Garantías de San Isidro, que exigió más pruebas para hacer efectivas las detenciones. El autor intelectual aún no estaría identificado, pero, desde un primer momento, se sospecha que es alguien que, con exactitud, sabía que las pinturas iban a ser trasladadas desde el depósito de la empresa de Delmiro Méndez e Hijo SA, en un camión especialmente equipado para el traslado de obras de arte. Según estimaciones recogidas en el mercado del arte, la cotización de las cinco principales obras sustraídas era de 200.000 a 300.000 dólares cada una, por lo que en conjunto superaban el millón de dólares. Las más valiosas eran los óleos El carnaval de Juanito Laguna (1960), La metamorfosis del
Un recorrido por el nuevo look de Venecia
pájaro azul (1930), La muerte acecha en cada esquina (1932) y Cristo en el garage (1981) y el acrílico sobre tela Promesa de castidad (1976). “Estamos convencidos de que las obras de arte están guardadas y que todavía no fueron vendidas”, informó a LA NACION un investigador.
Camión recuperado Días atrás, los detectives secuestraron el camión utilizado por los delincuentes para llevarse las obras. Se trata de un camión Ford 400 rojo, localizado en un inmueble de Villa Ballester, en el partido de San Martín, informaron a LA NACION fuentes de la causa. La policía llegó hasta el lugar después localizar al dueño original, que dijo que lo había vendido. “La persona que lo había comprado lo volvió a vender, pero no cobró todo lo que había solicitado. Los últimos compradores fueron los ladrones”, explicó una fuente del caso. Los investigadores creen que las obras estuvieron en el camión Ford 400 rojo no más de 30 minutos: lo que duró el viaje desde el lugar del robo hasta el sitio donde fueron escondidas. Al tener a los presuntos autores materiales del hecho identificados, los investigadores hicieron un par de allanamientos en los depósitos que la banda solía utilizar para guardar la mercadería robada, pero no localizaron las obras de Berni. “Deben de estar escondidas en un lugar especial, con una temperatura adecuada”, agregó la fuente consultada. Las 15 pinturas tienen un pedido de captura nacional e internacional y están publicadas en la página de Internet del Programa de Protección del Patrimonio Cultural, dependiente del Departamento de Interpol de la Policía Federal. Fuentes de la Policía Federal se mostraron extrañados porque, con su experiencia en la materia, los detectives del Programa de Protección del Patrimonio Cultural no fueron convocados formalmente a ser parte de la investigación. Un investigador que recuperó numerosas obras de arte sostuvo a LA NACION: “Tarde o temprano, el trabajo de Berni aparecerá. No van a poder ser vendidas”. El robo ocurrió pocos minutos antes de las 7.45 cuando un camión Mercedes-Benz 720, con 17 obras de arte, fue interceptado en Mariano Moreno y Echeverría por un falso control de tránsito hecho por delincuentes vestidos de policiales federales. Estaban a metros del depósito de Delmiro Méndez e Hijo SA. En el camión de Delmiro Méndez e Hijo SA, empresa que desde principios del siglo pasado trabaja en el traslado y el depósito de obras de arte, viajaban los empleados Claudio Guassardi, Carlos Varela y Martín Sáenz. Los delincuentes ordenaron a los empleados llevar el camión con las obras a Bouchard y Echeverría, a pocos metros de la colectora de la ruta Panamericana. Ahí, la otra parte de la banda delictiva esperaba en un camión: el Ford 400 rojo hallado días atrás. Como no había lugar para todas las pinturas, debieron abandonar dos. Las otras quince aún hoy siguen sin aparecer.
os visitantes de la Bienal de Arte de Venecia, a pesar de ser italianos y extranjeros, especialistas y meros turistas, ostentan un look bastante uniforme: por alguna razón para recorrer el Arsenale se multiplica al infinito el lino arrugado gris, el algodón de corte severo negro, los zapatos cerrados de inspiración oriental. La piel se lleva pálida, los comentarios se hacen en voz más baja y controlada cuánto más emocionante resulta una pieza, y hay un cuidado desinterés por los desconocidos con los que se comparte el espacio frente a las obras. A pocos minutos de vaporetto de allí, existe otro mundo: el Lido. Una isla donde no hay góndolas pero sí autos y bicicletas que tocan bocina, y playas masivas. La piel se llena de bronceado intenso, que ya dejó de verse en otros balnearios de Europa, y las conversaciones que se escuchan fuerte de carpa a carpa giran sobre la comida. Una sensación de alegría y desenfado invade en cuanto se toca su arena. Esto es particularmente curioso cuando la imagen que uno puede tener de la isla es de melancolía y contención, tanto por el libro Muerte en Venecia (1912) como por el film de Visconti. La acción transcurre en buena parte en el Grand Hotel des Bains, que todavía funciona, donde un grupo de niños desarrollaba una guerra con pistolas de agua en el momento de la visita de esta redactora. En las reposeras, los hombres miraban a las mujeres, y les hablaban, y viceversa. La idea del libro y de la película (que ofrecen en los circuitos cerrados de TV) es, en cambio, que la vida es un espectáculo visto a través de una máscara veneciana, como si los huéspedes no fueran más que actores en un escenario. En la ficción de Mann, recientemente vuelta a analizar en un especial sobre hoteles vinculados a la literatura de la revista cultural europea Prospect, el protagonista Aschebach se dedica justamente a este tipo de observación fría. Esto hasta el arribo de un joven, Tadzio, con el cual se obsesiona trágicamente. A partir de entonces, los estudiosos de hoteles “literarios” señalan que la transgresión de Aschebach en su deseo por Tadzio continuamente palidece en comparación con su otra transgresión: la de las normas sociales respecto del comportamiento en un hotel, sobre todo a principios de siglo. Mucha de la gente que mira obras hoy por la bienal –es irresistible aunque obviamente anacrónico pensar– quizá no hubiera sido un mal modelo del cuidado desinterés que se esperaba.
L
FOTOS DE ARCHIVO
Barrancas, un óleo sobre madera pintado por Berni en 1934
La metamorfosis del pájaro azul
Promesa de castidad
Resonantes hurtos en los últimos 30 años El robo de las obras de Berni, del que hoy se cumple un año, es uno de los más notorios en el arte argentino, por el modo en el que se produjo. Los expertos lo comparan con el más recordado robo de obras de arte de la Argentina, que fue el saqueo de la colección Santamarina, entre otras valiosas piezas, del Museo Nacional de Bellas Artes el 24 de diciembre de 1980. Durante la noche de Navidad de ese año, en medio de los festejos, fueron sustraídas 16 pinturas y siete objetos de arte de esa colección. Entre ellas había pinturas de Paul Cézanne, Paul Gauguin, Auguste Renoir y el total de lo robado se estimó en unos veinte millones de dólares. Dos décadas después, en 2002, se encontraron tres de esas piezas –Gauguin, Renoir y Cézanne– en Francia. Después de un largo juicio, en noviembre de 2005 los tres cuadros fueron restituidos a la Argentina. El resto siguen sin aparecer.
Uno de los ataques más significativos al patrimonio cultural argentino fue la desaparición del reloj de bolsillo de oro de Manuel Belgrano, que fue sustraído del Museo Histórico Nacional en junio de 2007. En agosto de 2008, la víctima fue el Museo de la Casa de Gobierno, de donde fue robada una lapicera de oro que fue del presidente Roberto Ortiz. De la misma sede desaparecieron en abril de este año el bastón y la banda presidencial de Arturo Frondizi. Un robo importante fue el perpetrado en febrero del año último en el Museo del Banco Nación, donde ladrones se llevaron más de 400 monedas de oro y de plata. Otro robo particular que dejó su huella fue el sufrido en 1986 por el matrimonio rosarino Hortensia Tricerri y Victorio Capriolo, a quienes les robaron de su vivienda, simulando una mudanza, unas 150 obras de arte.
La olla azul
Obras perdidas ➔ La metamorfosis del pájaro azul (1930).
➔ La muerte acecha en cada esquina (1932).
➔ Barrancas (1934). ➔ La mayoría silenciosa (1972). ➔ Aeropuerto (1976). ➔ Promesa de castidad (1976). ➔ La olla azul (1959). ➔ Los rehenes (1969). ➔ La zapalera (1961). ➔ La leñerita (1954). ➔ La casa roja con techo azul (1954). ➔ Cristo en el garage (1981). ➔ Juanito y los cosmonautas (1962). ➔ El carnaval de Juanito Laguna (1960). ➔ Ramona de fiesta (1966).
EN LA UNIVERSIDAD DE TRES DE FEBRERO
Crean una maestría dedicada al arte Comenzará con un seminario sobre curaduría, que reunirá en agosto a docentes e investigadores Con un seminario sobre curaduría, que reunirá del 5 al 7 de agosto en Buenos Aires a destacados especialistas en arte de España, Estados Unidos y América latina, la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), presentará la maestría en Curaduría de artes visuales, destinada a profesionales e investigadores del mundo del arte. La maestría tendrá dos años de duración y permitirá obtener también un título de especialización, anticipó a LA NACION Diana Wechsler, creadora y directora del programa, que no sólo apunta a la curaduría en un espacio físico, sino también a la editorial y en la Web. “El graduado tendrá experiencias en cuestiones de montaje, conservación y diseño de espacios, así como de herramientas teóricas para una reflexión crítica”, dijo Wechsler. La directora de la nueva oferta cultural, que aceptó el desafío invitada por el rector de la Untref, Aníbal Jozami, y el director del Departamento de Arte y Cultura, Norberto Griffa, comentó que los alumnos naturales de la carrera serán los egresados de arte y gestión cultural, pero que aspiran a una mayor diversidad.
La curaduría en relación con el coleccionismo, la gestión y los procesos culturales serán los ejes del seminario de esta semana. Entre los docentes del programa, cuya inscripción ya se abrió, se cuentan Chantal Béret, Jean Claire, Eugenio Carmona, Gabriela Siracusano, María Teresa Constantin y Graciela de la Torre. El seminario sobre “Curaduría: entre la investigación y la animación cultural” se hará en el Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín, 4314-0022)) y contará con la participación de María de Corral, ex directora del Museo Reina Sofía; Pablo Jiménez Burillo, director general del Instituto Cultural de la Fundación Mapfre; James Oles, curador adjunto del Museo y Centro Cultural Davis, de Massachussets; Adriana Rosenberg, directora de la Fundación Proa, y el coleccionista Mario Gradowczyk, entre otros. Se desarrollarán debates para anticipar las líneas de las materias principales de la maestría: las relaciones entre la curaduría y la gestión cultural, los artistas, los nuevos espacios, la modernidad tardía y el coleccionismo, entre otros temas.
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Breve EN ESPAÑA
Unicef otorgó un premio a Quino El Comité Español de Unicef anunció la entrega del premio Cultura a favor de la Infancia al dibujante argentino Quino, creador de Mafalda, por dar a su obra “un contenido humanista y relacionado con los derechos humanos, especialmente los derechos de la infancia”. También fueron reconocidos el Centro Don Bosco de la República del Congo y el investigador Pedro Alonso, creador de la vacuna contra la malaria.
Culto católico Santoral. Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María. La Iglesia propuso que en esta fecha se honre a los abuelos. Liturgia. Hoy se leen el segundo libro de los Reyes (4, 4244), la carta a los Efesios (4, 1-6) y el Evangelio de San Juan (6, 1-15).