LOS SERMONES ROBADOS

un deseo especial de aprender acerca de la iglesia adventista. ... Al día si guien te, prediqué el mismo sermón que había escuchado en la Iglesia Adventista, ...
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Sri Lanka

5 de septiembre

LOS SERMONES ROBADOS a

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[Pídale a un hombre que presente este relato en primera persona.] Quería convocar a una reunión con todos los dirigentes religiosos de mi pueblo en Sri Lanka. Pensé que debíamos orar y pasar tiempo juntos. Repasé la lista para estar seguro de que no se me había olvidado ninguno. Sabía que algunos de los pastores no estarían contentos con que hubiera invitado al pastor adventista, porque pensaban que el adventismo era una secta. Pero deseaba incluir a cada ministro. No conocía a todos los ministros y era una buena oportunidad de conversar con ellos. Tenía un deseo especial de aprender acerca de la iglesia adventista. Cuando el pastor adventista me dijo que adoraban a Dios el sábado en lugar del domingo, quedé intrigado. Pero mi interés fue por una razón puramente egoísta. Decidí visitar la Iglesia Adventista cada sábado y escuchar los sermones del pastor. Así podría usar su material para ayudarme a predicar mi sermón en domingo. Me ahorraría mucho trabajo. El siguiente sábado visité la iglesia adventista. Fui recibido con mucha amabilidad por el pastor y la congregación. Escuché atentamente el sermón y tomé apuntes con mucho cuidado. Al día siguiente, prediqué el mismo sermón que había escuchado en la Iglesia Adventista, con cambios menores. Esto hace que mi vida sea mucho más fácil, pensé. El siguiente sábado, nuevamente fui a la Iglesia Adventista y volví a tomar apuntes acerca del sermón. Usé esos apuntes para predicarle a mi congregación el domingo. La siguiente semana, se repitió la acción. El sábado por la noche, me fui a dormir feliz por mi brillante idea para ahorrarme trabajo.

EL HOMBRE MUERTO VIVE a

Durante la noche, me desperté sintiendo un dolor agudo en el hombro. Me levanté de un salto y prendí la luz. Me había mordido una víbora. Mi esposa y yo buscamos a la víbora frenéticamente en la habitación, pero no la hallamos. Mi esposa me llevó al hospital, pero no les pudimos decir a los médicos qué clase de ofidio me había mordido, así que no me pudieron dar el contraveneno indicado. Perdí la conciencia y el médico pensó que había muerto. Me llevaron al mortuorio y mi hermano compró un féretro. Mi familia y amistades comenzaron a llorar sobre mi cuerpo. Después de un tiempo, alguien me tocó. Tal vez sintieron calor donde la piel debería haber estado fría, pero revisaron y encontraron que todavía tenía un pulso débil. Emocionados, me llevaron rápidamente a la unidad de cuidados intensivos del hospital. Permanecí allí durante dos semanas. Sentía mucho dolor, pero lentamente recuperé mi salud. Muchos de mis compañeros pastores me vinieron a visitar. Algunos dijeron que Dios me había castigado por haber visitado la Iglesia Adventista. El pastor adventista me visitó varias veces y me trajo un libro llamado El conflicto de los siglos.

ATRAPAN AL LADRÓN DE SERMONES Cuando estuve suficientemente recuperado para volver a predicar en mi iglesia, reanudé la costumbre de visitar la Iglesia Adventista para tomar notas de los sermones del pastor. Por su-

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puesto que no le dije lo que hacía, ni tampoco le dije a mi congregación de dónde obtenía el material de mis sermones. Un sábado, el pastor predicó un sermón acerca la observancia del sábado como día de reposo. También tomé prestadas esas ideas, y prediqué acerca de la observancia del sábado como día de reposo. Después del sermón los miembros de mi congregación me preguntaron por qué adorábamos en domingo si el sábado era el verdadero día de reposo como les había predicado. De repente, me di cuenta de que había sido atrapado por mi propia astucia. Necesitaba más información acerca del sábado para poder responder las preguntas de mi congregación. Así que visité al pastor de la Iglesia Adventista y le pedí que estudiara la Biblia conmigo, empezando con el sábado. Después de estudiar acerca del sábado, le hice todas las preguntas que supuse me harían los miembros de mi congregación. Luego, convoqué a los miembros de mi iglesia para darles el mismo estudio de la Biblia sobre el sábado. No todos estaban interesados en esta nueva verdad, pero muchos de ellos deseaban aprender más.

ADOPTAMOS UNA NUEVA VERDAD Llegaron las noticias a los dirigentes de mi denominación referentes a mis enseñanzas de las doctrinas adventistas. No estaban contentos conmigo. Me informaron que si insistía en predicar como pastor adventista no podría seguir siendo pastor de mi iglesia. Decidí hacerme adventista, convertir mi iglesia en una Iglesia Adventista y traer conmigo a cuantos miembros de mi congregación me hicieran caso. Los domingos llega-

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ron a ser días del estudio de la Biblia en mi iglesia y varios pastores adventistas me venían a ayudar a enseñarle a mi pueblo. Durante tres o cuatro meses estudiamos la Biblia intensamente y tratamos de entender la voluntad de Dios para nuestras vidas y nuestra iglesia. Luego, tuvimos un bautismo en el que veinte miembros de mi iglesia se unieron a la familia adventista. Después, trece más fueron bautizados. Más de la mitad de los miembros de mi pequeña congregación se unieron a la Iglesia Adventista.

LOS MIEMBROS HABLAN Lila es una mujer que se bautizó en el primer grupo. Dice lo siguiente: “En la iglesia anterior, el estudio de la Biblia era superficial, pero ahora la Biblia es un don precioso y escarbamos profundamente para comprenderla. Eso me gusta. Nunca antes había oído acerca del sábado, pero a través de mi pastor aprendí acerca de la verdad del sábado. Me bauticé, junto con otros veinte miembros de mi iglesia que decidieron unirse a la Iglesia Adventista. Mis dos hijas se bautizaron conmigo. Estoy agradecida de que nuestro pastor no nos dejó solos sino que nos llevó consigo en esta nueva y más profunda fe”. Nunca fue mi intención cambiarme de iglesia cuando le robé los sermones al pastor adventista, pero Dios convirtió mi deseo de hacer trampa en una verdadera fe, y alabo su nombre por eso. Gamini Mendis sigue trabajando como pastor en la misma área de Sri Lanka donde una vez fue pastor de una iglesia carismática. En la actualidad, es pastor de tres iglesias adventistas.

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