AteneaDigital.es General Cabeza: "Estamos en una guerra contrainsurgencia, pero en ocasiones se concede más credibilidad a los insurgentes que a las fuentes oficiales" M.Ángeles Moya / Madrid jueves, 04 de octubre de 2012 El general de División Javier Cabeza Taberné ocupa el puesto más importante (de mayor responsabilidad) desempeñado hasta el momento por un militar español en Afganistán, aunque él considera que "todos los puestos ocupados por los soldados españoles en los 10 años que llevamos en Afganistán han sido y son importantes, porque todos contribuimos al buen nombre de España y al buen funcionamiento de las operaciones". Es, para que se entienda, el segundo jefe del mando encargado de coordinar todas las operaciones que se desarrollan en el país asiático y, como adjunto al jefe del Mando Conjunto Internacional (IJC), participa en el proceso de planeamiento y decisión de las mismas. Su puesto de trabajo se encuentra físicamente en Kabul, en el Cuartel General del IJC de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) que la OTAN tiene desplegada en Afganistán; pero su mente, a veces, muchas, vuela hasta España. "Aunque mis hijos afirman -y así lo refiere él (sonriendo mientras lo dice)- que no tengo parte humana, que soy un militar puro, cosa que no es cierta", no puede dejar de agradecer el "gran apoyo" que le está prestando su mujer, operada no hace mucho de un cáncer de mama del que, afortunadamente, está saliendo adelante. "Lo está llevando con muchísima entereza, de verdad, y se lo quiero agradecer públicamente; no paro nunca de hacerlo, porque es encomiable, pero realmente estoy haciendo lo que me gusta, como todos los que estamos aquí". Hoy, el general Cabeza (que en España es jefe del Estado Mayor del Cuartel General de la OTAN de Bétera, 100 de cuyos miembros están desplegados con él en Afganistán) ha atendido a ATENEA, a través de videoconferencia, desde su despacho de Kabul, donde está como adjunto al jefe del IJC (el general estadounidense James L. Terry) desde el pasado mes de enero. A lo largo de una hora, este militar de Infantería con amplia experiencia en puestos y misiones
internacionales (Estrasburgo, Mons, Sarajevo e Irak) nos ha explicado cuál es la situación actual del país, en qué se están centrando las operaciones de la OTAN y cómo están los soldados españoles destacados en la zona. Para entrar en materia y contextualizar la situación de Afganistán, ¿cómo definiría el conflicto que está teniendo lugar en territorio afgano? Es una misión muy difícil, complicada y peligrosa. Podemos decir que es una guerra. Asimétrica, porque no estamos utilizando los mismos medios unos y otros, pero una guerra. Empleando términos más precisos podemos decir que es una guerra contrainsurgencia. Hace tan sólo dos días hubo un atentado contra soldados de la OTAN en la provincia de Khost, al este de Afganistán. ¿Son muy habituales estos ataques contra los soldados aliados? Son habituales, puesto que si consideramos que hay más de 100.000 soldados de la Coalición, 185.000 del Ejército afgano, y 150.000 de la Policía patrullando y tratando de controlar la situación y dando seguridad a la población afgana, evidentemente hay enfrentamientos a diario. ¿De qué promedio de enfrentamientos estaríamos hablando? Nosotros hablamos de 'acciones significativas' y las dividimos en dos grandes grupos: las que son iniciadas por los insurgentes y las que son consecuencia de nuestras operaciones ofensivas. Dependiendo de la época del año, esas 'acciones significativas' varían: de 150 diarias en verano (junio, julio y agosto) a menos de 50 en invierno (diciembre, enero y febrero). Pero siempre las hay. Y hay un dato muy significativo: que el noventa por ciento de los ataques se concentran en menos del veinte por ciento del territorio (sobre todo en las provincias de Helmand y Kandahar, y en el Este, en la zona de la frontera con Pakistán). Pero el riesgo, evidentemente, existe en todo el país. Si en verano se intensifican los ataques, ahora que va a comenzar el invierno estarán relativamente más tranquilos. La 'campaña' de verano está tocando a su fin y por eso estamos teniendo menos enfrentamientos. Los inviernos aquí son extremadamente fríos y la movilidad de los insurgentes se ve reducida como consecuencia de las nieves. Ellos saben que no se pueden mover por las grandes vías de comunicación, por donde nosotros patrullamos, y utilizan vías secundarias a través de las montañas. En invierno no pueden hacerlo. ¿En qué se están centrando actualmente las operaciones de la OTAN? En dos aspectos que están estrechamente ligados: la total formación de las fuerzas de seguridad afganas, de manera que sean independientes y sean capaces de hacerse cargo de la seguridad en todo el país y, asociado a ello, el proceso de transición de la responsabilidad. Además, hay un tercero que está relacionado con estos dos anteriores, que es nuestro cambio de misión. De un papel prioritario, en el que estamos al frente de todas las operaciones, a conseguir que ellos tomen el liderazgo, con nuestro apoyo, evidentemente. Vamos a pasar de una misión de contrainsurgencia y combate a una misión de asistencia a la seguridad. Es decir, que les continuaremos asesorando y asistiendo.
Entonces, ¿la OTAN no se va de Afganistán? Una de las preocupaciones de los afganos es precisamente una posible retirada del apoyo de la comunidad internacional, porque piensan que les podría ocurrir lo mismo que cuando los rusos se fueron de aquí. No va a ocurrir, porque la OTAN seguirá en Afganistán, aunque con una misión distinta. En el formato actual de ISAF estaremos hasta finales de 2014; y en el nuevo, todavía por definir, durante los 10 años siguientes. Ése es el compromiso que ha adquirido la OTAN. Por tanto, la ISAF acaba su misión el 31 de diciembre de 2014, pero la OTAN no. Habrá otra misión que se llamará, probablemente, Misión Internacional para Apoyo, Asistencia y Adiestramiento en Afganistán (ITAM, por sus siglas en inglés). ¿En qué fase se encuentra el proceso de transición de la responsabilidad sobre la seguridad a las fuerzas afganas? Ese proceso se acuerda en función de tres parámetros: la seguridad de la zona en cuestión; el desarrollo de las fuerzas de seguridad afganas en esa zona; y la capacidad de ejercer el gobierno de esa zona que tienen las autoridades de Afganistán. Nosotros analizamos sitio por sitio, hacemos una propuesta al Gobierno afgano, se llega a un acuerdo y al final es el presidente Karzai quien decide cuándo, cuántos y qué distritos se van a transferir. Se dijo que esta transferencia se haría en cinco tramos y ahora mismo estamos en el tercero. Cuando lo acabemos, dentro de un mes aproximadamente, las autoridades afganas tendrán la responsabilidad de la seguridad sobre el setenta y seis por ciento de la población afgana. La próxima transferencia de responsabilidad (tramo cuarto) se iniciará a finales de 2012 y el último tramo comenzará en verano de 2013, para que todo el territorio de Afganistán esté bajo responsabilidad afgana a finales del próximo año. ¿Los ataques diarios que se transferencia de la seguridad?
producen
ralentizan
el
proceso
de
No necesariamente, porque el análisis de seguridad no se puede basar en un hecho aislado. Es decir, si en el Norte o en el Oeste (que son las zonas más estables del país) hay un ataque (insisto en que el noventa por ciento de los ataques se producen en un veinte por ciento del territorio), un grano no hace el granero. En determinadas ocasiones se concede mayor credibilidad a los insurgentes que a las fuentes oficiales de los países y de la OTAN, lo cual no creo que sea bueno. Pero en Afganistán hay una guerra. Podemos hacer una analogía con lo que ocurría en España en los años de plomo, o lo que ocurría en Reino Unido en los años duros de los ataques del IRA. A principios de los 80 yo estaba destinado en Estella (dos de mis hijos nacieron allí). La vida allí era perfectamente normal; sin embargo, la percepción que podía sacar algún extranjero, basada en la información recogida en los periódicos nacionales e internacionales sobre la situación en España, con las bombas que explotaban casi a diario y con los muertos diarios que había, podría pensar que era una guerra lo que teníamos en ese momento. Algo parecido ocurre aquí. Tampoco quiero decir que uno se pueda pasear libremente sin ningún problema. La situación en todo el territorio entraña cierto peligro, pero ha evolucionado y las perspectivas son buenas. Hace dos años las fuerzas de seguridad afganas no llegaban a ser 100.000 hombres. Ahora mismo estamos próximos al objetivo final: los 352.000 soldados y policías que se consideran necesarios para asumir la responsabilidad sobre la seguridad en todo el territorio.
¿Cómo es la situación actual de los insurgentes: cada vez hay más o sus 'fuerzas' han disminuido? No se trata de que aumenten o disminuyan, porque su actividad insurgente se basa en el apoyo de la población. Si consideramos que a lo largo de la frontera con Pakistán vive una población flotante de aproximadamente 10 millones de personas, y hacemos una extrapolación de los que pueden ser favorables a la insurgencia porque están convencidos de los principios de la Ley Islámica y del Islam contra Occidente que les llevan a la Guerra Santa (yihad), calculamos, a pesar de que es muy difícil contabilizarlos, que puede haber unos 20.000 insurgentes en todo el territorio; y esos son muchos, dan mucho que hacer, y son muy activos. ¿Cuántos militares españoles hay actualmente en Kabul? En Kabul hay actualmente 151 militares españoles que pertenecen al Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN (NRDC-SP) con base en Bétera (de los 100, 90 son españoles), al Eurocuerpo (otro de los NRDC a disposición de la OTAN destacado este año en Afganistán), al Cuartel General de la OTAN ubicado en Madrid, y refuerzos individuales que vienen a cubrir vacantes que España siempre ha estado ocupando. ¿Cuáles son las condiciones de vida del personal español destacado en la capital afgana? Son las mejores condiciones de vida que he encontrado yo de todas las operaciones en las que he estado. Los alojamientos son muy adecuados (dormimos de a dos) y los horarios, dependen del momento, porque al estar en una misión de estas características se sabe cuándo empiezas pero no cuando acabas. Como condición adicional, aquí estamos sujetos a una dieta de adelgazamiento, porque, entre que las comidas son a un horario regulado, no tenemos cerveza, no tenemos tapas. y encima hay un gimnasio magnífico en el que nos permiten hacer deporte. cuando vuelva, las parejas de los que han venido me echarán a mí la culpa de que han adelgazado, ¡pero no puedo hacer nada! (sonríe). ¿Cómo es el trabajo en un cuartel general multinacional como el del Mando Conjunto de ISAF, en el que hay 1.000 soldados de 34 naciones, y cómo se valora el trabajo de los militares españoles? Este Cuartel General tiene una ventaja: su esqueleto se basa en tres cuerpos de ejército y nosotros en Bétera estamos habituados a esos procedimientos de trabajo. Hayun Cuerpo de Ejército de Estados Unidos y dos Cuarteles Generales de Cuerpo de Ejército de Despliegue Rápido de la OTAN (el de Bétera y el del Eurocuerpo, que está en Estrasburgo). El idioma de trabajo es el inglés, y hay unos procedimientos muy rodados que permiten y facilitan la labor de todos los que estamos aquí desplegados, independientemente de su procedencia. Si nos centramos en el personal que ha venido de mi Cuartel General en España, que es el de Bétera, todos los que han venido se han integrado en los puestos multinacionales y desarrollan su trabajo sin ningún tipo de problema. El ciclo de adiestramiento que hicimos antes de venir, y nuestra experiencia en otras misiones, nos ha permitido hacer frente con eficacia, desde el primer momento, a todos los retos que se nos
plantean. El papel que están desarrollando los militares españoles es encomiable, y así me lo han hecho ver tanto el jefe del IJC como el jefe de Estado Mayor, que es un general de dos estrellas inglés. ¿Se está aplicando en Afganistán el nuevo Comprehensive Approach (enfoque global)?
concepto
aliado
de
No hay operación en la OTAN que se precie en la que no se aplique este principio, que consiste en considerar todos los aspectos que hay en juego en un teatro de operaciones conjuntas (gobierno, desarrollo, justicia, agricultura, defensa, igualdad de género, derechos humanos, etcétera). Y de hecho, en el Cuartel General de Bétera ya estamos pensando en los nuevos cometidos que nos va a asignar OTAN en el marco de este enfoque global, que son los de Joint Task Force (Land) Headquarters (Mando Conjunto para Operaciones con predominancia terrestre). Eso nos obligará a organizarnos y adiestrarnos para ser capaces de conducir operaciones conjuntas (mayoritariamente terrestres) de hasta una División, con los apoyos correspondientes, para desplegar y actuar en escenarios de alta o baja intensidad, interactuar con la cadena de mando de la OTAN en todos los ámbitos (incluidos el logístico y de operaciones especiales), planear y ejecutar este concepto de enfoque global a las operaciones, y operar con todos los actores de un teatro de operaciones conjuntas, como es el caso de Afganistán. Para finalizar, ¿qué es lo más duro de esta misión? En primer lugar, rendir homenaje a los caídos, acto que hacemos una vez a la semana. Porque tenemos uno o dos muertos diarios, y eso es muy duro. Cuando ves las fotografías de los jóvenes, y no tan jóvenes, que pierden su vida aquí, quedan su vida por sus ideales, por su país. es muy duro, sinceramente. Y, por supuesto, estar lejos de nuestras familias, las cervecitas, las tapas, y la libertad de poder cambiarte de paisano y disfrutar de un fin de semana (porque aquí estamos 24 horas al día empeñados) también las echamos de menos.