23 de noviembre

Propósito Motivar la adoración a Dios a través de los salmos, a fin de recibir mediante el estu­ dio de este libro esperanza, gozo y consuelo.

Al director Este programa se puede realizar con entradas y salidas o con plataforma tradicional si así lo desea . Haga una lista de los salmos que puedan cantarse con la congregación durante el transcurso de la programación (Salmos 5; 117; 133: 1; 18: 29; 19: 7; 20: 7; 27: 1; 40; 100; 145).

Recomendaciones ./ Coloque carteles con salmos que inviten a la adoración a Dios .

./ Prepare souvenirs para dar en la puerta a los que asistan a la programación .

.1 Permita a algunos de los asistentes que testifiquen sobre las bendiciones recibidas

a través de la lectura de los salmos, o que digan sus salmos favoritos de memoria.

«¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra!

Con tocIo mi corazón te he busca.do; no me dejes desvia.r

de tus rnandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos,

para 110 pecar contra ti»

Salmo 119: 9-11

47. Adoremos con los salmos 2

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Introducción El libro de los Salmos es uno de los más leídos por los cristianos. En él encontramos oraciones que salen de lo profundo del corazón, como también pensamientos inspirados por la sabiduría divina. Pareciera que para cada emoción, cada situación de la vida, existe un salmo. En alguno de ellos encontramos parte de la histo­ ria del pueblo de Israel ; en otros, las angustias por la que atravesaron el rey David y los otros salmistas. ¿A cuántos de los aquí presentes no les ha tocado la fibra mas profunda de su corazón uno de estos salmos? ¿Quiénes en algún momento de gozo no han exclamado: «Jehová, Señor nuestro , cuán grande es tu nombre en toda la tierra! » (Salmo 8: 1)? Esperamos que puedan disfrutar de esta programación hecha para la honra y gloria de Dios y la edificación de nuestras almas.

ler p~rticipdnte (Himno) «¡Alabad el nombre de Jehová! Alabadlo, siervos de Jehová, los que estáis en la casa de Jehová, en los atrios de la casa de nuestro Dios. Alabad a Jah, porque él es bueno; cantad salmos a su nombre, porque él es benigno» (Salmo 135: 1-3). «Alabad a Jah, porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios, porque suave y hermosa es la alabanza». (Salmo 147: 1).

En estos momentos puestos en pie vamos a cantar el himno nO1 (no 1 himnario antiguo).

Zdo participante (Oración) Busqué aJehová , y él me oyó y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y lo oyó Jehová y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que lo temen y los defiende . Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bien­ aventurado el hombre que confía en él l Temed a Jehová vosotros sus santos, pues nada falta a los que lo temen. Los leoncillos necesitan , y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. (Salmo 34: 4-10)

Es propicio el momento para buscar el rostro de Jehová en oración, y ver cumplir en nuestras vidas las pala­ bras de este salmo.

3er participante (lectura bíblica) (Entran dos amigos uno de ellos asombrado dice:) Amigo 1: -Estoy sorprendido del amor de Dios por sus hijos. Amigo 2: -Sí, es muy grande. Pero qué estás leyendo que te tiene tan emocionado. Amigo 1: -Tengo una lista de varios salmos, por ejemplo: para la ansiedad, el Salmo 55: 22; si hay algún ene­ migo que te quiere hacer daño, el Salmo 3; si te han abandonado tus seres queridos, Salmo 27: 10; si estás enfermo, Salmo 41: 3. Así también hay para el huérfano, para infundir esperanza, para la vejez. Definitiva­ mente Dios es bueno y nos habla a través de los salmos. Amigo 2: -Mi pasaje preferido es Salmo 119: 9-11, busca tu Biblia para lo leas (lo leen en voz alta, luego se despiden y se van).

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participante (Bienvenida) «Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios que habi­ tar donde reside la maldad, porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. Jehová de los ejércitos, bienaventurado el hombre que en ti conIía l » (Salmo 84: 10-12).

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PROGRA\ LA.S PA RA LA ESCUELA, SABATICA

Sean muy bienvenidos todos a la casa de nuestro Redentor. Cantemos el Salmo 133: 1: «Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía», mientras le damos un cálido abrazo a quien nos queda a nuestro lado.

)to pdrticipdnte (Música especial) «Bueno es alabarte, Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana tu misericor­ dia y tu fidelidad cada noche, con el decacordio y el salterio, en tono suave, con el arpa. Por cuanto me has ale­ grado, Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo» (Salmo 92: lA).

Es tiempo de escuchar alabanzas para el Creador.

(Luego de la parte especial puede presentar los testimonios.)

6to participdnte (Marcdndo el Rumbo) «Entonces nuestra boca se llenó de risa y nuestra lengua de alabanza. Entonces decían entre las naciones: «¡Grandes cosas ha hecho Jehová con estos!» ¡Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros! ¡Estamos alegres!» (Salmo 126: 2, 3). ¿Cuántos al igual que el salmista pueden decir las grandes cosas que ha hecho Jehová por nosotros? ¿Cuántos corazones de los aquí presenten rebosan de tanta alegría que sus vecinos se asombran de su felicidad? Esta mañana Marcando el Rumbo nos habla de ...

lmoParticipdnte (Misión) «Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas, porque grande es Jehová y digno de suprema alabanza; temible sobre todos los dioses. Todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo los cielos» (Salmo 96: 3-5). Cuando compartimos la Palabra de Dios con los demás y hablamos de sus maravillas mos­ tramos al mundo que el único Dios verdadero esJehová, el poderoso Creador. El Misión esta mañana viene desde ...

Bvoparticipdnte (División de clases) «Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza. En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos. Me regoc~iaré en tus estatu­ tos; no me olvidaré de tus palabras» (Salmo 119: 13-16).

Este es el momento para analizar en grupo la Palabra de Dios.

Conclusión «¡Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan' y digan siempre los que aman tu salvación: ¡Engrande­ cido sea Dios'» (Salmo 70: 4). Alabado sea el Señor que en esta mañana nos ha permitido gozarnos en su Pa­ labra. El libro de los Salmos está lleno de oraciones y gratitud, como también de súplicas pidiendo la ayuda divina. El mismo Jesús cuando estuvo en la tierra citó algunos de ellos como los Salmos 118: 22, y 110: 1, aun en la cruz pronunció las palabras del Salmo 31: 5. «Padre en tus manos encomiendo mi espíritu». Los salmos nos enseñan no solo cómo alabar a Dios, sino también cómo debemos orar y qué hacer luego de ha­ berle orado al Señor. Nos dicen quién morará con Dios. También nos instruyen sobre cómo reaccionar cuando a nuestro alrededor todos parecen triunfar menos nosotros, a humillarnos si pecamos; nos hablan acerca da la naturaleza y su Creador. Es un libro para ser estudiado en familia y utilizarlo en la adoración en la congregación.

Himno findl N° 141 (no 4 himnario antiguo).

Ordclón findl