30 ~e noviemore Propósito del programa Al director Recomendaciones

Toda la música que el cristiano escuche, interprete o componga, sea sacra o secular, ha de glorificar a Dios: «Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, ...
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Propósito del programa

Conocer la filosofía adventista sobre la música, según las orientaciones aprobadas y

votadas elUde octubre de 2004 por el Concilio Anual de la Asociación General de

la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos.

Aldirector Este programa se realizará con una plataforma tradicional. Decore la iglesia con ins­ trumentos o signos musicales. Puede colocar instrumentos reales en la decoración. Este programa está basado en el libro Declaraciones, orientaciones y otros documentos.

Recomendaciones ./ Las partes del programa deben ser entregadas con antelación. Ya que son decla­ raciones oficiales de la iglesia, se recomienda que sean dichas con precisión y cla­ ridad , sin distorsionar su contenido . ./ Invitar a músicos y artistas especiales cuyas interpretaciones en el programa vayan acorde con lo dicho en los puntos de estas orientaciones . ./ Seleccionar a varias personas para que se aprendan y expresen los principios sobre la música cristiana.

«Vivamos en este siglo sobria,justaypiadosamente,

mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la manifestación

gloriosa de nuestro gran Dios Y SalvadorJesucristo»

Tito 2:12, 13

48. La Iglesia Adventista y la müsi.w

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Introducción (Se escucha una música instrumental o una persona que cante un himno de. adoración sin anunciar.) Dios ha entretejido la música en la trama misma de su Creación. Cuando creó todas las cosas, «alababan jun­ tas todas las estrellas del alba y se regocijaban todos los hijos de Dios» Qob 38: 7). El libro del Apocalipsis des­ cribe el cielo como un lugar de alabanza incesante, que resuena con cánticos de adoración a Dios y al Cordero por parte de todos los seres vivientes (Apocalipsis 4: 9-11; 5: 9-13; 7: 10-12; 12: 10-12; 14: 1-3; 15: 2-4; 19:

1-8).

Debido a que Dios creó a los seres humanos a su imagen, compartimos el amor y el aprecio por la música con

todos los seres creados. En efecto, la música puede tocarnos y conmovernos con un poder que trasciende las

palabras o cualquier otro tipo de comunicación.

«[La música] es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual» (La educación,

cap. 17,p. 15l).

En su mejor y más pura expresión, la música eleva nuestro ser a la presencia misma de Dios, donde los án­

geles y los seres no caídos lo adoran con cánticos.

Sin embargo, el pecado ha ocasionado graves daños a la Creación, de la que prácticamente se ha borrado la

imagen divina . En todas las áreas, este mundo y los dones de Dios nos llegan con una mezcla de bien y de

mal. La música ya no es moral ni espiritualmente neutra . Tiene la capacidad de elevarnos hasta la experien­

cia humana más sublime, o puede ser usada por el príncipe del mal para rebajarnos y degradarnos, para des­

pertar la sensualidad , las pasiones , la desesperación, la ira y el odio.

La mensajera del Señor, Elena G. de White, nos aconseja continuamente que tengamos una perspectiva más

elevada de la música: «La música, cuando no se abusa de ella, es una gran bendición; pero cuando se la em­

plea equivocadamente se convierte en una terrible maldición» (Testimonios para la iglesia, tomo 1, cap. 12,

p.436).

«Debidamente empleada [... ] es un precioso don de Dios, destinado a elevar los pensamientos hacia temas más nobles, y a inspirar y levantar el alma» (La educación, cap. 17, p. 151).

]er participante(Wmno) Respecto al poder del canto, Elena G. de White escribe: «Cuán a menudo recuerda la memoria alguna pala­ bra de Dios al alma oprimida y a punto de desesperar, mediante el tema olvidado de algún canto de la infan­ cia. Entonces las tentaciones pierden su poder, la vida adquiere nuevo significado y nuevo propósito, y se imparte valor y alegría a otras almas [... j . Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad, más de un canto es una oración. [... ] Al conducirnos nuestro Redentor al umbral de lo infinito, inundado con la gloria de Dios, podremos comprender los temas de alabanza y acción de gra­ cias del coro celestial que rodea el trono , y al despertarse el eco del canto de los ángeles en nuestros hogares terrenales, los corazones estarán más cerca del coro celestial. La comunión con el cielo inicia en la tierra. Aquí aprendemos la clave de su alabanza » (La edLlcación, cap. 17, pp. 151,152). Cantemos con mucha alegría el himno n° 141 (n° 4 himnario antiguo),

2~o participante (lectura bíblica) Como adventistas, creemos y predicamos que Jesús pronto volverá. En cumplimiento de nuestra misión de proclamar al mundo los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-12, llamamos a todos los pueblos a que acepten el evangelio eterno , alaben a Dios el Creador, y se preparen para encontrarse con el Señor. Ins­

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PROG R.i\\ L~S PI\RA L \ E SCUE li\ SABAT[CA

tamos a todos a que elijan lo bueno y no lo malo, a que digan «no» a la impiedad y a los deseos mundanos,

y vivan. «[ ... ] vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la mani­ festación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo» (Tito 2: 12, 13).

3er participante (Oración) Creemos que el evangelio ejerce una influencia sobre todos los aspectos de la vida. Por ello sostenemos que, dado el vasto potencial que tiene la música para el bien o para el mal, no podemos mostrarnos indiferentes a ella. Aunque entendemos que los gustos musicales varían de manera significativa de una persona a otra, cre­ emos que la Biblia y los escritos de Elena G. de White sugieren principios que pueden influir sobre nuestras elecciones. Oremos.

4to participante (Bienvenida) La «música sacra» -llamada también en ocasiones «música religiosa»- es la que tiene como eje central a Dios y los principios bíblicos y cristianos. En la mayoría de los casos, es música compuesta para ser utilizada en cultos de adoración, reuniones de evangelización o en la devoción personal, y puede ser vocal e instrumen­ tal. Sin embargo, puede que no toda la música considerada sacra o religiosa sea aceptable para un adventista. La música sacra no debería evocar asociaciones seculares ni invitar a una conformidad con las normas mun­ danas de pensamiento o conducta.

Sean bienvenidos a las casa de Dios, en estos momentos escucharemos 2 alabanzas que nos elevaran al trono de Dios.

Stoparticipante (División ~e clases)

(Para esta sección necesitara 9 participantes, para cada principio mencionado, o bien podria utilizar 3 y que los prin­ cipios sean divididos entre ellos. Deben ser presentados en forma clara y precisa.)

A la hora de seleccionar la música que escucha, el cristiano debería seguir los principios que se presentan en

este documento.

Principios guiadores para el cristiano La música con la que se deleite el cristiano debería estar regulada por los siguientes principios: 1. Toda la música que el cristiano escuche, interprete o componga , sea sacra o secular, ha de glorificar a Dios: «Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (1 Corintios 10: 31). Este es el principio bíblico fundamental. Todo lo que no esté a la altura de esta elevada norma debilitará nues­ tra experiencia con el Señor.

2. Toda la música que el cristiano escuche, interprete o componga, sea sacra o secular, ha de ser la más noble y la mejor: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero , todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad» (Filipenses 4: 8). Como seguidores de Jesucristo que esperamos y anhelamos unimos a los coros celestiales, consideramos que la vida en esta tierra es una preparación y un anticipo de la vida en la tierra nueva. De estos dos fundamentos -glorificar a Dios en todas las cosas y elegir lo más noble y lo mejor- dependen los demás principios de selección musical que se presentan a continuación.

48. La Iglesia Adventista y la música

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3. La música que escuchemos ha de poseer las siguientes características: ser de calidad, equilibrada, apro­ piada y auténtica. La música fomenta nuestra sensibilidad espiritual, psicológica y social, y nuestro creci­ miento intelectual. ' 4. Ha de apelar tanto al intelecto como a las emociones, y tener un impacto positivo sobre el cuerpo. La mú­ sica afecta a todas las dimensiones del ser humano. 5. La música debe dar muestras de creatividad basándose en melodías de calidad. Cuando se recurre a armo­ nías, estas han de ser usadas de manera interesante y artística, con ritmos que las complementen. 6. La música vocal ha de contener letras que estimulen positivamente nuestras capacidades intelectuales, nues­ tras emociones y nuestra fuerza de voluntad. Las buenas letras poseen creatividad, riqueza de contenido y buen estilo. Se concentran en lo positivo y reflejan valores morales; educan y elevan, y se fundamentan en una teología bíblica sólida. 7. Los elementos musicales y líricos deberían obrar unidos en armonía para influir sobre el pensamiento y la conducta, en concordancia con los valores bíblicos. 8. La música ha de mantener un equilibrio entre los elementos espirituales, intelectuales y emocionales. 9. Es necesario que reconozcamos y tomemos en cuenta la aportación que hacen las diferentes culturas a la adoración a Dios. Las formas y los instrumentos musicales varían de manera considerable dentro de la fa­ milia adventista mundi.al, y puede que la músi.ca que proviene de una determi.nada cultura suene extraña a personas de una cultura diferente. Escuchemos una hermosa interpretación musical y luego quedaremos divididos en clases.

Conclusión Crear e interpretar música desde una perspectiva adventista significa escoger lo mejor y, sobre todas las cosas, acercarnos a nuestro Creador y Señor para glorificarlo. Elevémonos a la altura que nos presenta el desafío de contar con una visión musical alternativa viable y, como parte de la totalidad de nuestro mensaje profético, realizar una contribución musical adventista distintiva como un testimonio al mundo de un pueblo que aguarda el pronto regreso de Cristo.

Himno fin~1 Cantemos con mucha alegría el himno n° 1 (n° 1 himnario antiguo) .

Or~ción fin~1