propósito del programa Recordar que el modelo perfecto de paternidad lo tenemos en Dios, nuestro Padre celestial.
Al director Este es un programa de entradas y salidas. Los participantes no deben ser los padres, para que estos puedan estar sentados presenciando la programación. En la división de las clases se necesitan nueve niños para decir de memoria los versículos bíblicos.
Recomendaciones:
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Pedir, previamente a los hijos y madres, fotos de los padres con sus familias , para preparar una pro yección o elaborar una tarjeta collage para obsequia en la entrada .
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Al finalizar la parte del Rumbo, hacer una oración de agradecimiento por todos los padres que per tenecen a esa congregación.
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Introducción y bienvenida Sean muy bienvenidos a esta programación especial para los padres que se congregan en nuestra iglesia y los OJ.~ nos visitan . Esperamos que este programa sea de edificación para cada uno y que puedan sentirse muy felices cu::. el contenido que hemos preparado.
primer participante: himno: El título del programa trae a nuestra mente imágenes de Dios como el Padre que espera con anhelo el nacimiemo ~ su hijo, el que revisa sus deberes del colegio, que se preocupa para que tenga el sustento y que celebra todos sus loar.>S. Muchas personas no tienen esa imagen de Dios, sino que lo imaginan en un trono sentado y observando cómo van L'iS cosas. Pero hoy veremos en Dios el Padre modelo que siempre va alIado de sus hijos para guiarlos por el buen canm,C'. Cantemos el himno 461 A tu lado anhelo estar (solo en el himnario nuevo)
Segundo participante: lectura bíblica: La oración modelo que llamamos el «Padrenuestro» nos habla de nuestro Padre que está en el cielo, el cual ~
santo, pero también nos dice que podemos pedirle el pan nuestro, que nos perdone cuando le ofendemos y que _ cuide de caer en tentaciones librándonos del mal. Estos son los cuidados especiales de un padre a su pequeñiro m.' Así nos ve Dios, como esos pequeños que necesitan de su protección y su cuidado. Leamos Mateo 7: 9-11
1ercer participante: oración El Padre celestial es el modelo perfecto para los padres de familia. Esto es necesariamente así , ya que SOffil:: imagen de Dios y a él debemos reflejar. Uno de los privilegios que da a sus hijos es la disponibilidad de tiempo p TI escucharlos. Él es un padre que le gusta conversar con sus pequeños y les insta a que siempre estén segu ro e acercarse confiadamente al trono de la gracia, sabiendo que no serán rechazados. Oremos a nuestro padre .
Cuarto participante:parte especial. En esta mañana nos sentimos muy felices de que Dios haya escogido a estos hombres de valor para ser sus di!!Ill:: representantes como cabeza de familia . Les extendemos una felicitación por todo el esfuerzo y empeño en llenr adelante esta gran responsabilidad ante Dios y los hombres. Escuchen esta música especial para la gloria de Dios , la edificación nuestra.
Quinto participante: informe secretarial «La primera impresión que tiene un niño de la imagen de Dios proviene de sus padres, especialmente del padF' y es lógico, cualquier persona más grande en tamaño y autoridad es vista por un niño bajo la óptica de los adu h -= más cercanos a él. ¿Y quiénes son los adultos más cercanos a él? Sus padres. Así que en el razonamiento infanth. este ser que llaman Dios debe ser como mamá y papá. Pero dado que mamá y papá le llaman "Padre" entonces del ser como papá» (La familia: escuela de relaciones humanas, p. 22). Este hecho es interesante porque nos da la responsabilidad y la oportunidad de plasmar una imagen no t 'giyer sada de Dios en las mentes de nuestros hijos. También es interesante preguntar a un hombre de edad adulta: ¿Se concibe a sí mismo como el pequeñito hijo de Dios que necesita ir de su mano? Por lo general no , porque la adulre.:: trae consigo la independencia de nuestros padres terrenales y, por consiguiente , la toma de nuestras propias de . siones y riesgos. Aunque si se refiere a la forma como Dios nos ve, no importa la edad que tengamos. Escuch m : el informe secretarial.
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PROGRAMAS .Pf\f~A. . LA ESGUE~.A:
Sexto participante: el relato misionero Cuenta la historia de un anciano que nunca había conocido a su padre y que fue criado por su madre y abuela. La única figura paterna que podía recordar era la de los maestros , ya que su familia se mudaba mucho debido al trabajo de la madre y no podía hacer lazos duraderos con vecinos y amigos. Cuando era joven visitó una iglesia. Escuchar cómo Dios era nuestro padre no era agradable para él. La figura del padre que lo abandonó era la única imagen que generaba su mente y por lo tanto, no era atractivo acercarse a Dios. Conoció a una joven que lo invitó a almorzar a su casa luego del culto. Ella pertenecía a una familia numerosa y su padre era el hombre más gentil que nuestro amigo había visto en su vida. Al entrar a la casa el padre le dio la bienvenida diciéndole: «Hijo, eres muy bienvenido». Para este hombre ese gesto fue el inicio de una búsqueda de un padre, que lo llamara hijo y lo abra zara. Visitó constantemente esa familia y por lo tanto, siguió visitando la iglesia. Observaba cómo ese padre de familia se relacionaba con sus hijos y en ocasiones, deseaba ser uno de ellos. Un día mientras trabajaba en el taller de carpintería, llegó ese padre a encargar un trabajo para su casa. Nuestro amigo lo recibió con mucha alegría y le mostró los trabajos que había hecho y le expresó que estaba en la disposición de hacer el trabajo que necesitaba. «Estoy impresionado con el talento que tienes para la carpintería -dijo- eres tan buen carpintero como lo debió ser tu Padre, jesucristo, en la carpintería de jasé». «¿Mí padre, jesucristo ». Esto se quedó en la cabeza del joven y lo motivó a estudiar los Evangelios y la figura ' paterna del Dios que es amor. Se casó con la joven y pasó a ser un hijo más de esa numerosa familia Hoy, siendo un anciano, padre de cinco hijos y catorce nietos, sonríe, y dice que todavía es el pequeño hijo de Dios, que le gusta sentir su abrazo . Nos dice : «para la mayoría de las personas, Dios es bueno y está en un trono sentado obser vando, pero para mí Dios es mi Padre que estuvo conmigo cuando nervioso, esperaba el nacimiento de mi primer hijo, es mi Padre que me ha sustentado a mí y a mi familia, es el Padre que me ha consolado en los momentos di fíciles y es el Padre que nunca me abandonará».
Séptimo participante: Rumbo Hasta este momento hemos visto parte del modelo paternal de nuestro padre Dios, el cual deriva del amor que siente hacia nosotros. Este es un buen momento para presentar algunas promesas que hemos encontrado en la Bi blia y hemos adaptado a la frase «mi Padre». Veamos el resultado. • «Mi Padre» es mi amparo y fortaleza, mi pronto auxilio en las tribulaciones (Salmo 46: 1). • He aquí, «mi Padre» es mi salvación; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es mi Padre, quien ha sido salvación para mí (lsaías 12: 2). • No me angustio, pues, diciendo: «¿Qué comeré, o qué beberé, o qué vestirél », porque los gentiles se angustian por todas estas cosas, pero «mi Padre» celestial sabe que tengo necesidad de todas ellas (Mateo 6: 31-32). • Clamo a «mi Padre» y él me responde, y me enseña cosas grandes y ocultas que no conozco Oeremías 33: 3). • Y me creó «mi Padre» a su imagen, a imagen suya me creó (Génesis 1: 27) • Mi Padre es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? Mi Padre es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de ate morizarme l (Salmo 27: 1).
Uivisión en clases Después de ver a nuestro Padre Dios como sustentador, protector y amoroso, no podemos pasar por alto otro de sus atributos: Consejero. Así es, nuestro Padre es nuestro Consejero. Veamos algunos de estos consejos en el libro de Proverbios.
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~\~I ~ : ,'Padres a imagen del Padre 107 ~---
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(Parte de los niños)
Niño #1: «Hijo mío, si los pecadores intentan engañarte, no lo consientas» (ProY. 1: 10).
Niño #2: «Hijo mío, no te olvides de mi Ley, y que tu corazón guarde mis mandamientos , porque muchos días
y años de vida y de paz te aumentarán» (ProY. 3: 1). Niño #3 «No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, no te canses de que él te corrija, porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere» (ProY. 3: 11,12). Niño #4: «Hijo mío, no se aparten de tus ojos estas cosas: guarda la Ley y el consejo, que serán vida para y gracia para tu cuello» (Prov. 3: 21, 22).
tu
alma
Niño #5: «Escuchad, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos, para adquirir cordura. Yo os doy buena enseñanza; por eso, no descuidéis mi instrucción» (Prov. 4: 1,2). Niño #6: «Ahora pues, hijos, escuchadme: ¡Bienaventurados los que guardan mis caminos l » (ProY. 8: 32). Niño #7: «Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón, y mis entrañas también se alegrarán cuando tus labios hablen con rectitud» (ProY. 23: 15, 16) Niño #8: «Escucha, hijo mío, y sé sabio: endereza tu corazón al buen camino. No te juntes con los bebedores de vino ni con los comilones de carne, porque el bebedor y el comilón se empobrecerán, y el mucho dormir los hará vestir de harapos» (Prov. 23: 19-21). Niño #9: «Dame, hijo mío, tu corazón y miren tus ojos mis caminos» (ProY. 23: 26). Siempre encontraremos consejos en su Palabra y esto nos hará sabios para reflejar a Dios en su modelo perfecto de paternidad. Ahora vamos a dividirnos en clases.
Conclusión Al finalizar esta programación, podemos resumir con un consejo para los padres que se encuentra en el libro Obediencia fácil, p. 44 Y dice: «Permite que la Palabra de Dios guie tus acciones. Más que nada, permite que tu es tilo de paternidad refleje los principios bíblicos».
Oración final