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UNIDAD 3. Apuntes sobre la ..... antiguos del Oriente Antiguo, de Grecia y de Roma y sus áreas periféricas. Este autor llama la ..... la isla tiberina, aguardando una curación que, las más de las veces, no llegaría nunca. -Una ley Petronia ...
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA FACULTAD DE HUMANIDADES INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DE LA SOCIEDADES FICHA DE CÁTEDRA. MATERIAL EN PREPARACIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTRICTO USO INTERNO DE LA CÁTEDRA UNIDAD 3 Apuntes sobre la génesis y desenvolvimiento histórico del esclavismo. Humberto Alejandro Manenti

Cualquier reflexión sobre el desarrollo de las formas de producción a lo largo de la historia de la humanidad abre interrogantes y plantea problemas: ¿Es pertinente ver un proceso unilineal en la historia aplicando al estudio de todas las sociedades el esquema canónico:1 comunidad primitiva-esclavismo-feudalismocapitalismo-socialismo? ¿Todas las sociedades pasan por las mismas etapas y formas de producción?, o por el contrario “…¿debemos postular una evolución multilineal del desarrollo de la humanidad?”2

Es muy ilustrativa respecto a los efectos de la aplicación del esquema en la interpretación de los procesos sociales la crítica que realiza Joseph Fontana: “En las reuniones celebradas en Tiflis y Leningrado, en 1930 y 1931, los historiadores rusos decidieron desembarazarse del modo de producción asiático, considerado por algunos como una forma peculiar del feudalismo en Oriente, con lo que se despejó el camino para construir un esquema cerrado de cinco etapas, que fue consagrado por Stalin en 1938: ‘La historia conoce cinco tipos fundamentales de relaciones de producción: la comunidad primitiva, la esclavitud, el régimen feudal, el régimen capitalista y el régimen socialista´. Con ello tenemos un ‘esquema único y necesario por el cual han de pasar todas las sociedades’: un armazón que el historiador ha de rellenar con hechos. El camino para convertir el materialismo histórico en una filosofía de la historia –algo contra lo que Marx había luchado explícitamente- había llegado casi a su término.” FONTANA, J. (1982) Historia. Análisis del pasado y proyecto social. Barcelona, Crítica. Pág.223 1

BARTRA, R. (1975) Marxismo y sociedades antiguas. México, Grijalbo. Pág. 16. Hemos tomado las preguntas formuladas por Bartra para comenzar la ficha porque me parece que nos introduce en la cuestión de fondo: pensar el lugar del esclavismo en la historia de las sociedades. El capítulo “El modo de producción asiático en el marco de las sociedades precapitalistas”, es central porque muestra de forma sintética y clara la complejidad de la periodización marxista de la historia y los rasgos de las diferentes formas de producción en la historia.

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Los estudios de Karl Marx3 demostraron que en la historia social de la humanidad han existido diferentes formas de producción cuyo desarrollo no fue lineal. Frente a esta constatación se plantean los siguientes problemas para estudiar la génesis, desarrollo y desaparición del esclavismo: ¿Todas las sociedades en el curso de su desarrollo histórico conocieron el esclavismo? ¿Es lo mismo la esclavitud que el esclavismo? ¿Qué hizo posible la aparición de las relaciones sociales esclavistas? ¿Cuáles son las fuentes del esclavismo? ¿Qué características tienen las sociedades esclavistas? Ante estos problemas existen dos tipos de respuestas generales: las que recurren a los postulados de la evolución unilineal y las que asumen en sus interpretaciones la importancia del desarrollo multilineal de las sociedades. Los investigadores que adhieren a la visión unilineal asumen que la descomposición de las comunidades primitivas condujo en todos partes de manera directa e inevitable al esclavismo.4 Nos referimos especialmente a las Formaciones. MARX, K. y HOBSBAWM, E. (1987) Formaciones económicas precapitalistas. México, Cuadernos de Pasado y Presente. Respecto a la periodización histórica y a la sucesión de los estadios del desarrollo económico, después de analizar la base histórica de la Ideología Alemana y el Manifiesto Comunista, dice Eric Hobsbawm en la “Introducción”, Pág. 22-23: “El estadio del pensamiento de Marx representado por las Formen es considerablemente más sofisticado y meditad, y se basa, por supuesto, en estudios históricos mucho más amplios y variados, esta vez no limitados a Europa. La mayor innovación en la tabla de los períodos históricos es el sistema ‘asiático’ u ‘oriental’, que se incorpora al Fa moso Prólogo a la Crítica de la economía política. 33

Hablando en términos muy amplios, hay ahora tres o cuatro caminos alternativos a partir del sistema comunal primitivo, cada uno de los cuales representa una forma de la división social del trabajo ya existente o implícita en él: el oriental, el antiguo, el germánico (aunque Marx, por supuesto, no lo limita a un solo pueblo) y el eslavo, forma un poco confusa, que no se examina más, pero que tiene afinidades con la oriental. Una distinción importante entre ellos es la históricamente crucial entre los sistemas que resisten y los que favorecen la evolución histórica. El modelo de 1845-1846 apenas roza este problema, aunque, como hemos visto, el punto de vista de Marx acerca del desarrollo histórico nunca fue meramente lineal, ni lo consideró jamás como un simple registro del progreso. Con todo, hacia 1857-58 el examen se encuentra mucho más adelantado.” Un ejemplo de aplicación del modelo canónico unilineal a la realidad histórica mesoamericana lo encontramos en el excelente trabajo de SCHTAJERMAN, E.M. - SHAREVSKAIA, B. “El régimen esclavista” en A.A.V.V (1986) El modo de producción esclavista. Madrid, Akal. Estos autores dicen que antes de que surgiera el régimen esclavista la humanidad vivió durante mucho tiempo en el régimen comunal. El sistema esclavista surgió cuando se descompuso el régimen comunal. En éste, desde los albores de la historia, la humanidad no conocía la desigualdad, no había ricos ni pobres, ni esclavos ni amos que vivieran a costa del trabajo ajeno. No existían ni la propiedad privada ni el poder del Estado. Según estos autores, el trabajo en la gens o comuna era escasamente productivo. Sin embargo, la economía comenzó a desarrollarse cuando se descubrió la manera de elaborar los metales, primero el cobre, luego el bronce y posteriormente el hierro que generaron mejoras técnicas aplicadas a los cultivos y la efectividad militar con el uso del carro de guerra. La descomposición del régimen comunal, la división social del trabajo, la aparición de especialistas y la producción de excedentes tuvieron como corolario la aparición de la esclavitud. Léase in extenso la

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siguiente cita en la cual Schtajerman y Sharevskaia ejemplifican el proceso de aparición de la esclavitud en el caso de los aztecas: “El ejemplo de los aztecas es una muestra elocuente de la sociedad en esa etapa de su desarrollo. Tan sólo dos siglos antes de aparecer los blancos en México, los aztecas eran una tribu poco numerosa que vivía en el régimen de la gens. Pero, aprovechando las querellas entre otras tribus, supieron aliarse con las más fuertes y someter a las más débiles. Los vencidos fueron despojados de sus posesiones y transformados en esclavos adscritos a la tierra. Estaban obligados a mantener con su trabajo a sus esclavizadores, a construir caminos, fortalezas y templos. Por su parte, los aztecas de clase inferior no tenían más que una pequeña parcela que les destinaban los nobles o las comunas rurales de las familias numerosas. Al contrario, los caudillos y jefes re cibían grandes extensiones de las tierras conquistadas y los esclavos adscritos a ellas, enriqueciéndose así rápidamente. Los tributos recogidos entre los sometidos pasaban a poder del jefe supremo de toda la alianza azteca, quien los empleaba en la manutención de las tropas, en regalos a los miembros del consejo de ancianos y en sus necesidades personales. Vivía en un suntuoso palacio junto con centenares de cortesanos y esclavos que le servían. La afluencia de bienes y la abundancia de mano de obra permit ió a los aztecas progresar notablemente en el arte de la construcción. Las casas, los templos, la canalización de su capital, Tenochtitlán, eran obras notables por su grandeza. El artesanado, que se perfeccionaba rápidamente, satisfacía el afán de lujo de caudillos y jefes. Hábiles escultores, maestros del mosaico, joyeros, alfareros y tejedores elaboraban objetos artísticos que intercambiaban en los mercados de la ciudad. Los mercaderos, aún poco numerosos, llevaban sus mercancías por medio de esclavos -cargadores, de poblado en poblado, para intercambiarlas por productos agrícolas. Entre los aztecas aparecieron a la vez los ricos y los pobres. Era frecuente que el hombre arruinado acudiera al rico en procura de préstamos. Si no le devolvía la deuda a tiempo, se convertía en su esclavo. Había casos en que un padre, abrumado por la miseria, vendía a sus hijos como esclavos. Tales esclavos, generalmente, tenían sus pequeñas haciendas y confiaban en liberarse más adelante. Pero si cometían algún delito contra el señor, permanecían en esclavitud toda su vida. Su amo les colocaba un collar, podía castigarlos a su antojo e incluso entregarlos al templo para ser sacrificados en honor de los dioses.

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Se puede concluir después de leer la cita de Schtajerman y Sharevskaia que si bien la esclavitud cambió la vida de los aztecas se mantuvo vigente el régimen comunal o de gens o bien se descompuso parcialmente. Estos autores postulan la existencia de dos tipos de sociedades esclavistas en la Antigüedad: la sociedad esclavista del Antiguo Oriente con conservación de las comunas y las sociedades esclavistas de Grecia y de Roma caracterizadas por la descomposición total de las comarcas y por el desarrollo de la propiedad privada de la tierra. Nótese que el esquema o el modelo utilizado para explicar los cambios que se produjeron en la sociedad azteca antes de la

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Para mantener sometidas a las tribus esclavizadas y a los miembros de la propia tribu, también esclavizados, ya no bastaba el poder de los jefes de tribu y de los caudillos elegidos para las guerras. Los aztecas tenían tropas permanentes, una parte de las cuales estaba acuartelada en las fortalezas construidas en las tierras conquistadas. Funcionarios especiales llevaban a cabo el recuento y la distribución de los tributos recogidos. El crecimiento de las riquezas y de la desigualdad entre ricos y pobres provocó numerosas discusiones, pleitos y delitos desconocidos anteriormente. Se constituyeron tribunales especiales para examinar esos casos. De esta forma, la esclavitud cambió la vida de los aztecas.”(Pág. 119-120).

El riesgo de la aplicación del modelo unilineal es la universalización forzosa del esquema de los cinco modos de producción.5 En tal sentido nos parece apropiada la postura de Samir Amin quien afirma que el “…concepto de modo de producción es un concepto abstracto que no implica ningún orden de sucesión histórica para todo el período de la historia de las civilizaciones, que se extiende desde las primeras formaciones diferenciadas hasta el capitalismo.”6 Para Samir Amin el modo de producción tributario (o asiático) es la forma más corriente que caracteriza a las formaciones de clase precapitalista. Por último, resaltamos en la perspectiva de este autor sobre las formaciones precapitalistas su idea sobre el modo de producción esclavista como una “forma rara aunque dispersa.” Suret –Canale sostiene que los estudios fundados en la experiencia histórica de la cuenca del Mediterráneo y de las regiones de Europa que dependieron del Imperio Romano tienen validez relativa a propósito de la historia africana. Estos estudios distinguen dos estadios sucesivos en la evolución de las sociedades de clases, después de la disolución de la comunidad primitiva y antes del capitalismo: sociedad esclavista y sociedad feudal: “Algunos han querido atribuir a esta sucesión un valor general y absoluto e invocan, con relación al África Negra, la sucesión de estos dos estadios. Nos parece difícil admitir esta tesis, que no parece responder a las referencias de hecho y cuya necesidad económica no está demostrada en absoluto. (…)Todo indica que se puede relacionar el modo de producción preponderante en las regiones más evolucionadas del África Negra tradicional, con lo que Marx había denominado ‘modo de producción asiático’ y cuyo ejemplo, a su parecer, podía ser proporcionado por la India antes de la conquista inglesa (…)”7 Dado que la esclavitud como forma de explotación existe desde hace milenios en diferentes lugares del mundo es necesario distinguir entre sociedades

Esta idea es de Fontana, en Ob. Cit. Pág. 223

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AMÍN, S. (1986) El desarrollo desigual. Barcelona, Planeta-De Agostini. Pág. 9.

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SURET-CANALE, J. (1959) África Negra. Buenos Aires, Platina. Pág. 78-79

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invasión europea podría utilizarse para estudiar la sociedad inca o el Egipto Antiguo, entre otros. En síntesis, se le concede al modo de producción esclavista un carácter único y exclusivo en el desarrollo de las sociedades precapitalistas.

con algunos esclavos y sociedades esclavistas, entre esclavitud no productiva y esclavitud productiva y por último, entre esclavitud y esclavismo. El esclavismo se desarrolló en pocos casos, por ejemplo en Grecia, en Roma, en Brasil, en el Caribe y en el sur de los Estados Unidos de América. Todas las sociedades conocieron la esclavitud pero no todas avanzaron hacia el esclavismo.

La aparición de la esclavitud. Las sociedades con esclavos La explotación de esclavos existió desde tiempos remotos en diversos lugares del mundo. Su presencia está mejor documentada en aquellas sociedades en las que aparecieron los primeros Estados y se utilizó la escritura. En las sociedades orientales y preclásicas que nos legaron documentos escritos se puede corroborar la existencia de muchas denominaciones y nomenclaturas referidas a los trabajos dependientes, involuntarios o forzados. El sumerio presenta entre los términos para referirse a “esclavo”, ere, gurus, ir, kibas, nita y para “esclava”, ge, geme, gim, gin. En acadio, entre otros, walidu, wardu, suharu,, nisqu, qallu, serqu para “esclavo”, amtu, suhartu, sarraqtu, por “esclava”. Voces persas como bandaka, garda, maniya, entre otras se refieren a “esclavo”.8 Desde finales del cuarto y comienzos del tercer milenio antes de Cristo (aproximadamente 3.000 a.C.) las tablillas de arcilla mesopotámica, las estelas y los papiros egipcios mencionan a los esclavos. El famoso Código de Hammurabi contemplaba tres grupos sociales, de los cuales, el de los wardum correspondía a los esclavos, los awilum eran los hombres libres y los mushkenum, un sector intermedio dependiente y servil. Este Código formado por más de doscientos artículos, no todos conservados, se refiere a diferentes situaciones sociales en las que aparecen involucrados los esclavos: “15: Si un señor auxilia a un esclavo estatal o a una esclava estatal, o a un esclavo de un particular o a una esclava de un particular, a escapar por la puerta de la ciudad, recibirá la muerte. 16: Si un señor dio refugio en su casa a un esclavo o esclava fugitiva perteneciente al estado o a un particular, y no lo entregó a requerimiento de la autoridad, el dueño de la casa recibirá la muerte.

Los términos citados fueron tomados de SERENI, E. “La formación económico – social esclavista” en A.A.V.V. (1986) El modo de producción esclavista. Madrid, Akal. Pág. 230-233. Sereni revisa el amplio espectro de términos y nomenclaturas referidos a los esclavos que plasman los textos antiguos del Oriente Antiguo, de Grecia y de Roma y sus áreas periféricas. Este autor llama la atención sobre la necesidad de estudiar la evolución semántica de los términos de acuerdo a las regiones.

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17: Si un señor prende un esclavo fugitivo o una esclava fugitiva en campo abierto, y lo devuelve a su dueño, el dueño del esclavo le pagará dos siclos de plata. 18: Si el esclavo no mencionan el nombre de su dueño, le llevará al palacio a fin de que se investigue su inscripción y lo devolverán a su dueño. 19: Si conserva el esclavo en su casa (y) después el esclavo se halla en su posesión, el señor recibirá la muerte. 20: Si el esclavo se evade del poder de su capturador, este señor lo afirmará (así) por el dios al dueño del esclavo y se irá libre.9 Otros ejemplos de sociedades con esclavos son los aztecas y los mayas. En el primer caso una fuente importante es el Códice Florentino que muestra a una familia de esclavos con barras en el cuello. Los esclavos solían ser prisioneros de guerra y deudores. Había también esclavos voluntarios y esclavos criminales.10 Entre los aztecas los esclavos eran los tlacotin.11 En la sociedad maya los esclavos eran llamados ppentacoob. Dice Morley12 que había cinco maneras de esclavización: por haber nacido esclavo, en castigo por el delito de robo, por haber sido hecho prisionero de guerra, por haber quedado huérfano y por haber sido comprado en el comercio. En la guerra los prisioneros de baja condición social eran propiedad del soldado que los había capturado. Los mayas también adquirían esclavos por medio del trueque. Según Séjourne en las antiguas culturas precolombinas el individuo era esclavizado tras la captura en el campo de batalla o como resultado del castigo ante

PRITCHARD, J. B. (1966) (Comp.) La Sabiduría del Antiguo Oriente. Antología de textos e ilustraciones. Barcelona, Garriga. Traductor del Código: THEOPHILE J. MEEK. Pág. 166-167. En relación al artículo 17 cabe aclarar que 1 siclo equivalía a 1 peso de ocho gramos. El rey Hammurabi fue el sexto rey de la dinastía amorrea de Babilonia. Gobernó varias décadas en el siglo XVIII a. C. El Código fue grabado en una estela de diorita encontrada entre 1901 y 1902 por los arqueólogos franceses en Susa. La estela fue finalmente trasladada al Louvre como trofeo arqueológico. Los datos sobre el Código forman parte del epígrafe redactado por el traductor y anotador. Pág. 163164 9

VAILLANT, G. (1980) La civilización azteca. México, FCE. Pág. 103-104. Dice el autor que los esclavos criminales eran los ladrones, traidores y estafadores. 10

ALCINA FRANCH, J. (2000) Las culturas precolombinas. Madrid, Alianza. Pág. 76. Este autor duda respecto al verdadero carácter esclavo de los tlacotin y sostiene que debían ser peones.

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MORLEY, S. G.(1983) La civilización maya. México, FCE. Pág. 174-175. Dice Morley que los prisioneros de guerra esclavizados se pueden ver representados en el Templo de los Guerreros de Chichen Itzá, donde aparecen desnudos con el cuerpo pintado con fajas negras y blancas. 12

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ciertos delitos. Señala que en la mayor parte de las regiones del Caribe la parte superior de la cara tatuada era signo de esclavitud.13 En general se puede afirmar que a las sociedades con modo de producción comunal (“el modo de producción anterior a todos los demás”) les sucedió, en la mayoría de las formaciones sociales, el modo de producción tributario, según Samir Amin el modo de producción “corriente” o más difundido. En la historia de las sociedades diferenciadas han existido diferentes maneras de organizar el trabajo y la circulación de los bienes y de los productos. Es notable que en las formaciones económicas precapitalistas estudiadas por Carlos Marx, salvo en el caso del régimen comunal, coexistieron variadas formas de trabajo forzado con la mano de obra libre. Dicho de otra manera: antes del predominio y la difusión del trabajo “libre” y asalariado el más somero recorrido por la historia de las sociedades muestra una amplia gama de formas de trabajo basadas en la coacción del productor. Entonces: ¿Cómo distinguir la esclavitud de otras formas de trabajo forzado? ¿Cuál es el estatuto de la esclavitud? ¿Qué es la esclavitud? ¿Cómo definir al esclavo? Moses Finley considera que la invención de la esclavitud no es fácil de explicar.14 Frente a posiciones simplistas y generalizadoras que confunden diferentes tipos de trabajo forzado u obligatorio en el mundo antiguo propone especificar el estatuto de la esclavitud. Le parece fundamental la distinción entre el trabajo para sí y el trabajo para otros. Resalta que el esclavo y el asalariado libre se sitúan en los extremos del trabajo para otros. El asalariado libre es la forma característica del trabajo para otros en el capitalismo y también implica para el trabajador la pérdida de la independencia. En el capitalismo, con el salariado la fuerza de trabajo se convirtió en una de las principales mercancías del mercado. En el esclavismo, por el contrario, la mercancía es el trabajador mismo.

SÉJOURNE, L. (1997) América Latina. I. Antiguas culturas precolombinas. T. 21 México, Siglo XXI. Pág. 135-136. Séjourne duda y pone en tela de juicio la esclavitud como institución en las sociedades precolombinas por el hecho de que los europeos en general a los sirvientes y dependientes los llaman esclavos. 13

FINLEY, M. (1982) Esclavitud antigua e ideología moderna. Barcelona, Crítica. Finley critica las posturas simplistas sobre los comienzos de la esclavitud y respecto al estatuto de la esclavitud en relación a otras formas de trabajo forzado o involuntario, como él las llama. En el capítulo 2 “Aparición de una sociedad esclavista”, critica a Fustel de Coulanges quien sostuvo que la esclavitud es más fácil de explicar que el colonato romano. Dice Finley que Fustel de Coulanges estaba equivocado. Este libro de Finley me parece fundamental porque marca de forma clara la necesidad de diferenciar las sociedades esclavistas de las sociedades en que hubo esclavos. También quisiera resaltar que para Finley es imperioso no incurrir en la simplificación de generalizar la extensión del esclavismo en todo el mundo antiguo, remarca que también había campesinos libres y que las sociedades esclavistas “…no tuvieron porque darse en todas las zonas de lo que acabó siendo el Imperio romano.”(Pág. 100).

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Finley considera que en tanto que mercancía, el esclavo es una propiedad. Señala que para Aristóteles el esclavo es un bien especial, “la propiedad con alma”. En el marco de la relación esclavo-propiedad, los derechos del propietario sobre el esclavo eran absolutos: el esclavo sufría la pérdida total del dominio sobre su trabajo, del gobierno sobre su persona y su personalidad. El absolutismo de los derechos del propietario era facilitado por el hecho de que el esclavo era siempre un foráneo desarraigado. El desarraigo del esclavo se relacionaba con el hecho de que generalmente era extranjero y se le negaban los vínculos sociales elementales, el parentesco. Era común y corriente la dispersión familiar de los esclavos mediante la venta. Así, entonces, los tres elementos de la esclavitud, el estatuto de propiedad, el absolutismo del poder del amo y su desarraigo, favorecían claramente al propietario en comparación con otras formas de trabajo forzado u obligatorio (como los ilotas espartanos, los mushkenum babilónicos, los penestai de Tesalia, los laoi del Asia Menor, etc.). Pierre Dockes en primer lugar asocia la esencia de la esclavitud con la relación jurídica, el derecho de propiedad sobre el prójimo que presenta tres componentes: usus, fructus y abusus. Resalta que la compraventa del esclavomercancía se deriva de esta relación jurídica. La esclavitud está basada en el derecho de vida y de muerte: “La esclavitud se desprende de ahí: el esclavo es aquel que tendría que haber sido muerto y sobrevive por la gracia del amo; es un muerto-viviente. La palabra servus, esclavo, significaba originariamente para los juristas romanos aquel cuya vida ha sido conservada (servatus) por gracia.”15 Vemos que para Dockes el esclavo es un muerto-viviente, un muerto en prórroga, un desarraigado y aquél prisionero16 usualmente ejecutado por el vencedor. El esclavo es el extranjero por excelencia, es apolis, no existe como ciudadano vinculado a una tierra y a una estirpe, forma parte de la infrahumanidad: “Muerto en prórroga, ser aislado, fuera de toda comunidad, incluso muerto, extraño a la ciudad, a toda ciudad, a sí mismo, el esclavo no es ya un hombre y tiende a formar parte de una infrahumanidad situada en cierto modo entre la mujer y el animal: es conocida la clasificación de Aristóteles que hacía del esclavo un instrumento animado (como el animal), pero más eficaz (debido al don de la palabra). Es menos sabido que en la Alta Edad Media, por ejemplo, los textos sitúan generalmente a los esclavos entre el ganado. Tal es el caso de la ley sálica. La ley de los burgundios establece una jerarquía en la DOCKES, P. (1995) La liberación medieval. México, FCE. Pág. 13-14

De acuerdo al Diccionario Enciclopédico Espasa Calpe, el término esclavo tiene origen árabe “sklave”: prisionero. 16

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animalidad: un esclavo vale dos bueyes y medio o cinco cerdos. La ley sálica instituye la equivalencia entre el esclavo macho y el caballo, la hembra y la yegua. P. Bonnassie añade que las relaciones sexuales, prohibidas entre la mujer libre y el esclavo macho, son asociadas generalmente por los textos a la bestialidad, y los penitenciales bárbaros, por ejemplo los visigodos, se interesan mucho en estas dos monstruosidades. El único caso en que el esclavo no está asimilado al animal es el de las relaciones sexuales entre el amo y su esclava hembra”17 Una vez planteadas las relaciones entre la esclavitud y la muerte y entre la esclavitud y el desarraigo, Dockes pregunta: ¿Por qué el amo privado o público no mata al esclavo? Y responde: porque espera obtener provecho, servicio o goce. Dockes vé a la esclavitud como una relación de producción. El esclavo constituye una fuerza de trabajo “…cuyo empleo permite extraer un plustrabajo en la forma de un plusproducto (material).” En definitiva, los esclavos son trabajadores productivos: “el hecho de utilizarlos enriquece a su amo”. Para Dockes el esclavo productivo es el “esclavo colectivo”, el conjunto de los esclavos rurales de la explotación que produce plustrabajo, por ejemplo en la villa romana. Aclara que en Roma, había otro tipo de esclavos, masas de esclavos urbanos no productivos, que se encontraban al margen de la búsqueda de plusproducto y que permitían al amo alcanzar preeminencia familiar y designarse como “grandes.” La esclavitud no productiva fue común en muchas sociedades: “Hay sociedades, en especial, donde los esclavos prestan exclusivamente servicios domésticos, en las que son raros los que trabajan de una manera productiva. Sirven de objeto de lujo, de objeto sexual, de ornamento, de signo de riqueza, pueden ser incluso almacenados para sacrificarlos ulteriormente a la divinidad (caso de las sociedades con esclavitud en el África precolonial). Desde entonces habrá esclavitud, pero no esclavismo.”18 Desarrollo y definición del esclavismo

DOCKES, P. Ob.Cit. Pág. 17

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Si, como afirma Samir Amín, el modo de producción esclavista fue “una forma rara aunque dispersa” mientras el modo de producción tributario fue la forma económica corriente que sucedió “por lo común” a las comunidades primitivas, en las sociedades de cuatro continentes: en Asia (Mesopotamia, China, India y Oriente clásico, etc.), en África (Egipto y África Negra), en Europa (en las sociedades preclásicas: Creta y Etruria) y en América (Incas, Aztecas, etc.): ¿Dónde,

cómo y bajo qué condiciones se desarrolló el esclavismo? ¿Qué características presentan las sociedades esclavistas? Al respecto dice Perry Anderson: El modo de producción esclavista fue la invención decisiva del mundo grecorromano y lo que proporcionó la base última tanto de sus realizaciones como de su eclipse. Es preciso subrayar la originalidad de este modo de producción (…) Las ciudades – estado griegas fueron las primeras en hacer de la esclavitud algo absoluto en su forma y dominante en su extensión, transformándola así de puro instrumento secundario en un sistemático modo de producción.19 En el mundo clásico la esclavitud siempre había tenido un carácter residual y jurídicamente impuro, confundiéndose con otras formas de trabajo forzado. Era residual y secundaria porque existía al margen de la principal mano de obra rural. Para este autor, el mar Mediterráneo brindó el necesario entorno geográfico para la civilización clásica y la base social de la relación entre la ciudad y el campo. Anderson sostiene que el mundo grecorromano no se basó de manera exclusiva en el trabajo esclavo: “En las diferentes ciudades-estado de Grecia, los campesinos libres, los arrendatarios dependientes y los artesanos de las ciudades siempre coexistieron en diversas formas con los esclavos. Su propio desarrollo interno o externo podía cambiar notablemente la proporción de ambos de un siglo a otro: cada formación social concreta es siempre una específica combinación de diferentes modos de producción, y los de la Antigüedad no constituyeron una excepción. Pero el modo de producción dominante en la Grecia clásica, el que rigió la articulación compleja de cada economía local e imprimió su sello a toda la civilización de la ciudad – Estado, fue el de la esclavitud. Esto mismo habría de ocurrir también en Roma. El mundo antiguo nunca estuvo marcado en su totalidad y de forma continua y omnipresente por el predominio del trabajo esclavo. Pero las grandes épocas clásicas en las que floreció la civilización de la Antigüedad – Grecia en los siglos V y IV a.C. y Roma desde el siglo II a.C. hasta el siglo II d.C. – fueron aquellas en las que la esclavitud fue masiva y general entre los otros sistemas de trabajo.”20

ANDERSON, P. (2007) Transiciones de la antigüedad al feudalismo. México, Siglo XXI. Pág. 13-14

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La esclavitud se hizo corriente en la época clásica y permitió la utilización habitual y masiva de los esclavos en las tareas artesanales, industriales y agrícolas.

La naturaleza de la esclavitud adquirió un carácter absoluto y se asoció a una completa pérdida de libertad fijada en el plano jurídico. La esclavitud se transformó en la contracara de la ciudadanía y reforzó su carácter. Para Perry Anderson el trabajo esclavo de la Antigüedad clásica encarnaba dos atributos contradictorios: en primer lugar, la esclavitud representaba la completa degradación rural, es decir la conversión de los hombres en medios inertes de producción y su asimilación legal a las bestias de carga. En segundo lugar, la esclavitud condujo a la estandarización del esclavo como objeto de compraventa en los mercados metropolitanos. Los mercados de las ciudadesestado eran los nexos de la actividad comercial emprendida por los mercaderes esclavistas y el ámbito en el que se desarrollaba la concentración y luego la distribución y el envío. Dice Dockes que el “esclavismo” supone que la esclavitud sea una relación de producción. El “esclavo colectivo” debe ser trabajador productivo de la renta del amo: “…el esclavo es producido y (reproducido y recapturado) para utilizarlo productivamente, y por lo general después, mediante la venta, se convierte en mercancía. Entonces, la relación amo-esclavo es una relación de producción.”21 Para Dockes, otro criterio para hablar de “esclavismo” –como un sistema económico específico- consiste en que la esclavitud sea la relación de producción predominante. Una vez definido el “esclavismo” y antes de continuar nos preguntamos: ¿qué características presenta una sociedad con régimen esclavista? Sostienen Schtajerman y Sharevskaia: “El régimen social esclavista es el sistema por el cual los medios de producción de todo lo necesario para la vida (el suelo, al agua, el ganado) y los instrumentos de trabajo pertenecen exclusivamente a un determinado número de personas y no a toda la sociedad. Los dueños de los medios de producción, de hecho lo son también de los trabajadores que, por ello, son verdaderos esclavos modernos. En el régimen esclavista, la sociedad humana se divide en libres y esclavos.

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DOCKES,J P. Ob. Cit. Pág. 19

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Los primeros no constituyen una masa homogénea: unos son ricos y otros pobres. Unos tienen más derechos y otros menos. Pero todos los libres están considerados muy por encima de los esclavos en ese sistema.

Por el contrario, éstos no tienen ningún derecho. Su destino y su vida dependen por completo de la voluntad y el capricho de sus amos.” 22 El régimen esclavista fue la ordenación típica de Grecia y de Roma en la época clásica. Según Domínguez y Pascual en el mundo griego la esclavitud estaba muy extendida. Los esclavos procedían de las campañas militares o bien de la piratería, pero usualmente eran comprados en los mercados. El precio variaba en función de la edad, vigor y competencia. Sobretodo se trataba de “bárbaros” provenientes “…de las costas del Mar Negro (Tracia y Escitia) o del Asia Menor interior (Caria, Licia, Paflagonia, Frigia, etc.).”23 Los esclavos no servían en el ejército, recordemos que en el mundo griego la actividad militar se basaba en el servicio de los hoplitas, ni realizaban contribuciones económicas por lo que no existen censos que sirvan de fuente para conocer de manera objetiva el número de esclavos. Domínguez y Pascual afirman que los esclavos eran propiedad de su amo “como cualquier otro bien” por lo que eran vendidos, alquilados, donados, etc. El esclavo era un sujeto desposeído de derechos sin libertad de movimiento. La unión entre esclavos no tenía valor legal y los hijos de esclavos le pertenecían al amo: “eran los nacidos en la casa u oikogéneis”. Estos autores señalan que los esclavos tenían posibilidades de mejorar su condición y gozaban de cierta protección: “Podían acumular algún capital al objeto de comprar su libertad. El esclavo liberado se convertía en meteco. Ante los malos tratos infligidos por su amo, el esclavo podía acogerse a algún santuario que tuviera reconocido el derecho de asilo en el que el sacerdote decidía si lo volvía a entregar a su amo o lo vendía a uno nuevo. Tampoco se les podía dar muerte impunemente. En Atenas el asesinato de un esclavo se penaba con el exilio, castigo igual a la muerte involuntaria de un ciudadano. Los esclavos tomaban parte en todas las actividades económicas pero también en bastante de ellas concurrían ciudadanos y metecos.”24

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SCHTAJERMAN, E.M. - SHAREVSKAIA, B. Ob. Cit. Pág. 111

DOMÍNGUEZ, A.J.;PASCUAL, J. (2006) Atlas histórico del mundo griego antiguo. Madrid, Síntesis. Pág. 170 23

DOMÍNGUEZ, A.J.; PASCUAL, J. Ob. Cit. pág. 171. El resto de la cita plantea ideas muy discutibles : “Desconocemos, pues, la importancia del trabajo esclavo en relación con el total de la mano de obra pero resulta muy azaroso y posiblemente erróneo afirmar que la economía griega se basaba en la explotación de la mano de obra esclava. Un griego medio (del estrato hoplítico) podía poseer uno o dos esclavos pero era difícil ir más allá: eran caros de adquirir y costosos de mantener. Finalmente, debido a su variada procedencia y a la enorme diversidad de ocupaciones y situaciones, los esclavos nunca se unieron ni tuvieron conciencia de pertenecer a una misma clase con intereses comunes, no plantearon conjuntamente reinvindicaciones ni se rebelaron.” Pág. 171.

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En Roma, como en la mayoría de las sociedades del mundo antiguo, la esclavitud existía desde épocas tempranas. El impulso para el desarrollo del esclavismo está directamente vinculado a la expansión romana durante la etapa republicana. Roldán Hervás estima que la esclavitud recién se transformó en el elemento característico de la producción cuando Roma entró en contacto con las economías del Oriente helenístico, en especial después de la primera guerra púnica. Este autor marca la importancia que tiene la conexión entre el desarrollo del esclavismo y la extensión de la gran propiedad territorial. La extensión de la mano de obra esclava aumentó después de la segunda guerra púnica, al ritmo de la enorme cantidad y oferta de prisioneros de guerra en los mercados mediterráneos. Dice Roldán Hervás que la extensión del latifundio requería mano de obra barata que permitiera incrementar las ganancias. Hacia el siglo III a.C.: “La abundancia de esta mano de obra, cuya consideración legal como simple objeto de derecho (instrumenti genus vocale, según la definición de Varrón), desprovista de personalidad jurídica y perteneciente en su corporalidad y en su fuerza de trabajo a otro individuo, la convertían en un elemento ideal de explotación más rentable que el trabajador libre, extendió su utilización no sólo a la agricultura, sino también a las otras ramas de la economía, sin, por ellos, sustituir en su totalidad a la mano de obra libre.”25 Según Roldán Hervás la fuente principal de la esclavitud eran los mercados regulares distribuidos a lo largo de todo el Mediterráneo y de los que eran principales Rodas, Puteoli en Campania, Aquileya y Delos “…donde, según Estrabón, llegaban a venderse hasta 10.000 esclavos al día.”26 Sostiene que otras fuentes de aprovisionamiento eran la propia reproducción, la vernae o esclavos nacidos en la casa, la piratería, la esclavitud por deudas y la venta de niños. En relación a las ramas productivas afirma que los esclavos aparte de su papel fundamental en la agricultura desempeñaron un papel central en la minería:

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ROLDÁN HERVÁS, J.M. Ob. Cit. Pág. 152

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ROLDÁN HERVÁS, J.M. (1994) El imperialismo romano. Roma y la conquista del mundo mediterráneo (264-133 A.C.). Madrid, Síntesis. Pág. 152 25

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“Sin duda, es en las minas donde la esclavitud reviste sus caracteres más sombríos; en ellas, las ingentes masas de esclavos necesarias (Polibio calcula sólo para las minas de plata de Cartago nova la ocupación de 40.000 esclavos) podían contar, en condiciones de trabajo muy duras, con una esperanza de vida extraordinariamente corta (…) Finalmente y en seguimiento de la tradición, la esclavitud doméstica vino a incrementarse en número y especialización con la tendencia de la sociedad romana y, sobre todo, de la aristocracia al lujo y la ostentación. La gama alcanzaba desde el trabajo manual necesario en una mansión –porteros, cocineros, servidores,

jardineros-, al artístico e intelectual, como músicos, bailarines, secretarios y pedagogos, que ,en ciertos casos, podían alcanzar precios astronómicos. El precio de los esclavos variaba, como es lógico, no sólo según sus aptitudes, sino según épocas, siguiendo la ley de la oferta y la demanda (…) Su carácter de meros instrumentos de producción, que era necesario explotar al máximo, debía conducir a una deshumanización del trato reservado a los esclavos y a medidas de control y vigilancia contra las lógicas reacciones de resistencia y rebelión, que incluían el encadenamiento y alojamiento en prisiones especiales (ergástula), los castigos corporales y, en fin, la muerte por crucifixión. El odio del esclavo no podía pasar desapercibido a su amo: así, Catón, procuraba sembrar la discordia entre sus siervos, ante el temor de que se uniesen para la revuelta. No es de extrañar, pues, que surgieran de tiempo en tiempo brotes de rebelión.”27 Como se puede apreciar, la explotación de los esclavos no tenía límites y generaba diferentes formas de resistencia que mantenían en vilo a las autoridades. La deshumanización y degradación generaba en ocasiones reacciones violentas: “la violencia genera violencia.” Pedro López Barja de Quiroga considera que los dos rasgos esenciales de la esclavitud romana eran la explotación económica y los crueles castigos a los que eran sometidos los esclavos. En tal sentido, léase la siguiente inscripción en mármol referida a las condiciones en las que una colonia arrendaba los servicios funerarios y fijaba las obligaciones del adjudicatario: “Quien quiera encargar privadamente el suplicio de un esclavo o de una esclava, que quien quiera encargarlo, encargue el suplicio de ese modo: si quiere emplear cruz o patíbulo, el adjudicatario deberá proporcionar tablones, cadenas, cuerdas para los verdugos y a los propios verdugos, y quien encargue el suplicio deberá dar 4 sestercios por los operarios que trajeron el patíbulo, los verdugos y el sayón.”28

ROLDÁN HERVÁS, J.M. Ob. Cit. Pág. 153-154

LÓPEZ BARJA DE QUIROGA, P.;LÓPEZ SALMONTE, F.J. (2004) Historia de Roma. Madrid, Akal. Pág. 330 28

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La crudeza de la fuente nos exime de mayores comentarios. Según López Barja las autoridades eran conscientes de que los abusos conducían a respuestas desesperadas por parte de los esclavos. Por ello a partir del reinado de Antonino Pío se empezó limitar el poder de los amos: este emperador violentó la propiedad privada en beneficio de los propios propietarios de esclavos. En adelante diferentes medidas de los emperadores intentaron frenar la crueldad de los amos. Al respecto, leamos las medidas más sobresalientes:

“-Según un edicto de Claudio, si el dueño abandona a su suerte a un esclavo gravemente enfermo, éste se hace libre y latino juniano. Suetonio restringe el ámbito de aplicación sólo a quienes hubieran sido abandonados en el templo de Esculapio, en la isla tiberina, aguardando una curación que, las más de las veces, no llegaría nunca. -Una ley Petronia (anterior al 79 d.C.) prohibía forzar al esclavo a luchar contra animales salvajes, salvo que su culpa hubiera sido previamente establecida por un magistrado. - Diversas medidas trataron sobre la explotación sexual de los esclavos, intentando mitigar sus formas más brutales. Domiciano prohibió castrar esclavos con fines comerciales, pues se castraba a los niños para venderlos luego como objetos sexuales. No parece que hiciese mucho efecto, pues Adriano hubo de reiterar la prohibición. En cuanto a las esclavas, desde Vespasiano en adelante, se buscó tan sólo hacer eficaz las cláusulas por las que se vendía a una esclava con la condición de que no fuera prostituida. Si el comprador hacía caso omiso de la prohibición, la esclava obtenía la libertad. -Adriano suprimió las cárceles privadas (ergástula), que se utilizaban como forma de castigo. También hizo ilegal la venta de hombres o de mujeres, sin causa, a los lanistas para convertirlos en gladiadores. Se dice que prohibió a los dueños dar muerte a sus esclavos, pero no parece fiable la noticia, a juzgar por la fuente que la menciona (Historia Augusta, Adriano 18) y porque después de él, como vimos, Antonino Pío adoptó una actitud menos radical: el dueño podía matar impunemente a un esclavo suyo siempre que hubiera algún motivo para ello.”29 La violencia se desplegaba de muchas maneras en la sociedad esclavista, los atropellos contra los esclavos no tenían freno, a pesar de los edictos imperiales. La relación amo-esclavo estaba basada en la explotación económica y presentaba una acentuada carga de violencia simbólica. Sin embargo, no era bien visto el amo que castigaba sin motivo a sus esclavos; los castigos, los abusos y la crueldad no debían resultar de la cólera sino de la reflexión: “No se buscaba proteger al esclavo sino guardar al dueño de su propia cólera, advertirle de que ni siquiera ante sus humildes domésticos podía perder la compostura y el imprescindible autocontrol.”30

LÓPEZ BARJA DE QUIROGA, P.;LÓPEZ SALMONTE, F.J. Ob. Cit. Pág. 331

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LÓPEZ BARJA DE QUIROGA, P.;LÓPEZ SALMONTE, F.J. Ob. Cit. Pág. 333

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En conclusión: ¿cuáles son las condiciones necesarias para el surgimiento de la sociedad esclavista? Junto a los puntos de vista de Anderson, de Dockes, de Roldán Hervás, nos parece esclarecedor echar un vistazo a las condiciones explicitadas por Finley y por Bradley. En relación al desarrollo del esclavismo en Atenas y en Roma, Finley considera que la guerra y las conquistas si bien son factores de importancia no bastan para explicar el “extraño” fenómeno que implica

la creación de una sociedad esclavista. A Finley le parece que la demanda de esclavos es anterior al suministro. Por tanto, argumenta que la existencia de una demanda suficiente requiere por lo menos tres condiciones ineludibles: “Primera, en un mundo dominantemente agrícola, la propiedad privada de la tierra, con concentración suficiente en pocas manos para necesitar trabajadores extrafamiliares que mantengan en un nivel constante la fuerza de trabajo. Segunda, un fomento suficiente de la producción mercantil y los mercados (en el presente estudio carece de importancia que se trate de un mercado lejano, un mercado de exportación en el sentido corriente, o un centro urbano cercano). Hipóteticamente, los ilotas y otras modalidades de trabajador dependiente pueden emplearse en las sociedades no productoras de mercancías, pero no los esclavos, que deben importarse con regularidad, en grandes cantidades, y por los que hay que pagar en consecuencia. La tercera condición es negativa, la falta de mano de obra interna, que obliga a los patronos a dirigirse al exterior. Estas tres condiciones deben darse al mismo tiempo, como fue el caso de Atenas y otras comunidades griegas durante el siglo VI a. de n.e. y el de Roma hacia el siglo III a. de n.e. lo más tarde.”31 Bradley, por su parte, dice que en la historia de Roma es obvio el modelo esclavo-propietario y que no es disparatado definir a Roma como una sociedad esclavista. Sostiene que existen tres métodos recientes para definir una sociedad esclavista y diferenciarla de una sociedad con algunos esclavos. El primero está relacionado con el análisis demográfico: “…una sociedad esclavista es ‘una sociedad donde los esclavos ejercen un importante papel en la producción y representan una alta proporción de la población (aproximadamente un 20 por 100’. Según este análisis sólo han existido cinco sociedades de este tipo en toda la historia de la humanidad: Brasil, el Caribe y los Estados Unidos en el mundo contemporáneo, y Atenas y la Italia romana (no todo el Imperio romano) en la antigüedad clásica. En el caso de Roma, se estima que, en tiempos de Augusto, la proporción de sirvientes era de un 35 por 100-una cifra comparable a la de Brasil en 1800 o Estados Unidos en 1820. Este hecho es decisivo.”

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FINLEY, M. Ob. Cit. Pág. 109

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El segundo método es cualitativo. Es importante precisar la ubicación de los esclavos en la sociedad histórica, fijar quiénes eran sus propietarios y su papel en la sociedad. Los elementos clave son la tenencia masiva de esclavos y la obtención de enormes ingresos a costa de su trabajo. El tercer método es más amplio:

“se argumenta que la esclavitud, en sentido estricto, es sólo una de las múltiples variantes de trabajo dependiente de que disponen las clases adineradas al explotar a sus semejantes –es decir, el modo de obtener un superávit. Como en la antigüedad , pueden existir vínculos de esclavitud o de servidumbre, aunque ambas categorías se engloban en el término ‘mano de obra libre’. Así, puesto que lo romanos de familias adineradas obtenían la mayor parte de sus ingresos explotando el trabajo de sus semejantes, es posible definir su mundo como una sociedad esclavista o una economía esclavista (…)”.32 Rasgo de la esclavitud, como vimos, es la inhumanidad o la infrahumanidad en la que se encontraba sumido el esclavo. A lo largo de este escrito hemos señalado, y lo seguiremos haciendo, los innumerables mecanismos deshumanizadores a los que era sometido el esclavo en tanto que propiedad de los particulares o del Estado. Empero, es necesario aclarar que en la sociedad esclavista siempre estaba latente la posibilidad de la liberación o bien de la obtención de la libertad y la ciudadanía que alteraba la ecuación esclavopropiedad. En este punto es muy interesante el análisis que realiza Finley de la institución romana de la manumisión33 y la situación de los libertos en Grecia y en el Nuevo Mundo: en el ámbito romano, esta metamorfosis asombrosa implicaba que se pasaba a la categoría de ser humano y ciudadano. No obstante, los hijos nacidos antes de la manumisión eran esclavos. Al instante dejaba de ser propiedad y pasaba, en términos jurídicos, a ser sujeto de derecho. Por el contrario: “Los libertos del Nuevo Mundo arrastraban la señal externa de su origen esclavo en el color de la piel, incluso al cabo de muchas generaciones, con consecuencias negativas económicas, sociales, políticas y psicológicas de la

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BRADLEY, K. (1998) Esclavitud y sociedad en Roma. Barcelona, Península. Pág. 25-26

Dice Petit: “Se llama libertino el que ha sido liberado de una esclavitud legal, es decir, conforme al derecho, contándose desde entonces entre las personas libres. El acto por el cual el señor confiere la libertad a su esclavo, renunciando a la propiedad que ejercía sobre él, se llama manumisión. El antiguo señor se hace el patrono del liberto denominado libertus en sus relaciones con su patrono, y libertinus mirada su condición en la sociedad.”, en PETIT, E. (1975) Tratado Elemental de Derecho Romano. Buenos Aires, Albatros. Pág. 122. A diferencia de Finley, muy optimista respecto a la situación de los libertos romanos, Petit aclara que los manumitidos ciudadanos, siguen por varias razones en una situación inferior a la de los ingenuos (los que nacían libres y nunca fueron esclavos en derecho): “En derecho público no tienen el jus honorum, es decir, el acceso a las magistraturas ni aun a los municipios, donde tampoco pueden formar parte de la curia. La ley Visellia, hecha bajo Tiberio, se lo prohibía, bajo penas severísimas. En cuanto al derecho del voto, sólo lo ejercían en los comicios, por tribus, y ya sabemos cómo los censores los habían repartido en las cuatro tribus urbanas para disminuir su influencia. En derecho privado tuvieron en un principio el commercium y el connubium; pero el matrimonio entre ingenuos y libertados quedó por largo tiempo vedado. Bajo Augusto fue limitada esta defensa a los senadores y a sus hijos. En fin, no tienen derecho a llevar el anillo de oro, privilegio de los caballeros.” Pág. 128-129

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peor magnitud. Los libertos antiguos, sencillamente, acababan por mezclarse y confundirse con el resto de la población en el curso de una o, cuando mucho, dos generaciones (…) El contraste con los negros libres modernos es patente.”34 Este cambio extraordinario que ocasionaba la manumisión romana era incomprensible para los griegos cuyos libertos se transformaban en “metecos”: “residentes libres que se mantenían al margen de la esfera política.”35 La descomposición de las sociedades esclavistas ¿Porqué se inició la desintegración del sistema esclavista en Europa occidental? Finley analiza diferentes argumentos convencionales que intentan explicar la decadencia del esclavismo.36 En primer lugar considera que hay que descartar de antemano las tesis “humanitaristas” estoicas y cristianas que asocian el declive de la esclavitud en el mundo mediterráneo con la difusión de nuevos valores y agentes morales. Considera que las medidas proclives a tratar con honradez a los esclavos no eran antiesclavistas “en intención o efectos.” Agrega que son pocas las huellas del abolicionismo en las medidas papales y conciliares que desde principios del siglo V “…prohibían la manumisión de los esclavos que fueran propiedad de la iglesia o de los clérigos. La propiedad de la Iglesia, se decía debe conservarse.”37 El segundo lugar, Finley se refiere a la “teoría de las conquistas”. Esta argumentación plantea que Roma debía pagar el precio de su expansión desenfrenada: “…cuántas más partes del mundo se incorporaban a su imperio, más y más tribus y naciones, en consecuencia, quedaban inmunes a la esclavización; las conquistas orientales de Roma arrojaron cientos de miles de hombres, 34

FINLEY, M. Ob. Cit. Pág. 125-126

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FINLEY, M. Ob. Cit. Pág. 126

Nos parece muy útil la advertencia que realiza Finley respecto a las comparaciones entre la esclavitud antigua y la esclavitud moderna:

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FINLEY, M. Ob. Cit. Pág. 166

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“Tres diferencias básicas impiden las comparaciones con las sociedades esclavistas del Nuevo Mundo. Primera, la esclavitud del Nuevo Mundo existió dentro del más amplio contexto de una sociedad europea basada en el trabajo asalariado libre y la creciente industrialización, mientras que la antigua se dio en un contexto preindustrial y coexistió con otros tipos de trabajo subordinado, con el trabajo libre asalariado. Segunda, la esclavitud del Nuevo Mundo no decayó durante un largo período de tiempo; se abolió, muy espectacularmente, con la guerra civil norteamericana. Y tercera, dependiente de las otras dos, la esclavitud moderna fue reemplazada por mano de obra libr e, no (salvo episódicamente) por otras formas de trabajo subordinado.” Pág. 165

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mujeres y niños al mercado de esclavos mientras aquéllas siguieron su curso, pero no tras las colonizaciones finales, primero de Grecia, luego de Asia Menor y Siria; lo mismo le ocurrió a César en las Galias, etc.”38 Para Finley se trata de un argumento vacilante y poco satisfactorio porque desconoce que muchos esclavos “internos” llegaban al mercado en virtud de su linaje y de la práctica de exponer niños indeseados, de las prácticas delictivas como el secuestro y robo de niños utilizados por los traficantes. Resalta que aunque la violencia en bloque había finalizado con el reinado de Augusto, la guerra continuó y por tanto los prisioneros de guerra se seguían vendiendo en diferentes lugares del imperio romano. Por otra parte los traficantes de esclavos comerciaban en regiones no controladas por las autoridades, por ejemplo en la frontera germánica. En tercer lugar critica la argumentación pseudoestadística de A.H.M. Jones39 referida a que el precio de los esclavos se multiplicó unas ochos veces entre los siglos IV a. de n.e. y II de n.e.: “…el fin de la expansión romana agotó los contingentes de esclavos, a esto siguió un incremento de los costes que los volvió irrentables y que en consecuencia condujo a los patronos a buscar otras fuentes. La argumentación, francamente, no tiene el menor valor.”40 Para Finley la decrepitud del esclavismo en Europa occidental sólo puede explicarse en base a la perspectiva estructural y de larga duración. Le parece que el conjunto de transformaciones que se operan en el mundo romano desde el siglo II a. de n.e. contienen la clave para explicar las razones de la “crisis” del esclavismo. Sostiene que la causa de la caída se dio en el seno de la sociedad misma, “…la explicación debe ser de orden estructural.” Para él, el cambio en la organización política romana durante el Bajo Imperio Romano que condujo al poder absoluto del monarca y a la pérdida de libertad de amplios sectores de la población fue decisivo en el reemplazo paulatino de los esclavos por otros tipos de mano de obra. La existencia de otra fuente “interna” de suministro de mano de obra hacía innecesaria la recluta complementaria de la mano de obra esclava. En relación a la situación de opresión generalizada que vivían los romanos cita la clasificación que comprendía a los honestiores (clases superiores) y a los humiliores (clases inferiores). Los humiliores quedaron a merced de lo que se habían considerado como formas “serviles” de castigo sangriento. Entre las formas de sujeción del campesinado se difunde el colonato, caracterizado por la pérdida de libertad por 38

FINLEY, M. Ob. Cit. pág. 166

Perry Anderson por el contrario valora de forma positiva la “teoría de las conquistas” y la argumentación de A.H.M. Jones, en el capítulo “Roma” del libro Transiciones de la Antigüedad al Feudalismo, ya citado. FINLEY,M. Ob. Cit. Pág. 168

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parte del campesino. En definitiva: el colono era un campesino atado a la tierra del señor rural. Respecto a la historia del término dice Finley: “La historia de la palabra colonus es un símbolo: originalmente, colonus significaba tan sólo ‘labriego’, luego adquirió una segunda acepción, ‘campesinado arrendatario’ y, más o menos a comienzos del siglo IV, una tercera, en palabras del emperador Valentiniano I, ‘esclavo de la tierra’.”41 Para este historiador de la antigüedad, la órbita de la baja antigüedad ya no conformaba una sociedad esclavista: “Los esclavos no dominaban ya en la producción a gran escala del sector rural; la producción a gran escala del sector urbano se había reducido a las fábricas estatales; los esclavos no aportaban ya el grueso de los beneficios de la élite. Sólo en la esfera doméstica seguían predominando y la cima de esta pirámide la ocupaban ahora los eunucos de la corte. Una diáfana transformación estructural había acontecido y en las ciudades los esclavos fueron gradualmente substituidos por hombres que seguían siendo jurídicamente libres, pero que ya no eran los ciudadanos libres del mundo clásico, mientras en el campo lo fueron por hombres que ni jurídica ni políticamente eran libres en el sentido antiguo. Sin embargo, la organización no parece haber sufrido transformación alguna. Soy incapaz de encajar la baja Antigüedad en ninguna clasificación clara según etapas. Aunque en las fincas rústicas imperiales de África del Norte y un par de sitios más se han detectado rudimentos de un sistema señorial, dicho sistema y su superestructura feudal no habían de aparecer hastra la época de Carlomagno, como ha insistido Marc Bloch con justeza. La sociedad esclavista no dio paso inmediato a la sociedad feudal.”42 La última oración de la cita de Finley nos lleva de manera directa al problema de la transición de Antigüedad al Feudalismo. Veremos la discordancia con Pierre Bonnassie en cuanto a la continuidad del esclavismo en el tránsito al feudalismo medieval. Del esclavismo al Feudalismo en Europa Occidental

FINLEY, M. Ob. Cit. Pág. 191

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FINLEY, M. Ob. Cit. Pág. 194

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Bonnassie sostiene que en Europa occidental el esclavismo demostró una notable continuidad. En el paso de la época antigua a la etapa medieval europea, los esclavos fueron fundamentales durante varios siglos en la economía hasta el siglo XI. Bonnassie resalta entre los siglos VI y XI la persistencia del esclavismo en

Europa occidental. En tal sentido léase la siguiente cita por su contundencia en relación a la supervivencia del esclavismo: “Parece que éste estuvo tan extendido como durante los siglos VI-VII, siendo tan numerosos los textos de la época que se refieren a él que, paradójicamente, es más fácil estudiar el régimen esclavista en estos siglos que en tiempos de Pericles o Augusto. Pero a este apogeo le sigue un declive que en torno al año mil lleva a la extinción del sistema. Las causas de esta desaparición del esclavismo rural en Occidente son numerosas y complejas, pero parece claro que una de ellas es el crecimiento económico que, superando pruebas terribles, empieza a hacerse notar en la Alta Edad Media y exige una movilidad creciente de la mano de obra.”43 Bonnassie hace notar que en el caso del campesinado francés el período comprendido entre los siglos IX y XI es intermedio porque se desvanece el mundo antiguo y se perfila el mundo feudal. En términos campesinos se asiste al fin de un viejo sojuzgamiento (el esclavismo) y a la aparición de uno nuevo (la servidumbre): “Pero no se trata una simple sustitución. El parto del feudalismo es doloroso.”44 Bonnassie considera que su estudio se enmarca en un campo trillado ya estudiado por autores prestigiosos como Marc Bloch y Georges Duby. Afirma que para Bloch la desaparición de la esclavitud era una de las transformaciones más profundas que ha conocido la humanidad. Aprecia que los problemas planteados por Marc Bloch no han tenido aún respuestas satisfactorias en el ámbito de la historiografía medieval. Para Marc Bloch en la etapa de las grandes invasiones y en los primeros tiempos de los reinos bárbaros había muchos esclavos, más que en los inicios del Imperio Romano. El arribo de los germanos supuso un recrudecimiento de la trata por dos motivos: “…por la masa de cautivos que las guerras del siglo V lanzaron al mercado, y también por el empobrecimiento que esas mismas guerras causaron, y que hicieron que muchos miserables se vendieran a sí mismos o a su descendencia.”45 Entonces, en torno al año 500 hay abundancia de esclavos, tres o cuatro siglos después una marcada escasez: ¿por qué esa decadencia de la servidumbre entre los siglos V y IX? Según Bonnassie, Bloch cita tres posibles factores: religioso,

BONNASSIE, P. (1993) Del esclavismo al feudalismo en Europa occidental. Barcelona, Crítica. Pág. 8-9 BONNASSIE, P. Ob. Cit. pág. 9-10

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BONNASSIE, P. Ob. Cit. Pág. 14

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militar y económico. De los tres al que más importancia le dá Bloch es al económico. Al respecto dice Bonnassie:

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BONNASSIE, P. Ob. Cit. Pág. 16

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Bonnassie se pregunta ¿Qué es un esclavo? Los seres a los que en la etapa altomedieval se sigue llamando mancipia, servi y ancillae ¿siguen siendo esclavos? Afirma que los esclavos de los siglos VI-VIII forman parte del ganado. Analiza documentos jurídicos turingios, burgundios, bávaros, galeses, en los que no se distingue entre robos de esclavos y robos de ganado. Había una clara marca de animalidad y de infrahumanidad (castigos, prohibición de las relaciones sexuales entre libres y esclavos) a nivel de las mentalidades que muestra la vigencia en la Alta Edad Media del concepto aristotélico de esclavo como animal e instrumento dotado de voz.

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“Por eso tenemos que razonar en términos de rentabilidad. El mantenimiento de grandes efectivos de esclavos cuesta caro, muy caro. De todos los ganados, el humano es el que más cuesta criar. La explotación de la tierra con un recurso sistemático e intensivo al trabajo servil sólo se puede concebir en el marco de una economía de intercambios muy abierta, que tenga importantes salidas y proporciones grandes beneficios. En la Alta Edad Media se tiene que abandonar este tipo de explotación a causa de la recesión que, según Marc Bloch y todos los historiadores de su tiempo, caracteriza a esta época. Se pasa de la explotación directa al sistema de la tenencia, gracias al cual el amo se libera de la carga de alimentar a servi y ancillae y criar a su progenitura. Se dota a los esclavos de un manso, y el esclavo así casatum no es ya un esclavo. Y sobre todo, muchos son liberados para convertirlos en tenentes libres, o más propiamente semilibres. En efecto, durante la Alta Edad Media hubo una oleada de manumisiones cum obsequio (con reserva de obediencia y servicios), de la que se beneficia sobre todo el numeroso grupo de los colliberti (esclavos de las familiae rusticae manumisos colectivamente). Marc Bloch ha insistido mucho en este tipo de manumisión por razones económicas. Parece claro que para él, aunque procura no decirlo expresamente, esta forma de manumisión aporta un elemento importante de respuesta a las dos preguntas que aparecen en el título de su estudio. ¿Por qué se termina la esclavitud antigua? Porque muchos amos optaron por liberar (al menos parcialmente) a sus esclavos, al ver que les salía muy caro el mantenimiento de una mano de obra poco eficiente en el nuevo contexto económico. Y ¿cómo termina? Dando lugar a una nueva clase de dependientes – los siervos-, cuyo estatuto tiene un precedente en el de los manumisos cum obsequio (los colliberti, futuros culverts), y que reúne junto a éstos a una multitud de antiguos campesinos libres que, por distintas razones, han sido sometidos por un amo.”46

Bonnassie dice que todavía no se escribió la historia de los castigos. Los esclavos eran castigados de tres maneras: los golpes, las mutilaciones y la muerte. En este trabajo ya vimos con anterioridad que una de las características de la esclavitud es la crueldad del amo. En este punto también se vé la continuidad del esclavismo durante la Edad Media: “El número de golpes que puede recibir un esclavo, ateniéndonos a las leyes, es espantoso: decenas, cientos de golpes, tantos o más que un buey o un perro. ¿Qué clase de golpes’ Una vez más topamos con el silencio de los historiadores que se apasionan por los problemas institucionales más sutiles, pero al parecer se desinteresan por la forma en que eran golpeados sus antepasados. En muchos casos parece que se trataba de latigazo, que se sabe que eran corrientes en la España visigoda. Los amos burgundios prefieren el palo. La más explícita es la ley sálica: los esclavos son atados, con el dorso desnudo, a un escabel, y son azotados con varas cuyo grosor, normalmente, es el de un dedo meñique. Y no se vaya a pensar que estos castigos personales sólo existieron en el ánimo de los juristas que compilaron estos códigos germánicos: el rey Ervigio, hablando de los grandes propietarios hispánicos, constata: ‘Preocupados por hacer trabajar sus campos, muelen a palos a sus multitudes de esclavos.’ Las mutilaciones. Su práctica está generalizada, hay numerosos testimonios. A un esclavo le pueden cortar las manos o vaciar los ojos (entre los bávaros, por ejemplo), pero por lo general se evitan esos castigos, porque disminuyen o incluso anulan la capacidad de trabajo del castigado. Las mutilaciones faciales son las preferidas (ablación de la nariz, de las orejas, de los labios o decalvatio) porque pese a ser tan espectaculares no impiden que el trabajador realice su tarea. La castración no es inusual, tanto en España como en la Galia franca: aunque supone un riesgo, porque a menudo la víctima muere, tiene la doble ventaja de castigar duramente al esclavo y suavizar su carácter (…) Por último, la muerte. Por supuesto, el amo es dueño de la vida y la muerte de sus esclavos.” 47

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BONNASSIE, P. Ob. Cit. Pág. 33-34

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Según Bonnassie se consideraba que las uniones entre libres y esclavos eran contra natura y se asimilaban al delito del bestialismo. En España la pareja culpable (mujer libre – esclavo) era azotada públicamente y luego quemada viva. En general al esclavo que tocaba a una mujer libre le esperaba la muerte. De la no humanidad del esclavo se desprendían dos consecuencias: no podía tener nada propio y no poseía ningún derecho sobre sus hijos.

¿Qué es un esclavo en el siglo VIII d.C. en Europa occidental? Así lo define Bonnassie: “…el esclavo aparece como un ser desocializado cuya producción y reproducción están completamente controladas por otros. Un ser: pero a ojos de los libres, nunca es un hombre o una mujer. Desocializado, porque está situado al margen de la comunidad humana. Es evidente que los libres reducidos a la servidumbre pierden su condición, dejan de existir para el grupo, incluso para su familia, de la que son excluídos. Cuya producción es enajenada: forzosamente, ya que se trata de un instrumento de trabajo. Pero su reproducción también lo es (y en esto el esclavo se diferencia de otros tipos de trabajadores dependientes). El hombre o la mujer esclavo no tiene el poder de elegir su pareja ni de conservar a sus hijos. Una vez hecha la definición, hay que acompañarla de una observación, elemental pero de capital importancia: la voluntad de los libres de relegar al esclavo a una condición infrahumana tropieza con un obstáculo infranqueable. Un obstáculo biológico, pues objetivamente el esclavo no es ni bovino ni porción, sino un hombre o una mujer. De ahí que todas las sociedades esclavistas se hayan visto incapaces de mantener la definición de esclavismo en todo su rigor. 48 Las investigaciones de Bonnassie demuestran que en la Europa altomedieval las relaciones sociales se basaron en la esclavitud y la Antigüedad continuaba. Hasta el año 1000 desde el punto de vista jurídico Europa distinguía entre dos tipos de hombres: los libres (liberi, ingenui) y los no libres (ancillae, mancipia, servi). Desde su perspectiva también se mantienen las fuentes de la esclavitud: el nacimiento, la captura, el matrimonio (tanto el hombre como la mujer libres perdían su libertad al casarse con un esclavo o esclava), las condenas judiciales, el endeudamiento y la entrega voluntaria (donación, venta de sí mismo y de la descendencia). Durante la Edad Media, desde el punto de vista jurídico el esclavo está sumido en la infrahumanidad porque no tenía ningún tipo de derecho ni gozaba de protección alguna. Dice Bonnassie que desde el punto de vista espiritual la condición del esclavo era ambigua:

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BONNASSIE, P. Ob. Cit. Pág. 37-38

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“La Iglesia, gran propietaria de esclavos, no condenaba bajo ningún concepto la esclavitud; incluso doctrinalmente se esforzaría en legitimarla: por ejemplo, para Isidoro de Sevilla, la servidumbre era una forma de expiar el pecado original y, por tanto, formaba parte del plan divino para la redención de la humanidad. Ahora bien, desde el momento en que el esclavo era admitido en los sacramentos, la iglesia lo elevaba a la dignidad de

persona humana, contribuyendo de esta manera, por lo menos a nivel moral, a bajar el listón que lo separaba de los libres.”49 Para Bonnassie la esclavitud medieval presenta dos formas muy diferentes: la esclavitud rural, sobretodo autóctona y continuidad de la antigua. Se mantiene en el Occidente medieval como ya vimos hasta los siglos X y XI; por otro lado, la esclavitud de trata que ya se practicaba durante la Alta Media y se incrementa y desarrolla a partir del siglo XIII “…al compás de los progresos de la economía mercantil, y que la sociedad medieval legaría al mundo moderno.”50 Sostiene que en la historia de la esclavitud de trata debemos diferenciar dos períodos: -Hasta el siglo XI, la Europa cristiana exportaba esclavos capturados en los confines eslavos del mundo germánico, los que después eran enviados en caravanas a los mercados musulmanes del ámbito mediterráneo. Gracias al comercio esclavista y a la actividad de los centros de tráfico como Ratisbona, Maguncia, Verdún, Lión, Arlés, Barcelona, Venecia y en Oriente, Constantinopla y Kiev, en Occidente se obtenían grandes beneficios y afluía la moneda musulmana. -Desde el siglo XI, se invirtió el sentido de la trata. La Reconquista de los reinos hispánicos lanzó una gran cantidad de prisioneros musulmanes a los mercados cristianos. En el siglo XIV, a raíz de la crisis demográfica, la demanda de esclavos creció más rápido que la oferta. Los lugares de aprovisionamiento se ampliaron hasta incluir las costas del Magrib y el Mediterráneo oriental. Dice Bonnassie que la esclavitud del final de la Edad Media fue esencialmente urbana y mediterránea. Tenía también un carácter especializado porque los esclavos realizaban tareas artesanales y domésticas. A causa de las conquistas otomanas en el siglo XV decae la trata oriental lo que originó la búsqueda de nuevas fuentes de aprovisionamiento: “Lisboa y Sevilla tomaron el relevo de Génova y de Venecia. Los guanches de las Canarias y, a partir de 1440, los negros de Guinea, aparecieron en el mercado mediterráneo. En la historia de la aventura atlántica de Castilla y de Portugal, la trata desempeñó un papel capital: ‘la primera caza de esclavos, ése fue su móvil y su motor´(P. Chaunu).”51

BONNASSIE, P. (1983) Vocabulario Básico de la Historia Medieval. Barcelona, Crítica. Pág. 84

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BONNASSIE,P. (1983) Ob. Cit. pág. 82

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BONNASSIE, P. (1983) Ob. Cit. Pág.85

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En el caso de Sevilla, durante el siglo XVI el número de los esclavos aumentó: africanos, musulmanes berberiscos, canarios, mulatos e indios. Los nobles, los eclesiásticos, los artesanos y los bachilleres, entre otros, formaban la

clientela que adquiría los esclavos vendidos por mercaderes genoveses y portugueses. George Duby también destaca la continuidad de la esclavitud en las estructuras sociales altomedievales. Dice Duby que tanto los romanos como las sociedades germánicas practicaban la esclavitud y la guerra permanente servía para mantener la fuerza de trabajo servil regenerada por medio de razzias dirigidas contra los pueblos vecinos. La primera etapa medieval presenta la revitalización de la esclavitud a raíz de las migraciones que incrementaron la desigualdad y extendieron al campo las agresiones militares: “ésta adquiría una nueva vitalidad en todas las zonas de contacto entre las diversas etnias y en las márgenes tumultuosas del mundo cristiano. En el seno del cuerpo social se distinguían tres posiciones económicas claramente diferenciadas. La de los esclavos, totalmente cosificados; la de los campesinos libres y, finalmente, la de los ‘grandes’, dueños del trabajo de los demás y de sus frutos. Todo el movimiento de la economía, la producción, el consumo, la movilidad de las riquezas, estaba condicionado por esta configuración.”52

Dice Duby que en Milán hacia el año 775 comprar un muchacho esclavo costaba doce sueldos mientras un buen caballo costaba quince. En relación al cristianismo es contundente: “El cristianismo no condenaba la esclavitud. No la atacó. Simplemente prohibía, y esta prohibición no fue más respetada que muchas otras, que se redujese a servidumbre a los bautizados.53 Se puede apreciar que la transición del esclavismo al feudalismo en Europa Occidental es un proceso complejo y “doloroso” como dice Bonnassie. Ahora bien, más allá de las diferencias a la hora de interpretar el proceso, nos parece importante en el análisis de la transición no perder de vista dos ideas replanteadas con claridad por Perry Anderson: en primer lugar, la crisis de la Antigüedad comenzó en el “propio” campo al mismo tiempo que las ciudades se paralizaban;54 en segundo lugar, el feudalismo que se extendió por la Europa

DUBY,G. (1999) Guerreros y campesinos. Desarrollo inicial de la economía europea (500-1200). México, siglo XXI. Pág. 39 52

ANDERSON, P. Ob. Cit. Pág. 91-102. En estas páginas correspondientes al capítulo “Roma”, Anderson analiza de manera integral los problemas y cambios que se dieron en el Imperio Romano Tardío. Por ejemplo, se refiere al colonato y al patrocinium, entre otros temas. 54

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DUBY, G. Ob. Cit. pág. 41

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ANDERSON, P. OB. Cit. Pág 127. Anderson dice: “El término exacto – Synthese – es de Marx y de otros historiadores de su tiempo.” 55

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medieval resultó de la síntesis55 de dos formas precedentes en disolución: la germánica y la esclavista.