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CIENCIA / SALUD
Domingo 28 de agosto de 2011
CARDIOLOGIA s AYUDA A MEJORAR LA DESTREZA EN LOS CATETERISMOS
SOLEDAD AZNAREZ
El doctor Daniel Berrocal dirige el entrenamiento con el simulador para aprender a colocar stents
Un simulador para bucear en el interior de las arterias Permite a los médicos intervencionistas aprender a colocar stents FABIOLA CZUBAJ LA NACION Si tripular un avión puede parecer complicado, “navegar” por pequeños vasos sanguíneos hasta una obstrucción arterial con un catéter y una cuerda metálica sin dañarlos ni equivocarse de camino es un desafío que exige mucha serenidad, buen pulso y una gran destreza, que siempre se puede mejorar. Así lo permite un simulador como el que usan los pilotos. En este caso, sirve para que los médicos se entrenen en el uso de un catéter y un balón para restablecer el flujo de sangre alterado por un coágulo o placa de aterosclerosis en venas o arterias de entre 1,5 y 4,5 milímetros de diámetro. “A lo largo de los años, uno va quedando expuesto a dificultades cuando hay que tratar a pacientes con angioplastias en las arterias del corazón o en cualquier otra parte del cuerpo. Claro que en las coronarias es donde se necesita tener mejores reflejos porque son las arterias que pueden comprometer rápido la salud del paciente. El simulador permite generar situaciones complejas que quizás un médico nunca tenga o que necesite muchos años más de experiencia para vivirlas. En definitiva, nos permite aumentar la experiencia en esas dificultades, pero sin que hayan ocurrido en pacientes reales”, explicó a LA NACION el doctor Daniel Berrocal, jefe del Servicio de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista del recién inaugurado Instituto de Medicina Cardiovascular del Hospital Italiano, donde funciona el simulador. En una sala, sentados frente a dos pantallas, un par de pedales y unos pocos instrumentos de trabajo, médicos especializados en “reabrir” un vaso con la rapidez que lo exija la gravedad de la oclusión (por ejemplo, si un paciente está cursando un infarto), pueden conocer en detalle cómo responden ante distintas complicaciones durante un cateterismo o de una angioplastia con stent o sin él, una pequeña malla tubular que impide que la
arteria reparada vuelva a colapsar. Cada año, en el país se realizan unas 24.000 angioplastias coronarias, además de las que se hacen en las arterias renales, del cuello (carótidas) y las piernas. Los datos del registro del Colegio Argentino de Cardiólogos Intervencionistas, que también cuenta con un simulador de entrenamiento, indican que cada paciente suele necesitar más de un stent. Las obstrucciones más comunes tienen unos 10 milímetros de longitud (20 milímetros es el límite que separa las lesiones “cortas” de las “largas”), y lo habitual es encontrarlas en vasos de entre 2,5 y 3,5 milímetros de diámetro. “Como todo en medicina, no existe nada fácil –aseguró Berrocal–. La biología no es una ciencia exacta
“El simulador genera situaciones complejas que un médico necesita muchos años para vivirlas” ni mucho menos. Entonces, lo que hacemos en una arteria y cómo ésta responde tiene un bajo nivel de predicción. Por lo tanto, no existe una angioplastia fácil. Y es bueno saberlo porque mantiene vivo el respeto y el cuidado aún durante el procedimiento aparentemente más sencillo.”
Un trabajo artesanal Con una sucesión de maniobras totalmente artesanales, que se van siguiendo en tiempo real en una pantalla con imágenes en los distintos tonos de grises de las radiografías, en unos minutos es posible eliminar una obstrucción sanguínea con ayuda de pequeñas dosis de un líquido de contraste para revelar por segundos en la pantalla la red de vasos que los médicos parecen seguir de memoria. El punto de ingreso es una punción
que, según la ubicación de la lesión, puede ser en la ingle (arteria femoral) o en la muñeca (arteria radial). En el simulador, eso lo recrea un dispositivo con un orificio en el extremo. Por ahí, como si fuera el brazo o la pierna de un paciente real, hay que guiar un catéter y un cordón metálico delgado y flexible hasta el vaso enfermo. En este caso, el programa propone revascularizar una rama coronaria. En el camino hacia el corazón, después de haber ingresado por la arteria radial, el simulador recrea las resistencias durante el trayecto que obligan a retroceder un poco para volver a intentarlo en la dirección correcta. Una jeringa sobre la mesa de trabajo permite liberar un poco más de contraste para confirmar en la pantalla que el recorrido llevó a buen destino. Ya se puede introducir por la guía otro catéter que lleva el balón y el stent hasta la altura de la lesión. Un inflador manual envía una presión de entre 10 y 18 atmósferas para que el balón dilate el vaso, lo que inmediatamente fija la malla contra la pared arterial. Finalmente, con un poco más de contraste se ve de inmediato cómo la sangre vuelve a circular normalmente. “El 70% de las angioplastias son sencillas, pero nunca hay que minimizarlas –señaló Berrocal–. Sabemos que el 98% de los pacientes se va de alta al día siguiente y sin inconvenientes. Pero instituciones como la nuestra, que es un hospital universitario, reciben pacientes cada vez de mayor complejidad, añosos y con enfermedades más difusas, que no se ven en todos los centros. Con este simulador, se pueden formar médicos intervencionistas todoterreno.” Aunque es un procedimiento muy seguro, que se usa desde hace casi 30 años, no es una solución definitiva. “Siempre es decimos a los pacientes que resuelve la obstrucción, pero no la enfermedad que la generó. Es necesario que el paciente modifique su estilo de vida porque si no las arterias se van a volver a enfermar. La prevención es la solución para un problema futuro”, insistió.
Para prevenir las dificultades El simulador enseña a los especialistas a evitar maniobras inadecuadas El sistema que funciona en el Hospital Italiano está diseñado no sólo para mejorar la destreza en sortear las dificultades que pueden ocurrir durante una angioplastia, como la fractura de alguna de las capas de las coronarias o la aparición de una arritmia secundaria, sino también para prever complicaciones. Ante una mala maniobra, el simulador produce una señal de advertencia en la pantalla. “Si fuera un simulador de vuelo, permitiría aprender a no estrellarse –puso
como ejemplo el doctor Daniel Berrocal–. Es decir, a prevenir las dificultades.” Los médicos que ya lo utilizaron se concentran en cada sesión como si se tratara de un caso real. Para completar el entrenamiento en la realización de cateterismo diagnóstico, por ejemplo, los becarios deben atender 200 casos virtuales. El sistema es capaz de detallar la cantidad y el tipo de complicaciones que generó una maniobra, cuánto demoró el procedimiento, cuánto
tiempo estuvo expuesto el paciente a la radiación utilizada para captar las imágenes y qué cantidad de contraste con yodo se utilizó (si es muy alta, puede causarles problemas renales a los pacientes susceptibles). Estos son parámetros que el médico tiene durante un procedimiento real. “Nos permite hacer hincapié en las destrezas faltantes o que hay que reforzar”, indicó el responsable del simulador (informes, al (011) 4959-0302 o hemodinamia@hiba. org.ar).
Agenda Charla sobre olvidos y Alzheimer
Congreso por el centenario de la SAP
Maratón por los niños curados de cáncer
El 31 de agosto, a las 18.30, el doctor Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva de Fleni, disertará sobre el tema “Alzheimer prodrómico: cuándo darles importancia a los olvidos”. La reunión será en la sede Belgrano de Fleni (Montañeses 2325, Capital). Informes: (011) 5777-3200, int. 3009 o mcavanagh@fleni.org.ar.
Del 13 al 16 de septiembre se realizará el Congreso del Centenario de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), en el Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center (San Martín 1225, Capital). Del mismo participarán más de 700 invitados nacionales y 20 extranjeros. Informes e inscripción:
[email protected].
El 18 de septiembre, a las 9.30, se realizará la 10º Carrera y marcha aeróbica “Por los derechos del niño curado de cáncer”, a beneficio de FUNI – Asociación para el Futuro del Niño – que trabaja para y por los niños en el ámbito de la salud. Informes e inscripción: www.clubdecorredores.com, (011) 4780-1010.