Nota de tapa

Domingo 11 de mayo de 2008

EN

O PINION

Un método con más desventajas que el anterior Su principal falla es que no representa a toda la población

LA JUSTICIA

El Indec apeló el fallo que exige claridad

Por Juan José Llach

Ordena publicar el cálculo del índice

Para LA NACION Se ha anunciado que a partir de junio se utilizará un nuevo Indice de Precios al Consumidor (IPC). Aunque todavía no hay suficientes precisiones caben algunos comentarios sobre los principales cambios anunciados: 1) En vez de medir los precios de los bienes y servicios consumidos por toda la población el nuevo índice de precios se limitaría al consumo de los dos tercios de menores ingresos. Se vuelve así a un criterio más próximo a los índices de 1933, 1943 y 1960, que incluían sólo el consumo obrero de una franja de ingresos, y al de 1974, que incluía sólo a asalariados de ingresos medios y bajos. En 1988, por su parte, sólo se excluía al 5% de los hogares de mayores ingresos y a los unipersonales. Es decir, se pasa de un índice de precios al consumidor a algo más parecido a un índice de costo de vida de un determinado grupo social. Esto es lo mismo que decir que se va a dejar sin brújula al Banco Central (BCRA), que debe velar por la estabilidad de la moneda, aunque ello no sea hoy evidente. Desde este punto de vista, abandonar un índice de precios al consumidor general es análogo a elaborar, por ejemplo, un índice de precios mayoristas de las pymes o de sólo algunos sectores de la economía. Lo correcto es seguir el mismo criterio de muchos otros países que miden ambas cosas, por ejemplo los Estados Unidos con el CPI (precios al consumidor) y los CPIU y CPIW, que consideran categorías sociales más reducidas y se parecen más a un índice de sus respectivos costos de vida. 2) Se reduce el número de bienes y servicios de los actuales 818 a 440. Aunque este último valor es análogo al del IPC nacional implica un empobrecimiento de la información. Es de esperar que, desandando el

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El nuevo índice de precios del Indec tiene aspectos cuestionables

camino iniciado en enero de 2007, no se dé preferencia a los bienes y servicios bajo acuerdos o controles o a los precios de las listas oficiales en vez de los de mercado. 3) Las ponderaciones se basarían en la nueva encuesta de gastos de ingresos y gastos de los hogares, pero no están claros todavía sus criterios ni los del empalme entre ambas series ni si, muy improbable, se “blanqueará” la inflación pasada con el nuevo índice. 4) Dentro de los rubros frutas, verduras e indumentaria se utilizarán ponderaciones móviles, que procura reflejar el comportamiento de los consumidores que, por ejemplo, compran más peras que manzanas si aquéllas se han abaratado relativamente. Este procedimiento se usa en otros países, por ejemplo en Brasil para frutas y verduras, pero allí no se hace a dedo, sino sobre la base de encuestas del comportamiento de los consumidores. Si se lo tomara en serio, un procedimiento de este tipo sería muy útil

para medir la evolución del valor mínimo, medio y máximo de una canasta alimentaria de igual valor nutritivo que, apoyada en la educación del consumidor, podría mejorar la nutrición de los más pobres.

Falta de credibilidad En síntesis, la metodología anunciada tiene más desventajas que ventajas respecto de la vigente. Empero, si se la realizara rigurosamente, dejando de lado las groseras falsificaciones introducidas desde enero de 2007, estaríamos mejor. Aun así, quedaría por resolver la cuestión de la credibilidad, cuya ausencia daña hoy muy seriamente al país, interna y externamente. Ella podría recuperarse fácilmente al someter la nueva metodología a la evaluación pública de reconocidos expertos en estadísticas. Esta es la prueba decisiva de la seriedad de las intenciones oficiales. El autor es director del Centro de Estudios de Gobierno, Empresa, Sociedad y Economía del IAE-Universidad Austral.

La despedida del índice viejo En medio de la discusión que provocó el anuncio del nuevo índice de precios al consumidor, que se aplicará a partir del mes próximo, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó el viernes último que la inflación oficial arrojó una suba del 0,8% el mes pasado, levemente superior a lo que se preveía, pero todavía muy lejos de los cálculos que realiza la mayoría de los analistas privados.

La sensación que queda es que ese número está muy lejos de la realidad. Los técnicos enfrentados con la intervención que responde al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, organizaron anteayer un nuevo abrazo solidario al instituto, en contra de “la manipulación de las estadísticas públicas”. Consultado por LA NACION uno de los delegados de ATE-Indec, Raúl Lla-

neza, repudió el índice de inflación oficial del 0,8% porque lo considera mentiroso. “Estando [Beatriz] Paglieri al frente de la medición, es imposible que no se mienta”, opinó. En tanto, añadió que la nueva metodología anunciada por el Gobierno para el índice también estará viciada por la falta de credibilidad y se quejó porque “no hay manera de acceder a los cálculos del nuevo índice”.

LA NACION/Sección 2/Página 3

Como era de esperar, el Estado apeló el falló que le ordenó al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) que informara fehacientemente sobre cuál es la metodología que emplea para calcular la inflación, qué modificaciones se han instrumentado y las razones que llevaron a sus autoridades a aplicar tales cambios. El fallo, firmado por la jueza Claudia Rodríguez Vidal, a cargo del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal N° 3, admite en forma parcial un recurso de amparo interpuesto por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) el 18 de julio último. El Indec presentó su apelación antes de que se le venciera el plazo de 48 horas de que disponía. El abogado de la ACD, Alejandro Cegarra, explicó: “Las apelaciones las conceden, así que tendremos que discutir esto en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Todavía no sabemos qué sala, porque recién se sorteará esta semana”. El letrado se mostró optimista respecto de la resolución de la causa y estimó que dentro de tres o cuatro meses la Cámara ratificará lo ordenado en primera instancia. “El Estado tendría la posibilidad de presentar un recurso extraordinario que se dirimiría en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pero no creo que se lo conceda”, comentó. Cegarra resaltó que el fallo es muy importante porque le dice al Estado: “Necesito que me dé las razones por las que está llegando a este índice de precios al consumidor”. Y destacó que la transparencia no está en decir que el índice es mejor o peor, sino en mostrar la fórmula que se aplica para su confección. “Más allá del tema de la inflación, que hoy es muy relevante, lo que pretendemos desde nuestra asociación es hacer conocer que todos tienen derecho a acceder a la información pública”, concluyó.

“PALUMBO & POLITZER” Abogados Lucio M. Palumbo

Ricardo A. Politzer

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