Turismo
Página 8/LA NACION
[ DESTINO EMERGENTE ] Que está lejos, que hace calor, que no hay mucho para conocer, que faltan buenos hoteles... ¿Qué hay de cierto en estas frases oídas más de una vez acerca de esta provincia? Aquí, una defensa, punto por punto, de uno de los secretos mejor guardados entre las bellezas del país
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Domingo 23 de octubre de 2011
Preguntas frecuentes
Catamarca Un destino que no deja dudas
PIERRE DUMAS PARA LA NACION
Quien tiene ocasión de recibir o hablar con un visitante extranjero, invariablemente se pone en la piel de promotor turístico y saca a relucir los mejores destinos del país: las Cataratas, los glaciares, Bariloche, Ushuaia, el cerro de los Siete Colores, los lagos de la Patagonia, las ballenas de Puerto Madryn y, por supuesto, el mismísimo centro de Buenos Aires. La lista es larga y la charla puede durar un tiempo prolongado. Y es raro que se mencione a Catamarca en el listado de imperdibles de la Argentina. Sin embargo, se trata de la provincia de los seismiles, los volcanes más altos del planeta, que fascinan a los andinistas de medio mundo; del impactante y semidesconocido Campo de Piedra Pómez; de la Ruta del Adobe, una joyita de herencia colonial; de las termas de Fiambalá y los pueblitos escondidos de la Puna, donde son compañeras constantes las llamas y vicuñas; del paso andino más alto del país y de varias ruinas de pueblos de raíces incaicas. En síntesis: una cantidad abrumadora de razones para conocer esta provincia que fue, durante mucho tiempo, un secreto bien guardado y poco a poco empieza a incorporarse –y a lo grande– al imaginario turístico. Aquí, a modo de guía, un repaso de los mitos y las verdades de este destino emergente. EL CLIMA: ¿hace demasiado calor? Desde hace varias temporadas, la provincia de Salta logró vencer este mito y se convirtió en un destino tanto de ve-
Campo de Piedra Pómez, en Antofagasta rano como de invierno, un caso exitoso de quiebre de la estacionalidad. Lo mismo podría ocurrir en Catamarca. Si bien sus veranos son muy calurosos en San Fernando del Valle de Catamarca, el 70% de la provincia es montañoso, lo que implica un abanico de temperaturas mucho más contrastante (y frío todas las noches del año en la alta montaña). También hay que tener en cuenta que el verano es la temporada de lluvias en el valle donde está la capital provincial. Por lo tanto, si bien hace calor, es el momento ideal para verla con una abundante vegetación y conocer sus villas veraniegas, de altura, con temperaturas más templadas y en el marco de una naturaleza verde con arroyos de montaña donde refrescarse. LAS DISTANCIAS: ¿queda demasiado lejos? Catamarca tiene aeropuerto para vuelos de alcance nacional y es cierto que podría ser mejor aprovechado con una mayor frecuencia. Actualmente los vuelos se comparten con la vecina
ciudad de La Rioja. Mientras tanto, la autopista entre Buenos Aires-Rosario y Córdoba acortó notablemente el tiempo del trayecto por ruta. En un micro de larga distancia hay que contar una noche completa.
Catedral de San Fernando del Valle de Catamarca
ALOJAMIENTO: ¿no hay buenos hoteles en Catamarca? La capital provincial cuenta con un establecimiento 4 estrellas superior (el único de Catamarca). Se trata del Hotel Casino Catamarca, que fue totalmente remodelado y reabrió sus puertas luego de tres años de obras. Los huéspedes son recibidos en habitaciones de hasta 66 metros cuadrados, con todos los servicios y una decoración minimalista que contrasta con lo que se esperaría de una ciudad más conocida por su estilo colonial que posmoderno. El Hotel Casino tiene pileta, parque, spa, muy buena mesa internacional con ingredientes regionales y conexión a la Web. Sin olvidar el casino, uno de los centros de la vida nocturna y social catamarqueña. Por supuesto, también hay otras opciones para distintos gustos y presupuestos. Cerca de la capital, el hotel La Aguada funciona en una casona de campo y es un verdadero oasis rodeado de verde, mientras que en Tinogasta vale la pena conocer el excelente Hotel de Adobe Casagrande. GASTRONOMIA: ¿la comida de la provincia no se destaca de la del resto del Noroeste? En el menú local abundan las empanadas, los locros y el chivito, un tipo de gastronomía regional que la unifica con el noroeste argentino. Pero tiene al mismo tiempo un sello distintivo de calidad en la materia prima que la hace digna de conocer. Lo saben los amantes de las aceitunas y el aceite de oliva, los aficionados a los higos de tuna y los dulces como el arrope, las nueces tamaño competición y los vinos artesanales. Quien guste de los ingredientes locales con un toque más internacional también debería disfrutar de la mesa del Hotel Casino en la capital. En su restaurante, Sabores de Nuestra Tierra, el chef ejecutivo Juan Martín Antoniassi elabora platos con los productos de la zona, que cambian según la temporada. Así van rotando papines andinos, ensaladas con aceitunas, nueces y aderezos con aceites de oliva, lomo de novillo, trucha salmonada. Para los pos-
tres, la provincia provee también frutas en almíbar, queso de cabra y helado de higo y nuez. SIESTA: ¿la provincia se para totalmente cada tarde? No hay que prever visitas, salidas o compras entre las 13 y las 18 en Catamarca capital y la mayoría de la provincia. En verano es muy comprensible: las altas temperaturas no alientan a desarrollar mayores actividades y desaniman al más activo. Por otro lado hay actividad hasta muy tarde y los negocios estiran sus horarios hasta las 23 en muchos casos. Además, como la provincia se encuentra en el oeste del país, tiene luz hasta más tarde que en el Este y esto marca también una diferencia notable. ARIDEZ: ¿Catamarca no es un destino para los amantes del agua? Es cierto que no atrae a los incondicionales de la playa. Pero tiene todo un circuito verde en las villas veraniegas cerca de la capital. Las Juntas, Los Varela y el dique Las Pirquitas son lugares muy apreciados por los catamarqueños para refrescarse en los recreos y las aguas de los ríos de montaña. En verano especialmente, cuando la temperatura es muy alta en la ciudad, es la temporada de mayores lluvias en los valles, y las villas veraniegas ofrecen lo mejor de sí mismas con ríos abundantes y paisajes verdes. Y no hay que pasar por alto las renombradas termas de Fiambalá, en el oeste de la provincia, al pie de los seismiles. El complejo tiene varias piletas formadas casi naturalmente y en desnivel en una quebrada muy angosta. Románticas y llenas de carácter, no son las únicas termas de la provincia: hay otras en Hualfin y en Villa Vil, en Belén. ATRACTIVOS: ¿no hay mucho para ver desde la ciudad misma y hay que recorrer grandes distancias en las montañas para conocer algo? Catamarca combina sus propios atractivos con una serie de propuestas cercanas que se pueden realizar en el día. Las dos excursiones estrella para hacer en media jornada son la visita a la gruta de la Virgen del Valle y un paseo por la Cuesta del Portezuelo. La Virgen del Valle es una de las máximas muestras de fe católica del país: convoca a decenas de miles de fieles por año