Comercio Exterior
Página 4/Sección 5/LA NACION/Martes 10 de marzo de 2009
Martes 10 de marzo de 2009/Sección 5/LA NACION/Página 5
| CHINA PROFUNDA |
“Fue una muy buena decisión porque la zona sur es económicamente muy activa y con muy buen nivel de vida”, dijo Fernández Taboada
exportaciones realiza –24,3 y 28,1 por ciento, respectivamente– hacia todo destino, y la provincia tecnológica por excelencia.
Buena decisión “Hace tiempo veníamos esperando por la apertura del consulado. España, que es uno de los países europeos que mejor y más profundamente se insertaron en China, acaba de hacer lo mismo”, agregó, tras comentar que los consulados de Pekín y Shanghai ya estaban saturados de trabajo. “Fue una muy buena decisión porque la zona sur es una zona económicamente muy activa, con muy buen nivel de vida”, dijo. –¿Por qué abrir un consulado en medio de la crisis? Las importaciones chinas cayeron en enero un 40% y las exportaciones un 20%... –Consolida nuestra posición, será un centro de negocios que generará más oportunidades para los productos locales y los empresarios que quieran ir. China seguirá creciendo con un mínimo de 5% y un techo de 8%. Nuestros tradicionales clientes europeos caerán. Y si se mira los productos que exportamos, en gran parte agroindustriales, casi tendríamos que agradecer que somos exportadores de alimentos. El problema es que la soja está US$ 320 la tonelada y no más 620, y lo mismo pasa con el aceite de
girasol y otras materias primas. Pero estamos exportándoles cada vez más subproductos aviares, como alas y garras que antes quemábamos. El 78% se vende a China. Fernández Taboada agregó que en 2007 triplicamos las ventas de vino, tanto a granel como envasado. Además, exportamos madera para la industria de la construcción, para pisos y muebles, y productos medicinales. “Tendremos que pasar momentos duros con esta crisis, pero subestimar el comercio con China y la India es temerario”, advirtió Consultado sobre cuál será el papel de China en esta crisis, recordó que China tiene 800.000 millones de dólares en bonos del Tesoro norteamericano. “Por sus propios intereses, Estados Unidos tiene que seguir siendo líder. Hay muchas empresas norteamericanas instaladas allí y, contrariamente a lo que piensan muchos, China nunca tuvo un pensamiento imperialista. Con sus dimensiones tiene muchos problemas internos por resolver antes de pensar en expandirse”, mencionó. Ahora bien, la Argentina sale a buscar negocios con China, pero tal vez asustada por la dimensión de la crisis no cumple con la máxima del comercio exterior: la “doble vía”, y limitó mucho las importaciones de ese país. Consultado sobre el proteccionismo argentino, el director del Instituto de Planeamiento Estratégico, Jorge Castro, indicó que el gobierno chino procura limitar sus expresiones al mínimo, pero que es una cuestión de visión estratégica. “China es el principal destino de nuestras exportaciones agroalimentarias”, dijo. “Ya perdimos la cuenta de cuántos productos chinos son objetos de medidas proteccionistas argentinas que en algunos casos resultan exageradas”, agregó Fernández Taboada. Para el directivo de la cámara, se tiene más en cuenta la presión de algunos sectores que a millones de consumidores. “Hay muchos productos que no vienen empujados por dumping sino porque son más baratos. No es sano que los productos argentinos basen su productividad sólo en un dólar alto y mucha protección”, opinó el directivo, y recordó que en muchos casos la producción nacional no logra abastecer las necesidades del mercado local. “Los productos importados resultan complementarios de eso”, añadió.
EFE
Una vista del aeropuerto Baiyun, en Guangzhou
Aciertos en medio de un errático plan de inserción en el mundo
Logística sin traducción
Un operario ensambla un Accord 2.4, en la fábrica que Honda tiene en Gu uangzhou, mediante un joint venture con Denway Motors China
Sucede que uno de los mayores problemas registrados hasta ahora es que no actuamos científicamente. “Antes de ir, una empresa debería hacer un estudio de mercado y no pretender ir a Pekín o Shanghai porque allí hay empresas de 140 países compitiendo. Ir a las provincias más chicas puede ser una oportunidad interesante, y hasta se es mejor recibido allí”, indicó, tras agregar: “Lamentablemente, los argentinos tenemos una evidente
incapacidad asociativa. Deberíamos seguir el ejemplo de Italia en el tema de los consorcios de exportación”, puntualizó. ¿Existen acciones especiales por encarar, o refuerzos adicionales en épocas de crisis?, quiso saber LA NACION. Fernández Taboada, que lleva varios años como director ejecutivo de la cámara y contabiliza miles de millas por sus viajes a China, contestó: “Para este año
multiplicaremos las acciones de difusión sobre cómo se hacen negocios en China. Publicaremos dos protocolos sobre negocios con China”, contó. Asimismo, Castro señaló que en Guangdong está el sector de vanguardia y experimentación de reforma política y económica capitalista. “A principios de los 90, Deng Xiaoping lanzó el vuelco de la economía allí”, recordó.
Razones de política exterior y cooperación
Escala china Muchos de nuestros productos no tienen “escala china”, pero hay que tener en cuenta que hay compradores en cada provincia, y para cada exportador. “Arcor no pretendió venderle de entrada a toda China. Empezó por ocho ciudades. Su estrategia resultó muy exitosa y hoy es una de las empresas argentinas mejor insertadas en China”, ejemplificó el director ejecutivo de la cámara binacional.
materias primas, como petróleo, productos agrícolas y minerales. “Los chinos cerraron un acuerdo con Rusia para prestarle 25.000 millones de dólares a la gigante petrolera estatal rusa Rosneft y al monopolio de ductos Transneft a cambio del suministro de crudo desde nuevos campos siberianos por un período de 20 años”, destacó. Petrobras, que busca recursos para su voluminoso plan de inversiones, informó días atrás que negociaba con algunos países la posibilidad de financiamiento a cambio de garantías de suministro de crudo.
“Dentro de su política exterior, China reconoce dos categorías de países amigos: socio estratégico para aquellas naciones de gran tamaño (Brasil, en el caso de América latina), y socio cooperativo especial para potencias intermedias (la Argentina es el único país en América latina al que le reconoce ese status; en el mundo otros que tienen esa categoría son Corea del Sur, Pakistán e Italia)”, explicó Jorge Malena, coordinador de la carrera de Estudios sobre China Contemporánea de la Universidad del Salvador. En ese marco, continuó Malena,
ven al país “no sólo como comprador de materia prima e insumos para su industria, sino que buscan llevar a cabo consultas en foros internacionales. China, por ejemplo, apoya el reclamo argentino por las Malvinas. Los dos países coinciden en la necesidad de un mundo cada vez más multipolar, con sistemas democráticos”, amplió. En este contexto, señaló que estas cuestiones demuestran que la relación no es sólo soja-dependeniente. “Para el comercio, si no existe conocimiento de las realidades y particularidades del otro, es difícil avanzar.
La Argentina está entre los cuatro principales socios comerciales de China en América latina”, recordó. Malena reconoció que habrá que hacer ajustes coyunturales por la crisis. “Pero los chinos necesitan seguir consumiendo y comprando. Las autoridades argentinas deben promover las ventas para aprovechar eso”, indicó. Sobre Guangdong, Malena explicó que es a lo largo del cordón costero donde se registra el más alto nivel de incresos per cápita y de inversiones extranjeras. “La presencia argentina allí es muy importante”, concluyó.
La elección del tercer centro de promoción comercial en China allí es importante porque en los últimos 30 años la zona ha sido un campo de experimentación de la atracción de capitales extranjeros y apertura económica. “La media del ingreso per cápita nacional en China es de 1100 dólares; en la provincia [de Guangdong] es de 7000 dólares”, añadió Castro. Para el especialista en estrategia, la provincia china es una entrada muy interesante para diversificar los productos que exportamos, pero también para la inserción de empresas. Otro dato relevante es que China está aumentando sus inversiones en el exterior. Un ejemplo claro es el préstamo por 10.000 millones de dólares que le realizó a Petrobras. “Funcionarios chinos y brasileños también discutieron la posibilidad de que China conceda a Petrobras un préstamo de hasta 10.000 millones de dólares para ayudarla a explotar nuevas reservas petrolíferas ubicadas bajo un profundo manto de sal frente a las costas de Brasil. Castro subrayó el hecho de que China es el segundo importador en importancia de crudo del mundo, y que ha aprovechado la escasez de crédito en el mercado internacional para garantizarse el suministro de
En China no hay sistemas logísticos nacionales, pero sí existen los sistemas regionales, que fueron desarrollados por las grandes cadenas de supermercados como Carrefour y Wal Mart que cuando llegaron. Prueba de ello es que hace 25 años, la palabra “logística” no tenía traducción al chino mandarín; hace 20 años, tampoco sabían lo que era una cadena de frío. Gustavo Girado, de la consultora Asia & Argentina, sostuvo que Guangdong (Canton) es una muy buena expresión del resultado del desarrollo de los últimos 30 años de China, y que allí se conjugan las variables más dinámicas de la economía china. “Tiene una ubicación geográfica privilegiada, es la gran ventana del comercio chino. En los últimos tiempos hicieron importantes inversiones en infraestructura para evitar los embotellamientos que se producían en los puertos, pero que seguramente disminuirán con la caída del comercio por la crisis”, sintetizó. Es por ello que recomendó contar con una buena red de distribución como una de las claves para entrar en el mercado chino. “La entrada del este sigue siendo la privilegiada”, acotó. Girado comentó que la Argentina no sólo compra bienes de consumo a China, sino que en virtud de la revaluación del euro y de las políticas erráticas de Estados Unidos, muchas empresas transnacionales ubicadas en Asia empezaron a proveer a empresas argentinas. China se ha consolidado como un excelente proveedor de partes y piezas de bienes de capital. “También han variado las ventas argentinas. Es cierto que lo tradicional son las commodities, pero hoy se exportan otras cosas, como software, diseño, vinos con marca. Lo que ocurre es que creció el monto y el volumen de las commodities, pero que el árbol no tape el bosque”, manifestó. Girado mencionó que debería también pensarse en la exportación de servicios. A nivel global, deslizó, la lengua que más crece es el español. “La penetración de productos latinoamericanos en Asia-Pacífico ha sido muy importante en los últimos tiempos y el español como segunda lengua genera muchas expectativas”, justificó.
PLANES CHINOS
La apertura de un Consulado General de la Argentina en Guangzhou, en la sureña provincia china de Guangdong (Canton) –planificada desde hace tiempo, mucho antes de que la crisis se desencadenara– es una arriesgada y fuera de lo común jugada hacia la “China profunda”. Arriesgada por el momento en que se concreta, donde la promoción comercial deberá levantar las aplomadas mochilas del ánimo empresario para sacarle el máximo beneficio al consulado. Fuera de lo común, porque se sale de Shanghai, centro comercial chino por excelencia. Según Luis María Kreckler, subsecretario de Comercio Internacional, debe ponerse el análisis en perspectiva: “Cabe destacar el rápido crecimiento de China como segundo destino principal para nuestras exportaciones”, indicó, como un llamado a no olvidar la progresión exportadora argentina de los últimos años, en los que las ventas externas se duplicaron. En 2008, nuestras exportaciones a ese país superaron los 6300 millones de dólares, un incremento del 23,6% respecto del período anterior. “Es el mercado comprador más importante par ala Argentina, sólo después de Brasil (US$ 13.200 millones), y superando a Estados Unidos (US$ 5200 millones) y a Chile (US$ 4600 millones”, recordó el funcionario. La estrategia tiene visos de racionalización administrativa: los fondos de promoción comercial deben reformularse permanentemente. “En adición a nuestra embajada en Pekín y al consulado general en Shanghai, la extensión territorial de China continental, su potencial de negocios en el mismo, sumados al interés que despiertan nuestros productos exportados, amerita la apertura de una nueva oficina consular como Centro de Promoción localizada en el sur de China, en particular en Guangdong”, agregó Kreckler. Estados Unidos y Brasil son los otros dos casos en los que se registra una red de consulados y centros de promoción comercial de nuestro país. “Esta región del sur de China –continuó– conocida como la zona económica del delta del Río Perla, constituye uno de los centros de promoción y manufacturas más importantes del mundo que incluye zonas de libre comercio y en donde el centro económico más importante tiene sede en la ciudad de Guangzhou, una de las ciudad más afluentes de China continental y, a su vez, capital de la provincia de Guangdong”, afirmó Kreckler.
Además de ser la tercera economía china, detrás de Pekín y Shanghai, la ciudad de guangzhou tiene 10 millones de habitantes y un activo puerto en el río Perla. Es también un foco donde otros países extendieron sus redes de promoción comercial, entre ellos, Australia, Francia, Alemania, Holanda, el Reino Unido, Canadá, Suecia, Japón, Corea, Tailandia, Singapur, Dinamarca y Vietnam. “Al representar Guangdong y su zona de influencia el centro manufacturero más importante de China, en donde están radicadas sus principales empresas exportadoras –de hecho, es el equivalente a San Pablo en Brasil– la apertura del consulado permitirá desarrollar más eficientemente los nichos de mercado importadores del sector industrial, ayudando así a reducir nuestro déficit con ese país”, amplió Kreckler. El director ejecutivo de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China, Ernesto Fernández Taboada, destacó que Guangzhou es la capital de la provincia china que más importaciones y
CONTEXTO
La Argentina abrirá en Guangzhou, la ciudad que más importa y exporta de ese país, su tercera oficina de promoción comercial
REUTERS
Un desembarco que genera expectativvas para el comercio
“Hace mucho tiempo que dije que cuando llegara la crisis, Asia en su conjunto estaría mejor preparada que otras regiones del mundo”, expresó el especialista en Asia y Pacífico y profesor de la Universidad Tres de Febrero, Carlos Moneta. Moneta ve la transformación de Asia y justifica su concepto en el hecho de que, en general, no hay conciencia de que, en los últimos 15 años, haya habido una enorme transformación del sistema, especialmente en el aspecto industrial, que se reestructuró absolutamente a partir de un nuevo centro: China, y con Japón como un jugador que sigue teniendo un peso muy particular. “Ellos mismos [los japoneses] admiten que el 40% de la reactivación que tuvo Japón tiene que ver con China”, dijo. Moneta explicó que China todavía está trabajando en la transformación financiera, pero no en el nivel de préstamos internos, sino en la instrumentación de anillos de protección antishock. “Otro de los factores importantes para estar mejor parados ante la crisis es el enorme e impresionante crecimiento del comercio intra-Asia. Los países de la región encontraron su lugar: son hoy proveedores de productos intermedios para China”, explicó Moneta. A futuro, el problema de la relación bilateral entre la Argentina y China es que ellos tienen una clara ambición para desarrollar productos de mayor valor agregado y entonces aparecerá la competencia con el mundo en desarrollo. Según Moneta, China está centrándose en su propio mercado, y si bien la crisis aceleró esto, era un plan que estaba trazado así desde hacía mucho. ¿Cuál será, entonces, el papel que deberá jugar la Argentina? “El avance como proveedor de materias primas y la transformación de la industria de los alimentos, pero eso tiene un tope. Tenemos una gran capacidad que no está utilizada, pero para hacerlo hace falta dejar de mirar al mundo por el ojo de la cerradura”, sintetizó Moneta. En la próxima década, agregó, se verá una dualización del sistema económico entre un sistema mundial y otro regional. ¿En qué parte de los circui-
tos de producción del mundo nos meteremos? “China está preparada para jugar en las grandes ligas, y para poder entrar en ese circuito es necesario que cambiemos nuestro patrón de comercio”, sugirió. “Nos enfrentamos a un tipo de comercio interindustrial, que se puede explicar con un esquema sencillo: vendemos maíz y compramos heladeras, u otro intraindustrial: fabricamos una parte de la heladera y nuestro socio, la otra”, ejemplificó. Nosotros estamos en la nanocoyuntura, añadió. Un país como éste, con recursos humanos calificados y todo lo demás, sigue trabajando de coyuntura en coyuntura, y “después vemos”, criticó. “Es cierto que en las crisis las primeras medidas son de coyuntura, pero si eso se prolonga en el tiempo es un problema. Acá no hay planes, pero no es de ahora, es una falencia que viene desde hace décadas”, recordó. Consultado sobre el avance del proteccionismo, el académico dijo que todo el mundo está aplicando medidas proteccionistas y que hace falta el triángulo del que hablaba el ingeniero Jorge Sábato: empresa, Gobierno y universidades. Otra profecía que se cumple: el famoso superávit con China está desapareciendo. “Tenemos que modificar nuestra canasta de exportaciones para revertir esa tendencia”, acotó. Un ejemplo: los proyectos de energía en la Patagonia. “Si eso se limita al desarrollo de un producto nos estamos perdiendo lo más jugoso. No se ve todo lo que podría negociarse con China en una ubicación como esa, con el tema de la pesca, la cercanía de la Antártida y negociar, por ejemplo, la construcción de puertos conjuntos. Pero para eso hace falta tejer una verdadera asociación estratégica y no sólo tratados de comercio”, resumió Moneta. En la relación bilateral, la diferencia más importante que surge es que China tiene en claro qué relación quiere tener con nosotros. “Nuestro problema no es sólo con China, es con el mundo. No tenemos un plan claro de cómo insertarnos en el mundo”, criticó.