Servicios de Sanidad: El Hospital de San Juan de ...

Ortopedia Manuel Salaverri Aran- guren. La primera de ellas estaba ges- tionada por Pedro Icaza Aguirre, natural de Berango pero afincado en Bilbao, a quien ...
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B i l b ao

OSASUN ZERBITZUAK/SERVICIOS DE SANIDAD

2016ko apirila

Juan Gondra

EL pasado 28 de enero defendió su tesis doctoral acerca de la historia de este hospital Jacinto Bátiz, presidente de la Comisión de Deontología del Colegio de Médicos de Bizkaia, acerca del que ya se ha escrito en este periódico(1). Al hilo de lo escuchado, me gustaría traer unas notas a estas páginas porque el Hospital de San Juan de Dios, si bien es conocido en la Margen Izquierda, ha sido olvidado por la población bilbaina, a pesar de que Bilbao tuvo mucho que ver tanto en su creación como en la procedencia de sus primeros profesionales de la salud y sus propios pacientes, llegados muchos de ellos desde la Villa. Rescataremos los pasos seguidos siguiendo lo expuesto por el Nuevo Doctor y utilizando algunas de las fotografías que nos ha cedido.

Fundación El nacimiento de este Hospital fue fruto del encuentro entre tres figuras diferentes: la Fundación Benéfica Aguirre, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y el especialista en Traumatología y Ortopedia Manuel Salaverri Aranguren. La primera de ellas estaba gestionada por Pedro Icaza Aguirre, natural de Berango pero afincado en Bilbao, a quien sus tíos Pedro y Domingo habían legado una ingente fortuna destinada a ser invertida en obras benéficas, de acuerdo con unas instrucciones definidas. Creó tres fundaciones, fruto de las cuales fueron, entre otros, la “Universidad Comercial de Deusto”, gestionada por los Jesuitas y este Hospital de Santurtzi. Es quizás una de las fundaciones de mejor ejecutoria en Bilbao a lo largo de los últimos cien años. La Orden fundada por João Cidade Duarte, canonizado como San Juan de Dios, se ha distinguido desde su inicio por su dedicación a los enfermos sin recursos y por hacerlo con especial atención a la formación de los cuidadores en las distintas facetas del arte de curar enfermos. En cierto sentido, enlazan con los frailes hospitalarios de la Alta Edad Media y con las modernas Enfermería y Fisioterapia. Manuel Salaverri es una de las más importantes figuras de la medicina bilbaina del siglo XX. Formado a la sombra del Dr. Areilza en los Hospitales Mineros de Triano, jefe del Servicio de Traumatología II del Hospital de Basurto, aportó los conocimientos conseguidos durante su estancia en Alemania para conseguir un centro modélico. Además trabajó desinteresadamente en él, siendo su director médico hasta el año 1956. Las conversaciones para iniciar el proyecto tuvieron lugar en 1920 y el Hospital recibió a los primeros enfermos en 1924. En aquel momento estaba orientado al tratamiento ortopédico de niños sin medios económicos, con problemas osteoarticulares invalidantes. Se les proporcionaba no sólo tratamiento quirúrgico y ortopédico, sino lo que más adelante se ha dado en llamar “rehabilitación” y, quizás uno de los aspectos más interesantes, instrucción escolar. Muchos de aquellos niños no habían podido ser escolarizados por

El Hospital de San Juan de Dios en Santurtzi

Año 1924. Los diez primeros niños ingresados junto a sus cuidadores

Vista general del Hospital



En 1924 se orientaba al tratamiento ortopédico de niños sin medios económicos

La helioterapia era una parte importante del tratamiento

causa de su enfermedad y llegaban a su ingreso con la calificación de “torpes o retrasados”. Los frailes ejercían de maestros y trataban de superar aquel defecto y dar a los niños la posibilidad de ganarse la vida con un oficio después de su alta.

La Guerra Civil Durante la contienda civil sufrida entre 1936 y 1939, este centro

llamado entonces “Hogar y Clínica de San Juan de Dios” sirvió como hospital primero para el bando republicano y luego para los franquistas. Pero consiguió mantener siempre su actividad primordial de hospitalización infantil. Hasta junio de 1937 continuó bajo la dirección de Manuel Salaverri, con el médico ayudante Bruno Alegría, utilizado como hospital de convalecencia para soldados y

Jacinto Bátiz ESTE nuevo doctor lleva ya muchos años dirigiendo la Unidad de Cuidados Paliativos de San Juan de Dios, a la que ha dado prestigio y renombre. Dirige también la Comisión de Deontología del Colegio de Médicos de Bizkaia, cuya trayectoria durante los últimos años se ha ca-

racterizado por una labor de divulgación de los principios y normas éticos entre los propios profesionales. También por la participación en foros y debates, así como por el mérito de haber organizado en Bilbao el Primer Congreso Nacional de Deontología Médica el año 2014.

también como centro de tratamiento ortopédico para mutilados de guerra. Tras la entrada de las tropas de Franco, pudo continuar con las prestaciones a los niños, a la par que servía como hospital militar de retaguardia y centro de Ortopedia hasta más de dos años después de finalizada la guerra. Tanto los Drs. Salaverri y Alegría como los frailes enfermeros continuaron prestando servicio, pues sus principios de ayuda al paciente no distinguían colores ni banderas.

El Hospital San Juan de Dios de Santurtzi Durante los años cuarenta continuó desarrollando su labor principal de asistencia infantil, pero ya a finales de los cincuenta y en los sesenta, gracias sobre todo al continuado descenso de la incidencia de la tuberculosis osteoarticular en la infancia, el número de niños necesitados de tratamiento descendió sobremanera. Por otra parte, la Seguridad Social había hecho su aparición y proporcionaba asistencia a la ma-

yor parte de la población trabajadora. Se planteó un cambio de rumbo, siempre dentro del concepto de “asistencia a los más necesitados y que no tienen recursos” que le había dado su razón de ser. Se trasformó entonces en un moderno hospital y en 1968 se reinauguró el edificio, dando paso a lo que es hoy el Hospital San Juan de Dios de Santurtzi. Su ámbito de actuación, que hasta entonces había abarcado toda Bizkaia, se vio más enfocado a la Margen Izquierda, si bien no se rechazaban enfermos de otras procedencias. Desde entonces, y más a partir de otra profunda modernización llevada a cabo a comienzos del siglo XXI, ha atendido a la población de la margen izquierda, sobre todo a la de Portugalete, Sestao y Santurce, con servicios de urgencias, consulta y hospitalización, siendo muy destacables la prestación de cuidados paliativos y la atención de urgencia a pacientes psiquiátricos. Aún siendo privado ha trabajado siempre en estrecha colaboración con la Sanidad Pública y ha firmado convenios con la Diputación y distintos seguros médicos.

Unidad de Cuidados Paliativos Dirigida desde su fundación en el año 1991 por Jacinto Bátiz, no está orientada a ser un “aparcamiento” para cancerosos terminales, sino a dar una atención integral a las personas que padecen enfermedades incurables, aunque muchas de ellas tengan un pronóstico de varios meses o años de vida. Atienden los aspectos médicos, psicológicos y humanos del dolor y la angustia de los propios pacientes; pero también entrenan a los familiares y cuidadores, tanto para mejorar su capacidad de atención al paciente como para descargar sus tensiones y preocupaciones mediante su magnífico programa “Zurekin Zainduz” (Cuidando Contigo). Consiguen dar de alta a un porcentaje cada vez mayor de los ingresados para que puedan vivir en su domicilio las últimas semanas o meses de vida, rodeados de los suyos y contando con una asistencia sanitaria domiciliaria adecuada. Durante estos últimos años han desarrollado una actividad docente que contribuirá sin duda a mejorar la atención a los pacientes terminales en otros lugares, pues ha conseguido la acreditación que les permite enseñar a los médicos residentes, diplomados en Enfermería o psicólogos, quienes tras su paso por este Hospital mejoran sus habilidades en materia de cuidados paliativos. No cabe duda alguna de que están marcando un camino a seguir en el logro de que nadie fallezca sin la asistencia necesaria para una muerte digna. 1. Ver números de marzo y abril de 2011