Queridas Hermanas: Desde que hemos anunciado la dirección a ser un solo equipo de liderazgo (Carta de la CLI, 20-11-14), hemos recibido muchos mensajes afirmantes de parte de ustedes como también consejo perspicaz, creativo y práctico. Aunque todavía no tengamos un proceso en vigencia por medio del cual todas nosotras iniciemos un diálogo y establezcamos la dirección juntas, el ELI pensó que se las podría ayudar con un escrito que preparamos para los ELC en octubre. Por favor recuerden al leer el escrito que éste fue compuesto desde la perspectiva del ELI y que fue destinado a otras líderes. El adjunto “Camino a Ser Uno… Un Camino por Delante” presenta el contexto e historia de las Hermanas de la Misericordia de las Américas. Nuestra historia parece ubicarnos en un nuevo momento conforme al cual cada una de nosotras individualmente y todas nosotras colectivamente estamos invitadas a una transformación más profunda. La carta inicial de la Conferencia del Liderazgo del Instituto hacía referencia a “un solo equipo de liderazgo” que realmente es una estructura única para facilitar la misión y vida en misericordia. Así escribió el ELI en la carta del 15 de enero de 2015: “La pregunta esencial es por qué deseamos una nueva estructura. Este movimiento es por el bien de nuestra vida y misión como Hermanas de la Misericordia.” Sus voces nos encuentran y apreciamos sus comentarios y preguntas. Nos encantará conocer cómo evolucionará este camino y cómo podemos ser transformadas para expresiones más profundas de misericordia y compasión para nuestro mundo al adentrarnos más profundamente en nuestra unicidad… unas con otras, con los que son pobres y con nuestro mundo que sufre.
Por favor reciban este escrito como reflexión en nuestro camino como Hermanas de la Misericordia de las Américas y como invitación a basarnos en una energía y compasión por el mundo más colectiva. Si tienen preguntas u observaciones de cualquier naturaleza, por favor envíennos un email o llámennos a nosotras, el ELI, o cualquier miembro de su Equipo de Liderazgo de Comunidad. En este período sagrado de Cuaresma que nos llama a la reflexión sobre nuestra conversión necesaria, estamos invitadas a rezar y escuchar adonde nuestro Dios de misericordia, sabiduría y misterio nos está guiando ahora. Que nuestros corazones y voluntades estén abiertos al nuevo llamado del evangelio de que todos sean uno. En misericordia, Pat, Eileen, Anne, Mary Pat y Deborah
Camino a Ser Uno… Un Camino por Delante Contexto: Fundación del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de las Américas Más de 3000 Hermanas, Asociadas/os y colaboradores/as e la Misericordia se reunieron en Buffalo, Nueva York el 20 de julio de 1991 para la fundación y el Primer Capítulo de las Hermanas de la Misericordia de las Américas. Cuando se abrieron las puertas simbólicas, un grupo enérgico y comprometido de la Misericordia caminó en conjunto para reclamar un nuevo futuro como una sola congregación. Partiendo de 17 gobiernos de la vida de la Misericordia, este grupo eligió forjar juntos una nueva identidad. En medio de gritos de euforia en el rico ritual celebratorio, la energía y deseo de ser un solo Instituto a un nivel más profundo se concretó ese día. El ritual celebratorio e histórico comenzó con la proclamación de nuestro Documento de Fundación por parte de las Hermanas Judy Carle, Peggy Costa y Amy Hoey, miembros del Grupo Administrativo de Transición. Afirmaron los sentimientos que estaban presentes en todos los corazones con estas palabras: Nosotras, mujeres de la Misericordia, hemos descubierto una nueva relación entre nosotras y oramos para que estos lazos que formalizamos hoy perduren, nos llenen de vida y sirvan a nuestra iglesia y toquen a nuestro mundo. Se estableció el Instituto de las Hermanas de la Misericordia junto con la aprobación canónica de la Congregación de Institutos de Vida Consagrada y Vida Apostólica. Camino a Ser Uno… Un Camino Por Delante | Página 1
En 1991 elegimos crear una nueva congregación que afirmara nuestra identidad única como Hermanas de la Misericordia de las Américas, facilitado mediante una modelo cohesivo y efectivo de gobierno en 25 Comunidades Regionales. Este modelo de gobierno desarrollaría principios de unidad, subsidiariedad, y colaboración. En ese momento transcendental elegimos ser una entidad canónica y a la vez reconocimos que cada Comunidad Regional tendría estatus de corporación civil. Nuestras Constituciones aprobadas describen los roles de gobierno del Equipo de Liderazgo del Instituto, la Conferencia del Liderazgo del Instituto y los Equipos de Liderazgo de Comunidad. El rol y responsabilidad del Equipo de Liderazgo del Instituto es “liderar y gobernar el Instituto” (#62). La Conferencia del Liderazgo del Instituto es “un grupo de consulta que desarrolla la unidad y colaboración dentro del Instituto” (69). Entre las responsabilidades de la CLI figuran: “Facilitar la cooperación entre las Comunidades, colaborar y compartir recursos; ayudar para responder a nuevas necesidades y desafíos entremedio de los Capítulos del Instituto; contribuir al desarrollo de planes estratégicos y a largo plazo para el Instituto (69). Central para las decisiones afirmadas por el Primer Capítulo del Instituto fue la creación de la Primera Declaración de Dirección del Instituto. Esta Declaración de Dirección ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo un documento fundacional que guía e inspira a las Hermanas de la Misericordia en once países y un territorio. En los 23 años siguientes desde el comienzo de nuestro Instituto, el escuchar y leer nuestro Documento de Fundación ha profundizado nuestro compromiso de ser uno mientras que nuestra Declaración de Dirección del Instituto ha articulado la forma que tendrían nuestros compromisos. Si bien a veces ser un solo Instituto nos ha eludido.
Crecimiento de Nuestra Identidad en el Curso de los Años
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Pasos significativos en el auto conocimiento de nuestra identidad durante estos 23 años nos han llevado a afirmar en nuestra Declaración del Capítulo de 2011: “Estamos creciendo en una consciencia de interdependencia entre nosotras y con toda la creación.” Los marcadores claves en nuestra historia incluyen: Reafirmación y reformulación de nuestra Declaración de Dirección en 1995 y 1999 para incluir nuestro compromiso con la Tierra y la no violencia. Proceso Caminos (1996-1999) mediante el cual nos preguntamos: ¿Qué podemos hacer mejor juntas que solas? Actos del Capítulo de 1999 que afirmaron “compartir, reasignar, poner en común y/o centralizar recursos financieros; explorar oportunidades de colaboración entre Comunidades Regionales (por ej., en el coauspicio y reconfiguración de las Comunidades Regionales)” (Plan de Acción de 1999). El Proceso de Reimaginación y Reconfiguración (2003-2008) que nos dio una nueva visión de nuestra unicidad dentro de seis Comunidades, incluyendo la creación de una Comunidad para el área del Caribe, América Central y Sudamérica. El Acuerdo de Guyana entre la CLI en 2004 que afirmó el entendimiento entre las líderes de “que todos los activos dentro del Instituto son para la vida común y misión de todas en el Instituto…” que resultó en el cambio de #81 en las Constituciones en el Capítulo de 2011 para que se viera reflejado ese entendimiento. Aprobación de Por Amor a la Misericordia: Programa de Vocación e Incorporación para los Estados Unidos, CCASA y las Filipinas cuyo resultado fue un único programa para todas las miembros nuevas. Los Servicios de Inversión de la Misericordia se hicieron realidad en 2010 y nos proporcionaron un programa a nivel del Instituto para la administración socialmente responsable de activos. Declaración del Capítulo de 2011 en la cual declaramos que “estamos creciendo en una consciencia de interdependencia entre nosotras y con toda la creación.” Todas estas iniciativas y direcciones nos han energizado y desafiado a nosotras como Hermanas de la Misericordia a reclamar nuestra identidad Camino a Ser Uno… Un Camino Por Delante | Página 3
legítima y apropiada como religiosas preparadas para los desafíos del siglo 21. También estas iniciativas y direcciones nos impulsan hacia un futuro que urgentemente necesitamos darle forma si hemos de ser un Instituto sustentable. Compromiso Consciente de un Liderazgo Compartido del Instituto Para facilitar el mejor trabajo juntas como líderes y para implementar nuestra Declaración del Capítulo, la Conferencia del Liderazgo del Instituto formalizó un documento de planificación llamado Perspectivas del Liderazgo para un Futuro Sustentable de la Misericordia. En los últimos tres años (2011-2014), todas las líderes del Instituto – el Equipo de Liderazgo del Instituto y los seis Equipos de Liderazgo de Comunidad – han afirmado el deseo de un modelo de “liderazgo compartido” para trabajar juntas. En el documento sobre liderazgo compartido, la CLI señaló: “Nosotras, la Conferencia del Liderazgo del Instituto, nos desafiamos a fortalecer el liderazgo compartido en todas las dimensiones del Instituto. Creemos que debemos avanzar adoptando nuevas prácticas, acciones y direcciones para sostener el Instituto.” Al continuar abrazando más iniciativas a nivel Instituto hemos llegado a conocer los beneficios de trabajar juntas. Otros ejemplos de emprendimientos colaborativos muy importantes incluyen Mujeres de Misericordia, Mujeres de Esperanza, planeamiento financiero, Fondo de la Misericordia para el Ministerio, Proceso de Visión para Escuelas Secundarias y Elementales de la Misericordia, un sitio web en común, un programa común de vocación e incorporación y esfuerzos colaborativos de justicia para responder a nuestros Asuntos Críticos. Sin embargo, en la misma experiencia de colaboración significativa, también estamos más conscientes de los desafíos inherentes en nuestro actual modelo de gobierno y estructuras administrativas.
Nuestra Experiencia es Apuntar a Cuestiones Más Grandes
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En el encuentro de la CLI de marzo de 2014, la CLI dejó de lado la planificación del esfuerzo para alinear el Capítulo del Instituto y las Asambleas de Comunidad. La discusión de la propuesta resultó en una consciencia apremiante de que alinear los encuentros no sería suficiente, tomaría demasiado tiempo y no abordaría las cuestiones más significativas que las líderes estaban enfrentando. En nuestra discusión, las líderes articularon “cuestiones más grandes” que necesitan ser abordadas para facilitar un gobierno más efectivo, una planificación estratégica y el uso óptimo de recursos humanos y financieros para un Instituto sustentable. Algunas de las “cuestiones más grandes” nombradas por la CLI respaldan nuestro deseo de encarnar más profundamente ser una sola entidad como Hermanas de la Misericordia de las Américas: Encarar la demografía – aumento de la edad, números que decrecen gradualmente, dispersión geográfica de miembros jóvenes y más nuevas; Desarrollar nuevas maneras de reunirse e interactuar utilizando la tecnología más asertiva y efectivamente; Reconocer que la realidad de siete centros de autoridad (un ELI; seis ELC) no siempre favorece a una efectiva toma de decisiones; Evaluar la infraestructura administrativa que, a veces, resulta redundante y que no será sustentable para el futuro; Analizar estructuras no sustentables – esto se nota especialmente en la cantidad de hermanas preparadas y dispuestas para el liderazgo e infraestructuras efectivas de comisiones en las Comunidades; Evaluar los recursos que están disminuyendo, tanto humanos como financieros; Articular roles claros de autoridad canónica y legal para simplificar la toma de decisiones; Realzar y sacar beneficio de nuestra identidad como Instituto internacional;
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Articular una visión que pueda ser operativa en los siguientes 3-7 años; Ocuparse de la gestión y coordinación de proyectos ; Considerar el potencial de los Centros de la Misericordia como una nueva manera de relación y llevar adelante nuestra misión de la Misericordia. Aunque ninguna de estas realidades es nueva, lo que es nuevo es el sentido de urgencia que la CLI ha expresado acerca de la necesidad de abordar estas realidades. Dejamos el encuentro de la CLI de marzo de 2014 sintiendo que debíamos reunirnos pronto para abordar el futuro de una manera intencional. Un Camino Por Delante En junio de 2014, el Equipo de Liderazgo del Instituto discutió la importancia de estar en la mitad de su período de seis años (2011-2017). Habiendo reflexionado profundamente acerca de su experiencia como líderes de las Hermanas de la Misericordia de las Américas y lo que observaron entre y alrededor de ellas, expusieron una nueva articulación con respecto a nuestra identidad. Una nueva visión acerca de ser uno, fue considerada y afirmada por La Conferencia del Liderazgo del Instituto en octubre de 2014 (ver carta de la CLI a las miembros 20-11-14). Desde la perspectiva del gobierno, la Conferencia del Liderazgo del Instituto afirmó comenzar las conversaciones ahora para considerar un centro de autoridad y un equipo de liderazgo para las Hermanas de la Misericordia de las Américas para 2023. En el corazón de esta decisión crítica, sin embargo, está esta pregunta fundamental: ¿Qué deseamos nosotras, como Hermanas de la Misericordia de las Américas, ser entre nosotras y para nuestro mundo? ¿Cómo podemos encarnar la Misericordia de Dios para un mundo que sufre en formas que tengan más sentido y más impacto de cara al futuro?
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Disposición para Llegar a Ser Uno: ¿Por Qué Ahora? Desde nuestra perspectiva, hay varios factores que apoyan esta propuesta en este tiempo. 1. Llamado del Capítulo: La Declaración del Capítulo de 2011 afirma que “estamos creciendo en una consciencia de interdependencia entre nosotras y con toda la creación” y nos llama a “actuar en formas que contribuyan a un futuro sustentable para nuestro Instituto.” Después de más de veinte años como Instituto, muchas Hermanas han llegado a conocer a Hermanas de otras Comunidades y han formado lazos fuertes de amistad y conexión. A menudo estos lazos entrecruzan múltiples ciudades y países. Tecnológicamente, tenemos la habilidad de conectarnos y apoyarnos unas a otras a través de grandes distancias. Muchas de nuestras miembros más jóvenes y nuestras RSM maduras reclaman una identidad como Instituto y desean procesos y estructuras que faciliten la identidad y unicidad del Instituto. Desde una base cosmológica, espiritual y evangélica, creemos que todo está conectado y hemos de testimoniar una unidad sagrada entre nosotras y con todas las personas. En nuestra Declaración del Capítulo escuchamos el llamado a “liberar y redistribuir nuestros recursos humanos y financieros.” Sin embargo, demasiado seguido nuestros procesos y estructuras no nos ayudan a poner nuestras aspiraciones en acción. 2. Implementación de los Actos del Capítulo: En 1991 articulamos nuestra Declaración de Dirección del Instituto que continúa inspirando a las Hermanas de la Misericordia para la misión y comunidad. La Declaración del Capítulo es el marco para nuestros actuales compromisos y decisiones. En 1995, como resultado de lo que aprendimos de las experiencias de nuestras hermanas en las Filipinas, añadimos el concepto de nuestra unidad con la Tierra y toda la creación. En Capítulos subsiguientes, la Camino a Ser Uno… Un Camino Por Delante | Página 7
Declaración de Dirección del Instituto dio claridad a nuestra afirmación de los cinco Asuntos Críticos: mujeres; antirracismo; inmigración; Tierra y no violencia, nuestra articulación actual de la misión de la Misericordia. La interconexión entre estos Asuntos Críticos es evidente al implementar acciones que los fomentan. En el corazón de los Asuntos Críticos está nuestra supuesta que la pobreza es la dimensión sustancial que se ve reflejada en estos asuntos. Nuestro deseo de encontrar mejores formas de usar nuestros recursos humanos y financieros para abordar los Asuntos Críticos por medio de nuestros ministerios y nuestros esfuerzos de abogacía podrían realzarse si viéramos la planificación a través de una lente central. Actualmente, la Declaración del Capítulo es esa lente ya que establece una dirección y un marco para nosotras como Hermanas de la Misericordia de las Américas. Los esfuerzos por parte de nuestras Hermanas, nuestros ministerios y otras personas de la Misericordia están promoviendo los Asuntos Críticos. Todos los días, las Hermanas de la Misericordia en todas nuestras áreas locales están encontrando mejores maneras de abordar las necesidades de los que se ven afectados por la pobreza. Estamos inspiradas por los compromisos entre nosotras y tenemos que enfocar nuestras mejores energías hacia estos Asuntos Críticos. A veces nuestros procesos del Instituto y Comunidades no siempre facilitan nuestra habilidad de implementar nuestras direcciones capitulares. Nuestras Asambleas de Comunidad y nuestros encuentros, aunque sean maravillosos al crear y renovar las relaciones entre nosotras, a veces no pueden realizar de una manera integradora el trabajo de nuestro Capítulo dentro del encuadre de la Comunidad. Un centro de autoridad y un equipo de liderazgo tienen mayor potencial para establecer colectivamente prioridades, coordinando esfuerzos y luego distribuyendo los recursos al servicio de lo que consideramos prioritario. 3. Experiencia de miembros: Las Hermanas desean conectarse más fácil y efectivamente a lo largo del Instituto al servicio de nuestra misión de la Misericordia.
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Hemos escuchado las voces de nuestras miembros que desean intensificar sus relaciones entre sí, localmente y a través de todo el Instituto. También hemos escuchado las voces de nuestras miembros que buscan procesos participativos más fuertes y más efectivos para dar dirección a nuestra vida en la Misericordia. Estos deseos se enfocan hacia cómo podemos responder cada vez más al Evangelio y encontrar formas creativas de fortalecer nuestra capacidad de ser más diestras y efectivas para servir al pueblo de Dios. Nuestras miembros y líderes juntas han experimentado la riqueza del diálogo contemplativo como una manera de profundizar nuestra espiritualidad y optimizar nuestras conversaciones comunitarias y nuestros esfuerzos de planificación. Anhelamos animar la vida religiosa ahora y facilitar en el futuro nuestros recursos (personas y financieros) en pos de nuestras prioridades. Deseamos fortalecer nuestra identidad como religiosas. Es un deseo sincero invitar a mujeres a esta vida de la Misericordia personalmente y es una manera de asegurar la misión en el futuro. Las Hermanas, especialmente las nuevas, tienen la capacidad y el deseo de conectarse significativa y creativamente por medio de la tecnología como también en persona. Debemos encontrar juntas mejores maneras de integrar y facilitar estos deseos para la riqueza de la vida entre nosotras y al servicio de nuestra misión. 4. Experiencia de las líderes: La experiencia creciente de las líderes es que nuestro sistema de gobierno no siempre facilita el trabajo a tiempo, efectivo y satisfactorio. La gestión de la colaboración y proyectos a nivel Instituto toma tiempo excesivo. Los procesos de toma de decisiones a veces son vagos y poco flexibles. Frecuentemente se da la redundancia en los esfuerzos. La buena administración de los recursos se ve afectada al buscar trabajar mediante iniciativas a nivel Instituto. El ELI y los ELC a veces dudan en emplear personal nuevo al no saber si determinadas posiciones pueden ser desarrolladas de una manera Camino a Ser Uno… Un Camino Por Delante | Página 9
diferente para servir de una manera más eficiente, colaborativa y efectiva. Las líderes y sus equipos de administración se preguntan si se debieran replicar funciones y servicios similares en cada Comunidad y también en la oficina del Instituto. Una visión de gobierno que tenga un solo centro de autoridad y un solo equipo de liderazgo podría agilizar la toma de decisiones y enfocar las funciones administrativas y de planificación. Más aún, nuestras nuevas líderes hablan de un “ciclo de aprendizaje” largo y una “complejidad de cuestiones” que parecen agotadoras para algunas líderes actuales y poco atractivas para líderes potenciales. Si pudiéramos crear una estructura de gobierno simple con una infraestructura administrativa altamente desarrollada y efectiva que fuera dirigida pastoralmente a las necesidades de nuestras hermanas y misión de la Misericordia, ¿se podría liberar a las líderes para servir a nuestras hermanas, nuestra iglesia y nuestro mundo de una manera diferente? Recordando que crear un futuro sustentable para nuestro Instituto es el llamado de la Declaración del Capítulo del 2011, buscamos crear un modelo de gobierno y una configuración administrativa y organizativa paralela que sirva a nuestras necesidades actuales y futuras. 5. Grupo de Trabajo sobre Gobierno: Este grupo fue formado para abordar el Acto del Capítulo del 2011 que dice que el ELI inicie un estudio para examinar las necesidades futuras de gobierno del Instituto considerando el actual número, rol y composición del ELI. Las miembros del Grupo de Trabajo sobre Gobierno al asumir el encargo del Capítulo del Instituto formularon supuestas que incluyen la afirmación de que “las actuales Constituciones proveen la autoridad y flexibilidad necesarias para responder a las realidades demográficas y las necesidades futuras del Instituto.” Aunque la supuesta del grupo de trabajo con respecto a la adecuación y flexibilidad de nuestras actuales Constituciones parezca razonable, la experiencia de las líderes ha suscitado el cuestionamiento sobre la existencia continua de “siete centros de autoridad” (un ELI y seis ELC). Camino a Ser Uno… Un Camino Por Delante | Página 10
Recientemente el Grupo de Trabajo sobre Gobierno envió una propuesta con respecto a la alineación del Capítulo del Instituto con las Asambleas de Comunidad. “Esto fue visto como una necesidad de gobierno del Instituto que fomentaría la continuidad dentro de la CLI y proveería una transición más suave que favorecería la consolidación de las Comunidades en el futuro” (informe al ELI, enero de 2014). En una sección del informe, las razones para considerar la alineación parecen reflejar el pensamiento de muchas líderes; hay una consciencia en evolución de lo que verdaderamente significa ser una comunidad interrelacionada; existe preocupación por las futuras estructuras de gobierno y cómo responderán a las necesidades del Instituto. Como se dijo anteriormente, cuando la CLI consideró esta propuesta, concluyó que se necesitaba abordar “cuestiones más grandes” antes de empezar a trabajar sobre la alineación. La CLI percibe que con el liderazgo compartido estamos pensando y actuando desde un nuevo modo de relación y gobierno. Sin embargo, la pregunta delante de nosotras es si esta manera de proceder es suficiente para lo urgente y sentimos que queremos crear un camino claro y oportuno de gobierno para lograr un Instituto sustentable. 6. Demografía: Nuestro panorama demográfico cambiante requiere que pensemos nuevamente acerca de nuestro modelo de gobierno y funciones administrativas. Actualmente, algunas Comunidades están enfrentando desafíos para asegurar líderes apropiadas para el liderazgo de la Comunidad, para liderar esfuerzos con respecto a la nueva pertenencia, para roles pastorales dentro de las Comunidades y para funciones en las comisiones. Además, estamos muy conscientes de que nuestro actual perfil demográfico sugiere que en 2023 (el año del siguiente Capítulo del Instituto después de que haya terminado nuestro período de ejercicio en 2017) habrá aproximadamente 150 Hermanas de la Misericordia menores de 70. Camino a Ser Uno… Un Camino Por Delante | Página 11
Reconocemos que estos números no tienen en cuenta que se nos unirán nuevas miembros. La CLI, con la ayuda de nuestra facilitadora en la planificación, Marisa Guerin, entró en un proceso de visión en donde compartimos nuestra experiencia al imaginarnos a nosotras mismas en 2023. Ese proceso de visión dio por resultado estas reflexiones y la articulación de nuestra recomendación de iniciar conversaciones con las miembros acerca de esta dirección de profundizar nuestra identidad como Hermanas de la Misericordia de la Américas. Invitación para Dar el Próximo Paso La planificación colaborativa de estas realidades está de hecho ocurriendo y debe ser intensificada. Sin embargo, deseamos sinceramente y debemos abordar nuestros desafíos sistemáticamente. Si actuamos ahora, lo hacemos desde una posición de fortaleza y posibilidad. La urgencia de una conversación seria, reflexión y acción está ante nosotras. Nuestros actuales procesos contemplativos son ricos y pueden servir de base para nuestro pensamiento y planificación para un futuro sustentable. Este momento nos llama a reunirnos y nombrar nuestras visiones en maneras osadas y nuevas al servicio de nuestra vida y misión. Las invitamos a ustedes, nuestras hermanas, a que se unan para discutir esta dirección y discernir nuestro camino juntas.
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