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Miércoles 23 de diciembre de 2009
PREMIOS
Una cita anual
El tenista tandilense, ganador del US Open y finalista del Masters, en un 2009 fuera de serie, recibió anoche el tradicional Olimpia de Oro, como el mejor deportista de nuestro medio; fue el centro de la admiración de todos sus pares
Del Potro tuvo un añño de colección EL OCTAVO PARA EL TENIS
LOS DORADOS
Olimpia de Oro
Año 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Tenista
1962 1974 1975 1977 1987 1988 2005
Norma Baylon Guillermo Vilas Guillermo Vilas Guillermo Vilas Gabriela Sabatini Gabriela Sabatini David Nalbandian
2009
Juan Martín Del Potro
LOS MEJORES DEL AÑO
Sus dos primeros festejos: se impuso en Auckland, en el arranque del año, y en Washington
Por Maximiliano Boso
De la Redacción de LA NACION
J
uan Martín del Potro debe mirar hacia atrás, observar la temporada versión 2009, relajarse y disfrutar. Será, claro, muy difícil de igualar. Una campaña magnífica, que cerró anoche con un premio de prestigio, que trasciende el tiempo. Y tenía adversarios por el premio máximo, claro que los tenía. Lionel Messi, por caso, estrella de Barcelona, el multicampeón, o Angel Cabrera, vencedor en el Masters de Augusta de golf; y hasta Luciana Aymar, elegida por sexta vez en su carrera como la mejor jugadora de hockey sobre césped del mundo. Todos ellos fueron distinguidos con los premios Olimpia de Plata. El dorado, el de oro, el que representa la cumbre de nuestro país en la gran fiesta anual del deporte, ése quedó en manos de Juan Martín del Potro. Un pibe de apenas 21 años. Por sus títulos, por su campaña, acaso, por su futuro. Auckland, Washington fueron la primera parte de la aventura, que tuvo su momento cúlmine con el US Open, el Grand Slam por el que siempre soñó, en una noche mágica contra el Gran Roger Federer. No fue lo único, claro: su ranking N°5 fue determinante en su gran desempeño como finalista en el Masters de Londres, ayer nomás. El tandilense, claro fue la figura excluyente en la tradicional cita de los premios Olimpia, que entrega el Círculo de Periodistas Deportivos desde 1954 y que anoche tuvo su gala en el Polideportivo Almirante Brown, con una sobria conducción compartida entre Víctor Hugo Morales y Teté Coustarot. Las últimas horas de La Torre de Tandil, más conocido como Palito en su tierra, en su casa, fueron frenéticas. Ayer a la mañana llegó en un vuelo de Santiago, Chile, donde cayó ante el local Fernando González, 11° del mundo, por 7-5 y 6-4, en una exhibición realizada en el Movistar Arena, que fue la devolución de la visita del Bombardero de La Reina a Rosario, donde fue el tandilense el que se impuso. En tiempos de pretemporada, Del Potro no perdió ni un minuto: estuvo entrenando en las canchas de cemento de El Clú, don-
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En Londres tuvo otra tarea magnífica: finalista
El fútbol también tuvo su presencia en la gran fiesta Además de los premios para Juan Sebastián Verón, en el ámbito local, y Lionel Messi, en el exterior, el Círculo reconoció a Estudiantes de La Plata por la conquista de la Copa Libertadores. Hubo homenajes, además, a Julio Falcioni, DT, del Banfield campeón; al juvenil ganador del Mundial ‘79 y a Fernando Redondo.
La cumbre de su carrera: el trofeo en alto en Nueva York, tras una final increíble contra Federer
de funciona la academia que su entrenador, Franco Davin, tiene en sociedad con Luis Lobo (coach de David Nalbandian y Juan Mónaco) y Roberto Azar. Después sí, fue el tiempo de irse a descansar al departamento de un amigo, en Buenos Aires. Apenas llegó anoche, fue el centro de los flashes, de la admiración y de hasta de los suspiros de ciertas miradas femeninas. Estuvo acompañado por Rafael Groppo, su hombre de confianza en el ámbito local, y por un celoso hombre de seguridad. Este flaco, alto y talentoso no es un improvisado. Su excelente servicio, su potente drive, tienen su historia... Los primeros raquetazos de Palito fueron contra el frontón del club Independiente, allí donde lo vio el ojo clínico de Marcelo Gómez, un formidable formador de tenistas. Con los años, el Negro no lo dejó inclinarse por la número 5. Lo veía distinto, a pesar del fervor de Delpo por el fútbol. Y por Boca. Tanto, que este muchacho que nació con la primavera de 1988, un 23 de septiembre, es el más joven argentino campeón de un Grand Slam. En los últimos años también se destacó por ser el más joven en distintos grupos del ranking: entre los primeros 200, 100, 50, 10 y este año entre los top 5.
Desde muy chico saboreó la gloria en un torneo grande para los juniors, que cuenta con el peso de la tradición: ganó el Orange Bowl a los 14 años, en el mismo Crandon Park donde esta temporada consiguió su primera victoria ante un número 1 del mundo, entonces el español Rafael Nadal. Ese éxito, además, fue el que le empezó a poner fin a su timidez ante los más grandes. Y hasta le ganó dos veces a Roger Federer una vez que el suizo recuperó el cetro. Primero, la final del US Open... ratificada en el Masters de Londres. Ganó sus primeros cuatro títulos en forma consecutiva, a los 19 años. De los 12 tenistas que ganaron, al menos, cuatro títulos en una temporada antes de los 20 años, sólo Jimmy Arias (y por ahora Del Potro) no alcanzaron el número 1 del mundo. Aunque Del Po tiene ese destino. Debutó en la Davis con una épica victoria en cinco sets ante el austríaco Jürgen Melzer, en 2007, que le dio el tercer punto a la Argentina en la serie ganada por 4 a 1 en Linz. Tal vez, la Ensaladera de Plata sea una de sus cuentas pendientes. Ya habrá tiempo para ello. Anoche sólo tuvo espacio para disfrutar del mejor telón de un mágico año.
Olimpia de Plata Diego Flores Brian Toledo José María López Leonardo Gutiérrez Luis Scola Raúl Basualdo Omar Narváez Daniel Dal Bo Lucía Casano Darío Colla José María Larroca (h.) Felipe Saucedo Javier Julio Juan Sebastián Verón Lionel Messi Patricio Benes Federico Molinari Angel Cabrera Diego Simonet Luciana Aymar Pablo Alvarez Alejandro Clara Martín Juiz Fernando Iglesias Leandro Mercado Cecilia Biagioli Fernando Belasteguin Natalia Artero Sergio Pedretti Jorge Villegas Malvina Verón Gonzalo Pieres Doble Par (M. G. Best y L. Abalo) Juan Martín Fernández Lobbe Mauro Crismanich Juan Martín del Potro Pablo Tabachnik Cecilia Zeid Edwin Talaverano Alejandro Spajic Julio Alsogaray Alejandro Maldonado
Por Cristian Grosso De la Redacción de LA NACION
PERO, ¿LEO NO ES EL REY? Aunque la jerarquía de los futbolistas argentinos no entraba en discusión, jamás atrapaban las condecoraciones. En 2002, cuando la FIFA premió al más valioso de la Tierra, Ronaldo arrasó con 387 votos. ¿Y los nuestros? Batistuta recibió cinco, y Verón, tres. ¿Y más acá? En la Gala de 2003, Aimar apareció apenas en el 14° lugar; en 2004, Ayala quedó 19°; en 2005, Riquelme figuró 16°, y en 2006, otra vez JR, ahora en la 17° posición. Hasta que apareció Lionel Messi. El pasado reciente debe servir para dimensionar la actualidad. Hace algunas Del Potro coronó su brillante temporada con el Ollimpia de Oro; una noche para el recuerdo
// RO DRIGO NESPOLO
Ganador Juan Manuel Fangio Pascual Pérez Jorge Bátiz Pedro Dellacha Osvaldo Suárez Luis Thompson Rodolfo Hossinger Luis Alberto Nicolao Norma Baylon Juan Carlos Dyrzka Carlos Moratorio Bernardo Otaño Horacio Accavallo Roberto De Vicenzo Nicolino Locche Alberto Demiddi Roberto De Vicenzo Alberto Demiddi Carlos Monzón Horacio Iglesias Guillermo Vilas Guillermo Vilas Juan Carlos Harriott (h.) Guillermo Vilas Daniel Martinazzo Diego Maradona Sergio Víctor Palma Marcelo Alexandre Santos Laciar Santos Laciar Santos Laciar Hugo Porta Diego Maradona Gabriela Sabatini Gabriela Sabatini Eduardo Romero Pedro Décima Oscar Ruggeri Diego Degano Marcelo Milanesio Julio César Vásquez Nora Vega Carlos Espínola José Meolans Andrea González Gonzalo Quesada Las Leonas José Cóceres Cecilia Rognoni Emanuel Ginóbili E. Ginóbili y C. Tevez David Nalbandian Germán Chiaraviglio Angel Cabrera J. Curutchet y W. Pérez Juan Martín Del Potro
OPINION Por Maximiliano Boso De la Redacción de LA NACION
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OPINION horas que Leo trepó al Olimpo. No siempre calidad y figuración se entienden. Pero con Messi como el eslabón perdido, un día se pusieron de acuerdo. Es el solista del poético Barcelona. El fino intérprete del filarmónico equipo catalán que hechiza a todos. Messi es el mejor del mundo, reina un deporte que está sellado a fuego en el adn del ser nacional. El Globo lo reverencia y acá debe esperar. Algunos lo despellejan y dudan de sus sentimientos; otros los bastardean con pintadas. Messi espera en su cápsula de cristal. Lo tendrían que haber distinguido anoche y no con efecto retroactivo en el futuro, como ocurre tantas veces con estos premios.
Presente y futuro para un deportista diferente En un año en el que el Pato Cabrera ganó el Masters de Augusta, en una temporada en la que Lionel Messi se consagró como el mejor futbolista del mundo, Juan Martín del Potro se consagró campeón del Abierto de los Estados Unidos de tenis, emulando sobre el cemento de Flushing Meadows lo que Guillermo Vilas logró en su gran 1977 sobre la arcilla de Forest Hills. Willy dio aquel salto que forma parte de la mitología del deporte argentino. En el mismo camino empieza a situarse Delpo con aquella imagen del 14 de septiembre, en la que parecía desplomarse en cámara lenta tras derrotar a Roger Federer, probablemente el mejor jugador de tenis de la historia. Quizá no sea la oportunidad de hablar de merecimientos. Cabrera y Messi hicieron lo suficiente para llevarse ellos la estatuilla dorada del Olimpia, con la que el Círculo de Periodistas Deportivos premia al mejor deportista argentino del año. En rigor, esta temporada bien se podrían haber confeccionado tres trofeos. Hubiera sido más justo, aunque no lo acostumbrado. Este párrafo será, sin duda, la sustancia de las discusiones y polémicas que sobrevendrán. Que el triunfo del Pato quedó algo atrás en el tiempo en una época de velocidad devoradora; que Lio, en la cumbre del fútbol mundial, justo no estaba en el país... En definitiva, Del Potro también hizo lo suyo para llegar bien alto. Se trataba, además, del único de los tres que nunca había conseguido ni siquiera un Olimpia de Plata. Claro que, a lo sumo, podría haberlo conseguido el año pasado, cuando irrumpió entre los mejores del mundo en su especialidad. Del Potro es diferente. Hasta en lo curioso, como se citaba al principio en comparación con Vilas, de aquel salto a este desplome de emoción. El mejor exponente de la alta escuela tandilense que dirige un maestro como Marcelo Gómez salió campeón un lunes, a los 20 años. Estadísticamente, sobran los datos que impulsan a decir que, algún día, Juan Martín del Potro será el primer número 1 del mundo del tenis con pasaporte argentino. A Vilas se lo negó la matemática, a Gabriela Sabatini esa pequeña diferencia de mentalidad, a David Nalbandian quizá le faltó un poco más de decisión. La Torre de Tandil transita por una era en la que los números del ranking son bastante fieles a la realidad, posee cada vez una mentalidad más brava y tiene la firme convicción de dar absolutamente todo para intentar llegar a lo más alto. Ratificó el título en el US Open llegando a la final del Masters. Cuando todos se preguntaban por qué no les ganaba a los grandes, se destapó ante Rafael Nadal y cerró el año con tres victorias ante el número 1 del mundo, aquélla ante el español y luego un par sobre Federer. ¿La Copa Davis? Es la deuda pendiente, pero cuenta con una experiencia que puede ser vital para el futuro: la frustración de la final de 2008, ante España. Está por verse si, a partir de su juventud, logrará con el tiempo capitalizar esa vivencia, como también está pendiente de comprobación esa sensación de que las estrellas están alineadas en su vida.
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