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LA MAYORDOMÍA CRISTIANA Lección 03, Trabajando y conservando Por Wayne Gute INTRODUCCIÓN Si es cierto que Dios da a todos todas las cosas, entonces, ¿cómo es que no todos tienen por igual? ¿Por qué hay ricos y pobres? ¿Por qué es que unos tienen grandes posesiones, y otros pocas? Tal vez no podemos saber todas las razones, pero la Biblia nos señala varias. ¿Por qué hay pobres? Hay personas pobres porque no piden de Dios (Santiago 4:2). Hay otras que, sí, piden a Dios, pero con mala intención, para gastar en sus propios placeres (Santiago 4:3). Hay otras que son pobres porque no trabajan; son haraganes. “No ames el sueño, para que no te empobrezcas; abre tus ojos, y te saciarás de pan” (Proverbios 20:13). Hay otras que son pobres porque no usan ni conservan bien lo que el Señor les da (Proverbios 6:6-11). Pero, sobre todo, tenemos que reconocer que hay pobres de veras, que por sus circunstancias, no pueden mejorar su condición. ¿Por qué hay ricos? Hay personas ricas que lo son porque honran a Dios, como por ejemplo, Job. Pero, hay ricos que así son por robar, oprimir y engañar a los pobres (Santiago 5:1-4; compare Zaqueo [Lucas 19:1-9]). Hay ricos que tienen el dinero como su dios (Mateo 6:24) y sirven al dinero y no a Dios. En esta lección veremos dos cosas: (1) Que Dios nos manda a trabajar para ganar la vida, y para tener para dar a otros. (2) También, nos manda cuidar lo que él nos da como el fruto de nuestro trabajo. Dios, sí, es el Dador de todo. Pero esto no significa que no tengamos que trabajar. A. LO QUE EL SEÑOR ENSEÑA EN CUANTO AL TRABAJO 1. A Adán: Génesis 3:17-19. Dios mandó a Adán a trabajar para ganar la vida. “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra. . .” (Génesis 3:19). Como parte de la maldición, vinieron las espinas, etc.. Dios no le da las cosas al hombre así no más. Tiene que arar, sembrar, limpiar, cosechar, etc. 2. A los israelitas: Éxodo 20:9. En los diez mandamientos, vemos que el Señor mandó a los israelitas a trabajar seis días y descansar un día. 3. A los cristianos (por medio de Pablo): 2 Tesalonicenses 3:6-12. Algunos en esta iglesia tenían la costumbre de no trabajar, sino de comer de los bienes de los demás hermanos. Esto no convenía. Más bien, les fue prohibido. Pablo les puso buen ejemplo: “Ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. . . .Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”. B. ¿CÓMO DEBEMOS TRABAJAR? Dios manda y bendice la diligencia en el trabajo. 1. No trabajemos para agradar a los hombres, sino a Dios (Efesios 6:5-8; Colosenses 3:2224). Es verdad que muchos trabajan solamente cuando esté presente el caporal o el patrón. Estando ausente éste, no trabajan. Pero Dios lo mira, y no bendice tal engaño. Pero si uno trabaja bien y da buen testimonio, puede ser que reciba mejor puesto, uno que aun paga más.
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2 . La pereza no debe tener cabida en nuestra vida. “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12:11). C. LA META DE NUESTRO TRABAJO: ser ricos en buenas obras. 1 Timoteo 6:18-19 (compare vv. 9-10). No trabajemos para hacernos ricos, sino en buenas obras, usando nuestros bienes y ganancias para el mismo Señor (compare Proverbios 23:4-5). D. LA CONSERVACIÓN DE LOS BIENES 1. El ejemplo del Señor Jesucristo (Juan 6:12). Después de haber dado de comer a más de 5,000 personas, el Señor mandó a sus discípulos lo siguiente: “Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada”. 2. El consejo del sabio (Proverbios 28:23-27). Aconseja al ganadero la diligencia en el cuidado de sus animales.
CONCLUSIÓN Concluimos que aunque Dios es el Dueño y Dador de todo, él espera que nosotros trabajemos para ganar la vida. Él espera que nosotros trabajemos para tener para dar a los verdaderos necesitados. Quiere que laboramos con diligencia, reconociendo que él es nuestro patrón celestial. Anhela que conservemos el fruto de nuestro trabajo, gozando de ello (1 Timoteo 6:17), pero no malgastándolo. El Señor nos amonesta a que no pongamos el dinero como nuestro Dios, y que no trabajemos para ser ricos, porque el amor hacia el dinero es la raíz de todos los males. Nos exhorta a ser ricos en buenas obras, buscando primeramente el reino de Dios y su justicia. Usado con permiso.
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