Cultura
Página 22/LA NACION
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Domingo 9 de diciembre de 2007
TENDENCIA / Se busca ahora afianzar la especialización
Los curadores de arte ganan espacios Casi sin excepción, museos y centros culturales los contratan para las muestras; una figura que se consolidó en los noventa Por Laura Casanovas De la Redacción de LA NACION Elijamos al artista argentino Xul Solar, por ejemplo, e imaginemos una exposición en un museo que nos muestra distintas etapas de su producción plástica. Las obras están bien iluminadas y colgadas en un espacio adecuado para su tamaño; hay carteles con información clara y precisa; el catálogo es interesante, y la visita guiada, atrapante. Al salir de la muestra, sentimos que aprendimos y que algo cambió en nosotros. ¿Qué pasó? Seguramente, detrás de la exposición hubo mucha gente coordinada por la figura, tan en boga en estos tiempos, del curador, ese director de orquesta cuyo nombre llegó para instalarse en el mundo del arte hace sólo algunas décadas y, en la Argentina, con fuerza a partir de los noventa. Hoy es difícil imaginar una muestra sin curador y toda institución importante tiene por lo menos uno. “Cuando abrió el Centro Cultural Recoleta, hace 27 años, no existían la palabra «curador» ni el rol. Y hoy no se nos ocurriría hacer una muestra sin un curador”, sintetizó Liliana Piñeiro, directora de la institución porteña. El Recoleta tiene una curadora general, Clelia Tarico, que, al igual que en otras instituciones, tiene como misión lograr una armonía general de todo lo que se exhibe, aunque haya muestras que tengan curadores externos. El término “curador” proviene del latín curator y significa ‘cuidador’, ‘encargado de resguardar un legado’. Los especialistas sostienen que el rol de curador y su prestigio están ligados al advenimiento del arte contemporáneo y a la realización de exposiciones temporales e itinerantes. Antes de que apareciera, se hablaba del conservador de un museo. ¿Por qué hoy el curador tiene tanto prestigio? “Porque es un especialista; tiene criterios para decidir en un mundo donde pareciera que no hay criterios para definir la artisti-
cidad. Además, el arte contemporáneo tiene prestigio”, consideró Rodrigo Alonso, curador independiente e historiador del arte, que dicta curaduría en la carrera de gestión de la artes de la Universidad del Salvador. Otra figura que existía antes del curador era la del crítico de arte. En este caso, los especialistas suelen indicar que el curador selecciona un conjunto de obras y el crítico no. No obstante, para Martha Nogueira, directora de artes visuales del Centro Cultural Borges, “es muy difícil separar al crítico del curador”. La institución de la cual es curadora general permite que el artista que expone elija su curador y, sino, es el propio centro quien realiza la curaduría. Una característica del Borges es que también tiene curadora para las exposiciones de fotografía, lo cual da cuenta de la especialización de esta figura. “El Borges privilegia las muestras de fotografía y quisimos profundizar este espacio”, indicó Virginia Fabbri, curadora de fotografía.
En la Argentina En nuestro país, el papel de curador surge tímidamente entre fines de los años 70 y principios de los 80, y se empieza a profesionalizar, sobre todo, a mediados de los años 90. Una de las instituciones pioneras en plantear el tema en nuestro país fue la Fundación Proa, que en 2000, junto con el Fondo Nacional de las Artes, invitó a Mark Rosenthal, por entonces curador de arte del siglo XX del Museo Guggenheim de Nueva York, a dictar un seminario de curaduría. “En el mundo es bastante nueva la figura del curador. Sin embargo, en la Argentina el campo aún está muy virgen. Veo carencias de lugares de estudio y de experimentación para el joven curador. Acá, la carrera de historia del arte es lo más cercano”, consideró Adriana Rosenberg, directora de Proa. Para Américo Castilla, director nacional de Patrimonio y Museos, en el país “se va afirmando el rol del curador en la medida en que se profesionaliza el campo”. Recordó
SUS TAREAS El curador debe: Investigar sobre el artista que expondrá
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Seleccionar las obras
■ Construir un discurso en torno a lo que se expone
Interactuar con el artista y las instituciones que tienen obras
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■ Intervenir en el montaje y la iluminación de las obras ■ Decidir sobre los aspectos educativos de la muestra ■
Definir el catálogo
Cuidar las obras, incluido el traslado ■
Tarico y Piñeiro, curadora y directora del Recoleta SOLEDAD AZNAREZ
que hace dos años en la Dirección de Artes Visuales se realizó un encuentro nacional de curaduría en artes plásticas y que en el Museo Nacional de Bellas Artes se llevaron a cabo el año pasado las primeras jornadas de curaduría. Los especialistas consideran que en nuestro país falta una mayor especialización académica. “Hay pocos buenos curadores en la Argentina. Lo que hay es una generalización del nombre de curador, ya que hoy no se puede pensar en el circuito de legitimación del campo artístico sin su figura”, consideró Andrea Giunta, historiadora del arte, curadora independiente y profesora visitante del programa curatorial del Bard College de Nueva York. Para la especialista, sería deseable una formación más específica, en un nivel de posgrado, por lo cual establecería una maestría en curaduría dependiente de la universidad. En la Argentina, algunos curadores son
egresados de la carrera de historia del arte y otros provienen de carreras de gestión cultural. Hay artistas plásticos que cumplen el papel de curadores. Y desde hace algunos años, se dicta la carrera de curaduría en el instituto Philadelphia College. La Universidad del Salvador organiza un posgrado. “Se aprendió bastante en los últimos años. Están en el buen camino los curadores. La especialización está bien, pero necesitan tener un espectro amplio de conocimientos”, estimó Laura Buccellato, directora del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba), que dijo que para las curadurías trabaja con historiadores del arte. Con frecuencia se habla del “poder” de los curadores y de que a veces su figura puede opacar a la del artista. Sin excepción, los especialistas opinaron que es el artista o, mejor dicho, su obra, la que se tiene que destacar y, el curador, debe trabajar para ese lucimiento.
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Organizar la visita guiada
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Pensar en difundir la muestra
Buccellato, del Mamba GUSTAVO CHERRO