Los contenidos se hacen con neuronas, no con electrones. Bienvenida la ley de medios, bienvenida la TDA. Y, sobre todo, bienvenidas aquellas promesas de llenar pantallas con tonadas propias. Me refiero al fomento de capacidades de producir contenidos locales. Esa es la buena noticia. Las malas son que para esto no había por qué esperar la nueva ley de medios, ni la tecnología de la televisión digital. Por dar ejemplos: • En Tucumán tenemos (¿o tuvimos?) el privilegio de contar con un canal de TV universitario ya en 1966. ¿Qué hicimos de él? • Gracias a la lucha de DOCA (documentalistas argentinos) ya existe hace varios años la resolución 632 del INCAA que compra anticipadamente los derechos televisivos de cine independiente por montos sensiblemente superiores a los que hoy se concursan. No se han visto florecer las pantallas con producciones tucumanas. El Canal Encuentro, siendo un colosal avance, nos muestra realidades propias desde miradas porteñas. Producir imágenes desde Tucumán seguirá siendo una tarea heroica. Para revertir esto hacen falta decisiones políticas a nivel local donde la universidad tiene una responsabilidad insoslayable en la formación. Alienación digital sigue siendo alienación Los medios masivos se limitan a difundir un segmento particular de la información conocido como noticia Y de ellas se seleccionan aquellas que son funcionales al poder. Al decir de Bourdieu, se censura mostrando. La recreación, es alienante y, la denominada educación, ocupa un espacio marginal de la programación. Se forman profesionales de la autoexpresión, para la producción de mensajes afectivos o directamente manipulatorios, funcionales a los medios y, paradójicamente, candidatos a la desocupación. Faltan los profesionales que produzcan mensajes de carácter cognitivo para: a) incrementar los niveles de educación de la población. b) conformar ciudadanos productivos, procesos a los que podemos denominar de capacitación. c) facilitar la participación ciudadana en la toma de decisiones, incrementando procesos de democratización. Se trata de avanzar en la democracia participativa para atenuar algunas de las limitaciones de la democracia representativa. La diversidad de voces empieza por casa. La transparencia y democratización del canal universitario y la escuela de cine (con concursos y cogobierno) y la cobertura por concurso de todos los cargos públicos incluidos los de este espacio donde amablemente se me invita a opinar, deberían ser apenas un comienzo de coherencia y credibilidad. Consultor Internacional en Comunicación para el Desarrollo Documentalista afiliado a DOCA Docente a cargo de las cátedras Comunicación Televisiva y Guión y Narración

Este párrafo fue eliminado del artículo SIN CONSULTAR CONMIGO. Se lme pidió un artículo de 400 palabras, y luego salió recortado en su parte medular.

NO ACEPTO LA NATURALIZACIÓN DE LA PRÁCTICA DE LA CENSURA