Liderazgo y la línea de carrera

Liderazgo y la línea de carrera. Estoy tratando de recordar en qué punto de mi trabajo sentí que estaba cuesta arriba para afirmar que estaba en la "línea de ...
216KB Größe 6 Downloads 80 vistas
Artículo Publicado en Diario Gestión Egresada Medex 1998

Liderazgo y la línea de carrera Estoy tratando de recordar en qué punto de mi trabajo sentí que estaba cuesta arriba para afirmar que estaba en la "línea de carrera". Hoy los colaboradores enfrentan más estas conversaciones con sus jefes. Es la pregunta o conclusión que viene antes de aceptar un nuevo rol o cuando se está retirando de la empresa. Literalmente una línea no tiene un solo sentido, pero cada vez que aparecen estos diálogos estamos pensando en vertical y ascendente. Y no necesariamente es así. La verdad, es que cuesta entenderlo y más aún, aceptarlo, especialmente cuando eres joven y crees o creen que crecimiento es siempre cuesta arriba. Al reflexionar sobre esto, me veo, años atrás en momentos así y hoy, doy gracias por los jefes que marcaron mi desarrollo de carrera. Nótese aquí, hablo de desarrollo y no de línea. Ellos tuvieron un punto en común: haber exigido más, siempre. Y reconozco entonces que me depositaron su confianza. Y ese ha sido uno de los refuerzos para potenciar mi compromiso hacia ellos y hacia mí misma. Asumía más responsabilidades o proyectos diferentes porque sabía que contaba con su soporte. Me sentía muy motivada. Mi desarrollo lo estábamos edificando todos los días. Entendí finalmente que los ascensos eran la conclusión de varios eventos, internos y externos a mí, pero que este continuo aprendizaje estaba marcando la diferencia. Y el liderazgo se trata de eso: confiar en tu equipo, en que hará su máximo esfuerzo para lograr un objetivo, en que darán lo mejor de sí mismo. Esa actitud hacia los colaboradores es constructiva

porque va desarrollando las competencias en función de fortalecer la autoestima que tanto necesitamos las personas en todos los ámbitos. Confiar en el potencial de la gente también es un acto de desprendimiento que hace el líder. Es ceder el "poder hacer" a otro. Pero también es un acto de tolerancia a la que se está dispuesto en el caso que las cosas no salgan como uno espera. Y son los riesgos que el líder toma, lo que siempre llamábamos "riesgos controlados". Este proceso, a veces hasta de tensión por reclamar que el futuro sea más concreto de un lado o el reclamo por los errores iniciales, ha generado las mejores conversaciones con mis jefes y con gente que trabaja conmigo. Los invito en este viaje.