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eDITORIALeS | CARTAS
| Miércoles 28 de enero de 2015
Fundado por Bartolomé Mitre el 4 de enero de 1870 Número 1, Año 1 “la nacion será una tribuna de doctrina” Director: Bartolomé Mitre
Inteligencia: sólo maquillaje y nuevo nombre El reemplazo de la ex SIDE por una agencia federal es otra escandalosa cortina de humo tendiente a desviar la mirada de la denuncia y muerte del fiscal Nisman
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rgida por su falta de reacción ante la denuncia formulada por Alberto Nisman, en primer lugar, y, luego, por la trágica muerte del fiscal, la Presidenta anunció la disolución de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) y su reemplazo por una Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Como bien han analizado varios dirigentes opositores, sólo se trata de otro escandaloso y vano intento por distraer la atención de los graves acontecimientos de las últimas semanas en torno al impune caso de la voladura de la AMIA, el mayor atentado terrorista ocurrido en el país. El proyecto de ley que anticipó Cristina Kirchner por cadena nacional consiste, por un lado, en un nuevo cambio de nombre y sigla (SIDE, SI, AFI), que en nada contribuirá a poner coto al cada vez más preocupante descontrol de los servicios de inteligencia y su uso ilegal por parte del Poder Ejecutivo. En efecto, la AFI retendrá prácticamente las mismas funciones de la actual Secretaría de Inteligencia y, aunque la Presidenta no lo mencionó, también conservará a todo el personal. Cambiará, sí, el membrete de la papelería. Lamentable e hipócrita resultó su crítica dolorida e interesada hacia actividades desviadas de los espías, cuando tanto Cristina Kirchner como su esposo las consintieron u ordenaron para beneficiarse con ellas, como las escuchas clandestinas e ilegales a políticos, empresarios, periodistas e, incluso, a los mismos integrantes del oficialismo. Hay dos medidas en el anuncio que indican que se pretende extender aún más el desmesurado y descontrolado poder de esos servicios. Extender, se entiende, siempre en beneficio del Gobierno, que tanto usó y abusó de él hasta que un sector de la SI, presuntamente el del otrora poderoso Antonio “Jaime” Stiuso, habría comenzado a operarle en contra. Antes, cuando Gustavo Beliz le advirtió a Néstor Kirchner sobre el peligro que representaba Stiuso, el entonces presidente eligió apoyar a este último en vez de a su ministro de Justicia. Hay dos innovaciones altamente preocupantes en el anuncio. Por un lado, que el servicio de escuchas telefónicas que ordena la Justicia para avanzar en sus investigaciones ya no estará a cargo de la sucesora de la SI (donde se la conocía como la “Ojota”), sino de la Procuración General de la Nación. El argumento de la Presidenta fue que la Procuración es un órgano extrapoder. En efecto, lo es porque así fue concebido en la reforma constitucional de 1994. Pero nadie puede llamarse a engaño: desde el momento en que Cristina Kirchner nombró a Alejandra Gils Carbó como procuradora general, ese organismo dejó de ser un órgano extrapoder para convertirse en un triste y servil despacho a las órdenes del Poder Ejecutivo.
La Presidenta se burla de la ciudadanía al pretender atribuir a la actual Procuración una independencia que está lejos de tener. Recordemos, además, que varios proyectos en danza proponen desde hace tiempo que el servicio de escuchas funcione en la Corte Suprema de Justicia, que es donde debería estar. En una palabra, si se aprueba el proyecto de ley, como todo parece indicar, el Poder Ejecutivo seguirá teniendo a su disposición no sólo la facultad de escuchar a quien quiera, sino también la posibilidad de enterarse, por ejemplo, de si hay integrantes del Gobierno o allegados a él bajo investigación judicial. Otra medida de alta peligrosidad es encomendar a la futura agencia la investigación de delitos económicos y financieros. Lo que el Gobierno –actual o futuro– o un juez o un fiscal puedan llegar a interpretar como delitos de ese tipo es demasiado amplio y, bajo esa pantalla, pueden llevarse a cabo persecuciones políticas a empresarios y dirigentes que no comulguen con el oficialismo de turno. En cuanto a la necesidad de que los titulares de la AFI cuenten con acuerdo del Senado, no implica hoy ningún cambio, por cuanto el partido gobernante cuenta con mayoría en esa Cámara. Por otro lado, penalizar a quienes se comuniquen con agentes de la AFI mediante canales extraoficiales es otra farsa, pues es difícil controlar esos contactos, máxime cuando se trata de espías. Paralelamente, hay que lamentar y, al mismo tiempo, calificar de sintomáticas, las omisiones de la Presidenta. Entre ellas, no haber propuesto un control efectivo de las actividades de Inteligencia por parte del Congreso, el que deberá reemplazar o dar nueva vida a la actual comisión bicameral que debería ejercer ese control, pero que no lo hace. Nada dijo tampoco la jefa del Estado sobre el uso que hace el Poder Ejecutivo del servicio de Inteligencia del Ejército, pese a que éste tiene prohibido por ley intervenir en asuntos internos. En síntesis, el kirchnerismo ha jugado demasiado tiempo y demasiado a fondo el peligroso juego de los servicios de inteligencia con el fin de conformar un régimen de vigilancia y amedrentamiento al mejor estilo del de los países comunistas. Nunca advirtieron ni el ex presidente Néstor Kirchner ni su esposa que quienes usan esos servicios en su beneficio se convierten en esclavos de los agentes que llevan a cabo las tareas ilegales que el Gobierno les encarga. Lo probó el desplazamiento de la anterior cúpula de la SI, que resultó inútil. Ahora, la Presidenta quiere hacernos creer que esta vez sí hará las cosas en serio, pero ha perdido credibilidad. Se equivoca si cree que ella es la víctima. Es la principal responsable. La verdadera víctima es la sociedad.
La tragedia venezolana
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as recetas económicas de corte colectivista fracasan, una tras otra. En nuestra región, al desastroso nivel de vida propio de los cubanos, se suma ahora el colapso del nivel de vida en Venezuela. Nicolás Maduro, con la enorme irresponsabilidad que caracteriza a su desacertada gestión, ha puesto finalmente a su país al borde mismo de la quiebra, pese a sus inmensos recursos en materia de hidrocarburos, que han sido malgastados y comprometidos por un nivel de endeudamiento externo. A ello se suma el inesperado colapso de los precios internacionales del crudo y su dramático impacto sobre una Venezuela que no estaba en absoluto preparada para la difícil emergencia en la que ahora está inmersa. De allí su fuerte contracción, del orden del 7 por ciento de su PBI, según acaba de estimar el FMI y la incalificable inflación anual del 63%, la única en la región que supera a la argentina. Por ello, Nicolás Maduro ha salido a buscar ayuda financiera urgente al exterior, en una gira en la que poco y nada ha obtenido. Fundamentalmente, fue a pedir auxilio a China, su aliada estratégica y a los países árabes del Golfo. Pero ha vuelto frustrado, con las manos vacías para enorme desgracia de un pueblo sometido a una emergencia crítica: la de tener que hacer colas de hasta ocho horas diarias para tratar de abastecerse y de encontrar bienes de primera necesidad, alimentos y los medicamentos más elementales e indispensables. Como el desabastecimiento es completo, todo en la vida cotidiana es desgraciadamente más engorroso cada día, a punto tal que, sin documento de identidad, los venezolanos no pueden ingresar en algunos supermercados. El futuro inmediato de Venezuela es incierto, frágil y triste. A esto se deben las constantes protestas sociales cotidianas. Hay una enorme
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y reciente desazón colectiva. Maduro cree que la solución del drama venezolano pasa por salir del “cepo cambiario”. No es así. Es hora de cambiar de sistema, como acaba de pedir, sin rodeos, la siempre valiente Conferencia Episcopal de ese país. Venezuela tiene un costo de producción del barril de crudo de apenas 17 dólares, pero el tema ya no es ése: es el monstruoso nivel de intervencionismo, es la política económica suicida, son los controles y los subsidios, el falso discurso y las medidas erráticas; es equivocarse enormemente e insistir en el error como sucede con los fanáticos. Para el pueblo de Venezuela, con el que nos solidarizamos, se esperan tiempos de grandes sufrimientos y de una comprensible y extendida epidemia de desesperanza. En la región, no hay más espacio para mantener un silencio cómplice. En la Venezuela de Maduro, como también la fue en la de Hugo Chávez, los derechos humanos no se respetan, y las libertades civiles y políticas han sido, una tras otra, conculcadas. El oprobioso trato interno para quienes no comulgan con el discurso del oficialismo, como la arbitraria detención del dirigente opositor Leopoldo López –preso político desde hace casi un año– se extiende a ex mandatarios de otros países y a organizaciones internacionales preocupadas por la salud de las instituciones en Venezuela. Sin ir más lejos, el domingo último, guardias nacionales con equipos antimotines impidieron el ingreso de los ex presidentes Andrés Pastrana, de Colombia, y Sebastián Piñera, de Chile, a la cárcel donde se encuentra López. Lo que torna la situación aún más grave es que, en una región, demasiados países, incluido el nuestro, dan la espalda a la profunda tragedia que afecta al pueblo de esta nación hermana.
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La muerte del fiscal Nisman Victimización Después de un prolongado silencio, reapareció la Presidenta. Una vez más, denunciando complots, conspiraciones desestabilizadoras y todo lo que ya sabemos, por parte de los que no están de acuerdo con “el modelo”. Autocrítica cero. La víctima, ella. Esta vez la víctima no fue usted, señora, fue un fiscal de la Nación. La Presidenta ha dicho en varias oportunidades que el hecho de ser mujer le juega a veces en contra a la hora de gobernar. Habría sido muy lindo que hubiera aprovechado esa condición femenina para mostrarse más humana, más sensible y más cerca de la gente. Le aseguro que le habría jugado muy a favor. Lo que no hizo, como todos esperábamos, ese nefasto domingo 18, tampoco lo hizo anteanoche. Habló durante una hora por cadena nacional y no fue capaz de expresar sus condolencias a la familia Nisman. Señora Presidenta, usted es la máxima autoridad del país, por lo tanto esto no fue sólo falta de sensibilidad, sino que fue también una falta de respeto al doctor Nisman, a su familia y a los 40 millones de argentinos, porque no estamos ante la muerte de un ciudadano común. Estamos ante la víctima número 86 de la AMIA. María Laura Gutiérrez
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SIDE buena Cristina Fernández de Kirchner nuevamente nos sorprende. Brillante. ¡Disuelve la ex SIDE mala y nace una nueva SIDE buena! Lógicamente que al disolver la SIDE mala todo lo que había en la caja negra desaparece como por arte de magia... Brillante. Ximena Bistritzky DNI 34.394.483
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funcionarios por el intento de obstaculizar la búsqueda de la verdad; horas antes de que expusiera su acusación ante una comisión de la Cámara de Diputados, es hallado muerto en su departamento, de un tiro en la sien. Ésa es la noticia que recorre el mundo, con una potencia que se impone a cualquier explicación. No es un hecho aislado. No se puede acusar a nadie en particular, sin pruebas, de haber provocado la muerte del doctor Nisman. Pero esa muerte ocurre en un contexto enviciado, en el que el Poder Ejecutivo procura de todas las formas posibles terminar con los últimos vestigios de independencia judicial y en el que se ha desatado un conflicto interno en los servicios de inteligencia, utilizados por el kirchnerismo –que ahora simula espantarse por ellos– como medios de espionaje interno de adversarios y, también, de su propia tropa. Ni hace falta detenerse en las burdas contradicciones y cambios repentinos del relato oficial, porque sería darle entidad a la mentira más canallesca. Lo que importa es cómo reconstruimos nuestro país. Tarde y mal, acaso hayamos aprendido el sinsentido de vivir al margen de la ley, como nos alertó hace más de veinte años el lúcido Carlos Nino. ¿Habremos tocado fondo o hay más terreno para descender? Es hora de hablar con la verdad y de actuar con
En la Red Mensaje y anuncio de la Agencia Federal de Inteligencia Facebook
Uso y abuso Los Kirchner hicieron uso y abuso de la ex SIDE en estos doce años de gobierno. La utilizaron para apretar a políticos, fiscales, jueces, empresarios. La usaron para pagar sobornos y comprar votos. Y otros tantos hechos de corrupción. Ahora que está por implosionar, la Presidenta la disuelve. Los legisladores en el Congreso deberían votar que una comisión audite todos y cada uno de los movimientos oscuros que tuvo esta secretaría y enviar a la Justicia a los responsables. Benjamín Brian Arredondo
DNI 37.337.138
DNI 6.256.926
Tres pasos Después de leer el primer discurso por cadena nacional de la señora Presidenta luego de la muerte del fiscal Nisman, recordé los tres pasos que la protagonista de la serie How to get away with murder, Annalise Keating, recomienda a sus alumnos para librar al cliente del crimen del que se lo acusa. 1) Desacreditar al testigo. 2) Incorporar un nuevo sospechoso. 3) Enterrar la evidencia. Ing. Alejandro Zanettini DNI 11.042.766
Celular en el teatro Cada día se incrementan, a pesar de que hay excepciones, la transgresión de las leyes y la falta de respeto al prójimo. Es sencillo razonar que se debe a la carencia de una real imposición para hacerlas cumplir. No sería lo ideal, pero si el respeto no surge naturalmente, pues que sea impuesto, en beneficio de la gente que trata de convivir en paz. Un caso cada vez más frecuente que muestra la falta de respeto a todos –público y actores– ocurre con el uso de los celulares en el teatro, a pesar de las muchas advertencias que se formulan previas a la función. Debería existir una norma por la cual se expulsara de la sala (sin posibilidad de regreso) a los que usen el celular. La alternativa, sencilla, es que lo pongan en modo “vibrador” y salgan a hablar o a enviar mensajes fuera de la sala. DNI 16.580.787
Venta ruidosa “Una falta de respeto hacia la familia del fiscal” Alejandra Yapura
“¡Lo que menos tendrá esa agencia será inteligencia!” “No era necesaria la silla de ruedas... podría haber estado sentada en un escritorio. ¡Qué payasada!”
Berni dijo que fue él quien le avisó a la Presidenta que Nisman estaba muerto; la Presidenta dijo que la ministra Rodríguez le avisó que Nisman estaba muerto. Berni dijo que Nisman se había suicidado. La Presidenta dijo que lo habían asesinado. La Presidenta dijo que el hermano de Lagomarsino trabaja en un estudio jurídico socio de Clarín; Clarín dijo que el hermano de Lagomarsino no tiene ninguna vinculación con el Grupo Clarín. Y, la frutilla del postre, Zaffaroni dijo que la muerte de Nisman es una tentativa de golpe de Estado. No entiendo nada. La verdad es una sola: el doctor Nisman ha muerto y desde el Gobierno no dan explicaciones creíbles.
grandeza. Todos los que tenemos responsabilidades públicas debemos estar a la altura del desafío. Abriguemos la esperanza de que este episodio trágico y siniestro haya servido, por lo menos, para que aprendamos esa lección.
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Hora de la verdad
País con oscuridades
Los argentinos asistimos con estupor y con desazón a una crisis institucional cuya salida no se avizora. No se trata, como en el pasado, de la existencia de golpes ni de planteos militares. Desde el punto de vista formal, la democracia no corre riesgos. Sin embargo, un constante vaciamiento de los principios republicanos y del Estado de Derecho carcome esa democracia. El fiscal que hace años investiga el atentado más trágico contra nuestro país interrumpe abruptamente sus vacaciones, regresa al país y denuncia a la presidenta de la Nación y a otros
Siempre sentí orgullo de ser argentina y una profunda pertenencia a este país, al que mi bisabuelo llegó en 1890. Hoy me siento perdida, confundida, atemorizada. La matanza ocurrida en Charlie Hebdo dejó al mundo entero con una sensación de que hay una guerra no abierta, sino que aparece inesperadamente y actúa sin piedad, sin que sepamos cuál será la próxima víctima. Muchos líderes mundiales y ciudadanos se expresaron en las calles de París condenando lo ocurrido (aunque la Argentina no envió un representante) y los franceses actuaron con
Susana Mendióroz
Clara Rut Halac
Fabián Marcelo Campusano
Laura Hidalgo
Poco creíble
rapidez y unión, y dieron respuestas a un país herido. Hace una semana ocurre en la Argentina la muerte del fiscal que investigaba un atentado cometido hace 20 años en nuestro país por autores que ignoramos aún –pero con el estilo del terrorismo internacional– y frente al cual ningún gobierno tuvo vocación verdadera de encontrar a los culpables. Siento que la Argentina es un país con oscuridades, con alianzas espurias, que actúan con un grado de impunidad que da miedo, que asusta. Creo verdaderamente que todos somos Nisman.
Claudia Iglesias
“Agencia Federal de Inteligencia = SS Cámpora” César Pérez
Jorge R. Enríquez
Hace más de un año que en la zona de Palermo tres camionetas se turnan y pasan todas las mañanas entre las 9 y las 12 con el objetivo de comprar muebles viejos, heladeras, televisores y demás. Todo esto lo hacen a través de un parlante con niveles sonoros que dejarían a una banda de heavy metal en ridículo. Intenté primero dialogar con ellos para que hicieran su trabajo sin molestar, pero sólo logré que se me rieran en la cara. Luego fui a la comisaría para hacer la denuncia y que tomaran alguna medida, pero no me la tomaron, al señalar que era una infracción y no un delito, recomendándome que llamara al 911 en el momento en que pasaran por mi casa para así mandarme un patrullero. Obviamente, jamás me mandaron ni un boy scout. Iván Zar DNI 23.453.539
Rutas provinciales Escuché en Radio Mitre al ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Rodríguez, hablar de los adelantos logrados por su gestión y de algunos municipios en el mantenimiento y la extensión de los caminos y rutas rurales bonaerenses. Gobiernan desde hace más de diez años y nuevamente no se puede creer la audacia del funcionario; o no anda en auto por la provincia o cree que todos somos estúpidos. Algunas rutas han sido arregladas casi por obligación (por ejemplo, la 32, por el accidente de la familia Pomar, o la 74, en la zona de Tandil), pero la mayoría está en un estado lamentable. Señor Rodríguez, para muestra basta un botón: vaya de San Pedro a Salto por la ruta 191, cuando llegue a Salto tome la 31 a Pergamino; si puede, haga un recorrido por algunos caminos de tierra, y después me cuenta. Alejandro Bourse
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