La solución, en nuestra identidad - El Siglo de Europa

12 ene. 2017 - nas, como todos; pero el PSOE siempre se caracterizó por situar los debates ideológicos y las luchas entre familias en un segundo pla- no.
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TRIBUNA Por Mª Jesús Serrano*

La responsable de Política Autonómica y Administración Pública y ‘número tres’ de la Gestora del PSOE se incorpora esta semana a las páginas de EL SIGLO para ofrecer periódicamente su análisis de la actualidad política del país. Además de diputada por Córdoba, María Jesús Serrano es miembro del Comité Director del PSOE-A. Bienvenida.

La solución, en nuestra identidad

H

ace años me comprometí con el PSOE porque es un partido arraigado en unos ideales, en una forma de equilibrar la justicia y la igualdad social que hicieron de España un país más humano y solidario. Fue el PSOE el que hizo de España una tierra en la que merecía crecer con aspiraciones colectivas e individuales. Y, claro que ha sido un partido con disputas internas, como todos; pero el PSOE siempre se caracterizó por situar los debates ideológicos y las luchas entre familias en un segundo plano. Las prioridades para este partido han estado siempre muy claras, aunque ahora algunos pretendan, no sin maldad ni vehemencia, olvidarlas. Un PSOE fuerte es el que es capaz de pararse a reflexionar cuál es el camino que nos marcan los ciudadanos. Éstos y sus deseos de superar sus problemas diarios son la única alma que debe volar alto en este partido. Si el PSOE quiere solucionar los problemas de la gente más humilde, los jóvenes que suspiran por un empleo o las mujeres a las que se les margina sin oportunidades, nuestra aspiración está en un gobierno de sello plenamente socialista. La única manera de reconstruir lo perdido con las políticas del PP pasa por un PSOE fuerte, que defienda sin medias tintas sus

gobiernos porque son los que más igualdad ofrecen a la ciudadanía. Esto, en un Estado democrático y de Derecho como el nuestro, sólo se puede conseguir en las urnas, ganando las elecciones. Lamentablemente hemos visto cómo en dos ocasiones, en menos de un año, los ciudadanos nos han puesto en la oposición. Y esa función de principal partido de la oposición es la que ejercemos desde el 29 de octubre. Aquel día, la abstención responsable del PSOE sirvió para romper el bloqueo político que tenía el país. Aquel día, pensamos en el conjunto de los españoles. Decía Ortega que “solo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos”. De haber pensado en lo pequeño y mirado a lo que estaba cerca, la votación hubiera sido otra. Pero entonces, ni pensaríamos en los españoles ni miraríamos a España. Y a los hechos me remito. En estos dos meses, los socialistas hemos logrado la paralización de la Lomce, un acuerdo para un pacto contra la violencia de género, la subida del salario mínimo en un 8%, el inicio de la derogación de la reforma laboral, poner freno a la pobreza energética acabando con los cortes de luz a las familias más débiles y vulnerables... ¿Suficiente para lo que necesita este país? No, pero éste es el camino: seguir trabajando para parar las po-

La única manera de reconstruir lo perdido con las políticas del PP de Rajoy pasa por un PSOE fuerte, que defienda sus gobiernos, los que más igualdad ofrecen a la ciudadanía

líticas dañinas del PP, ahora que no tiene mayoría absoluta. En esa línea, nuestras prioridades para 2017 continúan en el empleo y el blindaje de la sanidad, la educación y la dependencia. La financiación justa de las Comunidades Autónomas resulta también fundamental para acabar con las medidas discriminatorias y el problema territorial necesita que se aborde sin demora. No hay más que reafirmarnos en nuestra identidad para devolver a la ciudadanía un PSOE que siempre estuvo de su lado, transformando juntos este país con criterios de igualdad y sostenibilidad. El nuestro ha de ser un proyecto que nos haga visibles y nos identifique ante los españoles, hastiados de la política, abrumados por las dificultades de una situación económica, política y social cada vez más difícil; ante los jóvenes que sufren unas perspectivas laborales escasas o nulas y precarias, pese a su formación. El PSOE debe ser lo que siempre ha sido: un mecanismo útil y efectivo de cambio, de mejora. El día que el PSOE deje de ser útil para los españoles, el día que sus principios se difuminen en una amalgama de siglas y experimentos, el día que nos empachemos de fantasías, este partido dejará escapar su identidad y España y los españoles perderán. l *Diputada y miembro de la Gestora del PSOE.

nº 1183. 16–22 de enero de 2017

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