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TEMA 12.6: LA REGENCIA DE MARÍA CRISTINA DE HABSBURGO Y EL TURNO DE PARTIDOS. LA OPOSICIÓN AL SISTEMA. REGIONALISMO Y NACIONALISMO.

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En noviembre de 1885 fallecerá el rey Alfonso XII con tan sólo 28 años, como consecuencia de la tuberculosis. El rey se había casado en segundas nupcias con María Cristina de Habsburgo y en el momentos de su muerte había tenido dos hijas (Mercedes y Teresa) y la reina estaba embarazada de tres meses. En esta situación, con el nuevo régimen todavía sin consolidar suficientemente, los jefes de los dos partidos turnantes, Cánovas y Sagasta, se comprometieron en el conocido Pacto de El Pardo, a apoyar a la Regente Mª Cristina y a mantener el sistema de turno de partidos. El turno de partidos o “turnismo” es un sistema propuesto por Cánovas y consistía en articular un sistema político en el que los dos partidos mayoritarios se alternaran en las tareas de gobierno de forma pacífica. Estos dos grandes partidos, uno liberal conservador, liderado por el propio Cánovas, el Partido Liberal-Conservador, y otro liberal progresista, liderado por Práxedes Mateo Sagasta y conocido como Partido Liberal-Fusionista, debían agrupar al máximo número posible de grupos y facciones, con el único requisito de aceptar la monarquía alfonsina. Por este motivo, se les conocía como partidos dinásticos. Los partidos de esta época no se parecen a los modernos partidos de masas. Entonces hablábamos de partidos de notables, es decir, la reunión de varios líderes políticos con sus respectivas clientelas. La misión del líder era mantener unidas a las diferentes facciones del partido por lo que ese líder requería tener el carisma suficiente como para aglutinar entorno a él a todas las facciones. Es importante este aspecto ya que si un partido perdía la unidad interna mientras estaba en el gobierno, el rey podía quitarle su confianza y llamar a la oposición para que formara nuevo gobierno y convocara elecciones; a esta fórmula se la conocía como “decreto de disolución”. Estos dos partidos se "turnarían" en el poder (de ahí el nombre de turnismo). A cada mandato de un partido le sucedía un gobierno del otro. De esta forma, aunque se dejaba fuera a las minorías carlista y republicana, se garantizaba una importante estabilidad, que se tradujo en la larga duración del régimen. El turno en el poder pacífico puso fin al intervencionismo militar (recordemos que era uno de los objetivos del sistema canovista). Por supuesto, esto muestra claramente que el sistema no era democrático, aunque tuviera carácter representativo. Es decir, se elegía un Parlamento, pero se utilizaban prácticas caciquiles. La forma de funcionamiento se basaba en que era el Rey el que nombraba al nuevo jefe del gobierno y le entregaba el decreto de disolución de las Cortes. Después se hacían las elecciones para que ese gobierno tuviera una mayoría parlamentaria con la que gobernar. Lógicamente, esto sólo era posible recurriendo al fraude electoral, orquestado desde el Ministerio de la Gobernación (gobernadores) y llevado a la práctica por los caciques rurales. Esto nos muestra como el sistema electoral de la restauración descansara sobre el caciquismo. ➢ El Rey nombra un nuevo Jefe de Gobierno y le otorga el decreto de disolución de Cortes ➢ Elecciones adulteradas, el gobierno “fabricaba” los resultados (se llamaba “encasillado”, la asignación previa de los escaños dejando los suficientes a la oposición).

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El caciquismo: La clave de la adulteración electoral está en los “caciques” eran los encargados de llevar a la práctica los resultados electorales acordados por las elites de los partidos. Caciques: personajes ricos e influyentes en la España rural (terratenientes, prestamistas, notarios, comerciantes…), siguiendo las instrucciones del Gobernador Civil, amañaban las elecciones dando en cada provincia el número de escaños que habían sido asignados desde el Ministerio de gobernación y previamente acordado por los líderes políticos de los partidos turnantes. Los métodos empleados por los caciques fueron: La violencia y amenazas; Votos por favores (rebaja impuestos, sorteo de quintos, saldar préstamos, agilizar expedientes...); Trampas en las elecciones (el “pucherazo”, fraude electoral mediante el cual en caso de que no se consiguiesen los votos acordados, se introducían en la urna los votos necesarios que se guardaban en un puchero). Los únicos distritos libres de caciquismo fueron los grandes centros urbanos e industriales, ya que el caciquismo sólo era posible en el ámbito rural donde era posible controlar a los votantes.

Durante la regencia de Mª Cristina el primer gobierno (1886-1890) estuvo presidido por el liberal-fusionista Sagasta que aplicará un programa de reformas moderadas pero fundamentales, destacando: la Ley de Asociaciones de 1887 por las que se legalizaron las asociaciones obreras como UGT y la organización política PSOE, así como múltiples congregaciones religiosas. Se aprobó la Ley Electoral, con sufragio universal para varones mayores de 25 años. En 1890 los conservadores acceden por el turno de partidos al gobierno al frente del cual estará Cánovas. De su gobierno destacaríamos una política proteccionista con la aprobación de la Ley de Aranceles de 1891 sobre la producción española. Será una etapa difícil en la que el movimiento obrero actuará con gran violencia (huelgas, atentados, etc.) En 1892 los liberales volverán al gobierno y llevarán a cabo el proyecto de reforma de la administración de Cuba, que fracasó por la oposición de la oligarquía criolla y dará lugar a la guerra de Cuba. En 1985 vuelve Cánovas que será asesinado en 1897, esto dará el gobierno nuevamente a Sagasta que tendrá que enfrentarse al Desastre del 98. El sistema canovista creaba grupos de oposición al sistema al haber sido excluidos del mismo. Estos grupos son ➢ Los Carlistas: tras su derrota en 1876 la mayoría se exiliaron pero quedó un grupo que se dividió en Neocatólicos o integristas que rechazaban el sistema de la Restauración y los Tradicionalistas (partidarios de entrar en el juego democrático). ➢ Los Republicanos: Propugnan reformas sociales y apoyan a las clases medias urbanas, el sufragio universal… Fueron muy activos pero estaban muy divididos ➢ El movimiento obrero se había desarrollado entre 1875 y 1923, destacando dos líneas ideológicas: o los socialistas (Paul Lafargue) eran minoría. En 1879 se funda el PSOE por pequeño núcleo de obreros tipógrafos e intelectuales (Pablo Iglesias y Jaime Vera). En 1888 se funda la UGT, sindicato independiente, pero muy ligado al PSOE. Tendrá una escasa afiliación, hasta 1910 Pablo Iglesias no consiguió ser elegido diputado. Tuvieron pésimas relaciones con los anarquistas. (I y II Internacional). o y los anarquistas (Giuseppe Fanelli): eran mayoría, podemos destacar a Anselmo Lorenzo que creará la Federación de Trabajadores de la Región Española y que fue conocido como el abuelo del anarquismo español. Los regionalismos y los nacionalismos también fueron movimientos de oposición apoyados por las burguesías locales. El sistema canovista fue incapaz de integrarlos.

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El regionalismo pretende la defensa de la región mediante la autonomía administrativa pero dentro de la soberanía de España como Estado. El nacionalismo sostiene que cada pueblo tiene derecho a ejercer la soberanía sobre su territorio, sin poner los límites de España como Estado soberano. Esto puede o no llevar a la reclamación de la independencia. En estos años surgirán movimientos, primero culturales y más tarde políticos, que reivindican su historia y tradiciones. Los primeros movimientos surgirán en Cataluña y poco después en el País Vasco. Los planteamientos serán más o menos radicales pudiendo ir desde el autonomismo al independentismo. El nacionalismo catalán: En el siglo XIX, alentados por el desarrollo del nacionalismo y la industrialización se reavivan los sentimientos que tienden a la formación del regionalismo y nacionalismo catalán. En 1830 surge el movimiento intelectual y literario de “La Renaixença”, basado en la recuperación de la lengua catalana. A finales del siglo, en 1882 Valentí Almirall funda el Centre Catalá, organización política que reivindica una mayor autonomía y denuncia el caciquismo. Enric Prat de la Riba funda la Unió Catalanista (1891) de ideología conservadora y católica. Aprueba las denominadas Bases de Manresa, programa en el que se reclama el autogobierno y una división de competencias entre el Estado español y Cataluña. No son separatistas. Lliga Regionalista (1901) con Francesc Cambó con principal dirigente y Prat de la Riba como ideólogo fundan un partido conservador, católico y burgués con dos objetivos principales: o Autonomía política para Cataluña dentro de España o Defensa de los intereses económicos de los industriales catalanes à proteccionismo comercial. La Lliga, alejada de cualquier independentismo (Cambó llegó a participar en el gobierno de Madrid) no consiguió apenas nada del cerrado centralismo del gobierno de Madrid. El nacionalismo vasco: fue más tardío que el catalán pero evolucionó muy rápidamente. Sabino Arana Goiri nacido en el seno de una familia carlista será el fundador del PNV en 1895 y quien formuló los fundamentos ideológicos del nacionalismo vasco: ➢ Independencia y creación de un Estado Vasco en el que se incluyeran seis territorios, 4 españoles (Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra) y 3 franceses (Lapurdi, Benafarroa y Zuberoa) ➢ Radicalismo antiespañol y exaltación de la etnia vasca que buscaba el mantenimiento de la pureza racial: oposición matrimonio vascos y “maketos”, rechazo de los inmigrantes (en su mayoría obreros industriales). ➢ Integrismo religioso católico: “Euskadi se establecerá sobre una completa e incondicional subordinación de lo político a lo religioso, del Estado a la Iglesia” “Dios y las Leyes Viejas” dan continuidad con el carlismo. ➢ Promoción del idioma y de las tradiciones culturales vascas. "Euskaldunización" de la sociedad vasca y rechazo de la influencia cultural española, calificada de extranjera y perniciosa. Idealización y apología de un mítico mundo rural vasco. Conservadurismo ideológico, tanto en lo social como en lo político. ➢ Su influencia social y geográfica: o Media y pequeña burguesía, así como el mundo rural. o La gran burguesía industrial y financiera se distanció, y el proletariado, mayoritariamente abrazó el socialismo. o Se extendió en Vizcaya y Guipúzcoa, su influencia en Álava y Navarra fue mucho menor.

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