ECONOMIA & NEGOCIOS
Domingo 29 de enero de 2012
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Entrevista
ESTUDIOS ECONOMICOS ANALYTICA El consumo, más lento Los primeros datos, aún fragmentarios, sobre el ritmo del consumo privado están indicando que el gasto de las familias sostiene el crecimiento a tasas razonables. No es ya el impulso de la aceleración entre comienzos de 2010 y el tercer trimestre de 2011, pero sería exagerado afirmar que el consumo se enfría a la velocidad a la que lo está haciendo la industria, por ejemplo. Las ventas minoristas registraron una leve desaceleración en noviembre (5,8% en términos interanuales), según la CAME, que se revirtió en diciembre, con una expansión de 9,5% interanual. El cierre de 2011 siguió reflejando el impacto de la disponibilidad de financiamiento y las cuotas sin interés para sostener los elevados niveles de ventas. El boom de crédito se mantuvo y cerró el año con un aumento de los préstamos al sector privado en pesos de 49,5%, la mayor suba nominal en diez años.
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PROFICIO Bajos índices bursátiles El año 2011 comenzó con un fuerte impulso en el mercado de capitales que logró superar en enero el récord del índice Merval en dólares registrado en 1992. Sin embargo, el efímero envión se vio perjudicado por una serie de eventos nacionales e internacionales. Así, llegó a su fin con pérdidas en los principales índices bursátiles: el M.AR. retrocedió 40,7%, el Merval 35,4%, el Bovespa 27,3% y el IPC de Chile 23,9%. Las perspectivas para 2012 prevén un crecimiento en la región, que puede verse disminuido por la presión inflacionaria sobre todo en nuestro país, Brasil y Perú. El desafío: traer paz a los mercados, reducir la incertidumbre y evitar los altos picos de volatilidad.
ALEJANDRO BOTTAN
“Se creó una economía de empleos mal remunerados” El CEO de GE dice que el aparato productivo no da para niveles de consumo del primer mundo; pide un proyecto a largo plazo CARLOS MANZONI LA NACION Alejandro Bottan dirige a la multinacional GE en un país en donde, históricamente, no suele estar presente lo que él más valora como hombre de negocios: la estabilidad. Aun así, el ejecutivo, que también dirige las operaciones de su empresa para Chile, Paraguay y Uruguay, dice que la compañía cuenta con la capacidad para acomodarse a las distintas políticas que se apliquen en cada lugar en el que opera. Afirma, no obstante, que en la Argentina falta un proyecto de desarrollo a largo plazo, critica el proteccionismo generalizado y advierte que las recientes trabas impuestas por el Gobierno a las importaciones podrían ocasionarle complicaciones a su compañía. –¿Suele decir que la estabilidad es lo principal para un país, ¿sigue sosteniéndolo? –Sí, porque hace a la toma de riesgos a la hora de efectuar negocios. Al haber menos estabilidad se torna más difícil planear y, por lo tanto, hacer negocios a largo plazo. Esto se siente mucho en el área de infraestructura, que es algo en lo que GE está muy focalizada en la Argentina. –¿Ve estabilidad aquí? –La Argentina está marcada por períodos de inestabilidad. Por ahí hay ocho años de estabilidad, pero se necesita ser estable por varias décadas. Ahora se está empezando a construir estabilidad, pero es un trabajo de mucho tiempo. –¿Confía en la política económica del actual gobierno? –Confío en la capacidad intelectual que tiene el liderazgo en el país. El desafío es buscar los consensos básicos para apuntar a un solo objetivo. Parte de nuestra inestabilidad reside en que el país no ha definido cuál es el rol que va a jugar en los próximos 50 años. Otros
países lo hicieron, como Chile, por ejemplo. Ellos decidieron abrirse al mundo y sumarse al proceso globalizador. Acá, hay períodos en el que decidimos competir y ser menos proteccionistas, y otros en los que hacemos lo contrario. –La Argentina hoy se está cerrando, ¿cómo le sienta eso a una empresa global como GE? –No todos los países son iguales y nos acomodamos a las distintas políticas que cada uno decida aplicar. Lo importante es que esas políticas sean estables en el tiempo. –Pero si pudiera elegir, ¿preferiría una economía abierta o una cerrada? –Un punto medio, dependiendo de cada país. No estoy a favor de una apertura o un cierre indiscriminado, porque ambos terminan en crisis. Lo inteligente es tomar lo que mejor funciona de uno y otro modelo. El concepto diferenciador es quién se beneficia de las políticas: unos prefieren favorecer al consumidor; otros, a las empresas. El pleno empleo lo buscan todos, pero el tema es cómo se lo logra. Puedo hacerlo con una economía cerrada, donde protejo los mercados y genero productos para esa plaza, que, al no tener competencia, terminan siendo caros. El que se perjudica es el consumidor porque tiene algo caro y de mala calidad... –Está describiendo la Argentina actual... –No, estoy describiendo la Argentina de los años 70. No hay que aferrarse a las ideologías, porque así no se encuentra lo bueno y lo malo de cada propuesta. Acá hay que tratar de crear un capitalismo nacional fuerte, pero competitivo. Hay que dar un poco de protección al principio, porque la tecnología que van a usar los fabricantes locales va a ser menos competitiva que la de mercados que llevan más tiempo produciendo; pero la clave es cómo se hace para que esa empre-
LAURA CANO
ALEJANDRO BOTTAN Cargo: presidente ejecutivo y regional para la Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Edad: 56 años Estudios: contador público y licenciado en administración. Origen: nació en Buenos Aires. La empresa: fundada en 1890, GE es una multinacional de infraestructura, servicios financieros y medios de comunicación, de origen estadounidense. En la Argentina está desde 1919.
sa tenga el incentivo para buscar excelencia y calidad. –¿Ve ese incentivo aquí? –Lo veo por sectores. Hay unos que son muy competitivos, como por ejemplo el agro, los servicios profesionales de mediana y alta complejidad y la minería. –No nombra ninguna de las industrias que el Gobierno dice querer impulsar. –No hay que querer hacer todo, sino saber en qué parte se es muy bueno y convertirse en plataforma de exportación para el mundo. Hoy los componentes se fabrican en distintos países. En eso la Argentina tiene una oportunidad; pero si se mira sólo desde la óptica de la protección por sí misma, a mediano y largo plazo no es una solución. –¿Cree que las trabas a la importación son sólo para equilibrar la cuenta corriente? –En el corto plazo, sí. –¿Pero cómo se hace para pasar al largo plazo a partir de esas medidas? –Con estabilidad. Nosotros somos muy buenos bomberos, pero malos planificadores. Cuando construyamos un rol en el mundo, crearemos
los espacios para una visión estratégica. Pero no se puede pedir visión en momentos de crisis. Pasada la crisis, creo que el país va a tener que empezar a pensar en un plan de desarrollo a largo plazo, con buena distribución del ingreso. –¿Está de acuerdo con la quita de subsidios? –El problema está en que creamos un aparato productivo que no genera salarios capaces de soportar niveles de consumo del primer mundo. El hecho de que el usuario del subte se queje de que le va a salir 127% más caro el boleto no es lo peor, sino que lo peor es que no tiene un sueldo acorde con ese valor. Se creo una economía que no generó empleos bien remunerados. –¿Por qué? –Bueno. Volvemos a lo de la década de los setenta, son formas de ver el mundo. Una forma es tener como prioridad el empleo, entonces se cierran las fronteras, a un costo fenomenal, todos con un sueldo bajo comparado con el mundo y con servicios acordes. Por eso, no podemos pretender ser del primer mundo con sueldos del tercero. –¿Ahí podría decir que está en contra de la línea del gobierno actual, entonces? –No, no. No es en contra de este gobierno, sino de lo que se ha hecho antes también... –Pero el gobierno actual hace justamente lo que usted señala como erróneo. –Lo que ocurre es que se tomaron medidas en medio de una crisis, que es lo que se ha hecho siempre. Aquí siempre se ha querido salir rápido de la crisis, cambiando reglas de juego y debilitando las instituciones, con lo que al final se produce el embrollo que hoy tenemos. Otras sociedades ante una crisis respetaron las normas, tuvieron un cimbronazo, pero salieron fortalecidos. Acá siempre se hace lo contrario y después, cuando
las cosas empiezan a ir bien y se quiere acomodar lo que se deshizo, ya viene otra crisis. –¿Usted ve que se viene otra crisis en la Argentina? –Basta analizar los motores de la economía local: consumo doméstico, saldo de balanza comercial e inversiones. Los tres fueron positivos en los últimos siete años, y eso fue acompañado de un contexto favorable. Ahora, ese contexto es menos favorable, el consumo doméstico va a perder velocidad, por la inflación, la quita de subsidios, etc.; la cuenta comercial seguirá positiva, aunque menor, porque se cayó la demanda global, y las inversiones no están acordes con el ritmo de crecimiento. Estamos en un momento muy bueno para aumentar la inversión... –Pero mire que eso se escucha desde hace cinco años... –Bueno, pero hay que debatir cómo promover una mayor inversión. –¿Cuánto le pega en su negocio la inflación? –Por el momento, poco. Porque nosotros vendemos productos con mucho valor agregado, mucha tecnología, entonces la incidencia de la mano de obra es menor. –¿Dice que GE es inmune a la inflación, entonces? –El impacto de la inflación hace menos competitivo al país en general, el aparato productivo es cada vez menos competitivo por la combinación del aumento de los precios domésticos con un tipo de cambio que no acompaña ese proceso inflacionario. Pero en nuestros productos no nos pega como, por ejemplo, a un supermercado. –¿Tienen problemas con las trabas a las importaciones? –Mucha de la alta tecnología de GE no se fabrica aquí, ni por nosotros ni por productores locales, o sea que si se limita la importación vamos a tener complicaciones.
TRIPLE W.NEGOCIOS
CUENTAN LOS BLOGS FRED BERGSTEN Y JACOB FUNK KIRKEGAARD VOXEU.ORG
La crisis, una oportunidad Desde la introducción del euro, tardó diez años en llegar una primera crisis económica y política grave. La parte más difícil de la crisis económica actual es el uso de la oportunidad política que se presenta para obtener ayuda de las instituciones económicas correctas y completar la casa a medio construir del euro para el largo plazo. Si la historia del ejercicio de integración y sus respuestas a la crisis sirven de guía, Europa saldrá de su crisis con el euro intacto y con instituciones mucho más fuertes.
KATHLEEN MADIGAN BLOGS.WSJ.COM/ECONOMICS
Las empresas tienen temor De cara a 2012, las empresas de Estados Unidos que habían estado sentadas en trillones de dinero en efectivo planean gastar más en proyectos de gran capital. Están despidiendo a menos trabajadores, lo que indica mayor demanda de mano de obra. Pero también deben enviar una señal a los políticos de Washington que siembran incertidumbre al intentar recortar la nómina de impuestos o al debatir sobre el techo a la emisión de deuda.
La factura migró del papel a la Web Cada vez más empresas de servicio ofrecen el comprobante electrónico a sus clientes; es más rápido, eficiente y se garantiza la entrega El documento es el mismo, pero su formato y forma de entrega cambiaron: no es más de papel, el ensobrado pasó a la historia y ya no llega al pie de la puerta. Ahora se recibe en el correo electrónico o en un sistema de cuentas online creado por las compañías de servicio. La factura electrónica, una presentación digital del tradicional comprobante impreso, ganó terreno en la Argentina desde 2006 y cada vez más empresas la ofrecen. Las telefónicas, las operadoras de Internet y de televisión por cable, las empresas de servicios básicos (gas y luz) y de medicina prepaga entraron en el sistema, e incentivan a los clientes en sus sitios web para que se suscriban al nuevo formato. Las compañías celulares fueron unas de las pioneras, hace tres años, y hoy ofrecen canje de puntos o paquetes de mensajes gratis a los clientes que se suscriben a la modalidad electrónica. Telefónica, por ejemplo, intensificó su campaña en 2011 y ya tiene 1.500.000 clientes que reciben la factura online y otro millón que la recibe en los dos formatos. “La principal ventaja tiene que ver con la rapidez, porque en el mismo momento que se genera, se envía a la digitalización para que vaya a la Web”, dice María Zavalski, gerente de Canal Online de Movistar. En Claro, en cuyo sitio web se incentiva la suscripción con un video, el 40% de sus 19 millones de usuarios en la Argentina, se adhirieron. Fernando del Río, director de mercado masivo de Claro, dice que migraron al formato digital por una preocupación
ecológica, por el acceso cada vez más masivo a Internet, y la efectividad y comodidad que representa para la empresa y el cliente. Desde 2009, Personal también comenzó con el uso de factura digital como parte de la campaña Conciencia celular, que busca discontinuar el uso del papel. Durante 2010, más de 150.000 clientes se suscribieron y en 2011 llegaron a los 370.000. Desde la masificación que tuvo con las operadoras celulares, la emisión de comprobantes electrónicos no paró de crecer. Gire, compañía que ofrece este servicio a unas 20 empresas en el país, procesó 250 millones de comprobantes electrónicos en 2011, un 30% más que en 2010. “Para comparar, durante todo 2007 nuestro volumen procesado había sido un poco más de 2 millones (…) ahora procesamos alrededor de 30 millones de comprobantes al mes”, cuenta Marcelo Saragusti, gerente de Marketing de Gire. El mercado, explica Saragusti, se viene moviendo al ritmo de dos factores: la obligatoriedad que impuso la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la decisión de las empresas de emitir la factura electrónica por sus beneficios. Guido Pinto, gerente de Marketing y Ventas de Planexware, empresa dedicada al intercambio electrónico de documentos, coincide con ello. Dice que creció mucho desde que la AFIP obligó a los exportadores e importadores a usar facturas electrónicas. Cada empresa puede desarrollar su sistema de factura electrónica o
y portales propios para visualizar las facturas. Con su usuario o en el mail, los clientes pueden visualizar los consumos, pagar, imprimir o archivar la factura sin necesidad de que llegue a su casa. También en los sites es posible consultar las últimas 6 o 12 facturas emitidas y, según la empresa de servicio, recibir por SMS o mail un recordatorio de la fecha de vencimiento y el monto de su factura.
Ahorro a largo plazo
La factura electrónica gana terreno REPRODUCCION
contratar a una compañía especializada que ofrezca el servicio, cree una plataforma para administrarlas y genere así el vínculo con el cliente. Cualquiera que sea el caso, es necesaria una autorización de la AFIP, que asigna un número de CAE (Código de Autorización Electrónico) para poder emitirla. El CAE es un número distinto del de la factura, y para obtenerlo hay dos procedimientos que establece la AFIP. En uno, dice Pinto, obliga a las empresas a señalar el CUIT (Código Unico de Identificación Tributaria)
de la empresa emisora, el CUIT de la compradora y el total de la factura. El otro esquema requiere todos los detalles de ambos contribuyentes. “El contribuyente tiene que informar qué facturas emitió con ese número de CAE de forma quincenal. Sin eso, no te dan un nuevo CAE”, aclara Carlos Pinto, director comercial de Planexware. Gire y Planexware ofrecen a las empresas –además de la validación en la AFIP– alternativas para la adhesión de los usuarios, acuerdos con canales de pagos electrónicos
Florencia Franchini, gerenta de Comunicación al Cliente de DirecTv, con más de 100.000 clientes adheridos a factura electrónica, habla también de un ahorro a largo plazo, porque se imprimen menos facturas y se envían menos por correo. “Por otro lado, hay una inversión en desarrollo de sistemas para que esto sea posible”, explica. El precio de una factura depende del volumen. Una empresa pequeña que solicite unas 2000 facturas pagará unos 2000 pesos, un promedio de un peso por factura, explican en Planexware. Con volúmenes mayores, el costo disminuye. Aunque el boom ya se siente en la Web, las empresas prevén que el crecimiento sea aún mayor. Andrés Barbero, gerente de Responsabilidad Social Empresaria de DirecTv, da razones para que suceda: se crea un canal de comunicación específico, se simplifican los trámites y así se mude o se vaya de vacaciones, el cliente siempre recibe la factura.
Katherine Villavicencio