La evocación del gran circo criollo

Luces: Miguel Morales. Maquillaje y máscaras: Viviana Aronno/Lelia Bamondi. ... La directora Valeria Ambrosio también ya tiene definidos a los demás actores ...
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Espectáculos

Miércoles 16 de abril de 2008

LA NACION/Sección 4/Página 3

TEATRO (Bambalinas)

Por Pablo Gorlero

Ya está Dorotea. Ni Liz Solari (quien ya había comenzado a ensayar), ni Luisana Lopilato, ni Soledad Fandiño serán Dorotea. Hace ya varios días que Ivana Rossi (Peter Pan, Ella, Amantes odiosas) está ensayando el papel protagónico de El mago de Oz, de Marisé Monteiro y Martín Bianchedi. La directora Valeria Ambrosio también ya tiene definidos a los demás actores, reconocidos en el mundo del musical vernáculo: Diego Bros, Diego Mariani, Dan Breitman, Natalia Cociuffo y Virginia Kaufmann. Además, Fabián Gianola, que retomó sus clases de canto y zapateo americano, será el mago de Oz. La obra se estrenará la primera semana de mayo en el Broadway. Una nueva Cenicienta. Otro musical para chicos será Princesa Cenicienta, que dirigirá Alicia Zanca, quien volvió a elegir a Luisana Lopilato para trabajar con ella. El príncipe elegido fue Rodrigo Guirao Díaz, Georgina Barbarosa será la Madrastra, y la misma Alicia Zanca, el hada madrina. Se estrenará a mediados de mayo en el Astral, con producción de Julio Gallo. Tres escenarios más. El teatro del Picadero no será demolido. La empresa dueña de la sala habría decidido conservar el espacio y aún estudian la posibilidad de cederlo al gobierno de la ciu-

Matrimonios Ova Sabatini organizó un festejo para celebrar el reestreno de Educando a Rita, obra que produce y en la que trabajan su esposa, Catherine Fulop, junto con Mario Pasik, aquí con su mujer, Marta Betoldi

Ivana Rossi, la elegida

Rent con interferencias de fanáticas A Germán Tripel no lo dejan trabajar en paz las fans de Mambrú

Rodrigo Guirao Díaz al teatro

Aleandro cena con su nuera

Aleandro, en familia. Norma Aleandro eligió El Piccolino para estrenar su obra Toco y me voy... un poco toco. Sucede que esa sala es propiedad de su hijo Oscar Ferrigno y Valeria Lorca. Qué mejor que aprovechar la ocasión para estar en familia. Por eso, el fin de semana pasado, los tres se subieron al auto con rumbo a Pilar, para ir a cenar a un restaurante uruguayo. Fans insoportables. Antes de comenzar cada función de Rent,

El Teatro del Picadero, rescatado

La evocación del gran circo criollo La propuesta de Mario Camarano es una entretenida fábula, con un gran pericón incluido, a la vieja usanza reclamar al ex herrero y éste se las arregla, con típica picardía criolla, para dejarla trepada en la horqueta, sin modo de ejercer su tarea. Ni siquiera las astucias del Diablo pueden torcer la decisión de Miseria. El consiguiente trastorno, ya que nadie se muere y hay quejas corporativas de los abogados, los médicos y los sepultureros, tiene (aunque resulte raro) un final feliz y a toda orquesta.

Buena

★★★

El herrero y la Muerte, leyenda criolla de Mercedes Rein y Jorge Curi. Dirección y puesta en escena: Mario Camarano. Elenco: Graciela Tenenbaum, Enrique Cabaud, Agustín Pruzzo, Sebastián Giuliani, Miguel Trotta, Horacio Ingrassia, Carlos Ledrag y Pablo Goldberg. Escenografía: Claudia Botazzini y Enrique Dartiguepeirou. Realización de vestuario: Olga Policella. Peinados: Ricardo Fasán. Luces: Miguel Morales. Maquillaje y máscaras: Viviana Aronno/Lelia Bamondi. Asesoramiento coreográfico: Hebe Valla. Música original: Horacio Corral. British Art Centre, Suipacha 1333, viernes y sábados, a las 20.30. Duración: 80 minutos.

Tiene el encanto ingenuo y también la tierna ironía de las estampas de Molina Campos. Trata, con ligeras variantes, el mismo tema de El herrero y el Diablo, de Juan Carlos Gené, con remotos antecedentes en farsas y misterios medievales: la historia del pobrecito de aldea que logra poner en apuros y vencer al mismísimo Satanás, o, como en este caso, a la Muerte. El gaucho Miseria, digno de este apodo (su apellido es Peralta) –más vago profesional que herrero–, comparte el desvencijado rancho con su hermana, Pobreza, o la Peraltona, que no cesa de reprocharle la afición a la siesta perpetua. Pero Miseria siempre está dispuesto a ayudar como puede a sus vecinos, aún más pobres que él, y a ofrecer la tradicional hospitalidad criolla a los forasteros. Sucede que por ahí andan, de a pie, Jesús y San Pedro: cansados y se-

dad de Buenos Aires. La empresa y el gobierno mantienen activas negociaciones que estarían llegando a buen puerto. De esta manera, el emblemático escenario del ciclo Teatro Abierto seguirá en pie. Otros teatros que, dentro de unos meses se sumarán a la cartelera comercial son el antiguo cine Los Angeles y el Astros.

Destreza y entrega

El gaucho y la Muerte, personajes antagónicos

dientos, piden sombra y agua fresca al herrero, quien se los brinda de corazón. Jesús le otorga entonces tres deseos: ganar siempre en el juego, tener un tiempo de descuento antes de morir y que todo aquel que se encarame a la horqueta del ombú vecino al rancho no pueda bajarse hasta que él, Miseria, lo decida.

Los deseos se cumplen. Miseria gana fortunas a la taba y las pierde ayudando al prójimo –pero el recurso es inagotable–, y el codicioso Gobernador, más interesado en la dote que en los dudosos encantos de la Peraltona, se casa con ella, que se convierte en una esnob ridícula. Así las cosas, viene la Muerte a

La puesta de Mario Camarano opta por la evocación del viejo circo criollo, sus personajes característicos y su posterior derivación en formas de teatro popular que perduraron hasta los primeros decenios del siglo XX, con gran pericón final por toda la compañía. El propósito se logra con recursos ingeniosos, algunos muy divertidos. Y si no todos los intérpretes muestran idoneidad vocal y expresiva, ostentan, sí, destreza corporal y una simpática entrega a papeles que en realidad son muñecos de retablo. Puesto que en el programa de mano no se discriminan los personajes individuales, conviene destacar la auténtica comicidad de la única mujer del grupo, la eficacia de un Diablo sofisticado y mundano, la campechanía de San Pedro, la gracia de Miseria y la escalofriante caracterización de la Muerte. La escueta escenografía, las luces y la música se adecuan a las intenciones de la puesta.

Ernesto Schoo

no sólo habría que anunciar que apaguen los teléfonos celulares –como es de rigor–, sino que también se callen las adolescentes (y no tanto) fanáticas del ex Mambrú Germán “Tripa” Tripel. Apenas aparece el muchacho en escena comienzan los murmullos, pero lo peor es cuando, en algunas escenas que requieren cierto intimismo, alguna fanática desubicada comienza a gritarle mensajes en voz alta. Es de suponer que ni siquiera a él le debe resultar agradable este tipo de cosas. Soñadores teatreros. Cada vez son más los “soñadores” de “Bailando por un sueño”, que son rostros conocidos del teatro musical. En esta edición del concurso del programa televisivo, participan Nicolás Armengol (Cabaret, Los productores), Miguel Brandán (Los productores, Aplausos), Joel Ledesma (Segundo piso ascensor, Lazy Town) y Natalia Bollini (Bailando por un voto).