La radicalidad de los veintes
La crisis de los veinte es un tema sobrevaluado en la actualidad e incluso podría demostrarse sobreactuado por aquellos contemporáneos que lo “sufren”. El canal de conocimiento universal actual denominado Wikipedia lo clasifica incluso como una crisis autorizada clínicamente en el área de la psicología en donde se tienen “Tendencias a tener opiniones más radicales sobre diversos temas”. Es fácil encontrar información referente a estos síntomas menospreciables de la edad, sin embargo el tener esas dudas existenciales y manifestaciones físicas desconcertantes no implica que debamos seguir la corriente y dejarnos llevar por nuestras inseguridades y ansiedades. Sabemos que es difícil encontrar pareja, empleo, departamento, automóvil, amigos de confianza, un perro que no se orine en las sabanas, otro empleo porque no te es suficiente para tus gastos materiales o peor aún para tu sobrevivencia diaria… sin embargo no por eso el mundo está en nuestra contra y por lo tanto no debemos actuar como tal. La insoportable actitud de los veinteañeros en donde se piensa no se está lo suficientemente “Bien” profesionalmente o emocionalmente, sin embargo su ego se engrandece al llenarse de conocimientos ambiguos y triviales es el pan de cada día en cafés, bares, cine… o cualquier lugar de moda dirigido a este tipo de público: ‘ni tan joven ni tan viejo’. Los veinteañeros que frecuento sin querer (háblese de un círculo social no deseado) de entre 20 a 25 años de edad son las personas menos amenas que conozco. En esa línea entre lo infantil y la vida adulta, en estas fechas en que a algunos los invitas a comer pizza por el día del niño y a otros les llevas comida china a su hogar para celebrar el día de las madres (todo con una cerveza entre manos) es difícil sentirse identificado en un círculo específico. Y, lamentablemente, los que sienten no tener un lugar en el mundo son aquellos que llenan su tiempo libre con actividades para mejorar profesionalmente, o para rellenar su archivo de datos inútiles para la hora de la cena. Los veinteañeros creen saberlo todo. Al menos aquellos solteros o con una pareja igual de “intelecto” que ellos; tú o tus allegados pueden estar confundidos porque tipo de detergente utilizar para mejorar la blancura de tu ropa, llamarle a la persona con la que te acostaste el fin de semana sin parecer desesperado o comer esa tortilla que parece algo verdosa en el refrigerador.
Pero un veinteañero de esta generación alejado de la visión de crear una familia como “debería ser” y apegado al conocimiento personal sabrá la respuesta, probablemente errónea, de ello. He escuchado incluso comparación de como “las células madres incluyentes en esa área del cuerpo humano pueden ser benéficas para…” la lista de frases innecesarias en la vida diaria es infinita a esta edad. Y si no serás profesor de alguna universidad en donde te dediques a estar con personas de esta edad fácilmente impresionables a pesar de su ceño constantemente fruncido, este conocimiento, más que entretenimiento personal, no te servirá de nada, nunca. La etapa de crecimiento se ha desacelerado en los últimos años y es claramente visible como personas “adultas” confundidas con el término salimos vestidos de traje o de jeans, dependiendo el ambiente laboral, haciendo un esfuerzo mayúsculo por intentar saber qué diablos pasa en nuestra vida. Esa línea delgada entre ridiculez y perseverancia es demasiado visible en esos momentos, es decir, imagino todos tenemos un conocido que excluimos de nuestro ambiente por su dañino desempleo constante e invitaciones para jugar Marvel en Facebook. Es válido tener inseguridades, pero no es justo pensar tener de estandarte el “todo me pasa a mi” si tu primera cifra de edad es el 2 en adelante, simplemente es injusto juzgar a los demás basados en conocimiento o desear superar a los demás basado en ello. Ser un veinteañero no es fácil, algunos siguen con esa actitud pasando los 30 (o 40) sin embargo, no tenemos que ser unos imbéciles en el trayecto.
Por: Liz Domínguez Instagram: @lisanthropy
Para: NoMuteMx