Un tema de plena actualidad

del siglo XX la homosexualidad era un de- lito que podía llevar a la cárcel en países como Gran Bretaña, Francia, Austria, No- ruega, Finlandia, entre otros, ...
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La última obra jurídica de Gustavo Bossert estudia el casamiento entre personas del mismo género y los derechos de los transexuales

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UNIÓN EXTRACONYUGAL Y MATRIMONIO HOMOSEXUAL Por Gustavo A. Bossert Astrea 432 páginas $ 400

ormalmente, una obra jurídica sólo interesa a abogados y jueces, ya que son ellos quienes necesitan conocer lo que dicen las leyes y cómo se aplican en los pleitos. Pero Unión extraconyugal y matrimonio homosexual, la última obra de Gustavo Bossert, traspone esos límites, y su lectura resulta interesante aún para quienes nada tienen que ver con las actividades jurídicas. Es que después de explicar las soluciones que los jueces dan a los problemas que pueden surgir entre concubinos, esta obra se ocupa de las parejas homosexuales y del transexualismo, y expone temas poco conocidos. Recuerda que hasta mediados del siglo XX la homosexualidad era un delito que podía llevar a la cárcel en países como Gran Bretaña, Francia, Austria, Noruega, Finlandia, entre otros, y que hoy lo sigue siendo en muchos países de África y Oriente. También refiere que en 1974 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría y en 1992 la Organización Mundial de la Salud dejaron de considerarla un “trastorno mental”, lo que refuta a quienes suponen que la homosexualidad es una perversión, una manía o un simple delirio. Bossert describe, entre las causas de la homosexualidad, las que se fundan en investigaciones científicas realizadas en diversos países. Explica, por ejemplo, que durante la gestación, los órganos sexuales internos y externos, masculinos o femeninos, se forman mucho antes de la impregnación en el cerebro de hormonas mascu-

Libros reeditados Festejos animales Fiesta de disfraces (2007) fue el primer libro de la artista plástica y animadora para cine y TV Inés Trigub, directora del estudio Luz Negra. La historia de una fiesta en la que los animales compiten por ver cuál es el disfraz más imaginativo es un prodigio de colores y de humor. Y la reedición de un libro infantil es otro buen motivo para festejar. Esta vez, entre lectores, grandes y chicos, como corresponde a los seguidores de la editorial Pequeño Editor. Fiesta de disfraces Por Inés Trigub Pequeño Editor, 24 páginas

Una Caperucita moderna Podría decirse que los cuentos de hadas son inmunes a la temporalidad en la medida en que sus acontecimientos esenciales no dependen de épocas o geografías. Así lo creyó también la española Carmen Martín Gaite, que en este libro, publicado por primera vez en 1990, muda la historia de Caperucita a Nueva York, con una abuela que es una cantante retirada de music-hall y un lobo reencarnado en pastelero millonario. Caperucita en Manhattan Carmen Martín Gaite Siruela, 208 páginas

Las marcas de un estilo

Lo que el tiempo se llevó

A poco más de treinta años del primer libro de Paulina Vinderman (Buenos Aires, 1944) se publica una antología que recoge poemas de todos sus libros. A cargo de Enrique Solinas –autor además del prólogo–, el volumen ofrece el recorrido de una obra que, habiendo tomado un rumbo firme a partir de Rojo junio (1988), muestra ya en los primeros libros las señales que habrían de ser marcas de un estilo. “Solíamos desenterrar/ a los muertos/ y colocarlos en frasquitos color caramelo/ sobre la mesa”, se lee en un poema. Vinderman no establece separaciones entre lo que sucede en los versos, un recuerdo remoto y el mundo material que cobra vida a partir de ser nombrado, y acaso sea ese cruce, en que vida y literatura encuentran su sutura, donde esta obra adquiere su punto de mayor irradiación. Sandro Barrella

Menos la memoria, el viento se lo llevó todo. Ocurrió en este país, que estuvo entre los primeros del mundo. Estructuradas en gran medida sobre hechos protagonizados por personajes de la adolescencia y la juventud del autor, las evocaciones y semblanzas reflejadas en Memorias del viento transcurren en estancias del más alto nivel, en cuyas haras se criaban los mejores caballos argentinos y donde sus moradores –entusiastas anglófilos– fueron anfitriones de huéspedes conspicuos, como el príncipe de Gales. Pero también a ellos los alcanza la crisis, a tal punto que deben desprenderse –en remates– de todo aquello que enmarcó pasados esplendores. Torres Zavaleta lo narra con pulcritud y agudeza, cimentadas en una larga trayectoria literaria. W. G. B.

ROJO JUNIO Y OTROS POEMAS. Por Paulina Vinderman. Ruinas Circulares, 147 páginas, $ 60

MEMORIAS DEL VIENTO. Por Jorge Torres Zavaleta. Grupo Editor Latinoamericano, 302 páginas, $ 80

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19 Viernes 13 de enero de 2012

Un tema de plena actualidad

linas o femeninas; y en el caso de que el carácter de dichas hormonas no coincida con el sexo físico del feto, nacerá un homosexual. Entre muchas comprobaciones que en tal sentido se han hecho, Bossert recuerda el caso de las “ovejas lesbianas”, filmado en Edimburgo en 1977: diversas ovejas preñadas gestaban fetos de sexo femenino a los que se les impregnó hormonas masculinas en el período prenatal, y tras ello nacieron ovejas que en todo se comportaron como carneros: cortejaron y trataron de montar a las otras ovejas, su posición urinaria era la de los machos y peleaban golpeando con la cabeza como luchan los carneros. Avanzando en el tema, Bossert refiere que la homosexualidad está presente también en las especies animales. Basándose en serias publicaciones, entre ellas los trabajos publicados sobre el tema por la doctora Diana Cohen Agrest en 2009 en La Nacion, da porcentajes aproximados de homosexuales en diversas especies; por ejemplo, 20% de gaviotas, 40% de cacatúas enanas; los cisnes son fieles a su pareja aun tras la muerte de ésta, sean las parejas hetero u homosexuales. Y expone, además, los debates que surgen cuando una pareja homosexual solicita la adopción de un niño y los complejos temas que se deben resolver cuando la pareja homosexual resuelve tener un hijo, acudiendo a la fecundación in vitro. El libro también se ocupa del transexual, que vive el drama de “sentirse preso en un cuerpo que no le pertenece”, para quien la única solución posible es la intervención quirúgica y la modificación de sus documentos de identidad. Si bien existen estadísticas de altos índices de intentos de suicido de transexuales, explica Bossert que en nuestro país, desde comienzos de los años 2000 los jueces autorizan dicha intervención quirúrgica y la modificación de los documentos, y de ese modo termina la tortura cotidiana que padecen varias personas. En definitiva, aunque es una obra jurídica que los abogados y jueces podrán valorar, toca temas y problemas candentes. Eduardo Zannoni