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Teatro Colón: la obra de Puccini, en la apertura de la temporada

Por Marcelo Stiletano

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Equívocos que hoy dan la nota

FOTOS/MAXIE AMENA

La bohème, en un muy esperado regreso Continuación de la Pág. 1, Col. 2

T do To Todo d en en sus su us manos m no ma n s el planteo escenográfico en diciembre. “La mayor parte de mi carrera ha sido internacional, pero el corazón siempre está en el Colón”, sintetiza el régisseur que se fue cuando era jefe de producción escenotécnica del teatro. Es que por ahí empezó esta carrera que hoy lo tiene como uno de los más importantes directores escénicos de Europa (ha hecho cinco puestas en la Scala de Milán y está por realizar la sexta). Su formación primera remite a las artes plásticas, aunque su sueño era convertirse en director de cine (de hecho, uno de los comentarios más leídos sobre sus trabajos habla acerca de su concepción cinematográfica de las puestas). Algo lo llevó a entrar en el Instituto Superior del Teatro Colón para meterse en el mundo de la escenografía y ahí –como le advirtió un viejo maestro– el pulpo del teatro se lo devoró y lo convirtió en lo que es hoy: régisseur, escenógrafo y vestuarista. “Me hago cargo del trabajo completo, de la idea general del aspecto visual del espectáculo, soy muy detallista y me gusta estar en la terminación final de todos los aspectos; eso evita que me pelee con otros, aunque no es difícil que lo haga conmigo mismo”, dice De Ana, y se ríe.

Para agendar

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El director Hugo de Ana contó con un elenco integrado por Virginia Tola (Mimí), Marius Manea (Rodolfo), Marco Caria (Marcello), Nicole Cabell (Musetta), Omar Carrión y Luciano Garay (Schaunard) y Denis Sedov y Kevin Burdett (Colline), entre otros. Junto a ellos actúa el Coro Estable, que dirige Antonio Domenighini, el Coro de Niños que dirige Valdo Sciammarella y la Orquesta Estable del Teatro Colón, con la dirección del italiano Stefano Ranzani. Está previsto realizar seis funciones: hoy y el viernes, a las 20.30; el domingo, a las 17; el martes 1° de junio y el viernes 4, a las 20.30; y el domingo 6, a las 17. Entradas individuales y abonos disponibles en la boletería del teatro.

Matices Así, con las muchas ganas y poco tiempo se hizo cargo de esta puesta que hoy sube a escena en el renovado Teatro Colón para abrir una temporada largamente esperada. Es la cuarta vez que se mete en la obra de Puccini, y cada vez que lo hace puede despegar de las imágenes anteriores porque el paso del tiempo lo hace descubrir matices y nuevas miradas que hasta a él mismo sorprenden. Además, en cada oportunidad tiene que enfrentarse a un nuevo elenco para el que debe pensar puntualmente cada puesta. “Esta vez tengo un elenco muy joven y con tres de los cantantes debutando en su rol, lo que me ayuda muchísimo, ya que no traen un concepto escénico preconcebido. Todos ellos se han dispuesto a trabajar muy bien. El mayor problema es que son de distintas escuelas (uno ruso, otro rumano, otro italiano, una argenti-

ANDREA KNIGHT

na y dos estadounidenses), pero decidí que esas diferencias jueguen a mi favor.” Con ellos y para ellos creó esta puesta “neorrealista”, como él mis-

mo define, en la que siempre está el desafío de meterle mano a una obra muy conocida y muy querida por la gente. “Por eso es muy difícil hacer algo nuevo que al mismo tiempo

Más ecos de la reapertura N La noche de anteayer, la de la reapertura del Teatro Colón todavía resuena en los muchos que aman al maravilloso espacio porteño. “Me sentí muy bien –dijo Julio Bocca, que viajó directamente desde Montevideo–, disfrutando de la noche de la reapertura, al ver que los cuerpos artísticos están en su lugar, trabajando. Que se encendieron las luces. Que el teatro estaba lleno de gente. Eso es lo importante, y lo que cuenta ahora.” Por su parte, Eleonora Cassano también se reconoció conmovida por la ocasión: “Subí las escalinatas y me agarró una emoción inmensa. De afuera el teatro se ve hermoso, el hecho de que esté abierto y tan lindo me emocionó muchísimo. Y el momento de cantar el Himno fue inolvidable”.

conforme las expectativas del público. Es una obra complicada porque está sujeta a unos parámetros veristas, sí, pero muy poéticos, donde todo está un poco idealizado hasta las caracteres de los personajes. Además, la gente que viene a ver La bohème quiere ver La bohème, y si quiere verla actualizada van a ver Rent”, cuenta el director antes de aclarar que él la ubicó poco antes de la Primera Guerra Mundial, por ser ése el gran período de la bohemia parisina. Para ello creó un espacio que presenta un clima de “realismo poético, un realismo tamizado por una visión exageradamente soñada...”. –¿Supo que muchos criticaron que el Colón reabriera sus puer-

tas con La bohème y no con una obra que implicara una apuesta más moderna, más rupturista? –La verdad yo creo que debería haber reabierto con Aida, la ópera del día de su inauguración, como se suele hacer en estas ocasiones en los grandes teatros del mundo, pero no es fácil encontrar una cantante para ese rol con tan poco tiempo. Y además no estoy tan de acuerdo en que la ruptura pase por hacer determinados espectáculos. Hay que pensar que el Colón siempre ha hecho grandes óperas del siglo XX, no es que se mantuvo al margen, no es un teatro que esté fuera de lo moderno. Además, tenés que abrir el teatro, pero también tenés que recuperar público, y honestamente no lo recuperás haciendo La carrera del libertino, que es maravillosa y a mí me encanta, o Lulú, o Mahagonny. Tienen que estar en una temporada pero no en la inauguración. No podemos dejar de pensar que hoy una ópera contemporánea te llena la mitad de la sala.

Mozarteum

Una chelista de mente amplia Sol Gabetta se presentará hoy y mañana, con la Kammerorchester Basel Habla rapidísimo y sin parar. La davía barroca; mientras que Haydn tonada, esa manera de arrastrar es más emocional. Lo interesante sílabas y vocales, resulta inconfundi- de poner Hofmann y Haydn en el blemente cordobesa, pero la sintaxis mismo programa es que se puede y ciertos giros tienden por momentos ver una evolución”, explica Gabetta al alemán, su lengua de todos los en un único párrafo, casi sin tomar días. Desde Basilea, la violonchelista aire, y después de sugerir el tuteo argentina Sol Gabetta habla del durante la entrevista porque, dice, compositor Leopoldo Hofmann, con “es más fácil así”. el mismo ímpetu, la misma ingenui–En tu lectura del concierto dad y la misma sabiduría con que de Hofmann parece escucharse interpreta su Concierto en Re mayor, de dónde viene ese lenguaje una de las obras, junto con y adónde va a ir desel Concierto en Do mayor, de pués. ¿Cuánto ilumina PARA AGENDAR Franz Joseph Haydn, que la interpretación de una Sol Gapieza determinada el grabó para el sello RCA y betta, la conocimiento del reperque tocará hoy, miércoles, violonchelista a las 20, acompañada por la torio posterior? argentina se Kammerorchester Basel, –Lo importante para presentará en el Teatro Coliseo, como que cada estilo tenga su con la Kamparte del ciclo de conciertos carácter es moverse en un merorchester Basel. de Mozarteum Argentino. espectro muy amplio del Figura central en la repertorio. En el caso del Teatro ColiViena de fines del siglo violonchelo, yo podría deseo, Marcelo XVIII, Kapellmeister de la cir: bueno, toco los grandes T. de Alvear 1125. Hoy y catedral de San Esteban, conciertos y las sonatas mañana, a Hofmann fue también un de Beethoven, ¡y ya está! las 20. precursor del repertorio Pero para mí eso es un para violonchelo: según territorio muy chico. Por se sabe, fue autor de ocho eso busqué otras cosas, conciertos, de los que se conservan sobre todo en el barroco. Y en el seis, en un lenguaje un poco tenso, caso del concierto de Haydn fue que no termina de desprenderse del crucial el contraste con el período barroco y que bordea, sin embargo, barroco, un momento en el que los el clasicismo. “Me interesó mucho aspectos técnicos y emocionales del descubrir a ese compositor. Los chelo empezaron a desarrollarse. intérpretes tenemos que darles Después ya salté a Shostakovich oportunidades a compositores de y a la música de nuestros días. El este nivel, aunque no sean tan famo- hecho de haber atravesado todo sos. El lenguaje de Hofmann es muy eso me aportó mucha libertad, aun cercano al de Haydn, aunque Haydn cuando las interpretaciones de las sea un poco más tardío. Para mí fue obras del clasicismo vienés son un descubrimiento esa escritura to- siempre muy discutibles.

–¿Cuál es tu posición respecto de las corrientes historicistas de interpretación? –Mi generación tuvo mucha suerte de que todas esas búsquedas e investigaciones ya se hubieran hecho. Hace cincuenta años, todo era un descubrimiento. Pero cuando yo toco algo nuevo, no es para que mi CD o mi concierto sea el más original. No se trata de eso. Cada intérprete tiene que decir algo arriba de esa música. Si no, no tiene sentido, ya hay muchas grabaciones. En el piano, por ejemplo, alguien como Alfred Brendel se dedicó exclusivamente al clasicismo vienés. Yo tengo mucho respeto por esa gente, pero es otra generación. Desde mi punto de vista, la vida es demasiado corta para fijarse en un único repertorio. Siempre se dice que el repertorio para chelo es escaso. Yo no estoy de acuerdo. En la época de Haydn y de Mozart, se componía para determinado instrumento porque se conocía al intérprete, y si no hubo más obras fue, tal vez, porque no se encontraron más intérpretes con la capacidad técnica necesaria. –¿Quiénes son los compositores actuales que escribieron para vos? –La primera obra escrita para mí que voy a estrenar es del compositor holandés Michel van der Aa. Escribió un concierto de violonchelo que incluye una filmación, de manera que la música se refleje en la filmación como en un espejo. La meta es que, ya sea que el público escuche la música o mire la pantalla, vea y escuche la

Miércoles 26 de mayo de 2010

La música clásica y el ballet fueron convidados de piedra en los festejos artísticos del Bicentenario. Todavía se recuerda la masiva repercusión que alcanzaron en la 9 de Julio, muy cerca del escenario montado en los últimos días, acontecimientos como la despedida de Julio Bocca y el concierto de fin de año dirigido por Daniel Barenboim el último día de 2006. Pero esta vez, las multitudes que siguieron hasta ayer la fiesta congregadas junto al Obelisco o a través de Canal 7 –con llegada a todo el país– se quedaron sin arias, sinfonías y danzas. Ese mismo clásico ninguneo se reflejó, con otros parámetros, en la transmisión que El Trece hizo anteanoche de la reapertura del Teatro Colón. Los conductores estaban más preparados para recibir a Ricardo Fort que para hablar del acontecimiento artístico. Y nadie se preocupó por mencionar a los intérpretes (bailarines, músicos, cantantes, directores), orientar mínimamente al público acerca de lo que significan El lago de los cisnes y La bohème o mostrar el detrás de escena de ambas reposicio-

La televisión elige el equívoco, la promesa incumplida, el fervor fugaz nes. Sólo Martín Wullich se acercó a ese lugar desde C5N. Planteadas así las cosas, resulta difícil creer que el entusiasmo con que se recibía anteanoche este gran acontecimiento se prolongará en el tiempo. Si el Colón es patrimonio de todos, como se escuchó una y otra vez desde los micrófonos de El Trece, ¿por qué allí no se toma la posta y empieza a aprovecharse con criterio televisivo amplio desde algún canal de aire privado lo que puede dar la ópera o el ballet? El compromiso quedó en una expresión fugaz, que después de tres horas desapareció del aire para dar lugar a una película. Y se prolongó ayer con la desconcertante presencia del Colón en primer plano durante la emisión de Intrusos en el espectáculo. * * * El mismo cuadro parece afectar a Canal 7. ¿Qué fue de Al Colón, aquel ciclo que en 2006 se puso en marcha en un bienvenido horario central (lunes, a las 22) y ahora casi ni aparece? El último espacio más o menos visible que el programa conducido por Marcos Mundstock encontró en la programación del canal fue en la noche del domingo. Pero ese lugar ahora les pertenece al fútbol y al hiperoficialista 6, 7, 8, cuyos propósitos son bien diferentes. En vez de sacar provecho de las posibilidades formativas y didácticas de la música clásica –tema del que podría hablar largo y tendido, por ejemplo, Miguel Angel Estrella–, la televisión elige el equívoco, la promesa incumplida, el fervor fugaz. Sólo nos queda como módico consuelo sumarnos al entusiasmo que Roxana Carabajal transmite desde la pantalla del canal Encuentro cada viernes, a las 21, en Dar la nota, pequeña excepción que confirma una triste regla. [email protected]

La chelista cordobesa, con proyección internacional

misma cosa. Con eso vamos a hacer una gira por Europa. Y en 2012 tengo un proyecto con Peteris Vasks. Es una alegría encontrar compositores con los que uno tenga afinidad, porque la verdad es que hay otros que aprovechan el período contemporáneo para escribir cosas que no les aportan mucho al intérprete ni al público. La música moderna, sea la que fuere, tiene que buscar emocionar y no solamente el impacto de ciertos efectos para impresionar al público. Tiene que haber una búsqueda más profunda de estructuras. Por otro lado, es muy importante promover

el repertorio contemporáneo. Si pertenezco a una generación que se está desarrollando y vivo en este mundo, no puedo quedarme con el repertorio clásico y romántico. –¿Hay algún compositor argentino que te interese especialmente? –Osvaldo Golijov. No lo conozco personalmente, pero escuché varias obras suyas y sé que escribió un concierto para chelo. Realmente, me gustaría tocar obras de él. Creo que es un gran compositor.

Pablo Gianera

MAURO ALFIERI

Rating histórico: anteayer, con la transmisión de los festejos del Bicentenario, Canal 7 consiguió algo inédito. Con 8,2 puntos de rating, fue el canal más visto en esa jornada. El promedio del rating del partido entre Argentina y Canadá aportó 19,2 puntos.