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espectáculos
| Domingo 29 De septiembre De 2013
Jon Bon Jovi, carismático y jovial
en gira. Al frente de su banda, el cantante presentó su producción discográfica
más reciente, What About Now; también interpretó los grandes éxitos de toda su carrera maría Fernanda mugica PARA LA NACION
“¿Están listos para Bon Jovi?”, gritó Chad Kroeger, cantante de Nickelback, justo antes de cerrar su presentación en el estadio de Vélez con el hit “How You Remind Me”, en la noche del jueves último. Los gritos del público indicaron que lo estaban y, media hora después, Bon Jovi subió al escenario, en el que se destacaban tres grandes pantallas y una decoración basada en el arte de su último disco, y arrancó con “What the Water Gave Me”. Así comenzó un show de poco más de dos horas y media, que tuvo un estudiado equilibrio entre los temas del nuevo disco What About Now y éxitos históricos de la banda, los más festejados por un público compuesto por familias, personas de entre 30 y 40 y pico y algunos adolescentes. El carismático Jon Bon Jovi demostró que a los 51 años sigue seduciendo al público con su voz y su look, apoyado por una banda que sonó muy bien, a pesar de la ausencia de Tico Torres y del guitarrista Richie Sambora, quien se fue de la banda por problemas con el cantante y fue reemplazado por Phillip Xenidis. Para seguir con el show, Bon Jovi eligió uno de sus temas más famosos: “You Give Love a Bad Name”. El cantante detuvo la interpretación al ver a una chica que se desmayó en medio del campo VIP y pidió que la gente se corriera para atrás. Una vez resuelto el problema, la banda retomó el tema y continuó con “Raise Your Hands”, ambos de Slippery When Wet, el disco que consagró a la banda en 1987, en todo el mundo. Mientras en las pantallas se iban sucediendo distintas imágenes, la banda de New Jersey hizo “Runaway”, “Lost Highway” y “Whole Lot of Leavin’”. “No voy a perder el tiempo hablando. Dale, baby, sé cómo hacer que esta gente grite”, canchereó Bon Jovi antes de cantar “It’s My Life”. Después de “Because We Can” y “What About Now”, ambos
múSica
Jovanotti, el huracán romano que pasó por Buenos Aires presentaciÓn de jovanotti. ★★★★
muy bueno. músicos:
Lorenzo
Cherubini Jovanotti, en voces y rap; Saturnino Celani, en bajo; Riccardo Onori, en guitarras; Christian Rigano, en teclados; Gil Oliveira, en batería, y Nailton Dos Santos, en percusión. funciones: últimos martes y miércoles. sala: teatro Vorterix.
¿E
Jon Bon Jovi cumplió en Vélez con el concierto reprogramado del último disco, la banda hizo “We Got it Going On” y “Keep the Faith”, recibido por el público con el entusiasmo que tenía reservado para los viejos éxitos del grupo. Un cambio de clima se impuso para “(You Want to) Make a Memory” y después de “Captain Crash and the Beauty Queen From Mars” y “We Weren’t Born to Follow”. Luego, tres chicas del público fueron elegidas para subir al escenario a interpretar “Who Says You Can’t Go Home” con Bon Jovi; pero una de ellas sólo quería besar al cantante quien, con toda su experiencia de ídolo del rock, quiso asegurarse y le preguntó su edad para finalmente ceder y darle un beso a cada una. Pero la estrella de este segmento fue otra de las chicas que se mostró tan desenvuelta que sorprendió y divirtió a Bon Jovi, quien al finalizar el tema pidió un aplauso especial para ella.
El show fue subiendo en intensidad con “I’ll Sleep When I’m Dead” y llegó al clímax con “Bad Medicine”, en el que el líder de la banda hizo un alarde de energía y fuerza vocal que le pasaría factura a la hora de los bises. Tras retirarse del escenario, volvieron con la balada “In These Arms”, en la que se notó el esfuerzo del cantante por seguir con la misma intensidad que había demostrado hasta ese momento. Luego de “Born to Be My Baby”, Bon Jovi retomó la energía con el éxito de espíritu western “Wanted Dead or Alive” y con “Have a Nice Day”, la cual interpretó tras agradecer el apoyo a Tico Torres, que se está recuperando de una operación de apendicitis, por lo cual la banda tuvo que cancelar su presentación en La Plata, el 15 de septiembre, y reprogramarla para once días después, en Vélez.
rodrigo néspolo
El megaéxito “Livin’ On a Prayer” comenzó como una balada tranquila para enseguida despegar en la versión rockera clásica, desatando la euforia de los presentes. Hubiera sido un final perfecto, pero la insistencia del público hizo que Bon Jovi ofreciera una lista de grandes éxitos para que la gente eligiera el que cerraría el show. Los aplausos y gritos dictaminaron que “I’ll Be There For You” fuera el elegido. El cantante lo interpretó dejando todo lo que le quedaba, manteniendo su peinado medio batido tan impecable como cuando subió al escenario. A pesar de haber disfrutado de un muy buen show, el público pedía más. Bon Jovi sonreía ante la insistencia y no le quedó más remedio que mover sus manos en señal inequívoca de que, por esta vez, se había terminado.ß
scaso? Escaso es mucho decir. El contacto con el pop y el rock italiano por estas tierras es nulo y el regreso de Jovanotti a estas pampas vino a reparar, en parte, esa materia pendiente. En la noche del martes, al teatro Vorterix lo colmó un público ávido por ver al cantante y rapero romano, conocedor de cada una de sus canciones y amplio en su conformación. Chicos, veinteañeros, cuarentones y hasta señoras y señores de 60 disfrutaron con un frontman que se presenta como un tipo extravagante, vestido de negro, pero lejos de la monotonía gracias a un sombrero rojo, a una corbata de animal print y a unas increíbles botas doradas en punta. En realidad, la monotonía es el mal que Lorenzo Jovanotti combate durante dos horas, desde que sube al escenario hasta que se va… o, mejor dicho, hasta que el telón se cierra para dar por finalizado el acto, y el hombre se las empeña para asomar su cara y saludar a los de adelante. El tano es un huracán, un tipo ágil, inquieto, un rapero certero y un buen conocedor de cómo manejar los climas. Porque aunque la mayor parte del show transcurra a alta velocidad, tiene tiempo para bajar la marcha, entregar un par de baladas románticas y sorprender con una muy buena y respe-
tuosa versión de “Muchacha [ojos de papel]”. Con “Battiti di ali di farfalla” Jovanotti dio por iniciada la faena. Rodeado por un cuarteto solvente y amplio conocedor de sus locuras, el hombre no tuvo problemas en hacer y deshacer, en pasar del rap al acid jazz, del spaghetti-western a la balada, de la fiesta disco al reggae e, incluso, dar la vuelta al mundo en un solo tema y parar en Bahía, en Buenos Aires (“Matador”, de Los Fabulosos Cadillacs), en La Habana y hasta en Sevilla, de la mano de una versión extendida y cambiante de “L’ombelico del mondo”. “Tensione evolutiva”, “Coraggio”, “Serenata rap” y “Piove”, por citar algunos de los más festejados, se fueron sucediendo. Su intérprete, en tanto, respondía agitando los brazos, elevándolos, dando saltos, cruzando de una punta a la otra del escenario… en fin, todo el tiempo se preocupó por dirigir la fiesta y por ser el ejemplo por seguir. Ese hit que conocimos en los 90 MTV mediante, “Penso positivo”, encendió aún más al público; tras él, bajaría los decibeles con un par de reggaes dulzones y la gran sorpresa de la noche, su homenaje a Luis Alberto Spinetta. “Un maestro inolvidable; una de las canciones más bellas que yo escuché en toda mi vida”, diría luego en castellano. A modo de broma, sobre el final diría: “Si tocamos más, nos hacen una multa”. De ahí en adelante se sucedería una suerte de postshow en escena, con la interpretación de temas a pedido, fotos con el público de fondo y un final acertado con la melodía de “Walk on the Wild Side” y un rapeo sutil, casi como un murmullo de Lorenzo, una suerte de césar romano que vino, vio y venció, y a todos nos compró con música, entrega y simpatía.ß Sebastián Espósito