INFORMACION GENERAL
Domingo 16 de agosto de 2009
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Conflictos por la tierra | Mapuches, collas y diaguitas endurecieron sus acciones
El hotel Piedra Pintada, en Villa Pehuenia, tomado por la comunidad mapuche
Panciotto, el propietario GENTILEZA REVISTA LUGARES
La capilla de Quila Quina no pudo inaugurarse por presión de los indígenas
GENTILEZA DIARIO RIO NEGRO
ALFREDO LEIVA
Indígenas piden 15 millones de hectáreas El gobierno nacional adeuda un relevamiento para determinar cuánto territorio corresponde a los pueblos originarios, según las leyes Continuación de la Pág. 1, Col. 2
* * * Martín Maliqueo es huerkén (vocero) de la comunidad Lonko Purrán una de las 55 de Neuquén (hace diez años eran 28). Atiende a LA NACION desde su celular en el medio del campo, en algún punto entre Zapala y Cutral Có. “Entendemos que vivimos dentro de un Estado que no desconocemos, pero vamos a luchar por nuestros derechos; hoy no hablamos de hacer una separación, porque la autonomía es una utopía y estamos muy lejos de eso; pero no somos ni chilenos, ni argentinos, somos mapuches y no nos sentimos representados”, dijo al ser consultado sobre el alcance de sus reclamos. Maliqueo tiene 29 años y recuerda que su madre le prohibió aprender la lengua mapuche para no sufrir la misma discriminación. Su comunidad salió absuelta en dos juicios por la ocupación de las tierras explotadas por la empresa petrolera norteamericana llamada
Algunas regiones donde las comunidades indígenas reclaman tierras Jujuy
Salta
Chaco
) 7
: =
17 7 /: - 3 + 8
Nordeste, zona de El Impenetrable
GUARANI, KOLLA, TILIAN, ATACAMA, OCLOYA, OMAGUACA
WICHI, CHOROTE, CHULUPI, GUARANI, CHANE, COLLA, DIAGUITA CALCHAQUI, TAPIETE
Hectáreas en pugna por provincia Jujuy
1.400.000 1.4 400.000 ha
MOCOVI, TOBA, WICHI
Pozo Azul, Aristóbulo del Valle y Cataratas del Iguazú
Catamarca :0: DIAGUITA CALCHAQUI
La Rioja
MBYA GUARANI
, 36 DIAGUITA CALCHAQUI
San Luis
Buenos Aires
En las cercanías de Fraga
Localidad de Los Toldos, en General Viamonte
Río Negro Chubut 7 08
San Martín de los Andes, Junín de los Andes, Villa La Angostura, Villa Pehuenia, Zapala, Aluminé, Cutral Có
MAPUCHE
6
Bariloche, El Bolsón, Comallo, paraje Trapalcó, paraje Ñirihau, paraje Cuesta del Ternero, Chelforó MAPUCHE
Misiones
#5 Río Negro
"#5
Santa Cruz Las Heras, Deseado
MAPUCHE
MAPUCHE
113.680
Población estimada por etnia
70.505 69.452
Actualmente, los centros urbanos con mayor población indígena son Buenos Aires, Córdoba, Jujuy, Salta y Santa Fe
14.633 563
%%
Buenos Aires y Neuquén 5
RANKULCHE
Neuquén
$"5
Santa Cruz "5
Oeste de los departamentos de Chalileo, Limay Mahuida, Puelén y Curacó
HUARPE
La Pampa & "" !
San Luis
La Pampa
Mendoza Localidad de Jocolí, el límite con San Luis y La Paz
785.000 85.000 ha
##5
MAPUCHE
RANKULCHE
524
Mendoza
1553
4104
40.036 31.753 22.059 21.807 16.365
6739
te pí ón na dí le ca pa te a rá né gá úa te ua ní he he ón pe ví ní ní ní ita hí ba lla he pie hulu avir O eran Lu gua am horo acam ima Cha Pila harr noco ech uara kulc uelc ing uar oco uara uara uara iagu Wic To Co puc a T C an A a P C At C To Qu á G an Teh ech H M pí g a g G D Qu Ma S y R Om m Tu Av Co Mb Fuente: Indec, corresponsales y colaboradores de LA NACION en todo el país
curiosamente “Apache”. Pero dice que los conflictos vuelven siempre. “Donde existe explotación petrolera tiene que haber una restitución de territorio, pero no vamos a aceptar tierras gastadas, sino las aptas y suficientes para nuestro desarrollo”, afirmó Maliqueo. Y agregó: “Queremos la participación en la gestión de los recursos y estamos hablando
LA NACION
también de los minerales”. A 15 años de la reforma de la Constitución, que en este punto fue pensada como una reparación y un reconocimiento histórico, el Estado no logró soluciones efectivas frente a los conflictos con los pueblos originarios, ni tampoco respecto de los derechos de quienes son propietarios de tierras en las zonas calientes. En
Neuquén: un hotel de lujo, tomado por mapuches El dueño, italiano, había invertido US$ 5 millones
Salta
$$6
Misiones
* * * En 2006, el gobierno nacional anunció $ 30 millones para desarrollar el relevamiento, aunque hay pocas novedades concretas. “A la fecha, no se cuenta con datos certeros respecto del territorio por relevar a nivel nacional”, reconoció a LA NACION, el presidente del INAI, Horacio Claudio Pascual Iramain. No obstante esa admisión, el funcionario opinó que el número extraoficial de 15 millones de hectáreas es “inexacto”. Darío Rodríguez Duch, actual legislador por ARI, de Bariloche, y durante tres años abogado de la Confederación Mapuche Neuquina, reconoce que hay zonas con dos dueños y, lo peor, es que ambas partes, supuestamente, tienen derechos sobre los terrenos. “Así como está la situación es un caos absoluto y da para cualquier cosa: el Estado tiene un discurso sobre muchas cuestiones pero, en la práctica, no hace nada”, dijo Duch, que admite suspicacias de ambas partes (propietarios oportunistas y comunidades indígenas alentadas para el conflicto). Ante ese escenario irregular, Duch advierte a los inversores que, antes de hacer cualquier compra de tierras en Neuquén o en Río Negro, analicen si está situada en una zona de conflictos. “Lo primero, si llegaran a tener una controversia, es armar una mesa de diálogo con la comunidad que lo reclama y, si no hay salida por esa vía, tienen que accionar legalmente contra quien les vendió la tierra o el propio Estado; otra opción no hay”, dijo a LA NACION.
Las zonas de mayor litigio
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Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2002. Con estas polémicas acciones sobre todo, en Neuquén y en Río Negro, varias comunidades mapuches, lograron visibilidad y el respaldo de organizaciones locales y del exterior. También se ganaron conflictos judiciales difíciles de zanjar, porque si bien para los propietarios de los campos se trata de usurpadores, la Constitución Nacional reconoce “la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas” y señala que debe garantizarse “la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que ocupan, y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano”. Los numerosos litigios judiciales son, en este escenario, un camino sin salida, porque aún no avanzó casi nada el relevamiento oficial previsto en la ley 26.160 para definir cuánta tierra les correspondería a esas comunidades. Al no existir ese trabajo, demorado desde hace tres años en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que depende del Ministerio de Desarrollo Social, de la Nación, resulta imposible aplicar un criterio en los litigios, coinciden especialistas en derecho consultados por este diario.
La Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas 2004-2005 reveló que hay 600.329 personas que se reconocen pertenecientes a pueblos originarios. La condición de indígena se logra por “autoadscripción”. Los mapuches son el pueblo más numeroso, con unas 113.000 personas. Y son, además, los más vigorosos en cuanto a su nivel organizacional y sus reclamos. El presidente de la Sociedad Rural de Neuquén, Juan Sorzana, explicó que en esa entidad son 50 los campos con conflictos indígenas. Se habla de cascos de estancias abandonados por sus dueños, accesos a campos petroleros y mineros clausurados; iglesias (como en Quila Quina, Neuquén, donadas y que no se pudieron inaugurar por oposición de la comunidad indígena de la zona), escuelas intrusadas, parques nacionales en litigio, tierras fiscales y del Ejército ocupadas; escaramuzas y cientos de causas judiciales con personas detenidas (los indígenas denuncian 90 presos por participar en intrusiones de tierras). “Ellos dicen que no se rigen por la leyes argentinas, porque son mapuches; yo no tengo nada en contra de su pueblo, estoy en contra de que salgan a tomar campos: que hagan los trámites judiciales como cualquier otro”, opinó Sorzana. Y agregó: “Yo no puedo decir «esto es mío» e invadirlo: la usurpación es un delito; el Estado es el primero que tiene que definir la situación, porque no puede haber dos dueños”. Sorzana intuye que, detrás de las tomas de campos, “hay algo más que un señor que reclama la tierra de sus ancestros”, dijo. En San Martín de los Andes, Neuquén, los indígenas piden como propio el cerro de la reserva municipal y hasta parte del Chapelco. Hace bastante que corre el rumor del ingreso de activistas mapuches chilenos para participar en los conflictos en campos argentinos.
definitiva, son personas en pugna por falta de reglamentación de las leyes. “Lo peor es que una cadena de conflictos de este tipo [la toma de campos] pueden generar en algún momento un desenlace trágico”, sintetizó Rubén Ifran, activista indígena relacionado con las comunidades guaraníes. Y, lo más inquietante, es que nadie lo descarta.
Piedra Pintada, un paradisíaco hotel de 1500 m2, en Villa Pehuenia, Neuquén, fue prácticamente tomado por las comunidades mapuches, al punto de que su propietario decidió cerrarlo. El caso es paradigmático respecto del nivel que alcanzan los reclamos indígenas en Neuquén. El dueño de Piedra Pintada, el italiano Doménico Panciotto, abandonó el lugar después de intentar un acuerdo con la comunidad mapuche que reclama esas tierras. Panciotto había logrado la concesión del campo, a cargo de la sospechada Corporación Interestadual Pulmarí, por un precio irrisorio. La Corporación está compuesta por funcionarios nacionales, de la provincia de Neuquén, del Ejército y por un representante mapuche. Panciotto asegura, según sus allegados, que la cesión no le pareció irregular y que pensaba instalarse allí con su esposa, de nacionalidad suiza, como un proyecto de vida. No sabía, entre otras cosas, que las tierras eran utilizadas por las comunidades mapuches Salazar y Ruca Choroi para el pastoreo de sus animales. Y empezaron los problemas. En febrero pasado, los mapuches tomaron el campo y desoyeron la orden de un juez para desalojarlo. Panciotto, desilusionado y sin poder hacer usufructo de su inversión, decidió reclamar una compensación a la provincia de Neuquén, a la Corporación y al Estado nacional. LA NACION intentó hablar con Panciotto, pero se encontraba en Suiza. Como sea, el hotel (www.piedrapintada.com.ar), asociado a la cadena Ten Rivers & Ten Lakes, quedó allí en perfecto estado y casi sin usar. Panciotto pidió ayuda a la embajada suiza. “Consideramos que es una inversión suiza en la Argentina y la ocupación no permite al señor Panciotto desarrollar su actividad... por eso hicimos un reclamo oficial”, dijo a LA NACION el consejero de la embajada suiza, Eric Mayoraz. Es la primera vez que ese país hace un reclamo de este tipo en la Argentina. La Confederación Mapuche Neuquina, en tanto, anunció que ya tiene planes para ese lugar: fundar una universidad intercultural a través de un convenio con la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
INICIATIVA INEDITA
A 25 KILOMETROS DE BARILOCHE
Fundan el municipio Ranquel en San Luis
Los Takul recuperaron su hogar junto al lago
SAN LUIS.– El primer municipio indígena de la Argentina nació apenas el 28 del mes pasado como una solución a los reclamos de tierras, sociales y culturales de los pueblos originarios. El gobierno de San Luis otorgó en forma “inalienable” más de 60.000 hectáreas y creó el municipio Ranquel, con un estatus mínimo, para avanzar sobre el reconocimiento de todos los derechos indígenas incluidos en la Constitución. El nuevo municipio será regido por el lonko Walter Moyeta, que, en calidad de delegado normalizador, contará con “total libertad para administrar” el municipio, al igual que la escuela y el hospital, donde se incluirán prácticas medicinales de acuerdo con las costumbres ancestrales de esa comunidad. La idea central del proyecto es que el pueblo Ranquel recupere su historia y sea capaz de autodeterminarse como ciudadano del Estado nacional que habita. De paso, también, se proyecta la construcción de casinos y hoteles para atraer el turismo.
SAN CARLOS DE BARILOCHE.– Una bandera mapuche en un mástil de madera anuncia que la cabaña, ubicada en pleno centro del Parque Municipal Llao Llao, a metros de la costa del lago Nahuel Huapi, pertenece a un “territorio recuperado” de la comunidad Takul-Chewque. Al abrirse la puerta de la cabaña, una estufa negra calienta con leña el pequeño ambiente. Allí espera Encarnación, de 84 años. Es una de las dos hijas directas de Ismael Takul (junto con su hermana Fresia), antiguo poblador de esas tierras que tienen un inmenso valor inmobiliario. La zona donde se emplazó la cabaña es conocida como Villa Tacul, sin K. Hace dos años, los descendientes iniciaron un proceso de recuperación de esas tierras que habían pertenecido a su familia desde 1899 y contaban con permiso de permanencia desde 1902 a través de la ley de hogar. El grupo de descendientes de Takul se instaló en el sector donde había estado su vivienda, su huerta y hasta la tumba de sus muertos.
“Nuestros ancianos temen, pero están orgullosos de nosotros y de lo que hemos logrado. Y es que está muy fresco en nuestra memoria todo lo que sufrimos. Nuestros abuelos y bisabuelos aún recuerdan cómo fue educarse en la escuela de los blancos con libros de lectura en los que siempre éramos malos, saqueadores y violentos. Recuerdan cómo nos comerciaban como animales y decían que éramos mejores que las llamas porque podíamos servir para la carga y caminábamos sobre dos patas”, comentó a LA NACION Pascuala Guaquinchay, integrante de la comunidad Huarpe de San Luis y hoy jefa del Programa de Culturas Originarias del gobierno provincial. El amargo recuerdo queda relegado por una sonrisa serena cuando describe el presente, y afirma: “Este es el inicio de un camino difícil y es un piso para los derechos constitucionales; en este camino, nuestro pueblo vive con ebullición y con esperanza”.
El gobernador, Alberto Rodríguez Saá, con la comunidad ranquel GENTILEZA GOBIERNO DE SAN LUIS
Takul y su nieta, en su casa, en el muelle sobre el Nahuel Huapi Claudia San Martín
ALFREDO LEIVA
Comenzaron a construir una cabaña de madera, cuando un guardaparque se acercó y los alertó de que era una zona protegida. Intervinieron las fuerzas de seguridad ante el reclamo de 625 ha, situadas a sólo 11 km del emblemático hotel Llao Llao. “Esto nos pertenece y, por iniciativa de varias generaciones, decidimos recuperar el territorio”, dijo a LA NACION, Ana María Boock (62), nieta de Ismael Takul. Su madre, Encarnación Takul-Chewque, está con ella. Y recuerda: “Mi mamá se quedó sola cuando mi papá murió, y un día nos echaron, le hicieron firmar unos papeles poniendo el pulgar, porque no sabía escribir”. El juez de Instrucción Nº 2 de Bariloche, Martín Lozada, sobreseyó a los Takul-Chewque del delito de “usurpación” que había denunciado la municipalidad. Y, en abril pasado, la Justicia avaló una “ocupación limitada” en un predio de 75 metros cuadrados.
Soledad Maradona