SEGURIDAD | 27
| Domingo 9 De febrero De 2014
SEGURIDAD Edición de hoy a cargo de Luis Moreiro | www.lanacion.com/seguridad
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Matan a un policía que realizaba un control vehicular Más violencia. Es el cuarto efectivo de la
bonaerense asesinado en dos semanas
Los familiares de los pasajeros del ómnibus accidentado comenzaron a llegar a Mendoza
télam
Habían denunciado al camionero de la tragedia, pero la policía no lo detuvo inacción. Hubo tres llamadas al teléfono de emergencias de la provincia; un
automovilista tuvo un incidente de tránsito con él y dijo que estaba alcoholizado
Pablo Mannino PARA LA NACION
MENDOZA.– Tres horas antes del accidente que causó 17 muertos y 14 heridos, la policía de Mendoza estaba alertada sobre la presencia de un camionero descontrolado que circulaba por las rutas de esa provincia. Insistentes llamadas de automovilistas al 911, el teléfono de emergencias policiales e, incluso, una denuncia en una comisaría no alcanzaron para que la fuerza del orden actuara y tratara de evitar lo que se transformó en una tragedia anunciada. Ayer, tardíamente, se anunció el pase a disponibilidad de nueve efectivos. Fuentes oficiales dijeron que las identidades de los policías sancionados se darán a conocer una vez que estén redactadas y firmadas por las autoridades del Ministerio de Seguridad. Las irregularidades fueron reconocidas ayer por el jefe de la fuerza local, Juan Carlos Caleri, quien trasladó todo el material de pruebas a la Unidad Fiscal 8, a cargo del fiscal Martín Scattareggi. El representante del Ministerio Público las analizó, comenzó a citar a los testigos y dijo que debido a que el cadáver del camionero brasileño estaba carbonizado, se hacía
imposible determinar si había consumido alcohol. “Solamente se puede llegar a presumir en base a los indicios”, aclaró. Caleri, en tanto, dispuso el pase a disponibilidad de 9 efectivos y admitió que “no se habían adoptado las medidas necesarias para identificar y detener al vehículo”. Caleri dijo que se solicitó el historial del seguimiento satelital a la empresa para la que trabajaba el camionero. “No sabemos qué pasó entre las 15.07, cuando recibimos el último llamado, y las 17.34, hora del accidente”, detalló. El Centro de Operaciones Estratégicas (CEO) recibió tres llamadas en las que se alertaba sobre la conducción imprudente de un camionero en estado de ebriedad. Según explicó el jefe policial, en los registros figuran las comunicaciones entre las 14.47 y las 15.07, tres horas antes del brutal siniestro que acabó con la vida de la mayoría de los pasajeros del ómnibus de la empresa Plus Ultra Mercobús que, desde Córdoba, se dirigía hacia Mendoza, y que tras el choque se incendió y en cuestión de minutos se redujo a cenizas. Caleri explicó que, además de las llamadas, existen imágenes fotográficas y videos de las cámaras de seguridad oficiales que registran el paso del camión a contramano.
Asimismo, el testimonio de un automovilista, Sergio González, sumó una prueba clave al hecho. El hombre contó que a las 14.50 del viernes circulaba por Guaymallén, cuando se encontró con el camión brasileño patente AKD 7999, en la calle Mitre, casi Bandera de los Andes, a tres kilómetros de la ciudad de Mendoza. “Intenté pasarlo, pero me encerró y me golpeó el auto”, dijo González. “El brasileño se bajó del camión y no podía mantenerse en pie, estaba alcoholizado”, relató, y aseguró que intentó radicar la denuncia en la comisaría 25, pero que no pudo hacerlo porque, entre otras cosas, le exigían fotocopias de su documento de identidad. Además, dijo, que como había mucha gente en el lugar, le pidieron que regresara más tarde. Trabajadores mendocinos que conocían al conductor brasileño contaron a medios locales su sorpresa porque dicen que el hombre sabía de las vías de circulación provincial. En el fatal siniestro perecieron, además del camionero, otras 16 personas, entre ellos el chofer del colectivo, José Nievas, oriundo del departamento mendocino de Santa Rosa. Entre los 14 heridos hay dos niños.
Toman muestras de ADN para poder reconocer a los muertos La mayoría de los cadáveres están carbonizados; asisten a los familiares MENDOZA.– El estado en el que se encuentran los cadáveres de las personas fallecidas en el choque provocado por un camionero, que circulaba a contramano por una autopista mendocina, impide conocer por ahora sus identidades, afirmó el director general de la Policía provincial, comisario Juan Carlos Caleri. Todos los cuerpos están calcinados, aseguró el jefe policial. “Tenemos un listado de pasajeros que nos proporcionó la empresa y dimos una nómina de los heridos que fueron asistidos en los diferentes nosocomios provinciales. Cotejando ambas listas podemos tener una aproximación de los fallecidos, pero no lo podemos dar a
conocer oficialmente hasta que el Cuerpo Médico Forense lo corrobe”, dijo el jefe policial en diálogo con la prensa. Caleri confirmó que los forenses están trabajando con muestras de las víctimas para extraer ADN que será cruzado con análisis de sangre tomados a los familiares que se encuentran en Mendoza tratando de recuperar los cuerpos de sus seres queridos. Los resultados de esos peritajes podrían estar en el transcurso de los próximos cinco días, por lo que desde el gobierno de Mendoza se han dispuesto albergues para asistir a las familias de los pasajeros muertos procedentes de otras provincias. “Tenemos un listado de 28 pasajeros que se calcula que viajaban en el ómnibus. Tengo en mi poder la lista, pero así como hay varios pasajeros –nueve– que se habían bajado en San Martín, otros se bajaron en
La Paz, y otros en Villa Mercedes y en San Luis, como así también pudo haber algún pasajero que se subió en una parada intermedia, se le cortó boleto arriba del micro y no estaba registrado en el pasaje”, explicó el alto jefe policial. En ese sentido, argumentó: “En ese listado que proporcionó la empresa había un pasajero con discapacidad que debía subir en San Luis, en principio pensamos que podría ser otro fallecido, pero luego se constató que esa persona no abordó el transporte y se encuentra bien en su provincia”, concluyó. El ministro de Salud de la provincia, Matías Roby, hizo una recorrida por los hospitales donde se encuentran internados los heridos, y adelantó que convocará para mañana a una reunión con el Ministerio de Seguridad y personal del sistema de comunicaciones Tetra, para analizar pautas de acción ante situaciones como la vivida el viernes.ß
En medio de las investigaciones comenzaron a llegar ayer a la provincia familiares de los muertos e internados. En el hospital Perrupato de San Martín, siete heridos fueron dados de alta. Entre ellos está la familia Camargo, oriunda de San Luis, quienes esperaban ayer que el fiscal les tomara declaración antes de volver a su provincia. En el Hospital Central peleaba por su vida Stefan Herz, con respiración asistida, mientras que en el hospital Luis Lagomaggiore, ya se encontraba en buen estado la embarazada, Andrea Del Píccolo. La del viernes fue la peor tragedia vial de la provincia. El gobernador, Francisco Pérez, decretó dos días de duelo y mostró su malestar con los policías que no actuaron. En el tremendo choque frontal, a raíz de que el conductor brasileño circuló a contramano a gran velocidad –más de 120km/h– durante más de cinco kilómetros, quedaron muchos cuerpos mutilados, por lo que hasta ayer se dificultaba determinar fehacientemente la cantidad de víctimas mortales (ver aparte). “Hay que esperar a lo que disponga el Cuerpo Médico Forense”, comentó Caleri, por lo que la nómina oficial final de fallecidos no se difundió.ß
A seis meses de jubilarse ^b^b^ Alexis Leonetti, hijo de uno de los dos conductores del ómnibus víctimas del accidente de tránsito en Mendoza, recordó que a su “papá le faltaba medio año para jubilarse”. El joven es hijo de Jorge Leonetti, quien junto a su colega José Nievas estaban al frente del servicio de la empresa Plusultra Mercobus que fue impactado por un camión que circulaba en contramano por la ruta 7 y causó la muerte a 17 personas. Ambos murieron en el accidente. ^b^b^ “Tenía su vida hecha, con nietos, y lamentablemente todo eso fue derrumbado, destruido por una persona con mucha inconsciencia”, lamentó Alexis.
Diego Luongo, un sargento, de 30 años, de la policía bonaerense, al que mataron mientras realizaba un control vehicular en la localidad de Villa Centenario, en el partido de Lomas de Zamora, se convirtió ayer en el cuarto integrante de una fuerza de seguridad en ser asesinado en quince días y el tercero en una semana. Según fuentes policiales, el trágico episodio ocurrió cuando Luongo estaba en la esquina de Uriarte y Mistral. Junto con una compañera realizaba un operativo de control de vehículos enfocado en apresar a ladrones en moto. En ese momento, Luongo observó que dos personas en una moto se aproximaban a su posición, por lo que les hizo señas para que detuvieran el rodado y se identificaran. Pero, según los informantes policiales, en lugar de obedecer la orden, uno de los motociclistas extrajo un arma de fuego, comenzó a disparar contra Luongo y le pegó dos balazos en el pecho. Luego de abrir fuego contra el policía, los delincuentes huyeron. La compañera del herido, quien resultó ilesa del ataque, se comunicó telefónicamente con las autoridades para relatar lo sucedido y solicitar asistencia médica inmediata para Luongo. A pesar del esfuerzo por pedir auxilio, el sargento falleció poco después camino del hospital Gandulfo, de Lomas de Zamora. En tanto, efectivos dependientes de la Jefatura Departamental Lanús pusieron en marcha un
operativo rastrillaje en las cercanías de la escena del crimen, aunque no pudieron encontrar a los responsables. Sin embargo, horas después, y tras la realización de distintos peritajes y tareas de inteligencia en el área, la policía concretó tres allanamientos en domicilios de Villa Fiorito, en los que lograron apresar a las dos personas que presuntamente iban en la moto y a una tercera, acusada de encubrirlos al darles refugio. En poder de los detenidos, de 17, 18 y 37 años, fue incautada la moto supuestamente usada en el hecho, que había sido denunciada como robada el 20 de enero pasado. El sargento Luongo, casado y padre de dos hijos, se convirtió en el cuarto policía bonaerense asesinado en lo que va del año. El 14 de enero, el efectivo Emanuel Salas fue asesinado a balazos en Tolosa, el 31 de enero, la sargento Soledad Prieto fue degollada por un delincuente que la atacó y le robó el arma reglamentaria cuando regresaba de trabajar, en un colectivo, en el partido bonaerense de Moreno. El presunto homicida fue detenido poco después, mientras se escondía en un zanjón en un terreno baldío, a unos 200 metros del lugar donde ocurrió el asesinato. Por último, el subteniente Julio César López, de 43 años, fue asesinado hace dos días de un balazo en la garganta, cuando dos delincuentes intentaron robarle la moto en Loma Hermosa.ß
Junín: Recalde tenía salidas transitorias sospecha. Quieren saber si el acusado
asesinó a otras mujeres; se negó a declarar
Pablo Morosi
CORRESPONSAL EN LA PLATA
LA PLATA.– Rubén Rodolfo Recalde, el mecánico con profuso prontuario penal acusado de los crímenes de dos mujeres en la ciudad bonaerense de Junín, se negó a declarar ante los instructores judiciales que siguen el caso. Pese a haber sido condenado y procesado en forma reiterada, el acusado gozaba desde mediados de 2012 de un régimen de libertad asistida otorgado por la titular del Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de Junín, Silvia Pérez. Según fuentes de la Fiscalía General del Departamento Judicial de Junín, Recalde, de 53 años, cuyo perfil genético coincidiría en un 99 por ciento con las huellas tomadas en las escenas de los homicidios de Paola Silvana Tomé, de 38 años, y de Sandra Colo, de 43, prefirió el silencio siguiendo el consejo de un defensor oficial. Buscan más víctimas La jueza de Garantías interviniente, Marisa Muñoz Saggese, confirmó la detención del acusado y ratificó la calificación de la imputación realizada por la fiscal Vanina Lisazo, quien caratuló el caso como “homicidio calificado”. Ahora, en la fiscalía, lejos de cerrar la causa, quieren seguir investigando y no descartan que pueda haber otras víctimas de casos irresueltos. Recalde, que permanecerá detenido en la Unidad Penal 49 de Junín, considerado el autor material de los asesinatos de Tomé, en enero último, y de Colo, en agosto de 2012, fue aprehendido el jueves por la noche por efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones en el taller en el que trabajaba. Luego, en la casa del acusado, la policía encontró un par de zapatillas que habría usado en ambas oportunidades –cuyas marcas fueron descubiertas y contrastadas por los investigadores– y, en su auto –Peugeot 505 patente GXS 779–, lo que para los pesquisas podría llegar a ser una especie de “kit utilizado para cometer los crímenes”: una mochila, un cuchillo, cuerdas y un par de guantes. Recalde nació el 27 de octubre de 1960 y posee antecedentes pe-
nales que datan de 1980. En 2003 quedó preso en la Unidad Penal 13 por un robo calificado y violación. En 2005 terminó condenado a siete años de prisión por robo en tres oportunidades, hurto en otras tres, encubrimiento en dos, robo calificado en tres y delito contra la integridad sexual. Según fuentes judiciales y penitenciarias, Recalde obtuvo salidas transitorias en 2009 y en mayo de 2010 volvió a la cárcel por el intento de asesinato de la mujer que días atrás prestó testimonio en la causa de Tomé. No obstante, el 21 de junio de 2012 la jueza Pérez le otorgó la libertad asistida al encontrarse próximo a cumplir condena. En los homicidios de Colo y Tomé, la muerte llegó por “asfixia mecánica por estrangulación a lazo” y las mujeres, atacadas en horarios diurnos, presentaban politraumatismos por los golpes recibidos. Además, Colo y Tomé eran solteras, de mediana edad y no tenían hijos. En ninguno de los casos hubo abuso sexual y se descartó el móvil robo. No está claro si las mujeres conocían a Recalde, pero, según trascendió, el mecánico vivía a pocas cuadras de las casas de sus víctimas. Si bien los familiares de las víctimas y sus abogados, Carlos Torrens y Darío De Ciervo, manifestaron su satisfacción, aun quedan algunos cabos sueltos. Pese a todas las evidencias colectadas en su contra, hay entre los investigadores algunas dudas sobre Recalde. Se preguntaban por qué no hubo intento de violación ni robo en los casos que ahora se le imputan y también llamó la atención cierta sofisticación en el borrado de algunas huellas no compatible con el perfil del mecánico. Cuando se produjo el crimen de Colo se creía que el atacante no podía haber actuado solo. Hasta la denuncia de la mujer atacada por Recalde en 2009, la pista más firme apuntaba a un profesional de la salud que habría atendido a ambas víctimas. Ese sospechoso habría mentido cuando se le preguntó sobre su relación con Paola Tomé y luego, en la casa de la mujer, se habría encontrado una agenda con su número y una sugestiva anotación que decía “no llamar”.ß