SÁBADO | 11
| Sábado 2 de noviembre de 2013
mesa para dos
Top 5
Dueño y mentor de la marca Bolivia, con cuatro locales en Palermo, dice que ya conquistó la moda y va por la gastronomía
Inspiradores de la semana
Gustavo Samuelian. “Soy un punk en un cuerpo burgués”
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S
–¿Siempre fuiste autodidacta? –Sí. Cuando termine el secundario me anoté en una escuela que se llamaba Centro Argentino de Estudio de Modas, pero duré apenas unos meses. El oficio me dio el conocimiento, trabajo en esto desde hace muchos años, cuando arranqué como vendedor en Motor Oil en los 90. Después, la marca se convirtió en Bensimon, y trabajé ahí hasta 2007, aunque el primer local de Bolivia abrió en 2005, en Palermo. Bolivia fue el deseo de hacer algo distinto, colorido. Reconozco que soy una persona difícil y, en general, no me gustan las cosas que hay. Siempre estoy pensando en cómo mejorar todo, la ropa, los muebles, los objetos. –Y después de casi una década de trabajo, ¿cuál es el objetivo ahora? –Crecer, que más gente conozca la marca, llegar a los shoppings, que Bolivia se transforme en una marca masiva. –¿Por eso dejó de ser exclusiva para hombres y se sumaron colecciones para mujeres y también niños? –No, te diría que eso fue más bien un capricho. Se me metió en la cabeza la idea de hacer una Colette [famosa tienda de diseño parisiense] del subdesarrollo. Y en 2010 abrimos Divina Bolivia, sobre Costa
Rica, también en Palermo. No sólo quería vender ropa, sino también libros, objetos y piezas de otras marcas que la gente reconociera como íconos, como Timberland o las botitas Reebok. Con la ropa de niños fue casi un juego, me gustaba hacer remeras de chicos con estampas de adultos, y la gente flasheó. –¿Lo testeaste con tus hijos primero? (Risas) –Sí, un poco como mi mamá hacía con nosotros. Los padres flasheaban con nuestras estampas. En Bolivia queremos decir algo, no elegimos nada al azar, porque nos gusta cómo queda. La gente se copó y después vino el resto de la colección. –¿Por qué nunca elegís modelos para las campañas? Jorge Lanata y Alfredo Casero, por ejemplo, han sido protagonistas de las gráficas. ¿Qué buscás transmitir? –Es gente que yo respeto y a la que le gusta mi ropa. Lanata te puede gustar o no, pero es un animal, es un tipo auténtico. De hecho, ni siquiera conozco el mundo de las modelos; en muchos aspectos, el mundo de la moda es desconocido para mí. Mi familia y yo también fuimos parte de las campañas, y ahora también está Juan Minujín. –The New York Times elogió tu marca al decir que era como una bocanada de aire refrescante entre el buen vestir, algo uniformado, de los porteños. ¿Se puede querer ser masivo y fuera de lo común al mismo tiempo? –Ése es un gran trabajo. Cuando yo me siento con mi gente en la oficina siempre digo lo mismo: ‘“Si yo hablo y todos ustedes me entienden estamos en problemas”. Tiene que haber fricción, deben pensar que estoy loco, que algo no está bien. Cuando crecés, ser diferente es cada vez más complicado. Más marcas te miran y siempre hay que pensar en cómo cambiar. Por eso digo que soy un punk en un cuerpo burgués, un gordito burgués. –¿Qué cosas te definen como punk y cuáles como burgués? –Buena pregunta. A ver, tengo tres hijos, me levanto a las 6, tengo responsabilidades, una familia, me gusta vivir bien. Pero puedo ir con una remera ajustada y calzas a un acto del colegio sin pensarlo. Hasta hace dos años tenía una cresta alta y blanca, y tengo poco filtro para decir las cosas. Soy empresario, padre de familia y tengo 45 años, y en verano ando en shorts de jean y remera todo el día. –¿Y de ese costado poco convencional qué dicen tus hijos? –Soy un tipo medio extraño, pero ellos ya no se sorprenden. De todas maneras, a medida que van creciendo –ahora tienen 9, 8 y 5 años–
músico
^ Cofundador de Velvet Underground y autor de algunos de los temas más emblemáticos del rock, género del que fue uno de sus mayores poetas, murió el domingo a los 71 años y enluteció al mundo musical
Texto Soledad Vallejos | Foto Soledad Aznarez
u mamá cosía primero como hobby y después como sustento, luego de la muerte de su padre, cuando él tenía apenas 10 años. Marañas de hilos, agujas y telas. Así recuerda su infancia. Ya en la adolescencia estaba disconforme con lo que su armario le ofrecía. Así que un día, con 13 años, pidió prestado (sin permiso) un jean baggy de su mamá y también su costurero, y con lo que había aprendido casi sin darse cuenta lo transformó. Feliz con su nueva prenda, Gustavo Samuelian salió a la calle. Alguna vez pensó en ser físico, pero la moda ganó la pulseada. Comenzó como vendedor en uno de los locales de Motor Oil, atendiendo al público. Después fue encargado, supervisor, gerente, y mientras escalaba categorías también crecía el sueño de su propia firma. Gustavo Samuelian (45) hoy es el artífice de Bolivia, la marca de indumentaria que nació en 2005 y que, según consignó The New York Times, le dio una bocanada refrescante a la manera de vestir de los porteños. Algo que, él mismo reconoce, resulta cada vez más difícil. Pero allí está el desafío, y cualquier idea que aparece (aunque reconoce que dibuja bastante mal) queda registrada en su libreta de notas Moleskine, algo así como la biblia de sus creaciones.
lou reed
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raúl alfonsín presidente (1983-1989)
^ El miércoles pasado se cumplieron 30 años de su elección como presidente de la Nación en los históricos comicios que marcaron la vuelta de la democracia tras la peor dictadura militar que vivió la Argentina
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Un largo camino recorrido ^b^b^ Bolivia y Campari. Hace algunos años, el clásico bitter italiano armó una acción con su marca, para promocionar una de sus colecciones de verano. “Tenemos un largo camino recorrido, y es uno de mis aperitivos favoritos. Me gusta tomarlo antes de cenar o cuando salgo de noche. Las opciones pueden ser con tónica o naranja, aunque la primera es un clásico imbatible. En Florería Atlántico, con Tato Giovanonni, he probado, sin duda, los mejores.”
intento fijarme un poco más en algunas cosas para que no se sientan avergonzados. Tal vez en un par de años cuando sean adolescentes piensen que soy un viejo pelotudo (risas). Por ahora no. –Además de punk y burgués, ¿también sos muy obsesivo con tu trabajo? –Mucho. Es que para mí no es un trabajo, es lo que me gusta hacer. Y pongo toda mi energía ahí. Mientras hago cualquier otra cosa que no sea trabajar, como caminar, mirar series o tomar un café, siempre se me ocurre alguna idea. Todo me inspira, pero no hay mejor escenario que la calle, la gente en la calle. –¿Te gusta mirar series? Dicen que son una nueva adicción generacional. ¿Coincidís? –La verdad, no sé si son adictivas, porque cuando a mí me gusta algo y me llama la atención enseguida, me absorbe por completo. No existe nada más que eso, y a veces puede ser hasta un poco peligroso (risas). Sí me gusta ver series, me gustar verlas de corrido. Consumirlas bien rápido. Es un buen programa que tenemos con mi mujer. Recién vi la primera temporada de House of Cards, estoy viendo Homeland, vi también Elementary, y ahora todos me dicen que tengo que ver Breaking Bad.
–¿Y qué otras cosas te absorben ahora, además de las series y el trabajo? –Las ganas de disfrutar, que es algo que aprendí de grande. De disfrutar de mis hijos, de mis mañanas, de caminar por la calle, de sentarme en un barcito a tomar un café. No tengo grandes pretensiones, no me interesan los grandes lujos. –¿Algún proyecto pendiente? –Sí, abrir un bar en Palermo. Todavía no hay certezas, pero sé que lo voy a concretar. Quiero que sea algo chiquito, con onda. –¿Cuál es tu juicio sobre el vestir de los hombres argentinos? –Yo tengo una frase que dice el futuro es de los gays. Algunos no lo entienden. Pero lo que quiero decir es que los gays se cuidan, se arreglan, les importa su imagen. Y yo te puedo asegurar que si vos agarrás por azar a diez tipos bien vestidos, ocho de esos mejores looks son gays. Lo que me parece es que cada vez más, el hombre está pudiendo sacar su parte más femenina, se anima, se juega, se cuida. Yo siempre me vestí raro, con colores que supuestamente no podía usar un hombre. Como le decía a un amigo cuando apenas teníamos 15 años: “Si un color define tu sexualidad, estás en el horno”.ß
ani mestre presidenta de coas
^ La Cooperadora de Acción Social organizó con 800 invitados, su Comida Anual Solidaria, que permitió reunir fondos para adquirir 19 desfibriladores para hospitales públicos y reequipar la guardia del hospital General de Agudos
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alex sabbatini jefe comunal electo
^ Tiene sólo 22 años, pero el domingo pasado fue electo, con el 60% de los votos, presidente comunal de Uranga, una localidad de menos de 1000 habitantes cerca de Rosario, en Santa Fe
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dino bruzzone artista
^ Por su trabajo Tríptico recibió anteayer el Premio Petrobras Buenos Aires Photo 2013, dotado de 25.000 pesos, que en su octava edición lo distinguió entre otros diecinueve fotógrafos profesionales