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POLITICA
I
Sábado 19 de mayo de 2012
MISION COMERCIAL s LA PRESIDENTA CELEBRO LAS OPORTUNIDADES DE NEGOCIOS
Grandes promesas, pero pocos acuerdos en la visita a Angola Continuación de la Pág. 1, Col. 5 y a la música. Y precisó: “Es una misión política, comercial e ideológica”. Contó que admiraba de joven a Agostinho Neto, el primer presidente de Angola y líder del partido que encabezó la descolonización portuguesa. Mencionó a Ernesto “Che” Guevara “por su aporte a la independencia” y comparó la guerra civil angoleña con lo que fue la crisis de 2001 en la Argentina y la dictadura militar de los años 70. “En Angola, casi todo está por hacerse. Queremos recuperar el tejido productivo a diez años del fin del conflicto. Hay un gran interés de cooperación”, sostuvo Dos Santos, interesado por diversificar su economía, sobre todo, en el rubro alimenticio. “No es sólo vender pollo en Angola. Es para que los angoleños aprendan a criar pollos y desarrollen la actividad”, le espetó después la jefa del Estado, delante de su comitiva y del gabinete angoleño. En una sesión extraordinaria por su visita, Cristina Kirchner fue recibida en la Asamblea Legislativa después del almuerzo con Dos Santos. En el Parlamento, el oficialismo goza de una cómoda y abrumadora mayoría: 191 de los 220 diputados responden al Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) del presidente que gobierna desde hace 33 años. “Este lugar representa el corazón de la democracia angoleña. Hay que respetar los valores indiscutibles e insustituibles de la democracia y del voto popular”, dijo ante un auditorio con varias butacas vacías, en su mayoría de los representantes de la oposición. Los referentes del principal sector opositor solicitaron una audiencia con Cristina Kirchner a través de la embajada argentina, pero nunca obtuvieron respuesta. Así lo aseguró el vicepresidente de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), Ernesto Joaquín
Las medias de la vergüenza Mauricio Benítez, empleado de la Municipalidad de La Matanza y militante kirchnerista, publicó en Internet una foto de él repartiendo medias con la leyenda “Clarín miente” a niños pobres y descalzos en las afueras de Luanda. La imagen recorrió las redes sociales, donde ayer estalló un debate repleto de críticas e indignación.
TELAM
Cristina Kirchner y Moreno recorrieron anoche la feria de productos argentinos en las afueras de Luanda Mulato. El Unita encabezará hoy una manifestación para reclamar elecciones libres y transparentes. Además, denunciará violaciones de los derechos humanos en la ciudad de Cabinda, un enclave rico en petróleo que limita con el Congo. Tanto en el mensaje a los legisladores como lo hizo tras el encuentro con el líder angoleño, Cristina Kirchner resaltó el vigor de los países para no sufrir los impactos de las crisis económicas. “Nunca nos caímos del mundo, el mundo se cayó sobre nosotros. Hay un cambio de época y hay que saber decodificarlo sin mezquindades”, señaló.
Cuando habló sobre el colonialismo, la Presidenta buscó complicidad para darle mayor impulso al reclamo por la soberanía de las islas Malvinas. “El Atlántico Sur es una zona de paz, que debe estar desmilitarizada. No sólo por Malvinas, sino por los recursos naturales. Gran Bretaña tiene que sentarse a negociar”, protestó.
El candombe La jornada maratónica de Cristina Kirchner terminó casi como empezó: fascinada por las melodías y las cadencias africanas. Por la mañana, bailó y jugó con un
grupo de bailarinas locales, que la recibió cuando dejó una ofrenda floral en el monumento a cinco heroínas de la guerra civil angoleña. Y por la noche, en la feria de productos argentinos, volvió a divertirse con la música y los instrumentos autóctonos. “Cómo me gusta el candombe. Me gusta más que el tango, que es medio melancólico”, dijo. Se despidió de Angola y de los empresarios. Salió raudamente rumbo al aeropuerto. En la madrugada de hoy, Cristina Kirchner ya estará otra vez en Buenos Aires y su aventura angoleña quedará en el recuerdo.
DIARIO DE AFRICA
Coincidencias de un continente cruzado por el poder absoluto y la corrupción LUANDA, Angola.– Una extraña curiosidad se enlaza como cuentas de un collar en un continente nublado históricamente por el colonialismo y la esclavitud. En la actualidad, surgen coincidencias en Africa sobre los gobiernos eternos, acusados de poco democráticos y de corruptos. Cristina Kirchner le estrechó ayer la mano al presidente que desde más tiempo conserva el poder en Africa: 33 años. Dos Santos comparte
este inusual récord con Teodoro Obiang, de Guinea Ecuatorial, otro zar del petróleo que visitó la Argentina en 2008. Hay otros casos: Paul Biya (Camerún), desde 1982; Yoweri Museveni (Uganda), desde 1986, o en el vecino del Congo, Denis Sassou-Nguesso. No sólo la longevidad en el poder es un punto en común con otros líderes africanos. Los casos de corrupción también
lo son. Human Rights Watch denunció el año pasado al gobierno de Angola por una fuga de 32.000 millones de dólares sin haber sido rendidos ni justificados. El dinero estaba vinculado a las ganancias de la petrolera estatal, Sonangol. El Jornal de Angola, propiedad del Estado, no publicó nada al respecto. La corrupción puso contra las cuerdas al camerunés Paul Biya. En Zimbabwe, el presidente Robert Mugabe
tampoco lo pasa bien. La inflación suele ser un constante temblor en los pies. Los opositores a Dos Santos reclaman elecciones libres. Dicen que la democracia de aquí funciona parcialmente. La votación de 2008 estuvo sospechada de fraude, con padrones imposibles de verificar tras los años de guerra civil. En septiembre el presidente buscará revalidar su liderazgo. Nadie duda de que Dos Santos ganará otra vez.
De Narváez aclara El diputado Francisco de Narváez aclaró a LA NACION que su hijo Martín no preside la firma Ayuí, de su propiedad, presente en la delegación empresaria que acompaña en Angola la misión oficial. De Narváez dijo que su hijo no “cayó conquistado” por Moreno, como consignó ayer LA NACION: “Es un juicio de valor que nos afecta directamente por tratarse de una falacia”.
Euforia y brindis en una feria repleta de empresarios De la mano de Moreno, Cristina Kirchner recorrió uno a uno los stands de la exposición argentina NICOLAS BALINOTTI ENVIADO ESPECIAL LUANDA, Angola.– Guillermo Moreno estaba a los codazos intentando abrir el paso para que Cristina Kirchner pudiera saludar a cada expositor. Al llegar al stand de frutas y verduras del Mercado Central, la Presidenta divisó globos blancos con una leyenda en rojo. “Ay, Guillermo, quitá lo de Clarín miente”, le pidió al secretario de Comercio Interior, uno de los impulsores de la lluvia de agravios a la prensa. Un día después de lo previsto y con una gran concurrencia, la Presidenta inauguró la exposición de productos argentinos en la Feria Internacional de Luanda. “Trajimos la Argentina para todos los angoleños”, gritó desde un escenario, vitoreada por cientos de empresarios eufóricos que le suplicaban que nombrara las marcas que habían participado de la aventura africana. Durante la recorrida, Cristina Kirchner saludó casi uno por uno a los más de 300 hombres de negocios que llegaron aquí en un Jumbo de Aerolíneas Argentinas. Moreno hacía de anfitrión: la guiaba y se los presentaba a todos. Cuando ella dio su discurso, el secretario también le apuntó datos al oído. En uno de los stands, Carlos Spadone, ícono del menemismo, la esperaba con un champagne listo para descorchar. “Brindo por la Argentina y por Angola”, dijo la Presidenta, con la copa en alto. Se mojó los labios y siguió camino. Durante el recorrido hubo algunos tumultos. Hasta los funcionarios se empujaban para salir en la foto
junto con la Presidenta. Fue en el comienzo. Luego algunos caminaron por la feria por separado. Tal vez en busca de algún choripán o sándwich de lomo, el menú de la noche. Se exhibieron productos de todo tipo. Desde alimentos y animales hasta equipamiento agrícola y médico. Hasta se exportó la famosa feria de La Salada, con gran stock de remeras con el logo de YPF. “La Salada es parte de la Argentina”, celebró la Presidenta. “Me miró y me hizo muuu…”, bromeó Cristina Kirchner al acariciar a la vaca que dio a luz a un ternero en alta mar (bautizado Guillermito), durante la travesía en el barco que cruzó los productos desde el puerto de Buenos Aires al de Luanda. Cristina Kirchner también aprovechó la visita a la feria para montar su propio show. Se subió a todo tipo de vehículo: tractor, auto, moto y hasta a un cuatriciclo. En todos, al estar al volante, jugó a tocar la bocina. Eso sí, no se trepó a las cosechadoras de la polémica. En la primera misión a Angola, hace dos meses, el Gobierno se había entusiasmado al informar que una firma nacional había vendido 18 cosechadores a 300.000 dólares cada una. Ayer, en la feria, el vicepresidente de la empresa Grandes Máquinas lo desmintió. “Se firmó una carta de intención de venta, nada más. La mala comunicación nos perjudicó indirectamente”, explicó Sergio Scravaglieri. Eufórica, antes de irse, la Presidenta dejó su impresión sobre el rumbo de la economía: “Para los agoreros que dicen que nos va mal, lamento decirles que nos va muy bien”.