espectáculos | 5
| Jueves 4 de octubre de 2012
cine
Un amor literario, detrás del espejo Cornelia frente al espejo (argentina-Holanda/2012; Hablada en español). ★★★ buena. dirección: Daniel Rosenfeld. guión: Daniel Rosenfeld y Eugenia Capizzano, basado en el cuento homónimo de Silvina Ocampo. fotografía : Matías Mesa. edición: Lorenzo Bombicci, Daniel Rosenfeld. música: Jorge Arraigada. sonido: Gaspar Scheuer. elenco: Eugenia Capizzano, Eugenia Alonso, Rafael Spregelburd y Leonardo Sbaraglia. duración: 100 minutos. calificación: sólo apta para mayores de 13 años.
R
obert Bresson adaptó la novela de Georges Bernanos Diario de un cura rural para su película homónima. André Bazin escribió: “Bresson suprime, pero no condensa jamás, porque lo que queda de un texto cortado es todavía un fragmento original: como el bloque de mármol procede de la cantera, las palabras pronunciadas en el film siguen siendo de la novela”. Así, para Bazin, Bresson confirmaba a la novela en su ser. El cine confirmaba a la literatura. Un cine impuro, a favor del cual estaba Bazin, que usara el patrimonio teatral y literario. En una apuesta inusual para el cine argentino, el guionista y director
Daniel Rosenfeld (con dos antecedentes valiosos como Saluzzi, ensayo para bandoneón y tres hermanos y La quimera de los héroes) y la coguionista y protagonista Eugenia Capizzano han permanecido fieles a las palabras del cuento de Silvina Ocampo “Cornelia frente al espejo”. Han suprimido algunos pasajes, sí (y con buen criterio), pero las palabras que están son del cuento, ese en el que una mujer se relaciona con el espejo, con una niña, con un ladrón y con otro hombre. Rondan por ahí el deseo de muerte, los anhelos, los deseos amorosos y los recuerdos de esos deseos. También la posibilidad de que todo sea un sueño o una fan-
tasía (la referencia directa a Alicia en el país de las maravillas está en el cuento) o que todo transcurra en el espejo. La película de Rosenfeld-Capizzano pone en imágenes un cuento con muy poco de descriptivo, entonces debe imaginar no sólo el aspecto de los personajes, sino además los espacios. El caserón en el que transcurre el relato es parte del clima de misterio y dolor sentimental que se nos propone, y funciona mayormente, salvo por algunos detalles como el baño, que muestra una imagen chirriante (una decadencia, en canillas injertadas y cerámicos, que nos sitúa fuera de época). Si se objetan detalles es porque ésta es una película de detalles, de sentimientos que se revelan en un brillo de la mirada, en un mohín. Su relación con la literatura de Silvina Ocampo también se juega en esos pequeños, pero definitorios detalles. Y ahí es clave la protagonista Capizzano, que hace un trabajo fascinante en las inflexiones, las entonaciones, los gestos que acompañan los diálogos: sabe siempre cómo decir lo que dice, con qué acentuación cobran más y mejor sentido las palabras. Se nota que Capizzano está enamorada del cuento, y eso se transmite: en una película siempre es atractivo ver el registro de alguna clase de amor. La película luce bien y se escucha
Eugenia Capizzano, protagonista y coguionista de la película aún mejor, y los recursos de aireado narrativo con dibujos y fotos son eficaces. El límite de la película es su acartonamiento (el tramo inicial es el peor en ese sentido, con una actuación gestualmente demasiado enfática de Eugenia Alonso), su ultracorrección de “cine serio” que le impide desarrollar su potencial:
por momentos Cornelia frente al espejo luce encorsetada, casi acartonada, y reduce la vitalidad que le imprimen los movimientos y la voz de Capizzano. Tal vez la clave esté en los títulos al principio y al final: se lee “Cornelia frente al espejo” y abajo dice “Basado en…”. El masculino del “basado” refiere a un film y
Espacio para la diferencia oCtava ediCión. Hoy comienza el Festival de Cine Inusual,
con secciones competitivas y muestras paralelas
Celeste Cid , al frente de esta película
Foto: primer plano
cine
Un relato repleto de historia el amigo alemán ( a r g e n t i n a-a l e m a n i a , 2012) ★★★ buena . dir ección y guión :
Jeanine Meerapfel.
elenco :
Celeste Cid, Ma x Riemelt, Jean P ier re Noher, Noem í Frenkel. duración: 100 minutos. calificación:
apta para mayores de 13 años.
H
ay tantos elementos históricos, emocionales y generacionales en El amigo alemán que hacia el final del film dirigido por Jeanine Meerapfel cuesta identificarlos, recordarlos. Todo comienza en la década del 50 en la Argentina, cuando Sulamit, una nena hija de alemanes judíos, entabla una amistad con Friedrich, su vecinito de enfrente, hijo de alemanes con pasado de criminales nazis. La historia de Capuletos y Montescos, con sus peculiaridades históricas e interesante carga dramática, habría alcanzado para toda la trama, pero la directora eligió ampliar el espectro y sumar ingredientes que terminan por desdibujar su interesante mirada, esa que aparece en los pequeños detalles sobre la distante, pero concreta conviven-
cia barrial entre los sobrevivientes del Holocausto y sus perpetradores y la sutil exposición sobre esa primera generación de hijos nacidos en la Argentina aunque anclados en el país –y el pasado– de sus padres. En el contexto de golpes de estado en la Argentina, revueltas estudiantiles en Alemania y persecuciones políticas en ambos países, la historia de amor entre Sulamit y Friedrich avanza. Al menos en lo que respecta al personaje que interpreta Celeste Cid con la suficiente solvencia y sensibilidad para que resulte tan creíble como adolescente y como mujer de mediana edad. Menos logrado es el Friedrich a cargo del actor alemán Max Riemelt, que debe remontar un personaje que carece de dobleces. Sus convicciones políticas, fogoneadas por la culpa de ser quien es y los conflictos de identidad, lo transforman en el menos romántico de los héroes románticos. Así, las situaciones dramáticas que sufren los personajes centrales de El amigo alemán no llegan a traducirse en escenas igual de profundas.ß natalia Trzenko
“Promover una programación diferente y un espacio formativo de reflexión” es el propósito del Festival del Cine Inusual de Buenos Aires, cuya octava edición se desarrollará desde hoy hasta el 14 del actual en cuatro salas porteñas: el Cine Gaumont (Espacio Incaa km 0), el Arte Cinema (Espacio Incaa km 3), la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985) y el cine Cosmos-UBA. El festival se propone difundir “los aspectos menos explorados de la producción cinematográfica nacional e internacional con el fin de cubrir las expectativas de aquellos
que anhelan una visión fílmica diferente y con ello facilitar el conocimiento de muchos realizadores que, a través de sus películas, ofrecen una perspectiva ecléctica en lo temático o en lo visual”. Para la competencia oficial de largometrajes han sido elegidos los siguientes films: Ancianas muertas, de Martín Vega; Deseo por lo material, de Luis Sosa Arroyo; El invitado de piedra, de Mauro Altschuler; La cortesía del verdugo, de Fabián Díaz; La noche del chihuahua, de Guillermo Grillo; Los hamsters, de Geremías Prum; Protocolo 48- El experimento final, de Carlos de la Fuente;
Satanás atiende en Buenos Aires, de Diego A. Fernández, y Vuelven, de Mariano Oliveros. Once trabajos participarán de la competencia de cortometrajes y habrá presentaciones especiales de tres películas de noveles realizadores: El aire y la nostalgia, de Sebastián Tambutto (sobre el sonetista nicoleño César Bustos); El día que la vida me ponga de rodillas, de Miguel Bou y Maximiliano Orioli, con Gastón Pauls, y Horses, de Juliana Rodríguez, sobre el maltrato equino, con narración de Nicolás Pauls. A todo ello se suman la sección Misceláneas Exquisitas, la Inter-
Foto: cdi Films
no a una película. Y “film” siempre fue un término más acartonado que el más plebeyo “película”. Así, puede decirse que este buen film que es Cornelia frente al espejo podría haber sido, con la misma devoción por las palabras, pero con un poco más de vuelo libre, una muy buena película.ß Javier Porta Fouz
nacional, que incluye Entre-acto, sobre un grupo teatral del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla; La venganza de una mujer, de Rita Azevedo Gomes, y Drácula 0.9, de Emilio Schargorodsky, colaborador de Jesús Franco, así como obras del peruano Fernando Montenegro y del español Marc Nadal, o las rarezas de Mutazion Producciones. Y habrá en la Casa Nacional del Bicentenario, con entrada libre y gratuita, un espacio formativo destinado a promover la participación del espectador, con disertaciones de reconocidos investigadores. La jornada de apertura en el cine Gaumont será con Tape 27.02, de Felipe Salinas Kraljevic (Chile); Vuelven, de Mariano Oliveros (Argentina), y El invitado de piedra, de Mauro Altschuler (México/Argentina).La información completa, puede consultarse en www.festivaldecineinusual. blogspot.com.ß Fernando López