Enfoques
Domingo 2 de diciembre de 2007
Es un cuerpo de mujer (des) cubierto por un primoroso corpiño de puntillas blancas y un culotte con estrellitas amarillas. Parada, levemente inclinada hacia un costado, saca pecho con esmero. Los ojos, un poco tapados por un flequillo de melena morocha, están fijos en la lente de la cámara digital que sostiene con la mano derecha y que apunta a un espejo que no sale en plano. En las paredes rosa hay un póster de la cantante Cristina Aguilera. Más atrás, se adivina una cama de una plaza, aunque sólo se ve un pedazo del cubrecama de guardas fucsia y naranja, tan chillón y llamativo como la protagonista de la foto. Laika, el apodo que reproduce el nombre de su perra y que se puso para componer este personaje de bomba fatal, dice que ya cumplió los 18 años, aunque su voz aniñada y su risita aguda y repetida parezcan desmentirla. Hace de productora, fotógrafa y modelo, todo a la vez: juega en su dormitorio a seducir frente al espejo, ensaya poses idénticas a las que ve en las revistas y sube su trofeo a la computadora. Dice que ya terminó el colegio, cuenta que recurre a tretas para que sus padres no la sorprendan en una de sus sesiones fotográficas y confiesa que se duerme a la madrugada con los dibujos de Cartoon Network. Ahora, su imagen despierta las fantasías de cualquier cibernauta que entre a la página de “El gordo” (www.laschicasdelgordo.com.ar), un sitio web que –siguiendo a la pionera Alta pendeja (www.altap endeja.com.ar), hoy cerrada ante la amenaza de complicaciones legales– publica miles de fotos eróticas de adolescentes ávidas de ser reconocidas, llamar la atención, formar una identidad, existir. Porque la Red es la vidriera más accesible para una generación que hace un culto de la imagen y la desinhibición. Daniela Gutiérrez, especialista en Educación, señala que el contexto cultural en el que crecieron los adolescentes incentiva estas prácticas. “Los modos de ser de los jóvenes no se gestaron mágicamente –explica–. Los chicos crecieron en una cultura que ha priorizado la imagen como un instrumento de poder indiscutido. Si tenés un buen cuerpo, ¿por qué no mostrarlo? La fantasía de ser vista es la de ser reconocida. En estos tiempos, ser alguien es estar en una foto de revista o en un segundo de televisión”. La historia de Laika es parecida a la de miles de chicas: comenzó mostrando sus fotos más provocativas en su propio fotolog, una especie de diario de vida en versión digital. En junio pasado, se animó a mandar su imagen al portal de “El gordo” como un juego, para ver si era seleccionada. “Cuando vi que habían subido mi imagen me entusiasmé y ya les mandé 77 fotos distintas”, cuenta. Vive en su casa de Florencio Varela con su papá (que trabaja en un taller de chapa y pintura), su mamá (esteticista), su hermano mayor y su novio, José, que tiene 23 años y es policía. “Cuando estoy aburrida en mi casa, mando fotos. A mi novio no le gusta mucho la idea; mi mamá algo sabe, no se enojó, pero me pidió que no me meta en nada raro”. El sociólogo e investigador de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Marcelo Urresti destaca la irrupción de la tecnología accesible como factor de cambio. “Internet permite romper la frontera entre el productor y el consumidor. Antes esas imágenes circulaban por otros canales de distribución. Hoy, cualquiera puede ser un productor amateur”, detalla. Y a la hora de discriminar por medios, advierte que “la influencia de Internet es mucho más potente que la televisión en los menores de 17 años”. Su hipótesis fue confirmada por la docena de chicos de entre 13 y 19 años consultados para esta nota, que dijo pasar un promedio de cinco horas por día frente a la computadora durante la semana (chateando y creando o mirando fotologs) y hasta diez horas diarias los fines de semana.
LA NACION/Sección 6/Página 5
TESTIMONIOS ”Si querés saber algo de sexo le preguntás a una amiga. A la última persona que le contás algo es a tu mamá. ¡No da!” “El otro día fui a una fiesta y los egresados se pusieron en círculo, los varones se daban piquitos y dos amigas apretaban y se reían; estaban todos re en pedo. Yo conozco a esas chicas y sé que les gustan los varones, sólo lo hacían para llamar la atención”. Mariana, 16 años Barrio Norte
“Cuando estoy aburrida en mi casa mando fotos. A mi novio no le gusta mucho la idea; mi mamá algo sabe, no se enojó, pero me pidió que no me meta en nada raro. No lo hago por plata, aparecer me hace feliz; todavía no caigo en que los chicos comenten de mí [en el portal se pueden escribir comentarios]; ¡es como tener fans!” Laika, 18 años Florencio Varela (subió fotos a Laschicasdelgordo)
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Como todas, Laika muestra su cuerpo gratuitamente: los administradores del sitio no les pagan por exhibir sus imágenes. “No lo hago por plata, aparecer me hace feliz; todavía no caigo en que los chicos comenten sobre mí [en el portal se pueden escribir comentarios]; ¡es como tener fans!”, se sincera, maravillada. Laschicasdelgordo.com.ar, una de las páginas más recientes del rubro, cuenta con más de 3000 fotos de adolescentes de todo el país (que no llegan a estar totalmente desnudas) y registra un promedio de 85.000 visitas por día. En este sitio, la foto la puede mandar cualquiera: la protagonista, el novio, un ex novio. Sólo hay que enviar un mail con mínimos datos, entre los que figuran la edad de la “modelo”. Debe ser mayor de 18 años, aunque no hay manera de comprobarlo (no se pide DNI). La precursora de esta novedad fue la página Altapendeja.com.ar, creada en noviembre de 2005, que llegó a exhibir 200 mil fotos y a alcanzar la cifra récord de 300 mil visitas diarias. Además, contó con una sección Premium, que incluía fotos de chicas desnudas y costaba al usuario la suma de 50 dólares. El ideólogo de este emprendimiento es un joven de 20 años, oriundo de Rosario. Su nombre es Alejandro Sena y se vio envuelto en un buen lío que lo obligó a cerrar la página el primero de noviembre. En pocas semanas, recibió más de 50 reclamos para que diera de baja fotos cuya exhibición sin autorización ofendió a las personas retratadas. La explicación oficial que dio Sena lo deja como víctima de un fraude informático: un supuesto hacker habría introducido un virus mediante el cual ingresó al sistema de la página y subió imágenes sin permiso para destruir la credibilidad del sitio. Sin embargo, la reputación de Altapendeja.com.ar ya había sido cuestionada por algunos informes televisivos que daban cuenta del nivel de discrecionalidad que tenía el
administrador respecto del uso de las imágenes que las chicas cedían en forma gratuita, amparado en el vacío legal existente en torno a los delitos penales por Internet. El usuario que subía una foto a Altapendeja.com.ar se comprometía a otorgar al sitio “una licencia perpetua para su uso, publicación,
“Como todas, Laika muestra su cuerpo gratuitamente: los administradores del sitio no les pagan por exhibir sus imágenes” comercialización, difusión y/o reproducción en cualquier medio, con cualquier finalidad, en forma ilimitada y gratuita”, según rezaban las cláusulas que las chicas aceptaban con total ingenuidad. ¿No te preocupa lo que pueda pasar con esas imágenes?, preguntó LA NACION a dos adolescentes que ingresaron fotos en portales similares. La respuesta: “Sí, que lo vean mi papá o mi hermano”. Algunas famosas ya entendieron que la tecnología al servicio de la pornografía puede convertirse
en un juego peligroso. El video de Wanda Nara practicando sexo oral a un hombre y mirando fijo a la cámara de un celular levantó todo tipo de comentarios en agosto pasado. La vedette juró que las imágenes fueron subidas a la Red sin su consentimiento por un ex novio y lloró a mares en cuanto programa de chimentos pudo. Mucho más dañino fue lo que sufrió María Fernanda “Chachi” Tedesco, la chica de 22 años que Disney expulsó de la selección de artistas para la edición argentina del musical High School Musical cuando se difundió un video que la mostraba manteniendo relaciones sexuales con un ex novio. El video en cuestión había sido robado por el primo de la chica y vendido a un sitio de Internet. El escándalo hizo famosa a Tedesco –que ahora participa en la actual versión de Cantando por un Sueño, en el programa de Marcelo Tinelli–, pero su representante dijo a LA NACION que el episodio hizo un gran daño al perfil de carrera que quería darle a la actriz, y tramitó un recurso de amparo para impedir la reproducción de las imágenes en la televisión y en medios gráficos. La proliferación de fotos y videos de adolescentes semidesnudas en Internet (y sus consecuencias no deseadas) no es solamente un tema local. Como ejemplo, basta recordar que, en Estados Unidos, casi al mismo tiempo que se conocía aquí la expulsión de Tedesco, la protagonista de la versión original de High School Musical, Vanessa Hudgens, tuvo que pedir perdón públicamente por la aparición en la Red de una fotografía suya en la que aparece desnuda. La imagen muestra a la popular actriz, de 18 años, mirando a la cámara, en un baño, con una cortina roja detrás. En este caso, y dado el éxito arrasador de la película (sólo en Estados Unidos High School Musical 2 atrajo a más de 17 millones de televidentes), Disney perdonó a Hudgens, aunque emitió una declaración: “Esperemos que haya
aprendido una valiosa lección”. Volviendo a la Argentina, el cierre de Altapendeja.com.ar no detuvo la creación de páginas de similar inspiración: por el contrario, se reproducen con la velocidad de un click. Así, por ejemplo, surgió el sitio “Tuspendejas” (www.tuspe ndejas.com.ar), fundado por Ramiro Sáenz, casualmente, compañero de colegio de Sena. Además de las fotos, la página muestra videos de chicas haciendo streaptease. “Las chicas dicen que mandan las fotos para sentirse sexy, mostrar su cuerpo y aumentar su ego personal”, afirma Sáenz, cuya página recibe entre 15.000 y 20.000 visitantes por día. Otra página del estilo es ¿Sexy o no? (www.sexyono.com), donde las adolescentes dejan sus fotos sensuales para que los cibernautas voten y decidan sobre cuán sexy son. Este portal permite también conocer gente, con avisos escritos por las chicas que parecen calcados del rubro 59 de los clasificados. Ante el vertiginoso destape virtual, Gutiérrez arrima una reflexión: “No es fácil para los jóvenes de hoy ocupar espacios propios. Si los adultos se tatúan, toman pastillas para la erección y las madres corren detrás del sueño de ser eternamente jóvenes y turgentes, ¿cuál es el territorio disponible para los jóvenes? ¿No los estaremos empujando a ir siempre un poco más allá?”. M. C. T.
“Ya no se estila el noviazgo durante la escuela. Eso empieza recién en la facultad. Hoy todos (mujeres y varones) quieren pasarla bien en el momento con el que pinte”/ “Hoy las chicas están cada vez más zarpadas; muestran más [cuando se visten] o terminan vomitando en la calle de lo borrachas que están, igual que un varón” Lucas, 17 años Tolosa, La Plata
“Para un varón siempre es más top conseguir un pete que un transa. Hoy es algo re común. Sobre todo entre las más chiquitas” Emilio, 18 años Olivos.
“Ahora se usan el reggaeton, la cumbia y la marcha un poco menos. La música es bastante zarpada. Cuando bailás, el mismo reggaeton te lleva a abrir las piernas y llegar hasta el piso para menear” Delfina, 16 años Palermo Viejo
“Estoy todo el día en la computadora de mi cuarto. En el messenger tengo 650 contactos con los que chateo todo el día. Además, tengo tres fotologs personales, donde subo mis fotos y escribo sobre mi vida. Así conocí un montón de chicos” Lucía, 13 años Centro porteño